ID de la obra: 1015

¿Desde cuando el león no se come al ave?

Slash
NC-17
En progreso
1
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Maxi, escritos 110 páginas, 64.056 palabras, 18 capítulos
Descripción:
Notas:
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Estoy haciendo lo mejor que puedo

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Haul se levantó temprano sin tantos problemas como cada inicio de semana, estirando sus brazos acompañados de un chipido antes de hacer su rutina. Apenas salió de su habitación con su morral al hombro saludó a lo lejos a Ruggie, la hiena lo esperó en el pasillo principal del Dormitorio para irse juntos como era costumbre. La mañana fue normal, hasta encontrarse de frente con Leona en los corredores de la escuela. El aviario no se escondió detrás de la hiena esta vez, pero tampoco le dio la mejor de sus sonrisas al león cuando se le acercó con algo en la mano. —Toma, úsalas como quieras. Leona casi lo empujó al darle el pequeño paquete envuelto en periódico viejo poniéndolo en su pecho, el aviario graznó de sorpresa por el golpe más que por el regalo en sí. Ruggie se giró con la mano ya alzada para gritarle al león sobre su falta de modales cuando el aviario lo detuvo, la débil sonrisa hizo a la hiena calmarle sus ánimos de pelea. —¿Qué es eso? —No lo sé, no se siente tan pesado— Haul movió un poco el paquete de lado a lado escuchando algo chocar, alzó su ceja antes de ver a la hiena— Lo abriré en clase por si es una bomba y explota. —¡¿Cómo va a ser eso una bomba?! Ruggie empujó por el brazo al chico causando las risas de los dos, de un salto juguetón el de segundo se colgó de los hombros del de tercero señalando con su mano libre el paquete haciendo teorías sobre qué habría en su interior. Viniendo de Leona sería cualquier cosa, o solo una caja envuelta en periódico viejo y ya. La creatividad para dar regalos de parte de ese león a veces sorprendía en su totalidad. El chico aviario se despidió de la hiena con una sonrisa antes de entrar a su salón, con esa duda de qué venía dentro de la caja envuelta tomó asiento de inmediato dejando a un lado su pequeño morral, alzó una ceja buscando el inicio del papel para no romperlo. En su búsqueda por la orilla del papel no escuchó los pasos conocidos de su compañero y amigo de Heartslabyul hasta tener su cabeza casi pegada a la suya, un leve golpe de cabezas fue la respuesta de Haul a Cater cuando de repente sintió uno de los mechones pelirrojos sobre su oreja. —¡Ah, eso fue traición! —Fue una estrategia inocente. Haul le enseñó la lengua al otro antes de seguir abriendo el envoltorio, ya sin acercarse tanto, Cater apoyó su mejilla sobre su mano mirando a la pequeña caja de cartón algo desgastada. —¿Qué tienes ahí? ¿Y por qué estaba envuelto en periódico viejo? Digo ¡Se ve muy aesthetic envuelto así! Pero ¿Qué es? —No sé, Leona casi me lo avienta cuando me lo dio. Tengo las sospechas de que sea una bomba. —¿Eh? Y pensaste abrirlo en clase por si nos explotaba a todos hubiera evidencias del crimen. —Algo así. Con un último movimiento, el aviario abrió la caja de cartón encontrando una carcasa vacía de tijeras con unos botones en la parte donde se unían, en la caja había cuatro pares de cosas puntiagudas con filos en figuritas diferentes. Haul le pasó la carcasa a Cater mientras sacaba las cosas en punta mirando los diferentes colores. Para el aviario eso no tenía sentido, para el chico con el diamante en el pómulo fue una sorpresa increíble. —¡Oh por los Siete Grandes! Son tijeras con patrones, con estas se puede hacer un scrapbooking vintage para los proyectos finales. —Para los que no entendieron tus palabras ¿Lo puedes decir en idioma normal? —Mejor te muestro, mira. Cater abrió su cuaderno arrancando con cuidado una hoja al final del cosido, con cuidado le puso unos de los dientes en patrón con semicírculos y triángulos a la carcasa, en dos cortes simétricos el filo de la hoja quedó recortado con elegancia. Haul abrió los ojos con ese brillo radiante en sus iris celestes, tomó con cuidado las tijeras de plástico cambiándole los dientes a una en forma de cuadrados. Cortó otro pedazo de la hoja arrancada dando chipidos agudos al ver el patrón en la hoja. —Se ven algo usadas, pero parece que siguen cortando bien… ¿En serio te lo dio Leona? —Sí, no podría confundir su cara de amargado— Haul respondió cortando otra parte de la hoja con unos dientes en forma de olas de mar— ¡Mira, Cater, mira! Son como las olas del agua, pero en papel ¡Están increíbles, me encantan! Cater negó con la cabeza sin quitar esa sonrisa dulce por ver la emoción de ese chico en algo tan sencillo, y los gorgoteos de ave feliz le daban un aire más tierno. Incluso cuando Idia llegó con la cabeza baja intentando pasar inadvertido se detuvo en su andar al oír el chipido de Haul, el chico había combinado tres cortes de patrón diferentes emocionándose al ver como las orillas de la hoja cambiaban de forma. —¿Desde cuándo puede hacer sonidos adorables de NPC en idle animation? —Déjalo, está encantado con su regalo— Cater sacó su celular aprovechando que el Profesor Trein no estaba en el aula aún— ¡Foto del recuerdo! El click de la cámara no sacó de su fascinación al aviario que seguía cortando el papel, las tiras de papel con dos bordes diferentes fueron juntadas al lado de su cuaderno para guardarlas, Idia no supo si eso era natural en Haul o era natural en un Aviario conservar tiritas de papel. De igual forma el Líder de Ignihyde se sentó en el nivel debajo de ellos mirando de reojo como Haul seguía haciendo ruiditos de ave feliz con las tijeras de plástico en mano. Cater subió la foto a su perfil en Magicam después de pedirle permiso a Haul de poder subirla con los hashtags de #Aviariosiendotierno y #Tijerasparahacerscrapbooking como los principales, mostrando una adorable foto de Haul sonriendo de forma infantil sin verse mal con una hoja cortada en la mano mirándola como la octava maravilla. Recibiendo varios likes de los seguidores del chico de Heartslabyul y algunos otros que les habían mandado la foto a sus amigos, entre ellos llegó a los ojos de cierto león. Leona solo resopló con una leve curvatura en sus labios al ver esa foto desde un celular ajeno, no se la habían mostrado como tal, pero podía ver la pantalla de uno de sus compañeros al estar en el nivel de arriba. Está vez su plan funcionaba, y no en la mala forma.  

✴︎—♛—✴︎

  —¿Me está diciendo que eso fue un regalo de parte de Leona? Reser señaló a la hoja cortada en patrón y las tiras de papel en las manos de Haul, el aviario sonrió encantado buscando en su morral la caja de cartón donde había llegado el regalo. Para su desgracia el periódico viejo se deshizo cuando intento volver a envolver el regalo para mantenerlo intacto, así que se quedó solo con la caja para tener donde guardar las puntas de formas y la carcasa de las tijeras. —¡Si, no me esperaba que fuera algo tan mágico! Pensé que sería alguna bomba de pintura o algo así, pero no ¡Y mira, mira! Haul le pasó la caja de cartón pequeña al chico de cabello castaño, el de primer año se la enseñó a Trey que también revisó las tijeras como si fueran a volverse algún monstruo en cualquier momento. No sucedió. En realidad, eran tijeras para hacer scrapbooking normales y corrientes algo usadas, nuevas no eran. Ese detalle parecía no importarle a Haul. —¿Estás seguro de que no son robadas? Dudo Leona pudiera tener algo así entre sus cosas. —No lo sé, ahora me da miedo usarlas. —¡No, no lo decía por eso! Sino porque no se ven que sean nuevas, o seguro él las tenía por ahí aventadas sin usar más de una vez. —Hmm… de igual forma— Haul sonrió con calma viendo la cara de arrepentimiento de Trey por quitarle la ilusión sin querer— Dudo las usé mucho, no puedo cortar las hojas de mis cuadernos o me regañarían por “maltratar” mis útiles ¡Oh, ya sé! Puedo usarlas cuando escriba cartas a mi mamá. El chico del dibujo de trébol negro sonrió al ver que el aviario no iba a dejar de usarlas por su comentario, Reser solo se rió al ver a su senior tan preocupado al inicio. —¡Ah, por cierto! Escuché que estás haciendo tés para mejorar el sueño, la concentración y dar energía en las mañanas a los demás, Reser— Haul dio un chipido inconsciente al chocar sus iris celestes con los amielados— ¿Si funcionan? —¡Claro que funcionan! La mayoría de mi conocimiento sobre las hierbas me lo dio mi madre Zeze, y los libros que ella me compró, así que si ¡Funcionan! —Hasta ahora ha sido un prodigio en los remedios naturistas mágicos este chico, para ser de primer año tiene encantado al Profesor Crewel con sus conocimientos sobre la herbolaria— Trey asintió mirando con orgullo al menor— Incluso Riddle le ha dado permiso de usar algunas de sus creaciones a la Hora del Té en Heartslabyul, y es secreto, pero Reser dice que quiere hacer un té personalizado para el Dormitorio. —¿En serio? Sería un proyecto personal increíble ¿De qué sería el té si sería más representativo que medicinal? —Pensaba en que fuera de cereza, menta, un poco de raíz de jengibre y con un tónico de rosas. Tendría el color representativo del Dormitorio y aparte de ser bonito a la vista ayuda a la retención de información y digestión. —Eso es ingenioso— Haul se llevó una mano a la barbilla mirando a la nada mientras repasaba los ingredientes— El dulzor de la cereza camuflajearía al sabor picante del jengibre y la frescura de la menta ayuda a ser un sabor “frío” sin tener hielo, además del color rosa fuerte por la mezcla de las rosas y la cereza ¡Es un té perfecto! —Supongo conocimiento básico en hierbas de un Aviario. Haul sonrió con un poco de timidez a Trey por ser descubierto, Reser juntó sus manos con una sonrisa motivada ya pensando en las cantidades exactas para la mezcla. Si eso se volvía un éxito en el Dormitorio de la Reina de Corazones, no sería descabellado ver té personalizado para cada Dormitorio dentro de poco. Apenas habían pasado dos meses y medio de clases y ya estaba empezando una revolución de té en la escuela. —Si llegas a volverte famoso por aquí con tus tés pido uno personalizado. —Serás el primero en la lista, Haul. Los dos chicos se rieron bajo la mirada de hermano mayor de Trey, las cosas se veían bien por el momento. Eso bastaba para darle paz temporal al chico de cabello verde oscuro. El resto de las clases fueron como la seda para el aviario, al finalizar las clases de la mañana los pasos alegres de Haul viajaron por los corredores hasta encontrar a su objetivo. Ruggie. Con un grito acompañado de un graznido agudo se le fue encima casi tumbándolo de espaldas, entre saltos dando vueltas, la hiena se agarró de los brazos del ave. —¿Qué tienes, qué? Haul, me vas a tirar al suelo. —¡MIRA! Casi estampó en la cara las dichosas tijeras de scrapbooking a la hiena, le pasó la caja de cartón donde venían los cambios antes de comenzar a caminar en dirección al Dormitorio. Ruggie analizó las cosas antes de reírse cuando vio la sonrisa de oreja a oreja del aviario con sus iris celestes brillando. —Así que esto era lo que te dio Leona ¿Y son usadas? ¡Ahg! Típico de ese idiota— Ruggie cerró la caja al guardar la carcasa vacía de las tijeras— Cuando menos debió darte unas nuevas ¿Qué es este intento de regalo? Hasta servía más si te daba dinero para comprarte unas tú mismo. —Trey dice que pueden ser robadas, porque duda que Leona tuviera algo así entre sus cosas. —Lo más probable, nunca he visto a ese idiota usar estas cosas en alguna tarea o para cortar cosas— la hiena alzó una ceja dándole un vistazo final a la caja— Úsalas solo en el Dormitorio por si acaso. Podían ser de dudosa procedencia las tijeras, pero a Ruggie le gustaba más ver esa energía renovada curiosa de Haul por unas simples tijeras para decorar hojas. Le pasó su brazo por los hombros al aviario dándole de nuevo la caja de cartón, el tema del reglo pasó a segundo plano mientras discutían qué deberían comer ese día antes de las clases de la tarde.  

✴︎—♛—✴︎

  Era la primera vez que Ruggie veía entrado en pánico al aviario por algo trivial, aunque no lo culpaba, pero si era irónico como Haul se negaba a entrar a su habitación por culpa de un escarabajo verde. Las risas de la hiena se desataron cuando el aviario casi sale corriendo porque el escarabajo se dio la vuelta caminando lento por el escritorio. —¡Haul, es un insecto! Tu eres una inmensa ave de más de dos metros ¿De dónde te va a causar miedo esa cosa? —¡Hacen un ruido horrible! Tengo oídos sensibles, y cuando vuelan suenan como… como ¡No sé! Suenan horrible, y sus patas se sienten rasposas… ¡Ah! — Haul empujó a la hiena a que fuera quien sacara al insecto de la habitación del aviario— ¡Sácalo, por favor! Te pago lo que quieras o te compro una docena de donas o lo que quieras, solo sácalo. —¡¿Por qué yo?! Yo no me voy a acercar a esa cosa. Debido a que los dos empezaron a ver quién podía sacar al insecto o si debían llamar a alguien para sacarlo, el escarabajo se detuvo en su andar al oír ruido. Sin darles un aviso de advertencia desplegó sus alas comenzando a zumbar por la habitación, los gritos de pánico mezclados con graznidos agudos de Haul sonaron al instante empujando a Ruggie a un lado para huir de la habitación. La hiena gritó cuando el escarabajo cambió de dirección a donde se encontraba él, en la desesperación de no tener al insecto en la cara tomó lo primero a la mano. Le dio el golpe con un libro de pasta delgada aventando al insecto a la cama. —¡No, a la cama no! —¡Estaba en pánico, no me juzgues! El escarabajo se dio la vuelta gracias a las sabanas suaves, Haul entró corriendo a agarrar su ropa de Dormitorio para cambiarse más al rato, o en la habitación de Ruggie por si el insecto seguía ahí el resto del día. los zumbidos pesados volvieron a oírse sacándole gritos a los dos. —¡No puede ser, Ruggie haz algo! —¡Deja eso ahí y ya vámonos! — la hiena mantuvo el libro en alto por si acaso, manteniendo la vista en el escarabajo verde volador— ¡HAUL! ¡YA! —¡Me falta mis zapatos, espera! —¡HAUL YA VÁMONOS, HAUL, YA VÁMONOS! ¡YAAAA! El aviario agarró sus tenis para el cambio de ropa dándose la vuelta, viendo en primer plano como el insecto quedaba a menos de dos metros de su cara. El show de gritos, algo cayéndose y pisadas apresuradas en la habitación se acabó cuando los dos salieron de ahí cerrando la puerta de golpe. Ruggie tenía las orejas abajo con la mano fija en la perilla como si el escarabajo fuera a ser capaz de abrir la puerta, Haul por un momento pensó en saltarse la valla de cuerda para correr por el costado de la estructura. Incluso volar si era necesario. En pasos lentos, los dos se alejaron de la puerta sin despegar sus ojos de esta misma, los dos respiraron en inhalaciones fuertes mirándose antes de ver a la tabla de madera. —No vamos… a abrir esa puerta… hasta mañana ¿Quedó claro? Haul asintió varias veces con su ropa hecha marañas en sus brazos, sus ojos bien abiertos viendo a la puerta. —¿Qué sucede? Sus gritos se escuchan por todos los pasillos. Ruggie dio un salto con un grito corto mientras Haul ya estaba a un solo segundo de saltar la cuerda de la valla, se relajaron al ver la mirada contrariada de Jack con sus brazos cruzados. El chico lobo agachó las orejas cuando un zumbido seguido de un golpe seco en la tabla sacó del silencio a los tres, Haul se puso detrás del de primer año mientras Ruggie señalaba a la madera. —Hay un maldito escarabajo gigante en la habitación de Haul, yo no voy a entrar a sacarlo. Y menos Haul. —¿Por qué no? El escarabajo es más pequeño que ustedes dos. —Tengo oídos sensibles y esa cosa cuando vuela me aterra demasiado, ni loco voy a tocarlo— el aviario miró pidiendo piedad la de primer año cuando se le vino a la mente una idea— ¿Puedes sacarlo tú, Jack? Me gustaría poder seguir usando mi habitación sin miedo a tener un insecto volando como compañero. Jack alzó una ceja viendo los ojos celestes, como si fuera poco, Ruggie también puso esa cara de cervatillo acorralando al pobre chico lobo de ser el héroe en la escena. El chico de más de un metro noventa suspiró resignado dirigiéndose a la puerta, usando su magia de invocación a nivel básico apareció un frasco de vidrio vacío en mano. En menos de dos minutos salió con el insecto enorme en el frasco mirando a los dos seniors con una cara de obviedad muy grande, sus ojos entrecerrados y las cejas alzadas fueron ignoradas por Haul. —¡Gracias! Mañana te compro lo que quieras de la Cafetería, Jack. El aviario entró a su habitación mirando en cada esquina por si había más insectos voladores, cuando no vio ninguno pidió permiso de cerrar la puerta para vestirse con el uniforme de Dormitorio. Jack negó alzando el frasco con el escarabajo verde dentro, Ruggie se hizo a un lado como si esa cosa fuera radioactiva. —¡No me pongas eso en la cara! Incluso de cerca se ve asqueroso. —Es un escarabajo pelotero, Ruggie senior, ayuda a mantener el suelo fértil. Seguro entró a la habitación de Haul senior por accidente al oler las hojas que tiene en el techo, o ya estaba ahí desde hace días. —¡¿DISCULPA?! ¡¿QUÉ DIJISTE, JACK?! La voz angustiada de Haul con algo de terror por estar conviviendo con un insecto esos días sonó desde el interior de la habitación cerrada, Ruggie se rio antes de cortar la risa cuando el frasco con el insecto le volvió a quedar cerca. —Que son inofensivos, solo son demasiado grandes y brillantes— Jack respondió con una sonrisa levemente burlona. —¡MENTIROSO! —Bueno, el problema se resolvió ¡Bravo! — Ruggie habló con sarcasmo ácido mirando al frasco por una última vez— Ahora ve y tira esa cosa lejos de aquí, es más suéltalo en el bosque fuera de la escuela por si acaso, no quiero verlo cerca de mí en al menos una eternidad ¡Pero no lo dejes en el invernadero! Más lejos. —En seguida. Con esa misma diligencia de siempre, el chico de primer año se fue mirando sonriente al escarabajo en el frasco desapareciendo de la vista de Ruggie. Casi al mismo tiempo de forma sincronizada salió Haul de su habitación ya con el uniforme de Savanaclaw puesto, miró a los lados buscando la figura alta de Jack, al no encontrarlo cerró su habitación dando vistazos a cada centímetro por si aparecía otro de esos insectos. —Y yo que pensé que por estar en este lugar no vería insectos como en el Árbol Sagrado. —No me digas que allá abundan los insectos como esa cosa. —Peores, cuando es temporada de lluvias aparecen unos pequeños escarabajos cafés y hormigas con alas, en los tiempos de primavera hay mariposas gigantes con abejas y en invierno cuando piensas que no habrá un insecto cerca te encuentras con las orugas lanudas— Haul sintió un escalofrío bajándole por la espalda— Después esas cosas se vuelven polillas de seda, se ven bonitas de lejos. Solo de lejos. —Las desventajas de vivir en pleno bosque, amigo mío. Por eso siempre deberías de cargar repelente de insectos por si acaso. —Ese es el problema, no hay repelentes. —¿Entonces cómo se supone que van a alejar a las plagas y los demás insectos? —Con plantas, pero no funcionan cuando deberían. Haul fingió llorar por la tragedia de no tener repelentes tan modernos como lo sería normalmente, mientras Ruggie soltó otra risotada.
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