ID de la obra: 1190

Ámame | SuoSaku

Slash
R
En progreso
1
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Mini, escritos 21 páginas, 6.454 palabras, 9 capítulos
Descripción:
Notas:
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5

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Haruka sueña. Sueña sin parar con el mismo chico. El chico misterioso del parche. Suo Hayato. ¿Qué magia le había hecho para que no pudiera sacarlo de su mente? Y… ¿Cómo podía estar seguro de que era real? Dejarse llevar solo por una corazonada no sonaba muy coherente. No lo era en lo absoluto. Pero sentía que Suo no era una invención de su mente. No. Él era algo mucho más real, tangible. Estaba seguro incluso si solo lo veía en sueños. Kotoha le ofreció un refresco y omurice Sakura llevaba una hora sentado en la cafetería, en silencio que solo se rompía cuando refunfuñaba palabras que Kotoha no podía entender. La chica pensó que tal vez podría animarse si comía algo que le gusta. Además, ya casi era la hora del almuerzo. — Estúpido. Estúpido. Estúpido. — Murmuraba Sakura mientras devoraba el omurice. Y Kotoha se preguntaba qué pasaba, con quién se habría peleado el chico para estar así. Bueno, parecía molesto, pero no en el peor de los sentidos. Más bien, parecía que se moría de curiosidad o ganas de demostrar una verdad. — Deberías comer con más calma. — Dijo Kotoha con su habitual tono cercano. Sakura solo emitió un sonido dando a entender que la escuchaba y siguió engullendo la comida como si no hubiera mañana, mientras que en su mente no dejaba de repetirse que se estaba volviendo loco. Pero está seguro de que vio ese templo. Agh, todo era una mierda. ¿Por qué se tenía que colar en su mente ese chico? Suo Hayato se llevaría un merecido puñetazo si se lo encontraba. Bueno, eso si existía, aún cabía la posibilidad de que realmente estuviera loco. No. Eso no era. Lo sentía. Sentía algo observarlo, y estaba seguro de que no era paranoia suya. Estaba seguro de que ese chico rondaba en el mundo, igual que él. El día se volvió nublado. Observó a través de la ventana en un silencio que nadie se atrevía a interrumpir. Bueno, hasta que llegó Nirei. Pero escuchar a Nirei era como viento fresco. A Sakura le gustaba ver cómo el chico se entusiasmaba hablando y tenía datos interesantes, o útiles, para todo. Era un buen amigo. Debía admitir que nunca pensó que sería aceptado por alguien. Pero en esa ciudad era feliz, aunque no lo diría en voz alta. Recordar su pasado lo atormentaba… pero ya comenzaba a sentirse lejano. Seguía sintiendo un vacío y una enorme necesidad de hacerse valer, de demostrar que es suficiente. Pero trataba de no pensar en todo eso. En su lugar, seguía con la incógnita de Suo Hayato en su mente. Nirei comenzó a contarle sobre una nueva cafetería a la que Kyriu quería ir, y Taiga se dejaría arrastrar encantado, solo faltaba que Sakura también quisiera. Y el problema era que el de cabello bicolor era incapaz de negar algo cuando Nirei ponía ojos de cachorrito. Era como un hermano menor al que no le puedes decir que no. Al menos podría distraerse así que finalmente aceptó la propuesta. Quería a esos chicos que le demostraron que podía encajar. Sentía todavía ese vacío… Pero no importaba. ¿No?
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