ID de la obra: 1015

¿Desde cuando el león no se come al ave?

Slash
NC-17
En progreso
1
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Maxi, escritos 110 páginas, 64.056 palabras, 18 capítulos
Descripción:
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¿De donde salieron estas cosas?

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Leona ya había pedido por correo a su sobrino Cheka el siguiente regalo para Haul, no pensaba comprarle cosas caras si ya tenía lo necesario al alcance, más cuando el segundo regalo le había gustado de igual forma al aviario. Una simple linterna con un papel azul amarrado con una liga fue la sensación nocturna del chico, desde su habitación a lo lejos, el león pudo ver como parte de la madrugada estuvo esa linterna de tonos azules alumbrando la noche en el dormitorio de Haul. Suponiendo Ruggie le dijo sobre cambiar el color de la luz y Jack consiguió el papel, los siguientes dos días se veían otros haces de colores. El león le dio la razón a la hiena por esa vez, era cierto que con cualquier cosa se emocionaba ese chico ave, por más tonta o sencilla que fuera. Haul la volvía algo fuera de este mundo con sus chipidos agudos de emoción, los resoplos divertidos del león salían con mayor frecuencia. Claro, se ponía él mismo el crédito de hacer reír a Haul por cosas usadas que lo hacían divertirse solo, si no fuera por él ¿Quién más ofrecería esos gustos por las cosas simples? Nadie, solo Leona era la razón y de alguna forma le gustaba esa sensación. El león caminó con calma ese día hasta la famosa tienda de “Mr S’s Mystery Shop” a buscar algún cuaderno de dibujos, ya había recibido el paquete de correo en la mañana, ahora solo necesitaba algo en donde podría probar el aviario ese otro regalo. Entró sin tanto ánimo mirando los estantes de ingredientes extraños y algunas cosas para adorno que uso real, se detuvo en el mostrado dejando una bolsa de al menos trescientos madols haciendo tintinear las monedas entre ellas. Sam apareció al segundo con una sonrisa. —¡Bienvenido joven estudiante! Dime ¿Qué buscabas? ¡Cualquier cosa que busques la tenemos en stock! —Algún libro de colorear, el que tengas a la mano, no me importa de qué tipo sea. Sam asintió mirando la bolsa antes de salir de detrás del mostrador, dio vuelta en una repisa hablando consigo mismo sobre cuantos y de qué tipo sería ideal, regresó con al menos cuatro libros para colorear diferentes entre sí. Los extendió frente a Leona de forma grácil. —¡Aquí están! Tengo uno de criaturas mágicas, otro de plantas, si estás buscando un desafío mayor tengo uno de edificios y un segundo de mándalas. Leona se quedó mirando los dos últimos mencionados, los agarró sin pena alguna hojeándolos a su ritmo, el de edificios no serviría de mucho para entretener al chico ave. El de mándalas era mejor, así solo tendría que hacer combinaciones de colores sin importar si se veía bien o no. El león tomó el cuaderno de dibujos de mándalas, no espero el cambio por su compra ni se despidió de Sam, solo salió de ahí en ese andar desobligado arrastrando sus sandalias.  

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  Haul aprovechó que era fin de semana para escribir una carta a su mamá sobre los regalos curiosos que cierto león le dejaba, no le había hablado sobre el acoso escolar de esa misma persona para no preocupar a la Reina. Además, así tendría la mejor imagen del chico por si un día ella iba de visita al Night Raven College, y por protección de Leona para no ser testigo de la ira de una madre aviaria si se enteraba que le había hecho la vida imposible a su niño. Un golpe seco detrás suyo lo hizo alzar la vista de su escrito, por inercia escondió la hoja bajo un cuaderno rascándose la mejilla chocando sus iris celestes con esos iris esmeraldas. El sobresalto de algo cayendo a la mesa sacó un graznido pequeño a Haul, seguido de un chipido cuando otra caja de cartón envuelta en periódico siguió al cuaderno de dibujos. —Ábrelo. —¿Qué es esto? ¿También es robado? —¿A qué te refieres con robado, cerebro de pájaro? Son cosas legitimas de mi parte, ya ábrelo. Haul pasó su mirada analítica por las dos cosas, sus dedos sintieron la tapa delgada lisa del cuaderno de dibujos antes de tomar la caja envuelta buscando la orilla del envoltorio. Lo abrió cuidadoso encontrando una marca de útiles escolares para niños, se veía por las caras felices en el logo de la marca, cuando abrió la caja de plástico vio doce palitos de plástico con tapaderas de diferentes colores. Sacó uno de color rojo pálido balanceándolo entre sus dedos, alzó su mirada impávida al león que tenía su mejilla apoyada en su mano con pereza. Alzando sus cejas le señaló el cuaderno de dibujo. —Ahora abre el cuaderno y dibuja con eso. —¿Estoy bajo amenaza? ¿O lo dices con buena fe? —¿Podrías dejar de hablar como si fueras un sabio viejo? Estoy aquí con buenas intenciones posponiendo mi siesta de la mañana por ti, solo has caso. —Vaya, que halago. Haul negó con la cabeza haciéndole caso solo por esa vez al león sin darle una mirada, en la primera hoja blanca rayó con el palo de tapa roja alzando las cejas apenas. Solo eran rayas, pintaba normal como cualquier crayón. —¿Y luego? —No seas bruto, agarra otro de color y raya encima de ese. El aviario tomó otro de tapa amarilla rayando sin mucha esperanza por encima de la raya roja, cuando el color cambio a anaranjado, Haul no reprimió su chipido de asombro. Con esa misma emoción volvió a agarrar el color rojo haciendo un circulo un poco más grande, lo coloreó con el amarillo solo la mitad maravillándose por ese color anaranjado tan vivo. —¿Qué son estas cosas? Pensé que eran colores de tiza. —Se llaman plumones de agua, les encantan a los niños y a los que hacen eso de adornar sus textos de forma ridícula. Haul asintió al aire sin dejar de colorear con el plumón en la hoja en blanco, Leona le hizo ademán de darle la vuelta a la hoja para señalarle al chico ave que había algo más detrás. Con esa sonrisa expectante, el aviario vio el primer mándala con ojos curiosos ladeando su cabeza a un lado, ese pequeño gesto le sacó una leve carcajada al león. —Esos se llaman mándalas, ponte a dibujar en ellos un rato. Dicen que ayudan a calmar la mente y esas porquerías. —¿Tu no dibujas mándalas después de actuar como tonto? Serviría. —Ja ja, que gracioso eres. Leona movió sus orejas hacia atrás cuando el aviario le miró de soslayo sin molestia real en sus iris, con esa misma manera sutil de mover sus manos, Haul tomó unos cuantos plumones de agua para poner color base a los círculos, arcos y demás piezas geométricas. El león pudo haberse ido al inicio con tal de ver al aviario entretenido en su coloreo de dibujos, pero se quedó viendo esa parsimonia del aviario coloreando con sus pies moviéndose de lado a lado. La cola leonina del Líder se quedó quieta moviendo solo la punta de hebras castañas de lado a lado, disfrutando de la calma del sonido de los marcadores en la hoja, ajeno a las miradas curiosas de los demás estudiantes del Dormitorio que veían confundidos esa dupla que hace dos meses estaban luchando sin tregua. En ese acto de observación, Leona miró las demás cosas esparcidas en la mesa donde Haul estaba sentado desde hace un rato. Había dos cuadernos apilados en la esquina, su botella de agua de cuero a la mano por si le daba sed, su bolígrafo mágico cerca de unas hojas cortadas por las tijeras que le había dado como primer regalo. Una hoja con algo escrito sobresalió en su escaneo de la mesa, no alcanzaba a ver bien las frases más allá del inicio con el famoso “Querida madre…” causándole un escalofrío al león. Era una de esas cartas, una de las que él había abierto sin permiso aquella vez para intentar humillar al aviario. Ahora sabía lo que era esa sensación en su pecho similar a una punzada, era culpa por sus acciones pasadas, no lo diría en voz alta. Solo lo sabía.   Se sentía culpable, pero no lo admitiría. No aún.   Haul terminó de dibujar su primer mándala con una sonrisa alzando un poco el cuaderno de dibujo con un resoplo dulce, miró como los rayones del plumón se secaban con el paso del tiempo dejando bellos colores vivos en la hoja. El aviario desvió su vista al león que observaba también el dibujo del mándala terminado, cinco minutos estuvo ahí mirando y observando al chico colorear. —¿Ya acabaste? Pensé que tardarías más en acabar ese mándala. —Es solo el primero, los próximos me tomaré más tiempo para terminar de colorearlo. —Vi que estás escribiendo una nueva carta— Leona alzó sus orejas con cautela cuando el aviario le miró con atención afilada— Cuando tengas la respuesta… te la daré sin abrirla esta vez. Los iris esmeraldas miraron a un lado restándole importancia a sus palabras, mientras los iris celestes se suavizaron solo un poco al oír esa promesa no dicha como tal. Con un suspiro lento, los dedos níveos se movieron a la carta sin terminar a su izquierda, cerró los ojos al levantarse en esa serenidad juntando sus cosas por encima de sus cuadernos. Sin querer huir, solo porque quería ir a guardar sus cosas a su habitación para estar listo para cuando fuera hora de ir al Club de Juegos de Mesa. —Eso sería un detalle inesperado, viniendo de alguien como tú. —¿Eso fue un halago? Haul le sonrió de esa forma cómplice alzando sus cejas cuando los ojos de Leona chocaron con esa mirada, sus labios se curvaron de forma natural al ver esa sonrisa astuta del aviario. —Tómalo como quieras. Sin decir más palabras, el chico aviario se fue dejando en su andar confiado la mirada de esos iris esmeraldas sobre su espalda, por primera vez no se habían gritado. Y eso se sentía bien, a su forma.  

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  Cater apoyó su mano sobre su mejilla al ver entrar al Profesor de la clase de Música, Haul se quedó callado con una sonrisa serena esperando el inicio de la clase, en cambio en el nivel inferior Idia miraba su tableta buscando los apuntes pasados de la clase sobre los tipos de instrumentos de viento. Después de entregar la tarea de la clase pasada y dar el tema del día sobre el análisis de canciones más allá de solo la letra y el ritmo, al ser el final del periodo, el Profesor dejó un silencio de su parte dejando que el tema se asentará entre los chicos para soltar la bomba final. —¡Muy bien, jóvenes, atención por favor! — el Profesor aplaudió un par de veces llamando la atención de los estudiantes de nuevo— Como lo saben, cada final de periodo se hace un pequeño proyecto de canto, pero esta vez será un poco diferente. —Ay no puede ser… Idia se tapó la cara con su tableta mientras Cater casi se levantaba con emoción por el anuncio, los demás estuantes se quejaron por la nueva condición del proyecto. Haul solo escuchó con atención. —El proyecto se hará en tríos, deben de buscar una canción que tenga tres voces diferentes en tonalidad y aparte de cantarla, deberán de hacer un análisis del ritmo, letra y emoción a expresar. —¡Yaaaas, por fin algo digno de grabar para Magicam! Tríos musicales, un ambiente digno de estrellas ¡Será todo un espectáculo escolar! — Cater alzó sus puños con sus ojos brillando de emoción. —Adelante, hagan sus equipos y anótenlos en una hoja junto a la canción escogida para sus proyectos, entréguenla antes de que salgan del salón de clases. Cater se giró de inmediato a Haul agarrándolo del brazo cuando vio como otros dos compañeros de clases ya iban a por él, casi les ladró el chico de Heartslabyul cuando los vio muy cerca del aviario. —¡Atrás, atrás! Él es mío, busquen a alguien más— Cater los espantó con la mano causándole risas a Haul, antes de esperar una respuesta del chico ave busco a su tercer integrante— ¡Shroud, Idia Shroud! —¡AH, YO NO FUI! Idia se encogió en su asiento cuando le quedó la cara eufórica del chico con el diamante en el pómulo a centímetros de la suya, sus cabellos azules se tiñeron de puntas rosadas cuando Cater sonrió de oreja a oreja. —Tú vas a ser el tercero, ahora ven acá arriba para ponernos de acuerdo. —Yo no pedí aumentar el exp de amistad de los personajes principales, me gusta estar en mi nivel actual. —¡IDIA! —No me grites, ya voy. Con pasos tímidos el Líder de Ignihyde subió al nivel donde estaba Cater con Haul a su izquierda, el trío se juntó mirándose a los ojos cuando el chico de Heartslabyul se sentó en el escritorio lineal para dejar a los otros dos chicos sentados de costado. —¡Muy bien! Es nuestra oportunidad de crear algo ¡Esplendido digno de influencer con un millón de seguidores! Solo debemos escoger la canción— Cater señaló con la cabeza a Idia— ¿Propuestas? —La que sea… mi nivel social no me da para escoger una canción funcional delante de humanos normales… la que quieras, supongo. El chico pelirrojo miró al de cabello rosa pálido buscando una opción o propuesta, Haul se encogió de hombros, no conocía la clase de canciones que escuchaban las personas. Él solo conocía las que se tocaban en los rituales de su especie, y escuchando en esos meses las clases de canciones modernas que los demás cantaban, dudaba fueran a ser útiles sus conocimientos. —¡Bueno! Pensaba en alguna canción de esta película que hizo hype hace un tiempo en internet, la vi ayer y me encantó tanto su estética de los personajes que no puedo sacármelas de la cabeza— Cater juntó sus manos con esa sonrisa emocionada— La película se llama “K-pop Demon Hunters”. Igual a cuando prendes un cohete en plena noche sin luna, los ojos de Idia se iluminaron de golpe mirando de un solo movimiento a Cater con su cabello llameante azul más emocionado de lo normal. El Líder de Ignihyde sonrió de forma eufórica antes de casi gritar. —¡¿Conoces “K-pop Demon Hunters” y te gustó?! —¡Claro que sí! Se puso de moda en las redes apenas salió, veía varias publicaciones de escenas de la película y sobre los personajes que no me aguante a verla en streaming— Cater hizo un medio círculo con sus manos al aire— ¡Fue una completa joya visual! —¿Cuál integrante de Huntrix es tu favorita? A mí me gustó Zoey— Idia se removió en su asiento manteniendo esa sonrisa— ¡Zoey es literalmente el mejor personaje! O sea, sí, Rumi es la protagonista con aires de pasado trágico y Mira tiene esa aura de “respira cerca de mí y te pateo”, pero Zoey… Zoey es la party healer con buff de moral comic relif con stats de inteligencia, no es la típica chica boba de la historia. Y encima con estilo. —¡La mía es Rumi! ¡Tiene estilo, voz, presencia! Literal ella entra al escenario y lo vuelve suyo. Es la reina del escenario, sobretodo en la parte final donde entra después de lo que sucede con sus marcas para recuperar a las chicas. Es la creadora #1 de reels si tuviera Magicam. Haul solo asentía mientras esos dos hablaban sobre algo llamado “película” y algo de personajes no reales de “animación”, el aviario apoyó su mejilla en su puño cuando Cater e Idia desglosaron la trama completa resaltando las escenas favoritas de cada uno. Por un segundo Idia habló sin sentirse ajeno a los demás, pero ese brillo se detuvo cuando esos dos voltearon a ver al callado aviario, Haul abrió sus ojos al sentir las miradas de los iris ambarinos y los otros iris verdosos. —¿Si ubicas la película de la que estamos hablando, Haul? —… Nope, ni siquiera sé que es un “película” Idia dio un manotazo al escritorio continuo para girarse en un parpadeo al aviario con su cabeza agachada, el cabello azulado se tiñó las puntas de rojo antes de alzar la vista gritando. —¡¿NO SABES QUÉ ES UNA PELÍCULA?! —¡Chicos! Sin gritar. El Profesor miró al trío con sus brazos cruzados causándole un golpe de realidad nivel cinco a Idia, el Líder de Ignihyde alzó sus manos por sobre su cabeza pidiendo perdón mil veces mientras Cater alzó su mano pidiendo perdón un poco más alto. Cuando la emoción de Idia se bajó regresando a su actitud tímida miró de nuevo a Haul, ya algo más calmado. —¿Cómo es eso posible?… D-Digo, cuando menos debiste d-de ver una película al llegar a-aquí. —No, de hecho, tampoco tengo un “celular” o esa cosita a la que Cater quiere tanto y saca cada cinco minutos para tomar una "foto". Los dos chicos se miraron con los ojos bien abiertos mirando el descubrimiento del siglo, la forma tan despreocupada de Haul de decirlo casi le dio un infarto al chico que vive para la tecnología y del otro que no podía vivir sin publicar algo en Magicam cada que tenía la oportunidad. —¿Con que has estado comunicándote con los otros estudiantes fuera de clases? —Con nada, cuando acaban las clases me voy a Savanaclaw a hacer mis tareas, después a volar un poco por los límites y regreso a pasar tiempo con Ruggie o Jack. La sonrisa adorable de Haul no les quitó el asombro a los otros dos, Idia miró con una mueca estupefacta a Cater. El chico de Heartslabyul juntó sus manos dando un aplauso corto, la decisión en su mirada fue como fuego creciente. —Después de clases nos vemos en el Invernadero para hacer una tarde de película, tú también irás Idia, tú vas a llevar tu laptop. —¡¿Y-Yo?! Lleva la tuya, l-la mía no debe de salir del á-área segura de alcance de wifi de I-Ignihyde. —La vas a llevar quieras o no, yo llevo los snacks. Haul sintió que estaba siendo el sujeto de experimentación entre esos dos adictos a la tecnología, dio un leve chipido agudo cuando tuvo las dos miradas encima una última vez. Con un salto, Cater escribió los nombres de los tres en una hoja para ir con el Profesor y convencerlo de darles hasta el día de mañana de entregar su canción al trío.  

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  El pequeño colchón inflable quedó perfectamente colocado debajo de la cúpula de enredaderas, los tres chicos cabían perfecto si no les molestaba quedar encimados el uno con otro en un abrazo apretado, con el bowl de snacks salados picantes en medio y la laptop sobre la mesa plegable. Haul quedó en medio de ambos como puente de ternura inocente al ver por primera vez una pantalla tan grande, Cater apoyó su brazo sobre el hombro del aviario mientras Idia fingía no tener su cabeza pegada a la del chico de cabello rosa pálido. —Mientras no pase algún Profesor u otros estudiantes será una hora con cuarenta y tres minutos mejor invertida de la semana. Cater puso play a la película acurrucándose sin querer en el costado del aviario, Haul apoyó su cabeza sobre el hombro del chico de Heartslabyul comiendo de las hojas de papas con chile. De forma asombrosa el paladar del ave estaba acostumbrada al picante natural del chile habanero, una sorpresa grata para los otros dos, así no tendrían que ir por agua por si acaso. Si la laptop de Idia terminaba arruinada por un vaso derramado por accidente el Líder de Ignihyde se moriría de un infarto ahí mismo. Conforme la película avanzaba Haul daba chipidos alegres, se reía junto a los otros dos en los momentos cómicos, cuando salió el interés amoroso de la protagonista hizo una mueca de desagrado. No por lo estético, la animación del joven era buena y atractivo a los ojos, pero la forma de sacudirse el hombro cuando tumbó a la protagonista le recordó a cierta persona en sus inicios. Las canciones fueron otra cosa, las primeras dos Idia sintió como Haul tamborileaba con sus dedos la rodilla del otro, una pequeña sonrisa le salió en los labios al de cabello flameante. Estaba metiendo al mundo del “mal” a un chico inocente, era un bello lienzo en blanco dispuesto a oír cualquier canción y absorber igual a una esponja la cultura pop que se le presentara. Con esa idea, podía convertir a Haul en un adicto a los juegos si quería, tener a otra persona con la cual compartir esas adicciones poco comprendidas por los demás. El plan se le vino abajo en la canción de “Soda pop” cuando Haul hizo caras de disgusto, Idia resopló resignado dejándose caer como una papa en el costado del chico sintiendo la mejilla ajena sobre su cabeza. Le dio igual, solo un poco. Cater no necesitaba ver la película hasta el final para saber con quién se sentía identificado Haul, la sola mirada brillante del aviario lo delataba cuando salía Rumi en la pantalla. Después de la batalla en los baños de sauna los iris celestes se suavizaban suficiente, y eso que solo le miraba de perfil, Cater rodeó con su brazo por los hombros al chico disfrutando de ver ese subir y bajar de emociones en el rostro ajeno. No por maldad, sino por ver a alguien tan abierto de alma inocente sintiendo un filme por primera vez, era un milagro que no estuviera Cater tomándole vídeo a las reacciones de Haul. También porque Idia se pondría incomodo si veía una cámara grabando sin cesar en la película entera. Sin saber cómo era posible identificarse con un personaje inexistente, Haul sintió una punzada en el pecho al escuchar “Free”, por un segundo sus pensamientos divagaron con la canción de fondo. Aunque él no tuviera un monstruo en su interior como Rumi o fuera un demonio como Jinu, si se sentía igual de diferente y roto. En diferentes formas, pero se estaban arreglando por igual con ayuda de los demás, no solo por una persona. O bueno, no por “esa” persona en especial, pero su actitud le daba esperanza de que así fuera en un futuro si se lo permitía él. Regresó a la realidad al escuchar el final de la canción dando una inhalación profunda. En el punto de quiebre del trío Haul miró de reojo a los dos chicos como pidiendo en silencio un spoiler por saber si se arreglaban o no, Cater soltó la risa mientras Idia negaba por dar esa información “confidencial”. Con un refunfuño el aviario mantuvo su atención en el filme animado, sintiendo su corazón apretado cuando empezó a sonar la canción de “Your Idol” viendo a las otras dos chicas hechizadas, sin poder evitarlo al final de la presentación de la canción sintió sus ojos aguarse al ver la entrada de la protagonista. —¿… Estás llorando, Haul? —Cállate por favor. Haul se rió para hacerle sentir en confianza a Idia, aun con su comentario entre broma y sorpresa. El aviario no pudo contener sus lágrimas al escuchar el inicio de “What It Sounds Like” apretando el abrigo en sus brazos al necesitar algo para abrazar. El pequeño vaso emocional de desbordó cuando vio como el interés amoroso de la protagonista le dio su alma con tal de salvarla. —…Ouh no— un pequeño chillido suave salió del aviario sin dejar de abrazar el abrigo. Cater dio una risa suave abrazándose a Haul para consolarlo en su desborde emocional, Idia solo se mantuvo al margen más por no saber cómo consolar al chico sin verse cursi. De forma discreta le paso un rollo de papel que había traído el Líder de Ignyhide por si se manchaba mucho los dedos del polvo picante de los snacks, una escena tonta para tres chicos de dieciocho años, pero fue una de las mejores tardes de la semana. Al final de la película Haul fue quien decidió la canción a analizar como proyecto final, y la que cantaría el trío.   Sería “What It Sounds Like” por voto unánime.
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