ID de la obra: 1035

SERENDIPIA [Drarry/Harco]

Mezcla
R
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1
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planificada Mini, escritos 89 páginas, 30.578 palabras, 10 capítulos
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CAPÍTULO 9

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Los exámenes en Hogwarts estaban cerca, y los del quinto año eran más complicados que los años anteriores. Harry necesitaba estudiar más, no podía hacerlo debido a los entrenamientos con sus compañeros y tampoco podía dormir bien a causa de los sueños extraños que no podía descifrar, pero siempre escuchaba la voz de Voldemort susurrando su nombre como si lo llamará, tenía la intención de pedirle ayuda a Dumbledore para descifrar esos sueños, sin embargo decidió no molestarlo, con el ministerio de magia tratando de desprestigiarlo ya tenía suficiente para sumar otros problemas. Por el momento se centraría en estudiar, y en navidad buscaría ayuda con Sirius, tal vez él podría ayudarlo. Quería hablar con Hermione para que lo ayudará a estudiar y le explicará cosas que no comprendía, pero también ayudaba a Ron y no quería que su amiga se estresara con ambos así que pensó en buscar ayuda alguien más. Mientras recorría los corredores de Hogwarts, como hacía de vez en cuando por encargo de Umbridge, Draco fue sorprendido por Harry, quien los cubrió con la capa invisibilidad. —Maldición, Potter ¿podrías al menos hacer ruido al acercarte? —farfulló el rubio. —Lo tendré en cuenta la próxima vez —respondió cubriéndole los ojo con las manos—. Iremos a la sala de los menesteres. —Podrías enseñarme la ubicación, así mantendré a Filch lejos de ahí. —Si eres inteligente encontrarás la forma de ayudar sin conocer la ubicación. La sala estaba igual a la última vez solo agregando un estante con libros, cuadernos y pluma para escribir. Un lugar de estudio. —Potter, he estado estudiando todo el día y no voy a seguir estudiando otra vez. —Solo por hoy, Hermione está ocupada. —¿Si te ayudo qué vas a darme a cambio? Harry frunció el ceño. —Bien, vámonos —dijo fingiendo molestia—. Le pediré ayuda a Cho. Cuando Harry dio un paso para marcharse Draco lo sujeto del brazo y lo aventó en el sillón bruscamente. Draco presionó la mandíbula estando molesto. Harry sonrió internamente al ver la expresión seria del rubio. —Te ayudaré para que no le quites el tiempo a Cho —dijo Draco sentándose en el sillón. —Que amable eres —dijo Harry con ironía, acomodándose en el sillón—. Deberías ser así con todos. —Cierra la boca y empezamos. Pasaron la tarde estudiando, de vez en cuando Draco sermoneaba a Harry por no entender cosas simples de Astronomía o posiones. Draco notó que Harry tomaba anotaciones con un bolígrafo y no una pluma como hacía al principio, recordó la vez que el pelinegro le dibujó en la mano y que tardó en borrarlo con agua. —¿Trajiste esa cosa aquí? —Harry lo miró confundido—. El bolígrafo. —Si sabes su nombre dilo correctamente y no lo llames cosa. Draco hizo caso omiso a su comentario. —¿Por qué no usas una pluma? —Con la pluma debo usar la tinta en cada momento y con esto es más rápido, lo uso solo en apuntes que no va a leer nadie. —Gryffindor, siempre rompiendo reglas ¿también eres así fuera de Hogwarts? —No todo el tiempo, si lo hago estaría encerrado y sin comer. —¿Eso es una broma? —preguntó Draco confundido. Harry lo observó dubitativo, decidiendo si contárselo o no, pero finalmente lo hizo. —Vivo con mis tíos, si me porto mal me encierran en mi habitación y me dejan sin comer —si a eso podía llamarle habitación. —¿Ellos no te tratan bien? Eres su sobrino. —Nunca me trataron como familia, soy más un sirviente en esa casa, tengo que cocinar y limpiar —sonrió con amargura—. Una especie de elfo doméstico. Draco escuchó sobre "el niño que sobrevivió" tiempo antes de iniciar su primer año en Hogwarts, era famoso en el mundo mágico, lo admiraba y quiso conocerlo y hacerse su amigo, creyó que ser conocido por todos en el mundo mágico era grandioso y nunca se puso a pensar en la vida que tenía, aunque esa noche Harry sobrevivió, Voldemort mató a sus padres, tubo que vivir con sus tíos quienes lo trataban como basura. —¿Puedo preguntarte algo? —inquirió Harry sacando a Draco de sus pensamientos—. ¿Tu padre te golpea? —¿Qué te hace pensar que mi padre me golpea? —Cuando nos vimos en vacaciones noté que tu mano estaba herida. Si Harry le contó algo sobre su vida fuera de Hogwarts, Draco decidió hacer lo mismo. —Mi padre desea que me convierta en un gran hechizero, en vacaciones me pide que practique hechizos y posiones, si no logro hacerlo adecuadamente en varios intentos él solo me da una reprimenda. Draco recordó que durante esas vacaciones su padre fue más estricto, tal vez estaba relacionado con lo que su madre le comentó. —¿Él sabe que fuiste a verme al callejón Diagon? —Se enteró que escapé, pero no le dije a dónde fui y tampoco a quién fui a ver. —¿Tus padres no saben que somos amigos? —Si lo supieran no estaría aquí contigo. Harry se quedó pensando, cuando Draco se acercó a él para hacer las pases creyó que fue por órdenes de su padre, que todo aquello formaba parte de los planes de Voldemort para mantenerlo vigilado o tenderle una trampa, y aunque quería creer que Draco decía la verdad, algo en su interior le decía que no confiara en él. —Oye, Potter ¿cuándo vas a decirme que hacen aquí? Sé que no quieres que precione tu confianza, pero siento curiosidad. —La curiosidad mató al gato —respondió volviendo a tomar algunas notas. —Yo no soy un gato y te estoy ayudando a estudiar, deberías decírmelo como agradecimiento. —No eres un gato... Eres un hurón. Draco bufó al escuchar el apodo. —Y solo por usar una capa de invisibilidad tu serias un maldito demiguise. —¿Un qué? —preguntó Harry confundido. —¡Por Merlín! —exclamó el rubio—. Aún no sabes nada de criaturas mágicas. Presta esa cosa. —Es un bolígrafo —refunfuñó Harry dándole el bolígrafo. Draco le arrebató el bolígrafo y agarró la mano de Harry para dibujarle en el dorso de la mano, hizo un dibujo de un demiguis con sombrero de mago y anteojos. —Es un animal que además de predecir el futuro puede hacerse invisible. —Podrías haberlo dibujado en una hoja. —Tú también dibujaste un hurón en mi mano aquel día, no fue sencillo borrarlo. Harry tomó la mano de Draco y comenzó a dibujar en el dorso. —Ahí tienes otro hurón. Draco observó el dibujo con el ceño fruncido. —Está tan feo como el anterior. Harry sonrió de lado y no respondió. ~°~°~ Todos estudiaban para los exámenes que serian después de navidad, era estresante para algunos estudiantes de Hogwarts, y con Umbridge presente en cada clase lo era aún más. Vigilando a los estudiantes y sonriendo como si tuviera poder sobre todos en Hogwarts. Harry debía agradecerle a Draco por estar ayudándole a estudiar, estaba comprendiendo mejor gracias a eso. Agredecerle a Malfoy por algo le hubiera parecido imposible hace meses. Su relación estaba mejorando cada vez, más y no sabía cómo sentirse al respecto, ya no lo odiaba tanto y tenía que admitirse que pasar tiempo con él era agradable, hasta pensaba en él de vez en cuando y quería pasar más tiempo con él. ¿Qué le estaba haciendo Draco Malfoy? Tal vez lo había hechizado, no podía haber otra explicación para sentirse de aquella forma. —Lo siento, Harry —se disculpó Hermione con él mientras iban a la sala de menesteres—. Te ayudaré a estudiar al volver después de navidad. —Por cierto ¿quién te está ayudando? —le preguntó Ron. —Un amigo —se limitó a decir—. Démonos prisa o Filch podría venir. Se apresuraron en llegar a la sala de menesteres, algunos de sus compañeros ya estaban en el lugar y otros fueron llegando minutos después. Todos habían mejorado bastante, incluso aquellos que no podían lograr mover la mano de forma correcta al realizar un hechizo. Como la navidad estaba cerca esa fue su última clase ya que todos pasarían las fiestas fuera de Hogwarts y retomarian el entrenamiento después. Al finalizar el entrenamiento Harry se acercó a Cho para saber cómo se encontraba, Umbridge la había castigado días antes y Harry sabía muy bien los métodos que empleaba para castigar a los estudiantes. Cho observaba una fotografía de Cedric con nostalgia, mientras conversaban, la sala de menesteres hizo crecer muérdago, y como indicaba la tradición ambos se besaron. El beso le gustó, había estado esperando besarla desde el cuarto año y no pudo evitar compararlo con los besos que se daba con Draco, había una gran diferencia en ambos. Solo comprobó aquello que se negaba a creer y sintió temor. Miedo a ese sentimiento que iba dirigido a la persona que había odiado durante años, porque si bien su relación cambió, no estaba seguro de sí todo eso era real. Esa noche Harry volvió a tener un sueño extraño, en el una serpiente ataca a Arthur Weasley, el padre de su mejor amigo. Ron despertó a Harry y ambos fueron a buscar ayuda con Dumbledore. Ante toda la confusión, el profesor Snape le explicó a Harry lo que sucedía, la razón de esos sueños y también cómo evitarlo empleando la Oclumansia, esa noche Snape comenzó darle clases particulares para no perder más tiempo. ~°~°~ Para el día siguiente ya todos en Hogwarts estaban enterados sobre el beso de Harry y Cho, también sobre el incidente del padre de los hermanos Weasley, pero a Draco lo segundo le importaba nada.  Cuando creía que estaba acercándose a Harry de la forma en que quería, el pelinegro se alejaba. Nunca tendría más de él y era molesto. Draco terminó de escribir la carta para sus padres y lo envió con una lechuza, si no les daba información sobre Harry entonces lo obtendrían de otra forma, era mejor que fuera Draco quien les contara todo. —Es lo mejor —dijo para si mismo. Salió de la lechuceria y bajó las escaleras, se dirigió a su próxima clase, Herbologia, clase que realmente no le importaba, prefería estar en pociones, encantamientos, o defensa contra las artes oscuras. Aunque gracias a Umbridge defensa contra las artes oscuras se volvió aburrido. Esa vaca rosa estaba arruinando todo. —¿Qué tienes ahí? —le preguntó Pansy tomando su mano. —No es nada —Draco apartó la mano con rapidez. —Es un dibujo ¿no?. Había tratado de borrar el dibujo que Harry le hizo pero aún quedaba rastro. —Ya dije que no es nada. —Si es un dibujo —Pansy volvió a agarrarle la mano y pudiendo observarlo mejor hasta que Draco volvió a apartarse—. ¿Era un hurón? —No lo era. —¿Quién te lo hizo? Déjame verlo otra vez. Su amiga quiso tomar su mano nuevamente pero Draco trató de alejarse y Pansy no se daba por vencida, entre tanto forcejeo Draco cayó con Pansy sobre él. Todos sus compañeros los observaron curiosos y divertidos. —Demonios, Pansy. —¡Señor Malfoy y señorita Parkinson! —exclamó furiosa la profesora Sprout—. ¡Levántense ahora mismo! Draco observó molesto a su amiga y ella en lugar de disculparse sonrió y le robó un beso en frente de toda la clase, sus compañeros los observaron sorprendidos incluida la profesora. Harry observó la escena y no pudo evitar sentirse molesto, sentía que estaban robando algo suyo pero no podía hacer nada. —¡Señorita Parkinson! —farfulló la profesora Sprout. Pansy se apartó de Draco con fastidio y ambos se pusieron de pie. Draco observó a su amiga sin expresión alguna y Pansy entendió que estaba molesto con ella y se arrepintió de haberlo besado. Ambos fueron llevados a la oficina de Dolores Umbridge, como ambos formaban parte de la brigada inquisitorial no los castigó como hacía con los demás estudiantes y solo les pidió que dieran el ejemplo a los estudiantes y se portaran adecuadamente. Tras terminar la clase de Herbologia, abandonaron el invernadero y se dirigieron a su siguiente clase. —No me sorprende que Parkinson y Malfoy estén saliendo —comentó Hermiome—. Ambos son igual de insoportables. —Me alegra saber que están siendo castigados por Umbridge —sonrió Ron. —Dudo que estén castigados, son parte de esa tonta brigada y Umbridge tiene trato especial con ellos. —Eso es injusto —bufó Ron—. Como los odio. Harry no comentó nada, solo quería que llegara la tarde para hablar con Draco y preguntarle si realmente estaba saliendo con Pansy. —Por cierto ¿cómo está tu padre? —le preguntó Hermione preocupada a Ron. —Se encuentra bien, aunque continúa recuperándose. Cuando llegaron al aulo Harry vio que Draco estaba sentado con Blaise y no con Pansy, algo que lo hizo sonreír. Verlos juntos le habría molestado aún más. Pansy trató de hacer las paces con Draco pero él se negaba a hablarle y solo la miraba con molestia. Durante la tarde Harry quiso buscar a Draco pero no pudo hacerlo porque tenía clases particulares con Snape quien continuaba enseñándole Oclumansia. Por la noche, luego de la clase de Astronomía, Draco se dirigió al gran comedor, sus amigos se habían adelantado y él estaba solo caminando por el corredor, observó a Harry apoyado contra una columna, esperando a alguien y Draco pensó que tal vez a Cho. Aquello le molestó y pasó de largo ignorando al pelinegro. —Malfoy —lo llamó Harry y Draco se detuvo—. ¿Podemos hablar? Draco arqueó una ceja. —Si quieres estudiar pídele ayuda a tu amiga Chang, tengo cosas que hacer y no perderé mi tiempo ayudándote —contestó despectivamente. A Harry le molestó que le hablará de esa forma. —Imagino que prefieres perder el tiempo con tu novia, se besaron frente a toda la clase. —Después del beso que tuvieron Chang y tú, no queríamos quedarnos atrás. —No es de tú incumbencia. —Tienes razón, no lo es ¿pero ella sabe lo que has estado haciendo conmigo? Porque supongo piensa que eres la mejor persona del mundo, cuando en realidad no es así —los ojos de Draco se emdurecieron—. Es una suerte para ti que ella haya olvidado que fuiste tú quien mató a Cedric Diggory. Harry presionó los puños. —Cierra la boca —dijo con advertencia. —No eres más que un pobre huérfano causando lástima —espetó con la intención de lastimarlo y lo logró. Harry se acercó a él de forma brusca y le propinó un golpe en la mandíbula sin que a Draco le diera tiempo a esquivarlo. El rubio no se quedó atrás y respondió de la misma forma dándole un golpe en el pómulo del lado izquierdo, antes de que Harry pudiera lanzar otro golpe Draco le dio una patada en el estómago tirando a Harry al piso. —Eres realmente molesto —Draco se acercó a él y le apuntó con su varita en el cuello logrando que Harry se quedará quieto en el suelo—. Debería acabar contigo aquí mismo. Harry lo miró desafiante —Eso es lo que querías hacer desde que todo esto comenzó ¿verdad?... ¡Hazlo! Draco frunció el ceño y decidido a atacarlo acercó la varita al pecho de Harry. El pelinegro cerró fuertemente los ojos esperando que Draco lo hiriera, sin embargo Draco apartó su varita y sujetando a Harry del cuello de la camisa lo besó, no le importó que estuvieran en el medio del corredor y que alguien los podría ver. Al comienzo Harry se quedó estático, no creyó que Draco lo besaría y lo había tomado desprevenido, pero le duró poco y le correspondió entregándose al beso. Sus labios moviéndose a la par, sus leguas jugando y danzando en la boca del otro, explorando cada rincón y saboreando los labios del otro, que ambos consideraban adictivos. Repentinamente, Draco dejó de besarlo dejándolo confundido. El rubio se acercó al oído de Harry y le susurró con voz ronca. —No tienes idea de todo lo que quiero hacerte justo ahora. A Harry le recorrió una corriente de electricidad por todo el cuerpo y sin pensarlo respondió también en un susurro. —Entonces ven conmigo y hazlo. Draco siguió a Harry hasta la sala de menesteres, y cuando estuvieron dentro se quedaron mirándose fijamente varios segundos. Draco observó los labios de Harry y sin pensarlo lo besó una vez más. Harry sabía que ya no podía echarse para atrás y tampoco quería hacerlo. Quería tener a Draco ahí, en ese momento y nada se lo iba a impedir...
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