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Haul caminó por los pasillos con el cubo de Rubik en sus manos, lo miró varias veces sin entender la insistencia de Leona de no haberle prestado la atención suficiente como un regalo, su ceño se frunció de nuevo con un resoplo frustrado. —Ay no entiendo cómo se usa, solo se gira y no hay nada interesante. —¡Ay es un cubo de Rubik! El aviario dio un chipido agudo buscando al dueño de la voz, con una ceja alzada le entrego el cubo de Rubik al chico de primer año acompañado de su Líder. —¿Sabes cómo se usa esto, Reser? —Sí, es súper divertido, nomás deja recuerdo como era el hack para resolverlo rápido. —Claro, digamos que sí— Haul mantuvo su ceja alzada antes de ver a Riddle— ¿Cómo te sientes ya, Riddle? —Mucho mejor a hace unos días atrás, con la ayuda de los tés de Reser he conseguido recuperarme más eficiente y rápido acompañados por tus remedios— Riddle sonrió mirando al menor que ya estaba buscando en su celular los movimientos para resolver el cubo de Rubik— En este momento estábamos yendo al Dormitorio de Scarabia, al parecer la publicación en Magicam de Cater le dio la promoción necesaria al té representativo de Heartslabyul de Reser. Kalim pidió también tener un té especial para su Dormitorio, así que voy como el representante de Reser para asegurar que sea un pedido legal bajo las reglas del Night Raven College. —Ah, sí recuerdo eso, fue la semana pasada ¿No? La combinación del té para Heartslabyul se escuchaba deliciosa. —Y lo fue, ahora lo he vuelto el té insignia para la Hora del Té— Riddle sonrió orgulloso de su chico de primer año, su brazo siendo de apoyo a su codo con su puño cerca de su barbilla. —A este paso va a volverse un Maestro del Té nuestro querido alumno de primer año— el aviario sonrió dándole una mirada de soslayo al de cabello castaño, aun viendo su celular. —¡Ajá, ya recordé! Los dos voltearon a ver al chico de cabello castaño, Haul fue quien se sorprendió al ver como Reser solo le daba vueltas al cubo de Rubik en algún patrón desconocido antes de mágicamente mostrar una cara de color azul completa. El aviario ladeó la cabeza con un gorgorito confundido tomando el cubo de la mano del de primer año, miró las demás caras que tenían partes juntas de cuatro cuadrados y otras totalmente revueltas. Riddle alzó las cejas pasando su mirada de la mano de Haul a la cara orgullosa por su hazaña de Reser. —¿Para eso sirve? —¡Sí, el objetivo es armarlo! Se supone que debes de armar las seis caras del cubo con sus colores correspondientes, es cuestión de estrategia y paciencia para juntar los cuadrados del mismo color en una sola cara. —¡Oh, por eso Leona me reclamó! Es que no había entendido como se suponía que debía usarlo ¿Qué tantos movimientos hiciste? —Es difícil explicarlos, te haría una enredadera de pensamientos, mejor mira. Reser hizo los movimientos de forma lenta enseñándoles tanto a Riddle como a Haul cómo armar primero una sola hilera del mismo color, después pasó de como armar la siguiente línea de forma vertical sin alterar la ya armada, en el quinto paso para armar los huecos de la cara fue donde Haul se perdió. De los regalos anteriores, ese era el que muy seguro apenas iba a tocar una vez al mes, eso sí Leona no le sorprendía con otro regalo igual de extraño. —Te diría que te lo regalo, pero me enseñaron que los regalos dados no se regalan, así que más bien diré— Haul sonrió de forma ingeniosa al tener la mirada amielada y azulada grisácea atentas a él— Te lo prestó por el resto del día si quieres, y ya después me lo devuelves. —Ingenioso. Acepto ese trato— Reser le guiñó con una sonrisa jocosa agarrando el cubo con una sola mano— Si me encuentro a Leona en el camino y me reclama ¿Puedo darle una cachetada estilo telenovela? —Sería algo imprudente, Reser, y terminaría cortándote la cabeza por romper la regla de no agresiones entre estudiantes. —Bueno, lo intenté. Así Haul se despidió de los dos chicos sacudiendo su mano varias veces manteniendo la sonrisa jocosa en el rostro, apenas los vio irse por el corredor en dirección a la entrada de los Dormitorios se giró sobre sus talones. Lilia apareció de la nada colgado de cabeza. —¡Jovencito Akarrava! —¡LILIA-AAAAAH! Por los cielos— Haul se abrazó a sí mismo al soltar un graznido chillón inclinándose hacia enfrente— ¿No puedes aparecer de forma normal? Por poco me da un infarto. —Lo lamento, es divertido verte graznar asustado— Lilia flotó para quedar de pie frente al chico con sus manos en la cintura— Bueno, bueno. Mi querido pájaro pequeño ¿Has recibido algún regalo inesperado de algún león con melena desordenada y ego enorme capaz de moldear una montaña? —…No, de hecho, hoy ha sido un día tranquilo ¿Por qué? —Qué extraño y curioso. Resulta que uno de mis niños de Diasomnia está echando de menos una pequeña cámara— Lilia sonrió entrecerrando los ojos cual zorro astuto— Y resulta que el rastro del objeto extraviado conduce a los jardines donde suelen entrenar ciertos jugadores de Magift fuera de su Dormitorio ¿Te suena? Haul frunció el ceño al cruzarse de brazos, el pinchazo de hace unos días con el primer regalo le regresó como una cachetada de guante blanco. Al final era verdad, por algo confiaba en Trey para esta clase de situaciones. Capaz los otros regalos eran de otras personas, no estaba seguro de eso. Si ese día recibía algo de ese león lo sabría y tendría que enfrentarlo sin lastimarle su ego, reconocía sus avances para enmendar su error, pero no aceptaba ese esfuerzo falso. No permitiría que fuera por medio de objetos robados. —Seguro es una coincidencia ¿Verdad? Aunque me pregunto ¿Qué haría un rey sin corona paseando tan cerca del Club de Investigación Cinematográfica? —Ah, ese tipo— Haul se talló la cara peinándose su cabello hacía atrás con una mano en su cadera— Yo me ocupo de eso, Lilia, no te preocupes. El viejo guerrero asintió con una sonrisa más gentil conociendo el alma de ese chico, si él prometía ocuparse de la situación de la cámara perdida lo haría sin retrasos. Ni pondría mentiras de por medio. Con un ademán de su mano desapareció Lilia entre una nube verdosa, Haul solo se quedó pensando en qué palabras decirle a cierta persona cuando fuera a darle un regalo ese día. Aplaudía su esfuerzo por compensar las cosas, pero no aceptaría algo hurtado.✴︎—♛—✴︎
Tal como Lilia había avisado, Haul llegó al Dormitorio con la mente en esa idea pidiendo a los cielos que no fuera verdad, suspiró profundo cuando vio de frente a Leona con una caja envuelta en periódico viejo. Puso la mejor cara de sorpresa cuando el león dejó el regalo envuelto sobre la mesa de al lado, con esa típica mirada de pereza. —Es el último que voy a darte, así que no te acostumbres a verme con algo para ti de ahora en adelante. Haul no respondió algo como le habría pasado con los regalos anteriores, en su lugar abrió ahí mismo el envoltorio destapando la caja de cartón con una sonrisa amarga. Sí, ahí estaba en todo su esplendor, una cámara de bolsillo de color blanco con negro. Se notaba en la esquina del aparato algo borrado, seguro el nombre del chico dueño de la cámara. El aviario alzó su mano cuando Leona ya se iba a dar la vuelta para cerrar ese intercambio final. —Alto ahí, Kingscholar. La voz fue dulce con un tono de regaño de por medio, la mirada perezosa de iris esmeraldas se puso en alerta. Leona se dio la vuelta con sus manos cruzadas, la sonrisa arrogante ayudó a no verse confundido por ese tono en las palabras del aviario. Haul solo suspiró de nuevo. —Esto no es tuyo ni mío ¿De dónde lo sacaste? —¿De qué hablas? Te lo acabó de dar yo ¿No es así? Entonces ahora es tuyo. —Kingscholar— el ceño fruncido del aviario le quitó la sonrisa arrogante al león— Dime la verdad, no voy a acusarte con nadie, solo quiero saber la verdad ¿De dónde salió la cámara? —¿Qué tiene de donde haya salido? Es solo…— Leona se detuvo en su excusa, miró al aviario con los ojos entrecerrados y las orejas hacia atrás— ¿Cómo sabes que eso es una cámara? —Ay Leona— Haul miró a otro lado antes de alzar su mano de nuevo para calmar el ambiente— No estoy discutiendo contigo, quiero que entiendas eso, pero si estoy incómodo. Lilia me dijo antes de venir aquí que a uno de los chicos de Diasomnia le habían robado una cámara, no tenía idea de cómo se veía, pero Lilia dijo que se le hizo curioso ver a “cierto león” cerca de donde se junta el Club de Investigación Cinematográfica. Así que, dime ¿Fuiste tú? El aviario suavizó lo más posible la mirada para quitar ese modo en alerta de Leona, no estaba queriendo armar una guerra de nuevo, solo pedía la verdad. El león desvió la mirada al sentirse desarmado en su fachada, volvió a chocar con esos iris celestes en una inhalación profunda. —¡Bien! Sí, fui yo ¿Y qué? Es solo una maldita cámara de bolsillo, no es la gran cosa. Ese imbécil de Diasomnia puede comprarse otra y ya. —Leona— de nuevo esa endemoniada voz suave del chico le hizo bajar las orejas al león— Acepto que te hayas dado la molestia de estos regalos, aunque finjas que lo haces de forma desinteresada. No diré nada “cursi” por eso porque siento que no eres de ese tipo. Ahora, este regalo no es comprado ni tuyo, si te digo “gracias” por esto, los dos nos veremos mal, así que debemos ir a devolverlo a su dueño. Juntos, tú por ser quien lo tomó y yo por recibirlo. Leona refunfuñó sacudiendo su cola leonina de lado a lado en irritación por la buena voluntad de ese pájaro, era demasiado correcto para estar en ese Dormitorio. Era un chico bueno. El león disipó sus pensamientos sobre eso antes de ver con hastío al otro. —No es la gran cosa, en serio ¿Por qué tanta molestia por eso? Ni siquiera es una cámara profesional para hacer tanto ruido. —Por el esfuerzo y el cariño que tiene la persona a esta cámara, tú no sabes si fue un regalo de alguien querido por esa persona, sí se la compró con dinero ahorrado por meses o si es un logro personal hecho realidad— Haul asintió al aire al mirar el objeto, un resoplo suave abandonó sus labios— Tiene historia y debe respetarse. Vamos. —¿Te refieres a ahora de en este momento? —¡Si, Leona, si! Es ahora de en este momento. —¡Es una pena! Tengo cosas por hacer, ve y devuélvela tú. —¡¿A dónde crees que vas?! Haul tomó de una de sus trenzas al león jalándola con cuidado de no hacerle daño real a Leona, solo para manejarlo un poco como una abuela regañando a su nieto por intentar irse sin permiso. El león gruñó de coraje mezclado con dolor quitándole su cabello de la mano al ave, pensó en gritarle por ese atrevimiento antes de recibir una mirada de regaño del aviario. —Dije ahora. VA.MOS. —… Tch, haces escándalo por cosas innecesarias. Vamos. Con las manos en los bolsillos sin querer irse del Dormitorio, Leona siguió a Haul por unos pasos detrás para que el chico no viera la sonrisa complacida del león. Ese despliegue de fuerza tan espontanea del ave le había sorprendido de verdad, por un segundo sintió sus latidos rebotando en sus orejas, para su suerte consiguió controlarse a tiempo mostrando desinterés de nuevo. Los pensamientos regresaron como pequeñas olas antes de volverse un tsunami, esa ave estaba siendo acosada por él hace no menos me dos semanas y ahora, tuvo las agallas de jalarlo de su cabello para hacerlo ir con él ¿Desde cuándo era así de fuerte ese pájaro? Leona cerró los ojos en su andar para espantar las ideas que vinieron después. Era imposible, no podía ser eso ni lo sería jamás. Resopló al aire con molestia antes de seguir a Haul por el espejo.✴︎—♛—✴︎
Lilia extendió sus manos con esa sonrisa jocosa mirando la cámara para evaluarse su integridad, al no ver ningún problema solo por el nombre borrado asintió al aviario de esa forma amigable con la que lo trataba. Las cosas fueron diferentes cuando los iris escarlatas chocaron con los iris esmeraldas, Leona alzó una ceja de forma altanera mostrando sus colmillos en una mueca divertida por esa irritación del viejo guerrero. —¿Estás molesto, anciano? Da las gracias que tenemos a un alma bondadosa en Savanaclaw, sino esa cámara ya solo la vería en sus sueños ese mocoso de Diasomnia. —Kingscholar, compórtate. Haul dio un codazo medido en el costado sacándole el aire al león, el aviario regresó a su sonrisa radiante ignorando a Leona detrás suyo tomándose el abdomen para jalar aire. —Lamentamos los problemas, sé que no está en mi poder prometer que no ocurrirá algo similar en el futuro. Por esta vez, lo lamentamos. El aviario se inclinó un poco, al ver de reojo como Leona gruñía a punto de discutir por el golpe, Haul lo tomó de la nuca para hacer que inclinara la cabeza. El león gruñó más sin quitarse la mano del otro. Lilia se rió lleno de diversión al ver como con tan poca confianza el aviario ya estaba domando al león arrogante de Savanaclaw. —¡Que jovencitos tan atentos! Ya decía yo que no quedaban chicos amables por estos lares, aceptamos sus disculpas de parte de Diasomnia. Haul asintió antes de pararse derecho, Leona solo se sacudió sus hombros para cruzarse de brazos sin querer hablar. No por vergüenza o demás, sino por la irritación de haberse dejado inclinar la cabeza ante alguien de Diasomnia, y más enfrente de alguien como Lilia. Si hubiera sido Malleus no se habría dejado, hubiera sido más humillante que eso. —Con tu permiso, nos retiramos. —¡Hmm, vayan, vayan! Fue un gusto verte de nuevo, Haul. A paso calmado sin verse apresurado de dejar el corredor donde había ocurrido la devolución del objeto, Haul mantuvo su espalda recta mirando al frente. Sus manos a los costados sin hacer movimientos tan largos y una cara neutra, elegante, de alto estatus. Leona iba con sus manos en sus bolsillos frunciendo el ceño junto a una mueca de disgusto, si no midiera bien sus pasos, sus sandalias estarían arrastrándose en el suelo. —Me hiciste inclinarme, a mí, frente a alguien de Diasomnia a pocos días del Torneo de Magift ¿Sabes eso que imagen me da? Haul ignoró la voz gruesa de irritación por la quijada apretada del león al hablar, el aviario no le temía. Después de dos meses lidiando con él, ya se sentía inmune a sus gruñidos y si era posible, incluso a sus rugidos en medio de rabietas infantiles. —Una imagen de alguien que acepta sus errores y los reconoce, de alguien digno. Bueno, lo segundo lo pongo en duda aún. —Y yo que pensé que valías la pena, eres como un maníaco obsesivo por las etiquetas. Que repugnante. —Ah ¿A esas vamos, león? Bien, si es así entonces el sentimiento es mutuo— Haul alzó su mirada chocando sus iris celestes con los esmeraldas— En mi cabeza valías la pena también, darte la duda y conocer la realidad detrás de esa naturaleza arrogante. Ahora veo que es lo mismo, que desperdicio de tiempo. Los pasos de Leona se detuvieron de golpe mirando la cabellera rosa pálida por unos segundos, el calor de la rabia le subió al pecho mezclado con esa punzada profunda que había desaparecido, pero la rabia no le nubló la mente. Fue un sentimiento de vacío. Se quedó callado antes de fruncir el ceño apretando los dientes. —Haz lo que quieras. Se dio media vuelta alejándose por el mismo corredor regresando por sobre sus pasos, no quería regresar al Dormitorio. No si eso significaba caminar cerca del aviario después de esas palabras, la sensación de vacío se sentía peor si lo miraba. Haul respiró profundo sin mirar atrás, cerró los ojos para centrarse de nuevo, cuando se sintió más seguro de sí mismo abrió los ojos parpadeando varias veces. Sentía su corazón apretado ¿Cómo no tenerlo? Justo cuando pensó que había una delgada línea en la muralla resulta que la había rellenado ese idiota. Sí, eso era, un imbécil con cerebro egoísta digno de tener la corona de los estúpidos. Un completo estúpido de mierda.