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Elprograma comenzó con cambios sutiles. Una cámara instalada justo frente a las estaciones principales. Una segunda unidad de grabación con micrófonos más cercanos. Y un detalle que solo los más atentos notaron: los ingredientes del día estaban colocados por colores. Karen Page entró con una tarjeta distinta. No llevaba hoja impresa ni tabla digital. Solo una hoja doblada a mano. —Hoy vamos a cocinar emociones. Silencio absoluto. —Cada uno de ustedes preparará un plato que represente un sentimiento. Pero no pueden decir cuál es. El jurado lo degustará y tratará de identificarlo. No queremos técnica. Queremos verdad. Yelena soltó una risa breve. —¿Y si la verdad sabe a cebolla? Johnny levantó una ceja con dramatismo. —Entonces será mi plato. Todos se rieron. Pero el ambiente estaba tenso. Foggy Nelson volvió como jurado invitado, esta vez acompañado por Rhodey, MJ y Matt Murdock, que había decidido quedarse unos días más en el programa. La competencia empezó. ________________ T’Challa tomó arroz jazmín, mariscos y leche de coco. Bucky seleccionó papas, cebolla, caldo de hueso y zanahorias glaseadas. Sam eligió muslos de pollo, camote y especias dulces. No hablaron entre ellos. Ni una palabra. Pero Yelena los observaba desde su estación, con media sonrisa. —Si yo estuviera celosa, cocinaría comoél—dijo, mirando a Sam, sin dirigirse a nadie en particular. America la oyó y murmuró: —¿Y si tú lo estás? Johnny, que estaba montando una torre de puré sinéxito, interrumpió: —Alguien debería decirles que si van a tener drama silencioso, al menos lo repartan entre los demás. Sam escuchó, pero no respondió. T’Challa mantuvo su mirada en el sartén. Bucky bajó la cabeza, pero la comisura de su boca tembló apenas. ________________ Durante el confesionario, MJ comentó: —La cocina de Sam tenía algo… íntimo. Dulce y amargo. Como nostalgia. Matt, después de probar el plato de T’Challa, inclinó la cabeza. —Este… me recordó al miedo. A ese nudo en el estómago cuando vas a perder algo que aún no nombras. Foggy saboreó el de Bucky en silencio. —¿Qué emoción te transmitió?—preguntó Karen. Él pensó unos segundos. —Celo. Pero no del malo. De ese que uno siente cuando quiere cuidar algo que no puede decir en voz alta. Karen guardó silencio. MJ solo escribió en su libreta. ________________ Entre descansos, Karen improvisó una especie de entrevista informal entre los concursantes. —Johnny,¿con quién te gustaría cocinar en una prueba en equipo? —Con las tres estaciones que parecen conectadas por wifi. Los del triángulo silencioso—dijo, sin filtro. Risas. —¿Quiénes son? —Oh, no me hagan decirlo… ya saben. El diplomático, el terapeuta y el que cocina sin hablar. Sam se rió, bajando la cabeza. —¿Y tú, Sam?¿Te molesta el apodo? —Mientras no digan“trío dinámico”, todo bien—respondió, con una sonrisa tan tranquila que desarmó las sospechas… solo un poco. ________________ Al finalizar la prueba, Karen pidió que los cocineros revelaran qué emoción habían intentado transmitir. Yelena: frustración. Johnny: entusiasmo. America: euforia. Sam: seguridad. T’Challa: soledad. Bucky: calma. Los jurados cruzaron miradas. —No acertamos ni uno—murmuró Foggy, divertido. —O tal vez… acertamos todos—susurró Matt. ________________ Mientras limpiaban sus estaciones, T’Challa recogía los restos de su arroz con movimientos lentos. Sam guardaba sus frascos uno por uno. Bucky secaba su cuchillo con una toalla que había doblado tres veces. No hablaron. Pero Yelena los miró de nuevo. Esta vez, sin sonrisa.Sospechas cruzadas
29 de octubre de 2025, 18:50
El episodio apenas llevaba doce horas en el aire y ya se había convertido en conversación nacional.
En una cafetería de Brooklyn, Darcy Lewis sostenía su vaso térmico como si fuera un micrófono de noticiero improvisado.
—Yo lo dije desde el primer capítulo —aseguró con solemnidad fingida—. Esos tres no cocinan, se comunican. ¿Ya vieron cómo ni se miran y aun así saben qué ingrediente está usando el otro?
A su lado, Kate Bishop revisaba su celular con furia.
—En TikTok ya hay un hashtag que dice #TríoTelepático. Creo que alguien hizo un análisis cuadro por cuadro del momento en que Bucky baja la cabeza justo cuando T’Challa deja caer la sal.
En una mesa cercana, Luis (del equipo de Scott Lang) se había unido espontáneamente a la conversación ajena:
—No, no, no. Lo que pasa es que ellos están contando una historia secreta con los platos. Uno hace el primer capítulo, el otro el siguiente. ¡Y Sam es como el narrador emocional!
Darcy lo miró, sorprendida