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Capítulo 7: Descuido El trabajo de Kagome continuaba sin novedad, entre reportes e instalaciones, iba aprendiendo nuevos procesos y ya se desenvolvía mejor con los usuarios. Se llevaba bien con Miroku, de quien aprendía varias cosas y se divertía con las ocurrencias de Koga. InuYasha seguía renuente en aceptarla como compañera de trabajo y Sesshomaru la trataba con indiferencia. Naraku continuaba igual de exigente y malévolo, pero la joven ya estaba aprendiendo a capotear su carácter. Sin embargo, el día de hoy, ocurriría un evento inesperado. —Entonces el usuario me dijo, “Yo teclee la contraseña como me dijo mi compañero”— habló Koga, quien le contaba una anécdota a Kagome. —¿Le pasaron una contraseña ajena?, eso no está bien. — —Tienes razón, pero escucha lo que me dijo después, “Mi compañero mencionó que todo se escribía en mayúsculas, pero yo no sé cómo escribir el número 8 en mayúsculas”— Koga soltó una carcajada. —Estás jugando Koga, ¿En serio te dijo eso el usuario? — preguntó ella, riéndose también. —Es cierto, el usuario no razonaba lo que decía, hasta que le expliqué que debía usar letras y no números— respondió el ingeniero. —No lo puedo creer, pobre usuario, seguramente se confundió cuando le pasaron los datos— señaló Kagome, entretenida con la historia de Koga. En ese momento, hizo su arribo a la oficina Sesshomaru, con un gesto de pocos amigos. Kagome sintió su mirada de enojo sobre ella. Él se acercó al escritorio de Naraku, entregándole los reportes que había concluido. —Te entrego las incidencias atrasadas de ayer, ya está todo cerrado, ¿Qué sigue? — preguntó el ingeniero. —Ve a revisar esta falla de hardware en Recepción— ordenó Naraku, dándole una hoja con los datos. Sesshomaru tomó el documento y se dirigió a una mesa cercana para buscar las herramientas que usaría. Le dirigió una nueva mirada de molestia a Kagome, quien se extrañó por el gesto. —¡Kagome!, ve a revisar éste reporte en el área de Crédito y después vas a Contabilidad para configurar un escáner— habló el coordinador en voz alta, sobresaltando a la joven. —¡Sí, ya voy! — dijo ella, acercándose para tomar las hojas. … Momentos después, esperaba la llegada del elevador cuando, de pronto, Sesshomaru la alcanzó, provocándole un mal presentimiento. Las puertas se abrieron y ambos entraron, no había nadie más. —¿Por qué te metes en donde no te llaman? — interrogó de la nada. Kagome se sorprendió por la pregunta. —No sé a qué te refieres. — —Estoy hablando de Tesorería, no tenías porqué atender al usuario del correo, lo que yo haga ahí, no te incumbe— mencionó con evidente molestia. —Ingeniero, por favor se razonable, yo no he hecho nada malo, simplemente fue coincidencia el ayudar a ese usuario— se defendió, tratando de mantener la serenidad. —Ellos saben cómo trabajamos nosotros y nunca se quejaron de la solución que yo les ofrecía— mencionó Sesshomaru. —Tu solución es adecuada, pero no está permitida en Tesorería, las políticas del área lo prohíben. Te arriesgas tú por hacerlo y el usuario por aceptarlo. Lo que yo hice es más práctico y válido como proceso de soporte técnico— se justificó Kagome. —No te inmiscuyas en mis asuntos, tú no vas a decirme cómo hacer mi trabajo. — —Para nada, sé que eres un ingeniero muy capaz, pero tu método no sólo viola la restricción, sino que también afecta la red local de Tesorería. Es muy probable que en Sistemas estén monitoreando el servicio de correo y si detectan que hay lentitud, tendrás problemas cuando investiguen— explicó la ingeniera, lo más amable que podía. —¿Y lo que tú hiciste no genera el mismo inconveniente? — masculló enojado todavía. —No es lo mismo, lo que yo hice no satura el servicio de correo, usa la red normal de datos y en esa parte no hay restricción en el tamaño de archivos para compartir entre computadoras— habló con total seguridad. —¡Ya basta, no tolero que una mujer quiera darme lecciones! — Sesshomaru alzó la voz. En ese momento, se abrieron las puertas y él salió sin decir nada más. Kagome se quedó desconcertada por su actitud, mirándolo alejarse hasta que el elevador cerró de nuevo. —Oh cielos, éste ingeniero es más problemático que InuYasha— razonó, mientras llegaba al siguiente piso. —Bien, no me queda de otra, aunque me vea como enemiga, tengo que seguir los procedimientos del banco. Tendré que hablar con Naraku. — … Minutos después, estaba frente a la oficina de la gerente de Crédito, Kagura. El reporte decía que su computadora le estaba mandando el mensaje de “disco duro lleno, favor de depurar”. Esta falla era sencilla de solucionar, sin embargo, se encontró con un problema. —Buenos días, soy Kagome y vengo a atender su reporte. — La gerente alzó la vista de su laptop y la miró un poco extrañada, después se levantó de su asiento y caminó hacia ella. —¿Quién eres tú, jovencita? — preguntó Kagura con curiosidad. —Mi nombre es Kagome y vengo del área de soporte técnico— contestó la ingeniera. —Vaya, es bueno ver a una mujer en esto, pero yo solicité que me atendiera otro ingeniero, lo especifiqué en mi reporte— dijo la gerente. —Yo puedo hacerlo, sólo indíqueme la falla. — —No muchacha, no lo tomes a mal, pero quiero que Sesshomaru venga a atenderme personalmente— pidió Kagura con cierto aire caprichoso. —Dile que venga, por favor. — Kagome suspiró por lo bajo, ya entendía por dónde iba la situación. Probablemente a la gerente le gustaba el atractivo ingeniero, así que decidió no perder su tiempo ni lidiar con ella. A veces, es necesario ser muy paciente con los oficinistas, para que te conozcan poco a poco. No es de extrañarse que algunos se encaprichen con los ingenieros que tienen más tiempo en el proyecto. —Está bien, déjeme reportar esto con mi coordinador para ver qué procede, me retiro— finalizó la joven. En ese momento, el susodicho ingeniero hizo su aparición por las escaleras, como si Kagura lo hubiera llamado con el pensamiento. Pasó junto a Kagome sin siquiera mirarla, llegó a la oficina de la gerente y el cordial saludo de ésta, no se hizo esperar. La muchacha rodó los ojos e hizo un gesto de indiferencia. —Como sea, me tiene sin cuidado tu mal humor y si los usuarios te prefieren, bien por ti— murmuró Kagome por lo bajo, mientras subía los escalones. … Más tarde. Llegó al área de Contabilidad, donde un usuario había solicitado apoyo para escanear unos documentos. Ella se presentó y comenzó a revisar los pormenores para realizar la configuración requerida. … Mientras tanto. Sesshomaru aún estaba bastante irritado por la confrontación con Kagome. Había concluido rápidamente el reporte de hardware, canalizándolo al área de garantías, dado que eran cuestiones físicas que debían revisar los proveedores. En ese momento, pasó por coincidencia al área de Crédito, donde la gerente solicitaba su presencia, pero, al ver a la ingeniera, su mal humor aumentó. Esto le traería problemas, ya que, al comenzar a revisar el equipo de Kagura, no estaba concentrado en resolver la falla y ese tipo de descuidos, pueden ser muy perjudiciales. … De regreso con Kagome. —Ya quedó listo señor, ya puede escanear sin problema— dijo la joven. —Muchas gracias señorita, aquí tiene su reporte— el usuario le entregó la hoja firmada. —Me retiro, que tenga buen día— finalizó la ingeniera, marchándose del lugar. … Llegó al área de soporte técnico, donde se encontró con una situación bastante tensa. Naraku conversaba acaloradamente con la gerente de Crédito. Sesshomaru se encontraba en una mesa cercana con la laptop de ella y Miroku estaba a su lado, viendo con gesto serio la pantalla del equipo. Kagome entró disimuladamente y se sentó en una silla apartada, dando la espalda a los demás, pero escuchando atentamente. —¡Espero que hagas algo al respecto Naraku, si mi información se pierde, lo lamentarás! — amenazó la mujer. —Escucha Kagura, déjame tu equipo en revisión, al rato te llamo para informarte del estatus. Dame lo que resta del día para solucionar esta situación, no es necesario que te alteres de esa manera— rebatió el coordinador en un tono serio. —Te lo advierto, es muy importante que lo arregles, porque mi puesto está en juego. Tengo un proyecto nuevo en puerta y toda la información está en esa laptop, así que espero una solución hoy mismo— advirtió Kagura, mientras se encaminaba a la salida. Naraku la siguió con la mirada hasta que desapareció en el ascensor, después volteó a ver a los ingenieros. —¡¿Qué demonios pasa contigo, Sesshomaru?, ¿Cómo pudiste hacer semejante estupidez?! — gritó, al tiempo que se acercaba a ellos. —No lo sé… simplemente me descuidé— masculló el ingeniero con molestia. —¡Maldita sea!, lo peor de todo, es que Kagura es la sobrina del director con más acciones bursátiles en el banco, ¿Sabes lo que eso significa?, ¡Van a cortarnos la cabeza si no recuperamos la información! — expresó el jefe con furia. —¡Ya lo sé, no tienes que recordármelo! — dijo Sesshomaru, visiblemente alterado también. Kagome ya miraba toda la escena disimuladamente, tomando nota mental de la situación. Ya intuía que algo malo pasó con el equipo, pero decidió seguir escuchando. —¡Miroku, ¿Ya la revisaste, se puede hacer algo al respecto?! — preguntó el coordinador al otro ingeniero. —Lo veo poco probable, necesitamos algún software que pueda burlar el sistema de encriptado y no tenemos nada a la mano en éste momento— contestó el aludido. —¡Sesshomaru, ve a Sistemas y busca al viejo Mushin!, dile que venga, me debe un favor y tal vez nos sea útil aquí— ordenó Naraku. El ingeniero salió apresurado sin decir nada, siendo perceptible su agobio. —¡Kagome, ¿Qué me puedes decir al respecto?, a ti te asigné el reporte! — volteó hacia la joven. La ingeniera se levantó de su silla y se acercó. —Fui a revisar la incidencia, pero la señorita Kagura no quiso que la atendiera. Ella solicitó que Sesshomaru fuera a su oficina y él iba pasando en ese momento, así que se quedó revisando el equipo. Te iba a informar de ello, pero antes fui a ver lo del escáner en Contabilidad, ¿Puedo saber qué sucedió? — —¡Maldición!, esa mujer es bastante caprichosa y ese idiota de Sesshomaru se distrajo, no sé qué rayos hizo, pero dañó algo en el sistema del equipo— gruñó el coordinador con fastidio. Entonces Miroku le mostró la pantalla de la laptop, donde se podía ver el error. —Lo que ocurrió fue que activó accidentalmente la restauración del sistema operativo después de reiniciar la laptop. Según me dijo Sesshomaru, había terminado de depurar el disco duro, pero no le prestó atención al mensaje de inicio y sin querer, ejecutó la aplicación. Cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde, así que la apagó quitándole la pila, pero al encenderla de nuevo, el sistema ya no inició correctamente. — —“Archivo de inicio dañado, favor de reinstalar el Sistema Operativo”— leyó Kagome. —Esto es malo, no se puede restaurar porque borraría toda la información, ¿Y si sacas el disco duro y lo conectas como esclavo a otra computadora? — propuso. —No se puede, los discos de estas laptops están encriptados por seguridad. Si hacemos eso, no lo reconocerá el otro equipo, sólo dará la opción de borrarlo y no permitirá ver la información— dijo Naraku, todavía molesto. —Entiendo. — Kagome se quedó meditando una posible solución que ella conocía, pero, ¿Valía la pena ayudar a ese ingeniero?***
Continuará…