ID de la obra: 1190

Ámame | SuoSaku

Slash
R
En progreso
1
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Mini, escritos 21 páginas, 6.454 palabras, 9 capítulos
Descripción:
Notas:
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8

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El té humeaba llenando la habitación de un delicioso olor. Suo sirvió en dos tazas el té rojo. Sakura se sentía más tranquilo, la presencia de Hayato era reconfortante a niveles que no creía posibles. No entendía cómo funcionaba la lógica de este lugar. Solo pensaba en que era agradable y nada más. — Entonces este templo está derruido en la vida real. — Dijo Sakura recordando lo que dijo Nirei acerca del templo. — Eso depende de lo que entiendas por “mundo real”. — Dijo Suo con una sonrisa ligeramente burlona. No podía evitarlo, a Suo le encantaba su humano. Su curiosidad y su timidez eran únicas junto a esa capacidad de pelea. Haruka era un amor, tan blandito y rojo como una pelota antiestrés. — Esto no parece real: teletransportarse, escuchar tu voz en mi cabeza, verte en sueños, que aparezcas así de repente y luego… — Las palabras de Sakura se cortaron cuando notó la mirada traviesa e intensa de Suo. Suo quería apretar las mejillas de Haruka y besarlo; y es lo que hizo. Acortó toda distancia y lo besó mientras sus manos acariciaban las mejillas contrarias. Para Sakura fue repentino, pero devolvió el beso correspondiendo positivamente a las sensaciones que Suo provocaba en él. Porque no había nada que pudiera detener el amor que está labrado por el destino, sentenciado en sus corazones. Sakura sentía que allí, en un lugar que no entendía del todo, podía ser totalmente libre. Pero el tiempo debe correr y Suo sabía que cuando soltara a Haruka, este tendría que regresar al terreno humano. Y aunque quisiera retenerlo, mantenerlo custodiado en su templo de realidad confusa, no podía. Se separaron del beso, Suo aún tenía sus manos en las mejillas de Sakura y juntó sus frentes. — Ahora tienes que irte. — Susurró con pesar Suo. Sakura sintió como si le echaran un balde de agua helada. No quería irse. No sabía por qué sentía tanto apego por el extraño ser. No entendía aún muchas cosas y había mucho por procesar, solo había una cosa clara: no quería irse. Suo lo notó en el puchero que se formó en los labios de Sakura y en esa mirada que lo decía todo “¿Te volveré a ver?”. Y no hacían falta palabras, Suo lo besó otra vez de manera dulce y reconfortante, acarició con sus pulgares las mejillas sonrojadas. — Te prometo que volveré a por ti, pero hay reglas en el templo que ni yo puedo ignorar, por eso debes irte. — Dijo en tono suave Suo, como si explicara algo delicado a alguien aún más frágil. Suo sintió la presencia de su maestro acercarse, una brisa fría que advertía que el humano debía irse ya. Sakura también notó el cambio en el ambiente, no lo entendió, pero supo que creer en Suo era lo mejor que podría hacer por ahora. — De acuerdo, pero si no cumples tu promesa te llevarás un mordisco. — Murmuró Sakura. Suo sonrió genuinamente sintiendo las cosquillas en su estómago. La vida de un guardián no era lo que hubiera elegido, pero lo volvería a vivir si eso le aseguraba conocer a Sakura Haruka. ━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━ Regresar al mundo real fue fácil. Demasiado simple para el gusto de Sakura. Un chasquido y ya estaba en su piso como si el tiempo no hubiera pasado, como si nada hubiera cambiado. Y, sin embargo, todo en él había cambiado. Ya no era el chico solitario o al menos ya no lo sentía así. Seguía siendo arisco como un gato callejero con los demás, pero en su mente siempre estaba la voz de Hayato llenándolo de seguridad y de un sentimiento más profundo. Una sensación de anhelo crecía en el corazón de Sakura. Su mundo había comenzado a cambiar sin quererlo. Ya no importaba, algo en él estaba floreciendo. Lo sentía cada vez que notaba la brisa, cada vez que miraba al sol y solo pensaba en la calidez de la compañía de Suo Hayato. ¿Era amor? No tenía ni idea de si esas eran las palabras adecuadas porque parecía demasiado poco para definir lo que comenzaba a sentir en su interior. Un tirón que comenzaba en su corazón y llegaba hacia su meñique izquierdo y parecía alargarse hacia algún punto que Sakura no podía ver, pero estaba seguro de que ese tirón iba hacia Hayato. ━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━ Nirei y Kotoha seguían siendo una constante en la vida de Sakura. También otros como Hajime Umemiya o Hiragi Toma, incluso Togame Jo, eran buenos amigos que notaban el cambio sutil en la actitud de Sakura. Se notaba más distraído al chico, pero mostraba una sonrisa genuina cuando creía que no lo veía nadie. Sakura estaba brillando como las flores después del rocío de la mañana. — Está enamorado. — Dijo Kotoha tras beber un sorbo de su taza de café. Nirei apuntó algo en su libre, como los pros y contras de creer esa teoría. — Tal vez, pero de quién. — Dijo Nirei. — A saber, ese chico ha estado actuando raro, ya no se la vive acelerado. — Habló con calma Togame mientras sujetaba a Choji para que no fuera a por más galletas. — Déjame iiiiir, quiero más galletas. — Se quejó Choji Tomiyama, evidentemente ajeno a la conversación sobre Sakura. — Te dolerá la barriga. — Dijo sin más Togame a Choji sin soltarlo. — Y Sakura es un misterio, pero sabe cuidarse sea lo que sea. — Dijo a los demás. — ¿Alguien quiere ver estos vegetales? El huerto está más hermoso que nunca. — Dijo Umemiya, otro que claramente no estaba atendiendo. Kotoha suspiró ignorando a Umemiya. — No hay que preocuparse, sea amor u otra cosa, no parece que sea algo que le haga mal. — Dijo Hiragi. Y la conversación siguió con otros temas en un bonito caos dentro de la cafetería. Había una preocupación innata en los presentes, pero no podían hacer otra cosa que esperar a que Sakura les contara qué rondaba su mente y por qué estaba tan diferente. Sin embargo, Nirei era muy curioso y también el mejor amigo de Sakura. Se autoimpuso la misión de descubrir qué pasaba por la mente de su amigo.
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