Ámame | SuoSaku

Suo Hayato se acercó demasiado al rostro del humano. Lo observó con detenimiento para alejarse y volver a reír. ¿Cómo podía un humano ser tan hermoso? Era tan jodidamente bonito. Lo quería para él. Sakura por su parte no salía de su asombro. Observaba al desconocido con cautela.  No podía negar que la cercanía le provocó nerviosismo. — Sakura Haruka~ eres peculiar. — Comentó con voz dulce y cantarina Suo. Sakura no entendía nada y casi se toma como ofensa ese comentario. No todos son amables, se recordó a sí mismo. Pero al alzar la vista dispuesto a golpearlo solo se encontró con una mirada llena de cariño. El ojo visible de Suo brillaba de un modo inusual, y notaba un poder misterioso expandirse. Se sentía feliz, con la energía revoloteando en su interior.  Suo quería estar cerca de Sakura. Y Sakura quería entender quién era Suo.  Al parecer, se quedarían en la vida del otro. Suo se acercaba, lo rodeaba y se alejaba, como si estuviera jugando. Sakura lo miraba con el ceño fruncido sin entender si aquello era real. Lo miraba tratando de comprender por qué no podía irse, por qué no quería irse. ━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━ El nombre de Suo Hayato resonaba en el sueño de Sakura. Aunque este no recordaba que el espíritu le hubiera dicho su nombre y tampoco entendía cómo es que este sabía el suyo. Solo sabía que en el sueño se veía junto a Hayato en una mansión etérea y rodeada por árboles de cerezo eternamente en flor. Abrió los ojos de golpe. Todo se sentía tan irreal. Miró a su alrededor, todo estaba como siempre en su piso de una sola persona. Tal vez había imaginado ese encuentro. Tal vez ese chico, Suo, no existía. Y entonces le pareció escuchar su hilarante risa en su cabeza. Qué estaba pasando. ━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━ La vida escolar, los amigos, la gente de Makochi. Todo se sentía ajeno otra vez. No en mal sentido.  Al menos Sakura no consideraba que fuera algo malo. Más bien sentía que le faltaba algo. Y cuando cerraba los ojos venía a él perfil de Suo.  Aún no decidía si se lo había inventado o aquel chico realmente existía.  Sus dudas empeoraron cuando el templo dejó de estar en el lugar donde jura que lo vio la última vez. — Hubo un templo, sí. Pero fue derrumbado. — explicó Nirei. Y esa afirmación solo hacía a Sakura pensar que necesitaba un psiquiatra. Porque aún escucha la risa de ese chico, espíritu, o lo que sea.  Tal vez solo necesita descansar. Tal vez solo necesita relajarse y su cabeza volverá a la realidad. Pero tal vez no sea tan fácil. Porque está seguro de que ese chico es real. Está seguro de lo que vio. No sabe por qué, solo existe esa certeza en su corazón. Suo lo observa desde algún lugar escondido en la luz de las estrellas. No puede dejarse ver demasiado por el mundo humano.  Y Sakura Haruka cree sentir su mirada.