ID de la obra: 1272

DESEO

Het
NC-17
Finalizada
1
Fandom:
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
70 páginas, 27.452 palabras, 7 capítulos
Descripción:
Notas:
Publicando en otros sitios web:
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1. El Llamado

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Hola: Sé que no a todos los fans de InuYasha les gusta ver a los personajes principales compartir historia con los OC que algunos escritores creamos. Pero a veces éste tipo de fanfics satisfacen la curiosidad, los caprichos, las fantasías y la diversión de muchos lectores, incluida yo. Así que, seguiremos escribiendo. He redactado la secuela de INSTINTO por petición de una amiga que me estuvo insistiendo y por las solicitudes de otros lectores, así que mi imaginación se puso a trabajar y he aquí el primer capítulo. Tengo que dejar muy en claro lo siguiente: Esta NO es una historia de amor, aquí no hay romance ni sentimientos. Es una relación banal y lasciva entre un demonio y una humana, cuya meta de ambos, es buscar la satisfacción de sus bajos instintos. Así que no se extrañen de las situaciones que puedan presentarse, si no les convence la idea, mejor no lo lean. Bienvenidos y háganme saber sus opiniones. Muchas gracias por su tiempo. Atención: InuYasha y todos sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi. Yo sólo escribí la historia porque me encanta éste anime.

***

DESEO

Capítulo 1: El Llamado La noche había caído, las pocas nubes se movían lentamente dando paso a la luna. Aún no estaba completa, pero su luz era suficiente para iluminar el bosque y la residencia del Oeste. Dentro del lugar, el ambiente era tranquilo y relajado para la mayoría de los habitantes, excepto para el amo y señor. —¡Largo de aquí, no me agrada tu aroma! — exclamó con desprecio el demonio de cabello plateado. —Sí, mi Lord, como ordene— contestó sumisamente la hembra de ojos violeta y cabello rojo. Había sido llamada para atender a su amo, pero no estuvo ni un minuto frente a él, cuando fue rechazada de inmediato. La misma suerte tuvieron otras antes que ella, el gran demonio solicitaba y la mayoría de veces despreciaba. El silencio se hizo presente en el gran salón. El Lord del Oeste se reclinó lentamente en su diván, asemejando un rey hastiado, que a pesar de tenerlo todo, no se siente satisfecho. Bebió de un recipiente, mientras su mirada se perdía en la nada y su fastidio aumentaba. —¿Por qué no la llamas? — susurraron en su mente. —No— se respondió así mismo. —Ya pasó tiempo… y tengo hambre. — —¿Y crees que no siento lo mismo?, ¡Maldita sea, desde un principio debí haberlo evitado! — contestó renuente. La bestia soltó una leve carcajada. —Pobres de nosotros, el arrepentimiento es tal, que aún queremos más de ella— se burló con sarcasmo. —No me engañas, yo siento lo que tú sientes y deseo lo que tú deseas… — —Silencio— dijo el Lord. —Llámala, para eso es la marca… no importa que se encuentre al otro lado del portal— insistió con ansia. —¡Es una simple humana! — señaló con molestia el demonio. —¡Déjate de estupideces!, ¡No te opusiste en absoluto cuando la marcamos, ambos lo quisimos, juntos lo hicimos y ahora nos pertenece!, ¡Disfrutemos de lo que es nuestro!… ¿O vas a permitir que tu orgullo nos fastidie el placer de la carne? — advirtió la bestia. —Fue sólo un momento de debilidad… no moriremos por ello— respondió el Lord con cinismo. —Sí, la voluntad fue tan endeble que nos dejamos llevar por el olor de su celo, ¡Y como lo disfrutamos! — volvió a expresarse con burla. El señor del Oeste se mantuvo en silencio. Había demasiada verdad en aquellas palabras. —Tienes razón, nadie muere por eso, pero a mí me dará más hambre y tú sentirás más hambre de la que puedas soportar… ¡Sabes que así será y no lo podrás evitar! — amenazó tajante. —¡Ya basta, detesto esa primitiva sensación! — gritó con ira el demonio, arrojando al suelo las viandas que tenía servidas en una mesa cercana. —¡Haz que venga, quiero saborearla de nuevo! — ordenó imperativa la bestia. —¡Maldición, ¿Por qué no te sacias con otra hembra?! — cuestionó irritado Sesshomaru. —¡Imbécil, no niegues que tú también quedas insatisfecho!, ¡Serás el amo y señor del Oeste, pero no puedes negar que nuestros primitivos deseos tienen otros antojos! — se expresó furiosa la criatura. —¡Por algo tenemos hambre en éste momento, por algo estamos pensando en ella! — —¡No puedo tolerarlo, no quiero hacerlo! — bufó con frustración. —Estoy cayendo en la misma estupidez que mi padre y el idiota mestizo. — La bestia sonrió con malicia. —Te equivocas, no confundas un sentimiento con un deseo, a nosotros no nos mueve nada emocional. Sólo se trata de un apetito carnal, es el anhelo de su delicioso aroma, el calor de su cuerpo, el sabor de su sangre y el placer de su entrega— susurró lascivamente. —Nosotros no sabemos amar, sólo conocemos el querer y el desear… ¡Ahora llámala! — El Lord exhaló con evidente fastidio antes de darle la razón a su lado salvaje. —¡Lo haré, pero cállate en éste mismo instante! — gruñó, encaminándose a la salida de su morada. Los únicos ojos que lo vieron salir, fueron los de su fiel sirviente Jaken. Quien parecía ser el único capaz de comprender los momentos de irritación de su amo, dado el extraño vínculo que mantenía con él. —Así que, después de todo, la llamará, ¿Verdad, amo Sesshomaru? — caviló el pequeño demonio. —No pensé que la curandera hablase con la verdad al referirse a la marca que le hizo a esa humana— divagó en la información dada por Aki tiempo atrás. —Muy cruel de su parte obligarla a venir, me pregunto cómo reaccionará esa mujer. — … Más tarde, el señor del Oeste se encontraba en el umbral de la extraña gruta con forma de luna menguante. Se quedó mirando al interior, esperando el suceso de algo que solamente él podía ver. Minutos después, se llevó la mano derecha a la boca e hizo una ligera incisión en uno de sus dedos. Las gotas de sangre que brotaron fueron arrojadas al interior de la cueva, perdiéndose en la oscuridad de la misma. —Ven mujer, tu dueño te llama… — dijo con voz imperativa. El negro túnel permanecía en silencio. Sólo circulaba una tenue brisa y un débil destello bailaba en el fondo, en un rítmico ir y venir. —Ahora sólo debemos esperar un poco— susurró la bestia. —Sí… ella no tardará en venir— contestó el Lord, sonriendo con malicia.

***

Continuará… Esto irá lento por mi trabajo, pero eso sí, trataré de que sea semanal. Sólo espero poder hacer que esta secuela quede al mismo nivel que mi otro fanfic, porque no sé si pueda superarlo. Abrazos.
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