ID de la obra: 1285

Momentos con Papá y Mamá

Gen
G
Finalizada
0
Fandom:
Tamaño:
42 páginas, 15.348 palabras, 9 capítulos
Descripción:
Notas:
Publicando en otros sitios web:
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Capítulo V

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Buenas noches: Lamento los retrasos, pero aquí seguimos, aunque sea un poco lento. Dije que publicaría éste fanfic entre mayo y junio, pero como aún me faltan personajes, continuaremos un poco más. Ahora los dejo con el quinto capítulo. Gracias por leer. Atención: Dragon Ball y todos sus personajes son propiedad de Akira Toriyama. Yo sólo escribí la historia por gusto y diversión.

***

Capítulo V

***Canción de cuna***

[Mr. Satán-Videl]

La lluvia cesó justo cuando el féretro fue bajado, para luego ser cubierto por la tierra. La pequeña de tan sólo tres años, lloraba en silencio. A su lado estaba su padre, con gesto triste y deprimido. Mr. Satán ya era un maestro de las artes marciales, con gran fuerza y temple. Pero, en éste momento, se sentía débil y vulnerable. La muerte de su amada esposa era el peor dolor que jamás había sentido antes. Y ahora hacía todo lo posible por contener las lágrimas, tratando de parecer ecuánime ante su hija. Un hombre viudo con una pequeña niña que cuidar y sin saber qué hacer. Videl sollozó y se pasó la mano por la nariz para contener el fluido de su llanto. Su padre se agachó frente a ella y con un pañuelo limpió su rostro. La poca gente que los había acompañado ya se retiraba y sólo quedaron ellos dos ante la tumba. —Debemos irnos hija, pronto hará más frío— dijo él. La nena hizo un puchero y negó firmemente con la cabeza. —¡No quiero dejar a mamá! — sorbió de nuevo por la nariz. —¡Quiero que regrese con nosotros!, ¡Quiero que me cante! — El hombre soltó una larga exhalación, ¿Cómo olvidar la hermosa voz de su esposa cuando arrullaba a su hija por las noches? Ahora que ya no estaba en éste mundo, difícilmente podría encontrar una melodía que sustituyera la canción de cuna que le cantaba a Videl para dormir. Miró al cielo y notó como las nubes se despejaban lentamente. Le pareció ver una pequeña ave de brillante plumaje que pasaba volando a lo lejos. Eso le brindó una extraña paz interior y una idea para consolar a su hija. Se puso de pie y la tomó de la mano para empezar a caminar. Videl agachó el rostro y tuvo la intención de seguir llorando cuando, de pronto, escuchó un tarareo por parte de su padre. Alzó la vista y él la miraba con una sonrisa, al tiempo que entonaba un conjunto de silabas inconexas entre sí, pero con un alegre ritmo. La niña lo observó sin mucho ánimo hasta que empezó a caminar de manera graciosa, jalándola a ella también para que siguiera el mismo compás. —Vamos hija, baila conmigo— otro tarareo y otro más. —No puedo cantar como tu madre, pero prometo arrullarte antes de dormir. — Los alegres saltos de Mr. Satán comenzaron a hacer sonreír a la niña, quien se limpió las lágrimas y trató de imitarlo. De esa manera, consiguió distraerla hasta regresar a casa. … Esa misma noche. Videl ya estaba arropada en su cama y su padre terminó de leerle su cuento favorito. —Papá… ¿Crees que mamá puede vernos desde el cielo? — preguntó inocentemente. El hombre sonrió, decidiendo confortar a su hija con una mentirilla blanca. —Así es hija, tu madre siempre te cuidará— le guiñó un ojo. —Y también me escuchará cantar para ti, pero creo que le va a dar mucha risa— sonrió de nuevo. Entonces, se aclaró la garganta y comenzó de nuevo su gracioso tarareo, mientras arropaba al conejo de peluche que tanto adoraba la niña y el cual había sido el último regalo de su esposa para ella. Videl abrazó el muñeco y sonrió ante el canturreo de su padre. No era la voz de mamá, pero sentía confort al escucharlo y aunque no era un bello canto, la simple acción que intentaba, era más que suficiente para ella. —Buenas noches papá. — Mr. Satán no dejó de entonar hasta que la nena estuvo profundamente dormida. Antes de levantarse, le dio un beso en la frente. —Yo no sé cantar, cariño… pero, por ti, haría lo que fuera. —

*

***Haciendo la tarea***

[Goku-Goten]

Después de vencer a Majin Boo, la paz reinaba en el mundo y casi todo había vuelto a la normalidad. Excepto en el monte Paoz. Goten estaba sumamente inquieto. La tarea de matemáticas de mañana, era muy importante y su hermano Gohan aún no volvía de su cita con Videl para que le explicara el tema que no entendía. A pesar de que hace un par de semanas había sido el “fin del mundo”, la escuela no era un tema que su madre dejase de lado por nada. Lamentablemente, ella tampoco estaba en casa para ayudarle en éste momento, porque Bulma la había invitado a una tarde de café y galletas. Entonces, escuchó abrirse la puerta del baño, Goku iba saliendo, envuelto en una toalla y con el cabello mojado después de ducharse. Goten lo miró pensativamente, mientras éste caminaba al refrigerador y buscaba algo para comer. ¿Su padre podría asesorarlo en matemáticas? Nunca se había preguntado cuál era el grado académico de Goku y su hermano tampoco le había platicado nada acerca de eso. Probablemente el guerrero sólo sabía de artes marciales y peleas apocalípticas. Goku sintió la mirada y volteó hacia su hijo con curiosidad. —¿Sucede algo, Goten? — El chiquillo dudó en hablar, pero no perdía nada con intentarlo. —Es que no le entiendo a las fracciones— dijo con gesto desanimado. Mordisqueando un pedazo de carne, el saiyajin se acercó a la mesa y observó el libro que leía el niño. Parpadeó un poco y después le sonrió. —Solamente tienes que multiplicar los números así y así— explicó Goku, al tiempo que tomaba el lápiz y escribía en el cuaderno de su hijo. Goten abrió los ojos, sorprendido por como su padre resolvió el primer ejercicio. Realmente era sencillo, siguiendo las pequeñas flechas que él dibujó para indicarle el proceso numérico. —¿Puedes hacer otro ejemplo? — pidió. —Claro que sí, observa cómo lo hago— contestó Goku, mientras escribía la nueva operación fraccionaria. —Primero, éste número por éste otro y lo colocas aquí, después pasas con el siguiente así y luego así. — El niño asintió, mirando atentamente el procedimiento. Para él resultó toda una sorpresa que su padre, un poderoso guerrero, supiera hacer operaciones fraccionarias. —¿Tú fuiste a la escuela, papá? — quiso saber por mera curiosidad. El saiyajin se rio ligeramente, pensando para sí mismo si debía decirle la verdad acerca de su nula formación académica. —No hijo, yo no fui a la escuela— terminó de pasar el último bocado de carne. —Pero recibí la suficiente educación por parte de mi abuelito Son Gohan, del maestro Roshi y de Mr. Popo. — —Vaya, no lo sabía— sonrió Goten. —¿Me ayudas a hacer mi tarea? — Goku se sentó junto a él y le señaló el cuaderno de ejercicios. —Tú vas a resolver las fracciones por ti mismo, yo te voy a ayudar a corregirlas si te equivocas— indicó. Y ambos se pusieron manos a la obra. … Rato después, Milk regresó de su reunión de amigas y se sorprendió de encontrar a Goten viendo la televisión junto a Goku. —¿Terminaste tu tarea, Goten? — preguntó, cruzando los brazos en ademán de regaño. —Sí mamá— asintió, al tiempo que alzaba su cuaderno y se lo mostraba. —Mi papá me ayudó. — Ella alzó una ceja en gesto de incredulidad y volteó hacia su esposo. Él solamente le sonrió con su típica e inocente mueca. —Me alegra saber que le ayudas a tu hijo con sus deberes escolares— dijo Milk contenta. —Vamos, es hora de cenar. — Momentos después, la familia comía alegremente.

***

Continuará… Espero que sea de su agrado y me regalen un pequeño comentario.
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