Capítulo 2: Slytherin
21 de septiembre de 2025, 5:13
—Oculus reparo—tieso, Tenko se quedó tieso y centro sus ojos mirando su nariz, ante el destello que hicieron sus gafas después de que el hechizo fuera lanzado.
La chica de primer año, cabello castaño y mejillas redondas, guardo la varita felizmente en el bolsillo interno de su túnica. Volviendo a acomodarse en el borde de la puerta abierta del compartimiento, hecho un vistazo rápido alrededor, como si ya no hubiera mirado lo suficiente antes.
Se había oscurecido hacia mucho tiempo, cuando la niña ingreso al compartimiento, preguntando si alguien había visto un Sapo llamado Trevor, se le había perdido a otra chica llamada Tsuyu, quien buscaba a su mascota en el otro extremo del expreso. Izuku miró bajo su propia túnica negando. Shoto estaba durmiendo recargado sobre el acolchado respaldo del asiento, su libro caía por su regazo y le flotaba de vez en cuando un globo desde la nariz. Mientras que Toya, su hermano mayor, colgaba del asiento, en el otro extremo, con una posición extraña. Cada cierto tiempo rezumbando desde la nariz donde le colgaba aquel objeto muggle «Pircing» escucho mencionar a Shimura con pereza.
—Es una pena, pero no parece que estuviera por aquí—menciono Tenko.
—Revise dos veces bajo los asientos—dijo Izuku, volviéndose a fijar por si acaso. Solo estaba Hedwig, con la cabeza metida dentro de su ala. Hacia mucho tiempo se había rendido de querer escapar de la jaula y se durmió igual que los hermanos Todoroki.
—Oh, me hubiera gustado tanto encontrarla. Tsuyu se ha puesto muy mal, fue un regalo de su abuela y dice que no va estar especialmente feliz de que la perdiera—la chica hizo una mueca, con un último vistazo,—pregunté a un prefecto, llegaremos muy pronto a Hogsmeade, deberías cambiarte—señaló a Izuku y tan rápido como les agracio su divertida presencia, esta se evaporó tras la puerta deslizándose al cerrarse.
—Ella parece un poco ¿Divertida?—Dijo Tenko, devolviéndose a su asiento.
En algún punto durante el viaje Shoto se había cambiado, hundiendo la cara devuelta a su libro de herbología para finalmente quedarse dormido tal y como estaba ahora. Así que Izuku considero demasiado rápido la sugerencia de esa chica sobre cambiarse. Es así que ambos chicos despiertos voltearon hacia la gran ventana, luces borrosas fueron apareciendo y muy lentamente se convirtieron en faroles alumbrando el anden. Vieron rápidamente el nombre de la estación, luego el vapor surgiendo y levantándose en el aire, la locomotora se detuvo meciéndolos hacia adelante bruscamente lo que los obligo a sujetarse de los apoya brazos.
El libro de herbología cayó en el suelo con un estruendo, lo que hizo que Shoto parpadeara y se tambaleara en su asiento. En cambio su hermano deslizo la varita del interior de su túnica y apunto a sus a tres acompañantes.
—Oh, hombre. Casi les lanzó un hechizo ¿Que fue eso?
—Estamos en Hogsmeade—se agacho y alcanzo el libro, entregándoselo al bicolor. Este lo sujeto muy lentamente, como si no se hubiera esperado ese gesto de amabilidad. Luego, frunció su entrecejo.
—Tómalo, este tipo es muy blando para hechizarte—se jacto Toya, dirigiéndose a su hermano.—Iré a encontrar a Iguchi, no te tardes mucho Tenko.
Shoto lo obedeció, según noto Izuku mucho más sorprendido que su hermano le hubiera dirigido la palabra. Analizando sus posturas al dormir, claro no había diferencias entre ambos. Aparte de sus genes gritando por todos lados que eran parientes, actuaban como si se les hubiera lanzando el hechizo Revelió. Pero de echo parecían un par muy peculiar de extraños, si se negaban e ignoraban los detalles.
—Primer año por aquí, eso, no se empujen, siganme—de entre el gran grupo de primer año que se reunió en el anden, un par se apresuraron en tomar un lugar enfrente y asimilar con gran sorpresa el tamaño del semi gigante. Su mano que fácilmente pudiera tomar a dos para cargarlos sin esfuerzo, sujetaba por lo alto una gran lámpara, cuya luz naranja y blanca mezclada brillaba hacia un camino diferente al que tomaban el resto de los estudiantes.
Sobre su gran chaleco de piel caía una melena rubia y enmarañada de cabello. Se inclino hacia ellos, casi todos con la gran boca abierta. Izuku alcanzo a reconocer entre los estudiantes a la chica de cabello castaño, a quien una chica de cabello verde y de apariencia de rana le sujetaba el brazo con un poco de temor. Supuso por la cercanía que ella era la que había perdido al sapo Trevor.
—Hola Tenko ¿Que tal el verano? —pregunto el semigigante.
—Regular, nada como en Hogwarts ¿Que tal Hogwarts este verano?
—Babosas, muchas de ellas, invadieron el huerto y están intentando acabarlo—se quejo el hombre gigante.—A ver uno, dos, seis—contaba a los pequeños de primero.— ¡Muy bien, siganme por aquí!—Se giro, casi tumbando a los estudiantes agazapados adelante, pero solo los rozo con la parte larga del chaleco y empezó a caminar por el otro camino.
—Será mejor que lo sigas, Inui es espectacular la verdad, no hay que tener miedo.
—Pienso que es—vacilo, tratando de encontrar la palabra correcta y tuvo que copiarse—espectacular también —Tenko se sonrió, empujándolo de pronto—apresúrate, nos vemos más tarde en el castillo.
Antes de seguir al grupo de primero, por donde los guiaba Inui. Izuku alcanzo a ver como Tenko se reunía con un par de estudiantes de su misma altura.
—...me encontré con Takami al bajar del tren, no te lo dije, estará molestándome hasta la primer fecha—se quejo Toya.
—¡Tenko—chan!—una chica se abalanzó sobre Shimura efusivamente. Rodeando su cuello desde la espalda.
—¡Ten cuidado Toga‐chan, ten cuidado...!
—Ya cierra el pico Iguchi, lo sobre proteges—Toya e Iguchi: que de repente volvió todo su rostro, verde y lleno de escamas, tenían sus cabezas la una con la otra peleando. Alejándose lentamente por el camino contrario.
Así entonces ya no pudo oír ni ver nada mas. La siguiente sorpresa general para el grupo de primero, sin una casa a la cual pertenecer aún, fue llegar al lago, apenas visible por la oscuridad. Pareciese que estaba orquestado a propósito, pensó Izuku.
—Tengan cuidado donde pisan, a ver, si, aquí esta—todo un manojo de alguna cosa y tiro hacia la orilla, que pronto se lleno de un par de botes. Inui ocupo el que estaba más adelante, antes de ayudarlos a subir evitando que terminaran en el lago. Los botes se agitaron, con al menos tres o cuatro estudiantes subidos por cada uno y empezaron a avanzar por el agua.
De pronto estuvo ahí, el reflejo como manchas lumínicas. Eran las ventanas del castillo reflejándose en el agua, junto a las estrellas en el cielo. Todos alzaron su vista y se maravillaron con el castillo. Se alzaba sobre la roca desigual, tenía miles y miles de torres y torrecillas. Los barcos cuyos remos eran movilizados por magia, arrastrándose por encima del lago negro, recorrieron mucho hasta antes de que se detuvieran frente al cobertizo. Inui abandono su bote primero, por poco y se tumbo boca arriba por el peso. Después, ayudó a subir a los estudiantes al muelle. Subieron las escaleras empinadas y largas hasta el castillo, con los ojos danzando hacia todas las direcciones.
—Tienen que esperar aquí, no se muevan—guiándolos desde la puerta principal hacia una antesala previa al gran comedor. Aunque desde allí no pudieron avanzar más.
«Ribbit» se escucho, las cabezas voltearon y vieron como la chica de pelo verde cambiaba ligeramente la fisonomía de su rostro.
—Trevor—llamó esta.
El sapo apareció a los pies de un par de botas negras. La chica no vio inmediatamente de quien se trataba, hasta que sostuvo al sapo entre sus manos, levantó la vista y una mirada severa le fue respuesta silenciosamente. La chica volvió a parecer más humana, se alejo y reunió junto a la multitud de primer año. Cuyos murmullos murieron en sus gargantas.
—Primer año, siganme, por aquí. Hagan una fila.
El brujo de aspecto lúgubre y severo se giro en sus pies. Tenía el cabello negro, como la espesa oscuridad que había en las orillas del río negro antes de subir a los botes mágicos. La barba crecida y ojos oscuros. Fue relativamente corto el tiempo que lo tuvieron de frente, analizándolos desde arriba hacia abajo.
—En Hogwarts hay reglas, que deben ser cumplidas o yo mismo me encargare de volverlos a Londres en el tren—ante ellos, el hombre les enseño la túnica larga y planchada, negra como el resto de su ropa. Ondeaba paso tras paso. Palabra tras palabra.
Lo siguieron por un pasillo y luego se detuvieron en una antesala.
—Esta noche serán elegidos para sus respectivas casas, continuo—girando de regreso. Un ultimo análisis al grupo de primero. El hombre no tenia que hacer un gran esfuerzo en mantenerlos a todos en silencio.—Huffepluff, Ravenclaw, Slytherin y Gryffindor—nombrando aquella ultima con un gesto despreciativo que no se ocupo de disimular mucho.—Recae en su comportamiento en el castillo que su clase triunfe, mediante el conteo de puntos. Les serán restados si su comportamiento es, mediocre.
Tras la antesala, llegaron al vestíbulo y finalmente estuvieron todos en fila, frente a las grandes puertas del comedor. Se abrieron y siguiendo al profesor de aspecto Severo, continuaron avanzando.
—Esta encantado‐esa fue la castaña—hace parecer el techo como si fuera el techo nocturno...
—Se leyó la historia de Hogwarts—completo la peliverde haciendo que la chica castaña se avergonzara, pero que sonriera al final. Nadie en verdad le presto mucha más atención que Izuku, pues estaban ocupados en abrir la boca en una expresión de asombro, con todas las cabezas hacia arriba observando el techo.
El profesor se adelanto, después de indicarles con una señal que se detuvieran. A sus costados estaban las mesas llenas de estudiantes, divididos entre sus casas. Al frente, un taburete y un sombrero raído y viejo sobre una mesa. Más allá, la larga mesa que comprendía a todos los profesores. El semigigante estaba ya sentando entre todos ellos ocupando espacio.
—Este es el sombrero seleccionador—sujeto un pedazo de pergamino, lo desplegó parándose al lado del taburete—diré sus nombres y pasarán a sentarse, para que puedan ser ubicados en sus casas. Mantengan la fila.
—Toya dijo que nos iban a hacer enfrentarnos a un Dragón—Izuku volteo a verlo, Shoto estaba justo a su lado y apenas lo venia notando. Se sonrió nerviosamente, se lo veía bastante decepcionado de que no los pusieran a prueba con Dragones y en cambio que los llamaran a ponerse un sombrero viejo.
El profesor que los había escoltado viró sus ojos hacia el pergamino y dijo el primer nombre.
—Bakugo, Katsuki
Alzo la cabeza por entre los nuevos estudiantes y sostuvo firmemente el pergamino donde estaban anotados los nombre del resto. Inmediatamente Katsuki se abrió lugar por entre, subió la breve escalinata y se sentó orgullosamente sobre el taburete. Dedicándose a sonreír orgullosamente de ser llamado en primer lugar. El sombrero apenas le rozo el cabello y moviéndose en el aire bramo:
—¡Gryffindor!
Bakugo salto del taburete, se miro con Midoriya todo el trayecto hasta su animada mesa en Gryffindor: esta había estallado en vítores y aplausos, estaban siendo demasiados fervientes. Muchas manos se precipitaron a saludar al rubio, entre ellas la del chico de cabello blanco empinado. El mismo que iba con sus hermanos en King's Cross.
—Todoroki Natsuo, prefecto—se presento acaloradamente, aunque solamente había sido Katsuki quien lo escucho, mientras estrechaba efusivamente su mano.
Izuku dejo de mirar y volvió hacia la voz del profesor que llamo a otro estudiante:
— Yuga, Aoyama
Tras un pequeño debate del sombrero meneando por encima del asustado muchacho, grito:
—¡Huffepluff!—su mesa no fue tan animada como las de los leones, pero aplaudieron solemnemente en bienvenida.
— Tetsutetsu, Tetsutetsu
«Ravenclaw»
—Ashido, Mina
La chica de rosa se unió rápidamente a su mesa después de que el sombrero debatiera un breve momento sobre su cabeza.
—Kirishima, Eijiro
«Gryffindor» exclamo, el chico se bajo del taburete atónito, se acercó a su efervescente mesa y se unió a Bakugo, junto con Ashido. Recibiendo el característico saludo de el prefecto.
Mashirao Ojiro, que hizo aparecer una cola tras sus espaldas del susto al oír al sombrero y Toru Hagakure que hacia mucha fuerza por volverse invisible, fueron simultáneamente ubicados en Huffepluff. Mientras que Hanta Sero fue a Slytherin, alcanzo a oír al sombrero variar entre Gryffindor y Ravenclaw antes de decidir y dudar medio segundo en enviar a Denki Kaminari a Slytherin, antes de enviarlo a Gryffindor.
—Todoroki, Shoto
Su nerviosismo estaba lejos de ser disimulado. La ayuda del profesor severo estaba lejos de ser un calmante y estaba insistentemente observado por tres pares de ojos. Se sostuvo con los dedos debajo del taburete, encogiéndose ante el sombrero. No respiraba, no miraba nada excepto hacia arriba.
—Ya veo, otro Todoroki...—ya lo había oído hablar antes, pero era muy diferente cuando se lo tenia tan cerca. Retorciéndose sobre tu cabeza.
Shoto dejo su mirada aparentemente frívola, para dedicarse a mirar hacia arriba con terror.
—Slytherin, por favor, Slytherin por favor...
Susurraba, apenas audible para cualquiera que no fuera el sombrero. Suplicando con seguridad, exactamente donde le gustaría estar.
Pasaron aun si más de cinco largos minutos. Entre los cuales el sombrero murmuraba por lo bajo y lo alto Gryffindor y Slytherin. Volviendo a mencionar la casa de la serpiente tres veces seguidas, se movía y decía «En Gryffindor harías grandes cosas». Sin embargo, al final y entre una extensa expectativa de los presentes, el sombrero abrió la arruga que simulaba su boca, vociferando:
— ¡Slytherin!
Fuyumi y Natsuo: ambos pertenecientes a Gryffindor, donde en sus túnicas llevaban la insignia roja que tenia grabada la letra "P" de prefectos, se quedaron boquiabiertos mientras su pequeño hermano su unía a la mesa de la serpiente. Duraron así mucho tiempo. En cambio Toya, que estaba compitiendo con Iguchi por su lugar junto a Tenko y no estaba prestando atención a los mocosos de primero. Fue devuelto con los pies firmes y sobre la tierra.
Shoto se sentó plausiblemente, justo frente donde estaba, muy cerca de un grupo de segundo que se mezclaba con los de tercero. Ambos hermanos se miraron simultáneamente, pero no se dirigieron la palabra.
Monoma Neito lo siguió a Slytherin, fue otro de esos casos muy sencillos para el sombrero, que ni siquiera le toco la cabeza cuando lo grito ante los presentes. Coloco a Shihai Kuroiro en Ravenclaw, Hitoshi Shinso e Itsuka Kendo en Slytherin y otros dos más en en Ravenclaw: Reiko Yanagi y Sen Kaibara.
—Midoriya, Izuku...
Izuku contuvo la respiración, era el último que había quedado y había estado tan absorto entre sus compañeros siendo invocados y dirigidos a su casa. También lo observaron con insistencia. Entre Katsuki, Tenko y el mismo director Nezu, sentando en la mesa central junto a los profesores. Hubo mucho más silencio del que parecía, ni siquiera se atrevió a moverse hasta que un par de manos lo apuraron «No pierdas el tiempo, Midoriya» probablemente lo dijo el profesor.
Ni siquiera miró a su alrededor, tenía nauseas, la piedra en su estómago nunca fue tan pesada. Se monto al taburete tembloroso, todos podían verlo claramente donde estaba. El profesor severo sostuvo el sombrero y apenas lo elevo sobre su cabeza, al igual que paso con Kacchan, este bramo sonoramente el nombre de su casa...
2 de Septiembre, 1992
Hogwarts no era tan diferente que el bosque en el Valle de Godric. Aunque no habían árboles, habían decenas de estudiantes de todas las estaturas, un obstáculo difícil de sortear cuando se estaba llegando tarde a la primera clase y necesitabas avanzar, eran como árboles con patas, zapatos, túnicas y mochilas colgando del hombro que te empujaban hacia el lado incorrecto del camino principal. Y vaya que habían insectos, de repente caían moscas y hormigas secas sobre la coronilla de la cabeza, Peeves, el peor fantasma del colegio era un bromista empedernido. Que sobrevolaba a los estudiantes gastando las peores bromas.
—¡Peeves, ahí viene el Barón Sanguinario!
Bramo el prefecto de Gryffindor. Todoroki Natsuo, estaba en su quinto año y los guiaron a la torre la primer noche. Peeves se desapareció en lo que pareció ser una gran nube de humo. Entonces siguieron avanzando hasta los pasillos, cuyos pisos de piedra estaban más llenos de obstáculos. Escucho un «¡Ay!», Denki se había caído después de que la alfombra se arrugarse donde piso su zapato. Antes de que la alfombra se alisara, el rubio electrizante ya se estaba levantando con ayuda de Kirishima, quien contenía la risa por la gran marca roja que le dejo el piso en la frente.
—Estoy bien, enserió —alzo los puños hacia ambos, incluso su cara se veía como la de un idiota, pensó Katsuki. Quien doblo los ojos y continuo caminando vigilando sus pasos más que nunca.
Llegar sin mas contratiempos sería pedir demasiado, eso era seguro. Entre las puertas que no llevaban a ninguno lado o te dejaban donde empezaste. Los tres Gryffindor tuvieron que lidiar con las que incluso, descubrieron por casualidad, necesitaban hacerle cosquillas o pedirles «Por favor» que te dejaran avanzar. Al menos, pensaron a la vez, habían llegado en una pieza, media hora tarde pero vivos a la silenciosa clase de Transformación.
—Viejo, me alegra saber que la profesora Rumi no esté aquí, te lo imaginas si nos descubriera llegando tarde—Eijiro se seco el sudor de la frente, mientras que Denki estaba tirando de la manga de su túnica y se dio cuenta muy pronto porque.
Estaban compartiendo clases con los de Slytherin y Bakugo ya estaba enseñando los dientes por eso. Por sobretodo con la mirada fija en una cabellera que sobresalía en el segundo pupitre de la hilera a la izquierda.
—Mira, allá hay un lugar vacío, no empieces una pelea tan temprano.
—No me digas que hacer, maldito—bufo Katsuki, llevando su mano a la cara del otro chico. Más no pudo estallar de ira tanto como hubiera querido. Escucharon un ruido y algo precipitándose donde estaban todavía los tres bien parados.
Sobre la mesa de la profesora había un conejo, que todo este tiempo permaneció trémulo, más pareciendo un adorno. El conejo salto pues hacia adelante, volando en el aire y se transformo.
—Increíble—Kirishima lo vio bien. El par de orejas alargándose en el aire y estirándose tanto como para que se fuera desdibujando en una túnica blanca y brillante que empezó a caer por los hombros de la bruja parada delante de los tres, aterrizando lentamente detrás de su espalda y cayendo pesadamente sobre el suelo tras sus botas.
—Gracias señor Kirishima
Dijo la voz apretada de Rumi Usagiyama. Inclinando su cabeza hacia adelante, el gran sombrero largo y puntiagudo sobre su cabeza ni siquiera se inmutó. Fijo sus ojos rojos en los tres muchachos y agito su varita, indicándoles que tomaran su lugar en los tres asientos vacíos.
Katsuki suspiro, no estaba tan loco como para desafiar a un maestro. Apretó la mandíbula, sujeto la tira de su mochila y se sentó en su silla junto al pelirrojo. Denki fue justo delante, donde estaba Mina. Desde ahí podía ver más a detalle al único Slytherin que era muy obvio, le incomodaba más que ningún otro.
—Vaya, debería considerar convertirlos en relojes, así no llegarían tan tarde—Rumi se giro, entre el frufru de su túnica y se paro delante de la clase.
—Bien, sigamos leyendo el siguiente termino del hechizo y el contenido de la pagina siguiente—indicó la página del libro de Transformaciones.
Entre muchas clases de animales que se volvían en objetos de uso cotidiano, también se podían apreciar objetos convertidos en otros de uso urgente. La mitad de clase se contuvo con la lectura silenciosa de la teoría, durante la mitad del horario. No había sido emocionante el no poder lanzar un hechizo y transformar algo, pero la profesora Rumi que siempre se mostraba severamente entusiasmada en sus logros, los animo a intentar transformar una pluma en una aguja.
—Ese es el movimiento, repitanlo—la pizarra tras sus espaldas cambio el contenido ilustrado, mostrando los pasos. Se fijaron en ella y en el libro. Repasando la teoría con insistencia.
Katsuki apunto sobre su propia pluma, seguro de que con un solo movimiento lo lograría. Se detuvo cuando escucho a la profesora Rumi decir:
—Un punto para Slytherin, Sr. Midoriya...—la profesora admiraba la pluma, que mas que pluma era una aguja, aunque carecía de un aspecto brillante y plateado, hasta se podían notar pequeñas puntas de plumas, mirando muy de cerca, cumplía su función. La clase dejo de prestar atención al pecoso y volteo a ver hacia el ruido irrumpiendo, había sido la varita de Katsuki partiéndose en dos entre sus manos.
Para la paz mental de Kirishima y Denki, Mina quien habían conocido la noche anterior en el banquete, era una joven muy despreocupada de su compañero Gryffindor explosivo y así mismo la mas valiente que se atrevía a enfrentarlo, bromeando con este. Por lo que las siguientes clases, como la de vuelo se suscito medianamente en paz. Era la segunda clase que compartían con Slytherin, lo que supondría otro gran drama. Katsuki estaba muy feliz de sobresalir en la clase, su primera vez con una escoba, un solo llamado y esta se sujeto en su mano después de un «Arriba», lo que le valió un elogio del profesor de vuelo Torino Sorahiko, en su opinión hubiera valido más unos cincuenta puntos para Gryffindor. Un puñado de Gryffindor y de Slytherin se dividían entre los que tardaron en ser obedecidos o ignorados hasta el final de la clase.
Herbología era la siguiente clase después del almuerzo, tanto Slytherin como Gryffindor volvieron a cruzarse, mirándose mutuamente como si cada bando tuviera algo feo en la cara. Se reunieron en los invernaderos durante la clase a cargo de una bruja muy coqueta, Kayama Nemuri. Se mimetizaba sedosamente entre algunas flores gigantes, que se veían muy bonitas pero causaban una reaccionan alérgica muy desagradable. Según les advirtió.
Shoto se valió de diez puntos para su casa, cuando fue capaz de dejar la timidez aparte y levantó su mano, respondiendo cierta curiosidad acerca del lazo del diablo. Izuku ni siquiera y parecía que varios allí, no habían leído un párrafo completo del libro del herbología, que el Todoroki menor leía en el expreso Hogwarts ávidamente previamente a la llegada al castillo.
—Imiten todos este movimientos de muñeca, si exactamente eso señor Kirishima, pero podrías mejorar tu movimiento, por favor señor Bakugo tenga la amabilidad de evitar sacarle un ojo a alguien—Encantamientos era la que seguía después de acabar llenos de barros en herbología.
Katsuki se encogió en su asiento. Había estado alargando el engorroso momento donde tuviera que enviarle la lechuza a su Madre y comunicarle que había roto su varita.
—Wingardium Leviosa...‐el profesor Yamada se volteo hacia la pequeña Gryffindor de cabello castaño. Ochako apuntaba con su varita en el aire, manteniendo su pluma flotando. Fue un primer intento apremiante para la casa de los leones, la chica lo había logrado después de entender la teoría en una sola pasada y seguir el movimiento de muñeca adecuado que remarcaba el profesor Yamada.
Entre el tiempo libre y la cena. Cada estudiante se dirigió a su respectiva sala común. Era increíble, pensaba Izuku, lo rápido que había pasado el tiempo.
El Martes fue un poco más diferente, con Encantamientos durante la primera hora, tuvieron vuelo después, el almuerzo y la primera clase de Defensas contra las artes oscuras. La dictaba un profesor muy particular «Nemoto si, es un profesor curioso» dijo Shimura durante la cena después de la clase de Historia de la magia. Aunque a casi nadie parecía gustarle su forma extraña de andar por el castillo ni el espeluznante y aparente nerviosismo contagioso que cargaba. Según murmuraban, había tenido un encuentro afanoso durante el verano con un Vampiro y desde entonces había cambiado altivamente su actitud, como si hubiera regresado al castillo una persona muy diferente.
El Miércoles llego el turno de sobrevivir a la primer clases de pociones y con tu jefe de casa a la cabeza, bueno, había sido sido mejor si no se hubiera tenido que compartir la clase nuevamente junto a Gryffindor.
Muy lentamente su cerebro se estaba amoldando a su «Hogar» dentro Hogwarts. Aizawa Shōta, el jefe de Slytherin y el escolta durante la selección la primer noche, favorecía a los suyos, así que todos sus elogios iban hacia sus queridos estudiantes, sin embargo todo tenía un precio. Si la ira de Bakugo Katsuki se hacía más grande, hubiera explotado como así lo hizo su caldero.
No se pudo distinguir si era porque había partido a la mitad su varita en clase de Transformación el Lunes por la mañana y la hacia una amenaza publica o para resumen mental de Izuku, que era el único que sospechaba acerca de su don innato de explotar las cosas. Aizawa aseguró abiertamente que el rubio sopesaba su arrogancia y por eso terminó lleno de ollin. Aunque rápidamente su atención se dirigió hacia Shoto cuando le dio diez puntos a Slytherin, el color de la poción en su caldero había sido el esperado.
En tropel, ambas casas abandonaron el aula de pociones de la mazmorra. Los suyos siguieron el túnel serpenteante, uno de ellos murmuro la contraseña e ingresaron a su sala común. El bicolor y otro poco de estudiantes se dirigieron en dirección a las habitaciones para buscar los libros de la siguiente clase marcada en sus horarios, Herbología. Mientras que Izuku dejo caer su mochila amarilla junto a un sillón mullido y de color verde intenso.
Toya y Tenko estaban allí reunidos, con un ejemplar del profeta que era sostenido entre sus manos. No se daba cuenta de lo curioso que era, hasta que ya estaba metido hasta la nariz en el asunto.
—¿Por eso llegaste tarde a King's Cross?—pregunto Toya.
—No podía negarme a un Desayuno con Inui, ¿Vendrás a tomar el té en la tarde? Me envió la invitación esta mañana, quiere enseñarme algo—con un sentido tono evasivo, ese fue Tenko.
—En primer lugar, detesto el té.
—Y en segundo lugar, aborreces que tu hermanito te siguiera a Slytherin.
—Mira, no intentes cambiar el tema.
—Es la verdad, querías ser el único Todoroki en ser señalado por ir a la cuna de los magos tenebrosos—sonrió con autosuficiencia. Toya levantó su mano, se miro con su amigo y luego cerró los ojos por un segundo, girando estos hacia un lado después de abrirlos. No parecía que podía negarse.
—Vas a decirme o no ¿Por qué te interesas de un robo en Gringotts?
—Solo me pareció curioso. Me encontré con Inui allí, ya sabes, tenía que retirar lo mio del banco para comprarlo todo en el callejón Diagon. Tiene una inusitada confianza en mi, con todo eso de que me cargo cuando tenia el tamaño de un puddle—Toya parecia saber a que se referia, por lo que no mostro una cara de confusión ante la palabra «Puddle»— y me recogió durante mi primer año.
—Tan dulce—se burlo el pelirrojo. Shimura le dio duro en el hombro con el puño.
Continuo:—Subimos al carrito, fuimos a mi cámara y después a esta misma, la 713—Toya por primera vez mostró seriedad. —No estoy seguro de lo que había allí, pero me parece curioso que el Director Nezu le enviará a retirarlo unos días antes que lo robaran.
Se alertaron de Izuku, cuando este murmuro un «Auch». Toga Himiko, otra Slytherin de tercer año se había precipitado sobre él, igual que le había visto hacer con Tenko en la estación de Hogsmeade.
—El niño está interesado en los asuntos de Slytherin ¿No es así Izuku—chan?—el pecoso estaba temblando, pero no por miedo. Sino por los nervios de haber sido descubierto y de haber llamado la atención de una chica.
—Y—yo no, enserió, disculpen, n‐no
—Relájate ¿Que tal la vas llevando? —Tenko deslizo el ejemplar del profeta sobre la mesa. —Es nuestro tercer día en el colegio y nuestra casa ya esta arriba con los puntos, supongo fue todo bien. El profesor Aizawa normalmente parece un murciélago espeluznante, pero no puede evitar mostrarse feliz, a su manera claro, de los logros de todos nosotros.
—Estas siendo muy considerado con el niño, aunque escuchar a escondidas es muy Slytherin de su parte—comentó Toya.
—Realmente no fue mi intención, enserió, lo siento—Toga, que todavía colgaba o se recargaba más bien en Izuku, aflojo un poco su agarre y sonrió. Mirándolo alegremente.
—No es ningún secreto en realidad, hubo un robo en Gringotts. En verdad, un intento, la cámara ya había sido vaciada por medios legales antes.
—Oh, bueno ¿No saben que buscaban?
—Izuku ¿Te gusta el té?—pregunto Shimura, esta vez fueron sus dedos los que se enterraron en un costado de Toya y este se empezó a retorcer sobre el sillón hasta el suelo, no toleraba las cosquillas y su amigo estaba siendo implacable.
—Si...
—No tienes que decir que si por amabilidad
—No, en realidad me gusta. Mi madre y yo, siempre somos solo nosotros y solemos tomar el té—esta vez, el pecoso fue bastante claro y efusivo. Lo que le ganó una sonrisa de parte de Tenko.
—Nos vemos esta tarde ¿Lo tienes ocupado?
Revisaron entonces su horario, cada jefe de casa los había repartidor durante el primer desayuno del Lunes antes de sus respectivas primeras clases.
—Tienes espacio después de la clase vuelo, podemos regresar antes de la cena. Nos vemos en las puertas del castillo ¿Estas de acuerdo? iremos a la cabaña de Inui, es el guardabosques, ya veras, te caerá muy bien. Solo ten cuidado con sus pasteles...
—Especialmente cuidado, diría —dijo Himiko, ahora fijándose en lo rojo de las mejillas de Midoriya, se desengancho y empezó a desenvolver una rana de chocolate que estaba en su bolsillo.—Jin‐chan tuvo que beberse la poción crece dientes el año pasado y no es muy deliciosa, ni muy diferente de la crece huesos, pero no se lo digas o va a llorar por eso. —Atrapo la rana en el aire cuando salto y luego al ver que estaba inmóvil sobre su mano, se la llevó a la boca de un bocado.—Otro cromo del director Nezu ¿Lo quieres?
Izuku lo agarro en silencio, miro al director moverse junto con el tambaleó de la tarjeta. Curiosamente era la primera vez que encontraba aquel cromo. Así que lo volteo en su mano y leyó la parte trasera, que siempre desglosaba una breve biografiá del mago o bruja.
«...entre otras cosas, el director Nezu es muy buen amigo de Nicholas Flamel con quien comparte su talento en la alquimia, además de ser muy famoso por descubrir los doce usos para para sangre de dragón...»
Rezaba la parte posterior del cromo, donde el profesor se aparecía y se movía, antes de que desapareciese por unas horas, para estar allí nuevamente. Era un metamorfomago, como unos que otros alumnos. Así que de vez en cuando dejaba su forma humana y se apreciaban algunas características parecidas a las de un ratón.
Notas:
Quiero aclarar una cosa. A diferencia del canon de Harry Potter, en este au los metamorfomags van a ser comunes aunque no menos despreciados. Eso es para incluir las características de animales que tienen algunos pjs de bnha y traer un sencilla originalidad a eso. Así también se me facilita describir algunos cosas, como el director Nezu. En algunos casos quizás los haga animagos, como Rumi.
No estoy copiando diálogos exactos de las películas o los libros de Harry Potter. Si bien, me vi las películas y leí los libros. Estoy tratando de seguir la trama canónica con algunos cambios. Se habrán dado cuenta y se van ir dando cuenta de cómo repartí ciertas situaciones o rasgos de un pj de HP, entre varios de bnha.
Además, estoy tratando de escribir todo esto de memoria(persona que se vio ocho millones de veces las peliculas de Harry Potter y leyo los libros varias veces tambien). Puede que mi memoria sea un poco mala, lo que haga de esto un fanfic y un au. Entonces puede llegar a ocurrir que los diálogos estén literalmente como en el cannon y no, hasta el orden de ocurrir sucesos o en la forma que ocurran.
En otros casos, lo sucesos ocurren antes porque es fanfic y porque asi queria yo que fuera, tambien porque es un fic cuya pareja principal va a ser katsudeku y debo centrar mas la atencion ellos, en todo lo que pueda, quiero decir, va a estar un poco delegada la parte del niño que vivio en Tenko, ya que no es el prota, lo que no quiere decir que va tener menor importancia.