ID de la obra: 1035

SERENDIPIA [Drarry/Harco]

Mezcla
R
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1
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planificada Mini, escritos 89 páginas, 30.578 palabras, 10 capítulos
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CAPÍTULO 4

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Al finalizar las clases Draco se dirigió a la torre de astronomía, era un lugar que casi nadie frecuebtaba, al menos las veces que estuvo ahí no había nadie y necesitaba estar solo, pensar muy bien en si intentar acercarse a Harry para hacer las paces o darse por vencido y mantener las cosas como estaban. Cuando llegó se encontró con Harry, él estaba apoyado contra la pared. —Tardaste mucho en subir. Draco arqueó una ceja confundido, cómo sabía el pelinegro que Draco estaba subiendo. —¿Podemos hablar? —le preguntó Harry tranquilo. —Tú y yo no hablamos, peleamos —le recordó. Harry asintió dándole la razón. —Eso puede cambiar, he pensado en lo que dijiste sobre llevarnos mejor. –Te dije que lo olvidaras —gruñó Draco, se sintió como en primer año cuando Harry no quería ser su amigo. Estaba entre molesto y avergonzado. —Creo que tienes razón, seguiremos viéndonos durante algunos años más y llevarnos bien... Podemos intentarlo —Harry no estaba convencido de si eso fuera a funcionar. —Es la primera vez que dices que tengo razón. —Darte la razón puede ser el primer paso. Draco estaba confundido, no creyó que Harry Potter fuera a querer su amigo, pero decirle que no, no era una opción. Iba a aprovechar esa oportunidad. —Bien —accedió—. Intentémoslo. Ambos se quedaron en un silencio incómodo, ninguno sabía que decir o hacer a continuación, no sabían nada del otro y no tenían nada en común. —¿Por qué estás aquí? —el rubio fue el primero en hablar. —Es un lugar tranquilo, casi nunca hay nadie aquí. —Es porque a nadie le gusta subir tantas escaleras. Harry sonrió levemente y asintió. Draco se acercó a Harry y se sentó en el piso con Potter siguiéndolo y sentándose a una distancia prudente. —Creo que antes de empezar a llevarnos mejor deberías disculparte con mis amigos y conmigo por todos tus insultos —le dijo Harry. –Ustedes no se quedan atrás —respondió el rubio—, no me hagas quedar como el villano. —Solo reaccionamos a tus desplantes. Draco bufó molesto, no es que él quisiera tratarlos mal, Weasley y Granger no valían nada, solo lo hacía para llamar la atención del pelinegro. —No voy a disculparme con la sang... Con Granger y Weasley —se corrigió sabiendo que el insulto molestaría a Harry—. Nunca lo haré, que te quede claro. Si Harry quería averiguar lo que planeaba Draco tenía que mantenerse calmado y no insultarle o golpearlo. —Entonces disculpate conmigo. Si no iba a disculparse con Hermione y con Ron, podía conseguir que al menos se disculpara con él, y si Draco estaba tan empeñado en hacerse su amigo para lo que fuera que estuviera planeando, entonces tenía que disculparse aunque no quisiera. —Puedo disculparme si tú también lo haces. Y si Harry quería descubrir lo que Draco planeaba también tenía que hacer lo que el otro le dijera. Ninguno estaba dispuesto a disculparse. —Cambiando de tema, Potter ¿cuál es la relación que tienes con Cho? —Somos amigos. —Pero te gusta ¿o no? Estaban empezando a conocerse pero no eran cercanos como para hablar sobre eso. —No voy a hablar sobre eso contigo, Malfoy —le respondió Harry de mal humor. —Solo trato de tener un tema de conversación, no veo que tú lo estés intentando. —Bien... ¿Qué harás en las vacaciones? Draco rió por la pregunta. —¿Es lo mejor que se te ocurrió preguntar? Harry bufó. —Mejor me voy —se puso de pie dispuesto a marcharse. —Cuando terminó la primera prueba le di un empujón a Weasley para que hiciera las pases contigo —soltó Draco haciendo que Harry lo mirara con confusión—. Pregúntaselo y vas a entender. Harry no le dijo nada y se marchó, al entrar a la sala común vio a sus dos amigos esperándolo, ambos impacientes por saber cómo le había ido. —Fue incómodo, Malfoy y yo no podemos hablar de nada —se sentó en el sillón estando cansado. —¿Pero al menos lo intentaron? —preguntó Hermione. —Algo así pero no terminó en nada y prácticamente salí huyendo. —¿Qué esperabas? Es Malfoy —musitó Ron. Harry recordó lo último que Draco le dijo al bajar de la torre. —Ron ¿hablaste con Malfoy antes de que tú y yo hiciéramos las pases luego de superar la primera prueba? —Yo no lo llamaría hablar —Ron hizo una mueca extraña—, el idiota solo estaba buscando pelear conmigo. —¿Qué te dijo? —Me llamó imbécil por no haberte creído —dijo arrepentido aún recordando cómo trató a Harry esos días—, aunque de alguna forma todo lo que dijo me ayudó a darme cuenta de que no mentías y yo estaba siendo un mal amigo... ¿Pero cómo sabes que hablé con Malfoy? —No es nada, no importa. Harry estaba más confundido ¿acaso Draco realmente los había ayudado? ¿Cuánto tiempo llevaba intentado acercarse a él? ¿Qué razones tenía para hacerlo? El único que podía responder a todo eso era Malfoy, al menos ya sabía de qué hablar con él la próxima vez. ~°~°~ Durante la mañana Draco siguió su rutina diaria, asearse, desayunar y asistir a clases, aunque todo era monótono deseó que eso no terminara, dentro de unos días iba a volver a la mansión con sus padres, los cuales eran estrictos con él, en especial su padre quien siempre le exigía que debía ser el mejor. Siempre superior a otros. No tenía recuerdos de que alguna vez su padre le haya dicho que lo quería o lo haya abrazado o sonreído con afecto. El rubio dejó de pensar en ellos y prestó atención a clase, debía ser el mejor y hacer todo bien si alguna vez quería enorgullecer a su padre. Pasó parte de la tarde con sus amigos estudiando en la biblioteca para el último parcial que tenían al día siguiente, algo aburrido pero no tenían otra que hacer. Harry buscó una oportunidad para hablar con el rubio, esperó a que estuviera solo, sus amigos no se despegaban de él, lo observó en la biblioteca pero en ningún momento dejaron de estudiar para separarse y hacer algo más. El pelinegro se cansó de esperar y volvió a la sala común, sacó el mapa del merodeador, si en algún momento Draco llegaba a estar solo lo vería e iría a hablar con él. A Ron se le hizo extraño que su amigo revisara el mapa cada minuto pero no preguntó, si ocurría algo malo Harry se lo diría en algún momento. Harry revisó el mapa por décima vez y observó el nombre de Draco, se encontraba solo caminando por los pasillos rumbo a la sala común de Slytherin, Harry tomó su capa de invisibilidad y salió rápidamente cubriéndose con ella, se apresuró para alcanzarlo, cuando llegó a él lo agarró del brazo exaltando al rubio y lo condujo por los pasillos hasta un área oscura y poco transitada. Draco trató de safarse sin saber lo que ocurría hasta que Harry se quitó la capa y lo soltó. —Maldición, Potter —dijo con molestia—, ¿qué demonios estabas usando? —No tiene importancia —respondió guardando la capa—, tenía que preguntarte algo. —Tenías todo el día para hacerlo —bufó—. ¿No puedes esperar a mañana? Harry negó con la cabeza y preguntó aquello que realmente le importaba. —Ron ya me contó lo que ocurrió, quería saber porqué lo hiciste. Draco se apoyó contra la pared, solo quería irse a descansar. —Siendo honesto me dabas pena estando como un perro abandonado —mintió. Harry no le creyó. —¿Puedes decime la verdad? —insistió—, nunca habías hecho algo así antes. —¿Crees que estoy planeando algo no es así? Aunque no te culpo después de todas las discusiones que hemos tenido. —No es fácil confiar en ti, me cuesta creerte. El rubio suspiró, ser honesto con Harry Potter por una vez no lo mataría, si quería ganarse su amistad debía decírselo. —La razón por la que lo hice fue porque no podía darte mis felicitaciones —dijo avergonzado—, si me acercaba solo arruinaria tu buen humor y lograr que Weasley hiciera las paces contigo fue mi forma de darte una especie de regalo por haber superado la primera prueba con éxito. Harry se quedó sin palabras, nunca hubiera pensado que Draco lo quisiera felicitado por algo. El rubio aprovechó su distracción y le arrebato la capa que tenía guardada. —Devuelve eso —Harry se acercó tratando de recuperarlo pero Draco se alejó. —Ahora entiendo —dijo mirando al otro con el ceño fruncido—, fuiste tú quien me arrastró por la nieve en tercer año usando esta cosa. —Malfoy... —gruño Harry. —Te lo regresaré luego Potter —sonrió y se puso la capa para desaparecer. Harry lo maldijo internamente, Malfoy siempre hacia lo que fuera para molestarlo. Al día siguiente Harry, Ron y Hermione se encaminaron a ver a Hagrid, faltaban tres días para terminar el cuarto año y marcharse de Hogwarts. —¿Cómo te distrajo? Cada vez que estés con Malfoy debes estar alerta —le dijo su amiga—. ¿Qué pasa si nunca te devuelve la capa? —Voy a recuperarlo —aseguró Harry—, lo haré antes de marcharnos. —Sí, suerte con eso —habló Ron—, si no tienes la capa no vas a poder escabullirte, cayó en las manos equivocadas, imagina todas las cosas que haría Malfoy, podría estar observándonos ahora mismo. Harry no respondió, sabía que su amigo tenía razón. Llegaron a casa de Hagrid y se pusieron a conversar con él, realmente se había convertido en su amigo en todos esos años. —No se olviden de escribirme cartas o voy a sentirme solo —les dijo Hagrid. —Nunca lo olvidamos —respondió Ron. —Hagrid he querido preguntarte algo —habló Harry—,  ese día en el cementerio vi a mis padres ¿Cómo sucedió eso? —No puedo responder a eso Harry, ni yo mismo lo sé. —Tal vez deberíamos ir a la biblioteca y buscar en la sección prohibida —sugirió Hermione. —¿Cómo va a hacerlo? —preguntó Ron—. Ya no tiene la capa de invisibilidad. —Harry Potter ¿perdiste la capa? —cuestionó Hagrid. —Malfoy me la quitó pero voy a recuperarlo. —Hazlo antes de salir de Hogwarts. Harry asintió, tenía que recuperar la capa o no tendría tranquilidad, Draco no era de confianza y a saber lo que haría con ella. Draco junto con sus amigos estaban en el patio de Hogwarts riéndose de cada persona que creían inferior, cuando pasó Neville le dijeron unos cuantos insultos a los que Neville ya se había acostumbrado. —No veo la hora de marcharme de aquí —dijo Pansy. —Solo tres días y estaremos fuera —sonrió Blaise. El rubio no dijo nada, en tres días volvería a la mansión Malfoy con sus estrictos padres y no quería hacerlo, más ahora que estaba acercándose a Harry. Por la noche Harry fue a la sección prohibida en la biblioteca, se arriesgaba a ser atrapado pero necesitaba encontrar la respuesta a su duda antes de marcharse de Hogwarts. No contó con que Filch estuviera revisando rincones de Hogwarts para asegurarse de que ningún estudiante estuviera fuera de la cama, se escondió detrás de los estantes pero Flich se acercaba más y Harry ya estaba sin salida, cuando creyó que lo iban a atrapar Draco apareció cubriéndolo con la capa. —Malfoy —susurró Harry. —Shh —Draco le puso un dedo en los labios para que guardara silencio porque Filch seguía revisando cerca a ellos. Draco apartó su dedo y ambos se mantuvieron en silencio, estaban muy cerca, el corazón de Harry latia con fuerza debido a la cercanía, el rubio podía sentir el aliento de Harry y tal como sucedió aquel día en la lechuceria Draco se perdió en los ojos verdes de Harry, el cual tampoco pudo apartar la vista de los ojos grises del rubio, Draco creyó que nunca volvería a tener a Harry así de cerca luego de aquel día en el que ambos tropezaron y cayeron al piso. Solo quedaban tres días para marcharse y no volverían a verse hasta el año siguiente, tenia que admitir que no sólo quería ser amigo de Harry, no sólo sentía admiración por haber sobrivido aquella noche, era algo que iba más allá, ya no podía engañarse y decirse que solo era admiración, le gustaba Harry Potter. Le gustaba demasiado. Draco no lo pensó y simplemente lo hizo, se acercó a los labios del otro y lo besó. Harry se quedó pasmado al sentir los cálidos labios del rubio junto a los suyos, sintió como Draco movía sus labios lentamente, con calma, Harry cerró los ojos instintivamente y respondió al beso, sus mentes estaban en blanco, se sentía como en un hechizo. Un hechizo que se rompió al escuchar la puerta cerrarse, Harry y Draco se apartaron, la capa cayó al piso y ambos se quedaron mirándose sorprendidos por lo que había sucedido. —Ahí... Ahí tienes tu capa, Potter. Draco salió del lugar a paso veloz para volver a la sala común, quería desaparecer, cómo se le había ocurrido besar a Harry Potter, ahora había quedado al descubierto, qué iba a hacer si Potter se lo decía a sus amigos, si sus padres se enterraban estaría muerto. ~°~°~ Ninguno de los dos se atrevía a hablarle al otro, aunque Draco fue quien inició el beso Harry no se había apartado, el pelinegro se sentía confundido, no tenía experiencia en el amor ni nada parecido, la única persona que le gustaba era Cho, jamás se sintió de esa manera por un chico y mucho menos por Draco Malfoy. Pero ¿por qué Draco lo había besado? Mientras iba hacia el gran comedor se encontró con el rubio en la puerta, ambos se observaron un momento pero ninguno dijo nada y continuaron su camino, Harry no le contó nada a sus amigos ya que lo llenarían de preguntas y también porque era vergonzoso para él decir que se había besado con Draco Malfoy. Draco observó a Harry desde su sitio y notó que este también lo observaba, cuando ambos chocaron miradas apartaron la vista de inmediato al recordar el beso. Durante el día ambos evitaron al otro, si se veían en el pasillo pasaban de largo o se iban por otro lado, esta actitud sospechosa no pasó desapercibida por Hermione quien le preguntó a Harry lo que ocurría cuando llegaron a la sala común. —No ocurre nada. —Por favor, han estado así casi dos días. —Tuvimos un incidente —fue lo único que le dijo su amigo. —Si no quieres hablarlo está bien pero ¿ya recuperaste la capa? —Sí, Malfoy lo entregó voluntariamente. —Estoy aburrido —habló Ron—, ¿por qué no usamos la capa para ir a Hogsmeade? A Harry le pareció buena idea, tenía planeado estar encerrado en la sala común para no encontrarse con Malfoy pero ir a Hogsmeade era mucho mejor. Los tres se escabullaron de Hogwarts, con la capa nadie podía verlos, al llegar se quedaron a pasear por el lugar observando algunas tiendas y lanzándose bolas de nieve en el camino. Esa tarde Draco se quedó en el campo de entrenamiento de quidditch, obligó a Blaise a acompañarlo, no era un entrenamiento pero el rubio solo buscaba distraerse y evitar a Potter. No podía creerlo, Draco Malfoy evitando encontrarse con Potter. Todo el año tratando de acercarse a él y cuando por fin lo logra lo estropeó y terminó peor que en un principio. —Ya volvamos, estoy cansado —le dijo Blaise. —Hazlo tú —dijo Draco de mal humor—, me quedaré aquí un momento. —Está bien pero no tardes mucho porque ya casi anochece. Draco se quedó lanzando hechizos al azar hacia el arco, estaba molesto ¿por qué nada le salía bien? ¿Por qué siempre terminaba estropeándolo todo? —¡Maldición! Lanzó otro hechizo y este rebotó en el círculo del aro y le rebotó haciendo que lo golpeara y lo tirara de su escoba. Draco golpeó el piso y volvió a subir a su escoba, voló y volvió a lanzar hechizos repetidas veces imaginando el rostro de Harry Potter...
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