Capítulo 6
4 de diciembre de 2025, 14:22
Peter se las arregló para regresar a su casa. Cojeando, sangrando y gimiendo pero al final había llegado en una sola pieza. Cada paso era doloroso pues sentía que se había fracturado la tibia pero era un dolor que debía soportar ya que él no podía balancearse por ahí, no después de dejar hospitalizado a dr Strange. Pero la verdad era que no podia, tenia demasiadas heridas internas, huesos rotos y cortes profundos que tenía miedo de destriparse en pleno balanceo debido a la fuerza centrífuga, así que con telaraña hizo un improvisado vendaje que mantenía sus entrañas en su lugar
se había arrastrado por las paredes de brooklyn en las sombras. Él conocía varios puntos ciegos en su barrio para llegar a su apartamento inadvertido.
Al entrar por la ventana de su apartamento noto un aroma familiar, no era perfume, aunque también podía oler la fragancia de uno, era Mary Jane, ella aun estaba sentada en su sillón. parecía no haber comido y sus ojos delataban que había estado llorando.
-sigues aquí- dijo con un tono hostil el cual se habría arrepentido de inmediato en otro momento. Pero no en ese momento, al quitarse la máscara, sintió el reconfortante aire fresco en su piel, aun en su apestoso apartamento era una sensación bienvenida. Además, él y Mary Jane necesitaban hablar cara a cara. Sin mentiras ni máscaras.
-me dijiste que me fuera de mi apartamento y de tu vida… -mary Jane dudo como terminar aquella oración, pero trago saliva y continuó -...sabía que si salía por esa puerta ya no volvería a verte. No podía vivir así.- evito mirarlo a la cara.
-Debemos hablar. Después. Tengo que descansar.
Y sin más se desmayó cayendo al suelo haciendo un sonido húmedo pues estaba sangrando tanto que hacía un charco de sangre en un momento, mary jane corrió a verlo, tenía heridas profundas. Ella ya sabia que hacer, debía traer vendad y el juego de costura de Peter que debía de tener escondido en algún lugar.
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Peter despertó adolorido en su cama. Se sentía mejor, no mucho mejor pero podía percibir que sus huesos se habían soldado bien y que sus fibras musculares se habían reparado. Su cara seguía hinchada y dolía al tacto. Pero por lo menos su nariz había sanado.
Se sentía débil, deshidratado y más ligero. Quizás por la pérdida de sangre. Las telarañas que le servían como vendaje se habían desvanecido y fueron reemplazados por verdaderos vendajes y puntadas. sus extremidades olían a alcohol y perfume que había percibido al entrar a su apartamento. en la esquina de la cama estaba mary jean dormida usando sus brazos como almohada. Amaba verla dormir, por un momento se quedó mirándola preocupándose de haber sido tan duro con ella. si, ella le había mentido, engañado, olvidado y superado. pero aún seguía a su lado. Peter estiró su mano para acariciar su cabeza pero esto hizo que sus heridas se abrieran y dejó escapar un pequeño quejido de dolor, sonido que mj escucho.
-despertaste.- dijo rápidamente con un hilo de saliva escurriendo de sus labios rojos
-Tú también <ugh> ¿cuánto tiempo he dormido?
-tres horas.-respondió tras un rápido vistazo a su celular- creo que deberías descansar. Pero, no sé si sigue siendo seguro estar aquí.
-¿A qué te refieres?
De su bolsillo trasero volvió a sacar su celular y buscó en sus videos vistos: un pequeño reportaje de Clarín. En este mostraba una grabación con un celular como Spider-Man golpeaba brutalmente al hechicero supremo. no se mostraba la paliza que había recibido Spider-Man previamente. solo un Spider-Man manchado de sangre sin hacer bromas. la reportera asegura que esto podría ser control mental, suplantación o finalmente Spider-Man había perdido todos sus tornillos. Peter no quería seguir viendo.
-me tengo que ir- Peter sabía que tarde o temprano los vengadores vendrían por él.
Después de todo, la última vez que actuó de forma errática había sido el doctor Octopus tras el volante. Los héroes más poderosos de la tierra lo cazarian, le harían pruebas y el grupo secreto de tony stark y Reed richards lo lobotomizarian después de escuchar el testimonio de doctor Strange. Su apartamento no era seguro, hace unos días él habría confiado que stark y shield respetarán su privacidad pero ahora que había recordado lo que había olvidado en la guerra civil él ya no se hacía ilusiones.
-mi apartamento…- empezó a decir en voz baja Mary Jane que segura había llegado a la misma conclusión que peter
-no te quiero hacer pasar problemas con Paul.
-¡al diablo Paul! necesitas descansar.- Era imposible que la preocupación y frustración que Peter escuchaba en el tono de Mary Jane fuera fingido. Ella no era tan buen actriz
-ok- sonrió Peter solo media sonrisa, hasta el podía admitir que el apartamento de Mary Jane era el último lugar donde él iría en ese momento. Era el lugar perfecto para esconderse por el momento.
Con el mayor cuidado posible Mary Jane ayudó a Peter a vestirse y empacar lo necesario, Peter preparó una mochila y salió de su apartamento. Con toda seguridad le cortarían el servicio de electricidad y agua el día siguiente, pero estaba tan adolorido que no le importaba.
tomaron un taxi ya que temían que hubiese registros de uber y no hablaron en el camino. Peter lanzaba miradas furtivas a mj. Él recordaba como se había aparecido en su puerta hace ya tantos años asegurando que se había ganado la lotería. quizás fue cierto en su momento, mj era: hermosa, simpática, inteligente y leal. Él nunca supo apreciarla correctamente pero no podía pensar en eso. cada vez que cerraba sus ojos se imaginaba a su hija ardiendo en el infierno. tenía que recuperarla lo antes posible.
El recorrido fue corto, apenas unas manzanas más lejos que su propio apartamento. Peter sabía exactamente dónde se encontraba ya que siempre pasa por ahí durante su patrulla.
-Ya llegamos.- Mary Jane lo sacó de sus pensamientos
le pagaron al taxista y subieron hasta el piso 22. el apartamento de mj era bastante agradable, limpio y ordenado. Tenía olor a mj. sin ningún miramiento Peter se dejó caer en el sofá. Casi al instante sus tripas rugieron
-Te preparare algo de comer- el entusiasmo en la voz de Mary Jane volvió
Peter quería dormir. o hibernar, o caer en coma, pero se contuvo. sabía que debía de comer algo. Almidón, proteínas y mucha agua.
-te ayudaré.-se dispuso a invocar la fuerza necesaria para levantarse de es sillón tan cómodo
-solo sabes hacer hotcakes
-los mejores hotcakes de Nueva York.
-Déjame hacerlo. soy muy buena cocinando.
-¿desde cuándo?-estas eran nuevas noticias para Peter, el recordaba que la mayoría de las ocasiones que comían juntos era casi siempre comida para microondas, o comían comida rápida o cenaban lo que les preparaba su tía may- creí que estabas ocupada en tu carrera.
-también fui tu esposa durante diez años…- Mary Jane supo que había señalado en elefante en la habitación por accidente- tu tía may me enseñó algunos platillos
-cierto. somos muy viejos.
-habla por ti anciano
-cierto. soy mayor que tú.
-Solo unos meses.
Mary Jane continuó cocinando en silencio mientras tanto Peter miraba a su alrededor. las paredes estaban decoradas con fotos de su graduación, una portada de revista con ella en la portada. unos cuadros de decoración pero nada más; no había fotos de paul ni con paul o sus hijos, ni de Dylan Brook, su hermana gayle ni de sus sobrinos. no había nadie más, como si no hubiese nadie en su vida lo suficientemente cercana para recordarlos en sus paredes.
Peter recordó los tiempos que había olvidado, su apartamento era pequeño, había ratas, y los vecinos eran molestos. Pero era suyo, su nido de amor donde formarían una familia.
El aroma de la comida caliente lo devolvió al presente. Algunos platillos eran simplemente sobras recalentadas, un tentempié mientras Mary Jane terminaba de cocinar. A Peter no le importaba. Empezó a devorar la comida que tenía frente de él, el sabor era familiar; era el sazón de su tía. mientras más comía mejor se sentía.
Después de varios platos devorados Mary Jane se unió con una ración bastante más modesta en comparación. Peter noto que Mary Jane volvía a sonreír cada cierto tiempo.
Al terminar de comer Peter sabía que debía de dormir un poco más para estar como nuevo, pero, había un elefante en la habitación que debía ser atendido.
-debemos hablar- Mary Jane rompió el hielo
-lo se. ¿Por dónde empezamos?
-No lo sé. ¿Quizás deberíamos comenzar con una disculpa?.
Peter no tenía nada de que disculparse y de insulto el hecho que Mary Jane sugiriera tal cosa.
Mary Jane interpretó el silencio de Peter como una aprobación
-perdon por como te he tratado los últimos meses. No era yo misma… no te he contado toda la verdad. Pero antes de eso quiero agradecerte. Gracias por salvarme no solo hace unos meses. Gracias por siempre estar ahí para mí.
Está era la Mary Jane que Peter veía en sus recuerdos, la misma con la que planeaba casarse antes de todo el fiasco de Octopus, Osborn y rabin. La mujer por la que se habría sacrificado felizmente estaba de nuevo enfrente de él
-Yo también quiero disculparme. Ahora recuerdo todo. No fui justo contigo. Lo que pasó… Tenemos mucho de qué hablar pero tendrá que ser en otro momento. Tenemos poco tiempo y está puede que sea nuestra última oportunidad de salvar el alma de nuestra hija. Y creo sabe
r cómo hacerlo.
-¿Cómo?
-Tenemos que ir al infierno