ID de la obra: 1292

Oveja Negra

Het
PG-13
En progreso
2
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Maxi, escritos 60 páginas, 30.432 palabras, 5 capítulos
Descripción:
Notas:
Publicando en otros sitios web:
Prohibido en cualquier forma
Compartir:
2 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 3: Shinji Ikari (Parte 1)

Ajustes de texto
La terraza del quinto piso del centro comercial tenía ahora más comensales presentes. Como estaba en la terraza de uno de los locales más populares de Tokio-3, era natural que fuera bastante concurrido. Aun así, seguía siendo temprano, por lo que aún no estaba totalmente repleto de personas. Eso le hizo preguntarse a Misato por qué la persona que esperaba la citó en este lugar en específico al ser tan popular y concurrido. ¿No sería mejor encontrarse en un lugar mucho más privado y alejado de ojos y oídos indiscretos? Misato suspiró en resignación. En el último tiempo nada parecía tener sentido; y aun así se volvía una verdad innegable ante sus ojos. Este pensamiento hizo que la mujer mirara fijamente la carpeta con información que descansaba en la mesa frente a ella, carpeta con información que pese a ser recolectada por el competente servicio de Inteligencia y Seguridad de NERV, no hacía más que sembrar muchas más dudas a todo lo que había ocurrido. Dudas que también sembró su reunión con Kaji en ese bar de mala muerte. Lo cierto es que aun hoy, pasado ya un tiempo desde que Kaji le expusiera su teoría, aun le era difícil de digerir, pese a que todo apunta a que lo dicho es totalmente verídico. Tampoco pudo olvidar su regreso al departamento luego de esa conversación y lo que descubrió.

***

Misato se encontraba sola en casa luego de que los chicos se fueran a la escuela. Estaba de pie mirando fijamente la puerta del cuarto de Shinji, decidiendo si debía ingresar o no. Muchas cosas pasan por la cabeza de la mujer en ese momento, y la verdad aun no tenía muy clara las ideas. Dio un resoplido de resignación y fue a la cocina a prepararse un café. No había dormido nada desde que había llegado entrada la mañana luego de su charla con Kaji en ese bar de mala muerte, y entre el dolor de cabeza, el cansancio y el sueño, no se encontraba en su mejor momento. Hacía ya demasiadas hora que no dormía y eso ya le estaba pasando la cuenta. Se sentía próxima a colapsar. La morena miró fijamente la cafetera eléctrica por un momento, cuando sintió un tirón en su pierna. Al bajar la vista se encontró con Pen Pen, observándola intensamente. Sonrió y se agachó para cargar en un abrazo al pingüino de aguas cálidas. Amplió su sonrisa al sentir el calor y el suave plumaje del ave, lo que indicaba que acababa de salir de un baño caliente. Entonces estiró los brazos cargando al pingüino frente a ella para mirarlo fijamente. — ¿Crees que Shinji en verdad pueda ser un chico malo? — le preguntó al pingüino, el cual ladeó la cabeza en confusión, anta de dar un par de graznidos. Ella sonrió y volvió a estrechar al ave en un fuerte abrazo — Sí, es verdad. No me hagas caso. Es solo que estoy muy cansada — dijo ella, dejando luego a Pen Pen en el suelo. Misato se acercó a la nevera, abrió la puerta y sacó una lata de sardinas, fue hasta el plato de Pen Pen, que descansaba en una esquina y vació el contenido. El pingüino se acercó dando un graznido de contento, mientras la mujer le acariciaba las plumas de la cabeza, para luego dejar a Pen Pen comer su desayuno. La Directora de Operaciones de NERV dio un suspiro de cansancio, momento en que la cafetera eléctrica se apagó, indicando que el agua estaba lista. Tomó un tazón desde una repisa para preparase un café, dándose cuenta que el tazón que tenía en las manos lleva impreso el logo de la “U.N. SPACY”. Era el tazón de Shinji, de una de esas series de animé antiguas que tanto te gustaban. “Macross”, creía recordar que se llamaba. Estrechó los ojos mientras trataba de cruzar esa imagen de chico tranquilo que gustaba del manga y animé, con esas máquinas de matar que llamaban Ovejas Negras. Por más que lo intentó, la imagen no pudo cuadrar en su mente, pero… ¿no es así como precisamente debía funcionar la premisa tras las Ovejas Negras? Nadie jamás debía sospechara de ellas. — Majestic 12, Los Grises, Los Ancestrales, Oveja Negra… Shinji — dijo la mujer casi en forma ausente, rememorando en su mente nuevamente todo el argumento esgrimido por Kaji durante la madrugada. La mujer no pudo evitar llevar ambas manos al rostro y negar con la cabeza. Todo seguía siendo tan irreal. El argumento esgrimido por Kaji no era más que una completa locura; pero no podía negar que había lógica en todo lo expuesto, sin mencionar que cada cosa dicha estaba tan bien elaborada, que todas las piezas encajaban perfectamente una junta a la otra, armando una maquinación monstruosamente monumental. Una parte de ella le decía que todo esto no era más que una completa locura, pero otra parte; la más racional, le decía que no podía dejar pasar todo lo escuchado la noche pasada. Como Directora de Operaciones de NERV, no podía dejar pasar por alto la información de una posible infiltración de un agente de una potencia extranjera, fuera Shinji o no. Finalmente la mujer se decidió y emprendió rumbo al cuarto del Tercer Elegido. Antes de ingresar al cuarto de su protegido, Misato hizo mano de un artefacto que le facilitó Kaji la madrugada pasada, que servía para detectar la transmisión de cámaras o aparatos de escucha que Shinji podría haber ocultado en el cuarto, para verificar si estaba siendo espiado mientras no se encontraba en el departamento. Tal como ella esperada, el artilugio de Kaji no detectó absolutamente nada. ¿Esto era una prueba de que Shinji era inocente, o de que era un agente demasiado competente como para dejar atrás algo que lo pudiera delatar? Muy a su pesar decidió dejar las apuestas abiertas. Al abrir la puerta y entrar al lugar, constató que el pequeño cuarto de Shinji se encontraba en perfecto orden, tal cual le gustaba al ocupante de dicha habitación. Decidió comenzar la búsqueda en el armario, donde encontró la ropa de chico colgada en perfecto orden. En una cajonera que estaba dentro del armario, encontró el resto de la ropa del chico, igualmente perfectamente doblada y ordenada. No había nada más peligroso que unos boxer con un estampado de estilo militar. Sonrió. La cama del chico estaba perfectamente tendida; tanto, que si lanzaba una moneda encima, estaba segura que rebotaría. Como supuso, no había nada oculto bajo el colchón, ni bajo la cama. Entonces desvió la vista al pequeño escritorio junto a la cama. Sobre el escritorio descansaba una fotografía de Mana Kirishima, sonriendo alegremente mientras hacia el signo de la victoria, guiñando juguetonamente un ojo a la cámara. Misato no pudo dejar de sentir preocupación por Mana. Era una buena chica, alegre y cariñosa, que se veía profundamente enamorada de Shinji. Este a su vez se veía realmente contento de estar con Mana y con la relación que habían entablado. Estrechó los ojos. Si Shinji era realmente una Oveja Negra, debía comenzar a preocuparse seriamente por la chica. Ella bien podría ser usada como moneda de cambio por Shinji si algo malo llegaba a ocurrir, pero… ¿en verdad Shinji amaba a Mana, o solo la usaba como parte de su tapadera? Estrechó los ojos, dejando esa cuestión como un punto a tratar en un futuro cercano. Dejando eso de lado, Misato se abocó a la tarea de revisar el escritorio de Shinji por dentro y por fuera. No se sorprendió al no encontrar ningún compartimiento oculto, ni ningún tipo de arma. Aun así, al revisar el fondo del cajón del escritorio, tapado por unos cuadernos que lo escondían de la vista, una sorprendida Misato encontró una caja de preservativos a medio consumir. — ¿Me estás jodiendo? — preguntó una incrédula Misato, sosteniendo en una mano la caja de preservativos. Ciertamente esto es lo último que hubiera esperado como resultado de su pequeña investigación. No sabía que la relación de Shinji y Mana había llegado a ese punto. Aunque Mana es bastante cariñosa y melosa con Shinji, por lo que bien visto, no es algo tan descabellado. Además esos dos están en plena pubertad. Aun así, son bastante jóvenes para este tipo de cosas, por lo que hizo una nota mental de buscar alguna forma de abordar el tema del sexo con Shinji, sin dejar sentado que se enteró por hurgar entre sus cosas mientras estaba en la escuela. — Al menos son inteligentes y se están cuidando — dijo la morena para sí misma, devolviendo la caja de preservativos donde la encontró, dejando todo como estaba en un inicio. Para finalizar, la mujer se centró en el librero que estaba junto al escritorio, donde Shinji tenía su colección de mangas. Recordaba lo feliz que estaba el chico cuando, durante una cena con Ritsuko, Maya, Kaji, Asuka y Rei, comentaba lo afortunado que era al tener el dinero suficiente para comprar los mangas que quería; todo gracias al generoso sueldo que le pagaba NERV por sus servicios como Piloto EVA. Misato dio un fuerte bostezo mientas se sentía algo mareada. Decidió dejar las cosas hasta ahí por el momento, antes de caer dormida de cansancio en el cuarto de Shinji. Dio una última mirada para cerciorarse de que todo estaba tal cual lo encontró al entrar, y salió del cuarto cerrando la puerta tras de sí. Tomó su teléfono móvil e hizo una llamada a Seguridad de NERV, solicitando un equipo de agentes para seguirles el rastro a Shinji y Mana en todo momento. Fuera de cubrir las actividades de Shinji, tal vez eso le diera luz sobre dónde y cuándo Shinji y Mana estaban dando de baja a esa caja de preservativos. Con esto en mente, la mujer pasó por el baño para lavarse los dientes y orinar, luego de lo cual fue hasta a su cuarto, cayendo en el futón y durmiéndose casi en el acto.

***

Misato hizo una mueca ante recuerdo de su regresó al departamento luego de su conversación con Kaji. En verdad no había esperado encontrar nada fuera de lo normal al revisar el cuarto de Shinji, por lo que descubrir una caja de preservativos a medio consumir, fue una verdadera sorpresa. La mujer dio un fuerte suspiro de resignación. Sentía un inminente dolor de cabeza ad portas, por pensar demasiado. Decidió que sería un bueno momento para hacer un alto, aprovechar de ir al baño y despejarse un poco. Se puso de pie y atrapó a la camarera que la estaba atendiendo para consultar las indicaciones para llegar al baño del local. Luego de un momento pudo relajar la vejiga, fue a lavarse las manos y fue ahí que pudo ver su reflejo en el espejo frente al lavamanos. Para ser sinceras, se veía bastante bien pese a no haber dormido mucho la noche anterior. El que en ese momento vistiera un impecable traje de ejecutiva ayudaba mucho a ese respecto. Era un agradable cambio a lo que fue una vez de su tradicional vestido y chaqueta de NERV. Negó con la cabeza y apartó ese pensamiento. Terminó de lavarse las manos, las colocó bajo el secador eléctrico que estaba a un costado y salió del baño del local de regreso a la terraza y a la mesa donde descansaba la carpeta con sus papeles, junto a un vaso vacío de limonada. — ¿Puedo servirla en algo más? ¿Tal vez otra limonada? — preguntó la camarera, apareciendo junto a Misato, la que observó a la chica un momento antes de girar la cabeza para revisar su reloj de pulsera. Aún tenía bastante de tiempo antes de que llegara la persona que estaba esperando. — ¿Qué tienes para comer? — preguntó Misato con una sonrisa. La camarera se retiró un momento después dejando a Misato con ambos codos sobre la mesa, descansando la cabeza en sus manos, perdiéndose nuevamente en sus reflexiones, recordando ese día que siguió a la charla con Kaji. Había despertado ya más respuesta entrada la tarde, luego de dormir la mayor parte del día. Al levantarse se dio cuenta de que Shinji y Asuka no habían llegado aún de la escuela. Eso le dio tiempo de entrar al baño y tomar un baño que la ayudó a despejarse y sentirse considerablemente mejor anímicamente. Se puso su tradicional polera de tirantes y pantalones cortos. Prendió su sistema de música donde comenzó a sonar música de antes del Segundo Impacto, fue a la cocina por una cerveza y al volver se sentó en el sillón de la sala. Dio una exclamación de felicidad al echar un trago de su cerveza, y se quedó ahí disfrutando de la música. No pasó mucho para que llegaran Asuka y Shinji. La pelirroja venía con un visible mal humor, que la hizo levantar una ceja. No le costó mucho descubrir el por qué. Tras de Shinji apareció una risueña Mana Kirishima. — Aquí está su orden — dijo la camarera, sacando a Misato de sus reflexiones, dejando sobre la meza una taza humeante de café cappuccino y un trozo de torta de selva negra. — Gracias — dijo Misato con una sonrisa. Una vez la camarera se hubiera retirado, hundió el tenedor en la torta comiendo un trozo. Estaba exquisita. No pudo evitar degustar un poco más de su torta antes de volver a sus reflexiones sobre Shinji. Recordó que esa tarde Mana se ofreció a ayudar a Shinji en la cocina con la cena mientras Asuka seguía de mal humor. Era evidente que la pelirroja estaba celosa de Mana, pero por orgullo no era capaz de reconocerlo abiertamente. Aun así, al ver como Mana y Shinji se desenvolvían alegremente en la cocina, era evidente que el momento de Asuka había pasado. Tal vez ella también se había dado cuenta de esto y por eso no hacía ningún intento de acercarse al Tercer Elegido. La pelirroja sabía que no importaba lo que hiciera, a estas alturas del partido no serviría de nada. Shinji solo tenía ojos para Mana Kirishima. Entonces, Misato estrechó los ojos al recordar el comportamiento que presentaba Mana cuando estaba junto al Tercer Elegido. Era evidente que la chica estaba perdidamente enamorada de Shinji, se le veía en los ojos y en la forma que se movía ante él. Era como si la chica ejecutara una danza de insinuaciones veladas, casi imperceptibles, pero estaban ahí para el que sabía ver. Ella, con mucha más experiencia en la materia que la chica risueña, pudo ver esto claramente. Mana Kirishima lanzada cada vez que podía, sutiles insinuaciones a Shinji; insinuaciones claramente sexuales, que el joven Piloto EVA ciertamente supo comprender a la perfección, pese a su juventud e inexperiencia. Lo cierto es que ella había pensado que si las cosas entre esos dos habían escalado al punto de tener relaciones sexuales, habría sido por la insistencia de Shinji; lo cual era lo más lógico a pensar. Con la testosterona literalmente brotándole por los poros, lo normal era que los chicos fueran los que presionaran a las chicas para llevarlas a tener sexo. Pero acá parecía ser todo lo contrario. Era Mana la que incitaba a Shinji, y este se veía verdaderamente feliz dejándose llevar por ella. Este punto fue confirmando un par de días después, por el equipo de vigilancia que había puesto tras los pasos de la pareja. Aún recordaba esa mañana cuando sobre el escritorio de su oficina, descansaba el reporte de vigilancia del día anterior. Los Agentes de Seguridad habían tomado fotografías de una sonriente Mana, arrastrando de una mano a un igualmente sonriente Shinji, dentro de un Hotel del Amor. Según el reporte, los chicos estuvieron tres horas en una habitación. Eso les dio tiempo de sobra a los Agentes de Seguridad para ingresar discretamente al Hotel y tomar posición en la habitación contigua a la que ocupaban el Tercer Elegido y su novia, desde donde lograron captar algunos audios. Misato se sonrojó visiblemente al recordar lo que escuchó en las grabaciones que tomaron los Agentes de Seguridad. Los jadeos, gemidos, gruñidos, gritos y palabras vulgares de Mana, dejaban entrever que la chica se lo estaba pasando demasiado bien. Es más, fue toda una sorpresa para ella saber que esa chica tan risueña y alegre fuera tan lujuriosa. Al ver las fotografías que mostraban a la pareja de jóvenes salir del Hotel del Amor, no le extrañó ver el rostro de total alegría que mostraba Shinji, o que el rostro de Mana prácticamente resplandeciera de felicidad. Misato suspiró con resignación. La actitud de Mana en lo referente al sexo, le recordaba peligrosamente a ella misma. Demás está decir que tenía ganas de darle una sería charla a ambos sobre responsabilidad, pero Kaji frenó sus impulsos. El hombre de la coleta le había advertido sobre que esto era algo que podía traer consecuencias negativas. Primero, esto pondría sobre aviso a Shinji de que estaba siendo vigilado, y podría generar un conflicto con ella, lo que podría alejarlo con la excusa de estar enojado por meterse en su vida. Kaji había insistido en que debía vigilar a Shinji desde la distancia, buscando con mucha cautela cualquier cosa sospechosa, pero tratando en todo momento de no poner sobre aviso al chico. Se sintió frustrada con esto, pero acató la instrucción de Kaji, y tomó nota mental de hablar con Mana cuando se presentara la oportunidad. Si bien existía la seria posibilidad de que Shinji fuera un agente encubierto del Majestic 12, Mana por el contrario era una chica inocente a todo esta maquinaciones; o al menos eso pensó en ese momento. Nunca imaginó cuan equivocada estaba. Misato estrechó los ojos ante ese pensamiento. En ese momento ella aún no sabía que Mana también era una Oveja Negra, por lo que se preocupó realmente por ella. Esto le llevó a recordar lo perfecto que había sido el programa Oveja Negra al preparar a sus operativos. Todo esto fue planeado con demasiada antelación, por lo que Mana nunca levantó la más mínima sospecha, hasta que la vio con un arma en las manos. Ella había seguido de cerca la relación de esos dos desde el primer momento. Las actitudes de ambos eran perfectamente normales. Mana Kirishima era una chica de 14 años alegre y chispeante, y se veía profundamente enamorada y feliz de estar con Shinji. Todo en ella decía que era una chica común y corriente; tal vez demasiado fogosa y lujuriosa en la cama, pero por lo demás era una chica totalmente normal… o eso aparentaba. ¿Toda esa actitud cariñosa y ese amor por Shinji era parte de su tapadera? ¿Era todo una actuación muy bien elaborada por parte de Mana? ¿El tener sexo y ser tan fogosa y lujuriosa en la cama era también una actuación? ¿Y qué hay del propio Shinji? ¿Realmente amaba a Mana? ¿Fue todo una actuación de su parte? Entonces Misato recordó ese fatídico día en que la pareja de Ovejas Negras invadieron NERV; específicamente, el momentos antes de que Shinji dejara atrás a Mana en la cafetería. Podía recordar el último beso que compartieron y esa mirada que intercambiaron; una mirada tan intensa, con la que parecían estar teniendo una conversación silenciosa, conectados a tal punto que ya no necesitaban palabras para entenderse. Definitivamente eso no había sido una actuación. Pudo ver una profunda conexión entre Shinji y Mana, entonces… ¿Dónde terminaban las mentiras y dónde comenzaba la verdad? Misato abrió la carpeta que descansaba sobre la mesa y tomó el segundo archivo que contenía, viendo la fotografía de un joven de cabello oscuro. Contempló la fotografía por largos segundos antes de volver a revisar el archivo, que a estas alturas ya conocía de memoria. Shinji Ikari, nacido el 6 de Junio de 2001. Hijo de Gendo Ikari y Yui Ikari. Ambos padres trabajaron en el “Proyecto E” para el Instituto GEHIRN, que luego se convirtió en NERV. El año 2004 Yui Ikari; madre de Shinji, muere absorbida por el EVA-01 durante una prueba de activación. Luego de eso, su padre envía a un pequeño Shinji de cerca de 4 años a vivir con sus tíos, sin tener mayor contacto con él a lo largo de los siguientes años. A partir de ese momento, la vida de Shinji transcurrió en relativa normalidad, pero fue evidente que la muerte de su madre y el abandono por parte de su padre, lo marcaron profundamente. Shinji se transformó en un niño solitario y retraído. No tenía amigos y no solía salir de casa de sus tíos fuera de ir a la escuela. Es durante este contexto que ocurrió el evento que marcó el cambio en la vida de Shinji. A los 10 años de edad sufrió el accidenta automovilístico que lo dejó en coma por 2 años. Misato apretó los labios al llegar esta parte del archivo. Había adjunto una completa ficha clínica, junto con la totalidad de los reportes médicos de Shinji durante su tiempo en el hospital, que era lo que hacía tan voluminosa la carpeta. Además se adjuntaban algunas fotografías del rostro de Shinji luego del accidente. Al tomar una de esas imágenes el estómago de Misatio se revolvió. El rostro de Shinji estaba hinchado, amoratado y deformado producto del fuerte golpe que recibió. La mujer estrechó los ojos al ver esa imagen con más detenimiento. Tal como dijo Kaji en ese bar de mala muerte, el rostro de Shinji estaba tan deformado que era imposible afirmar que se trataba de él. De hecho, ahí estaba también el examen de sangre usado para confirmar la identidad de Shinji por medio de una prueba de ADN solicitada por NERV. Pese a conocer todos los antecedentes, Misato volvió a revisar los numerosos partes médicos, medicamentos recetados y los innumerables exámenes realizados al chico durando esos 2 años que estuvo en coma en la cama del hospital. Todo estaba en regla, no había nada fuera de lugar. Incluso la repentina salida del coma por parte de Shinji estaba médicamente justificada. Nada en toda esta montaña de papeles sembraba un atisbo de dudas sobre la condición de Shinji. Seguridad de NERV verificó toda la información más de una vez; pero aun así… Misato suspiró. Le guste o no, pese a no tener ningún sustento más que una duda razonable, las suposiciones de Kaji, que parecían sacadas directamente de un capítulo de los “X-Files”, resultaron ser totalmente ciertas. ¿Cómo nadie pudo verlo? ¿Cómo ella misma no pudo verlo? Luego de su despertar del coma, Shinji continuó en el hospital por otra temporada en rehabilitación, para ayudarlo a recuperar el tono muscular y la movilidad de su atrofiado cuerpo. Es aquí donde comenzó lo que llamó la atención de Kaji; y por qué no decirlo, de ella misma. Estando aun en el hospital, Shinji fue sometido a clases de Yoga, las cuales fueron de gran ayuda para que recuperara la movilidad de su cuerpo; nuevamente, todo perfectamente documentado. Aquí es cuándo se manifestó el nuevo interés de Shinji por las artes marciales; al parecer gracias a una combinación entre las clases de Yoga y ver innumerables películas de acción en el hospital. La solicitud de Shinji para practicar artes marciales fue aprobada por el funcionario de NERV a cargo de la supervisión del chico, previa autorización de su padre. Naturalmente, el Comandante Ikari no puso objeciones al ver el doble beneficio de esto. Por una parte las artes marciales ayudarían con la recuperación de la movilidad y la fuerza en el cuerpo de Shinji, mientras que por otro lado, ayudaría al chico en su preparación para asumir a futuro su papel como Tercer Elegido y piloto del EVA-01. Que Shinji finalmente forjara un saludable amor por las artes marciales y se entregara en cuerpo y alma a la práctica de; en sus palabras: “El arte”, fue un extra muy bienvenido. Ciertamente fue algo muy ventajoso tener a un Shinji que sabía exactamente lo que hacía en el campo de batalla. Su destreza en artes marciales ayudó para que pudiera manejar de mejor forma los enfrentamientos con los Ángeles, pero… ¿Era solo eso o había algo mucho más oscuro de fondo? Porque Shinji en ocasiones demostró ser mucho más frio y competente de lo que debería. Misato estrechó los ojos ante ese pensamiento, recordando un día específico tiempo atrás.

***

Hacía algo más de una hora que Shinji había quedado libre de sus obligaciones en NERV, y este aun no abandonaba el complejo. No había marcado la salida con su tarjera de acceso por ninguna de las puertas habilitadas, y los Agentes de Seguridad apostados afuera esperando para seguirlo, tampoco lo habían visto salir. Esto complicó bastante a Misato. Habían pasado dos días luego de la conversación con Kaji y las dudas sembradas sobre Shinji aun pendían sobre su cabeza, por lo que no dejaba de sentir algo de aprehensión sobre que una posible Oveja Negra transite libremente por NERV. Es por eso que se valió de las cámaras de seguridad y de la propia MAGI, para buscar a su protegido desaparecido dentro del complejo. Para su sorpresa, lo encontró en el último lugar que podría esperar. Misato ingresó al enorme gimnasio que NERV tenía para que su personal pudiera ejercitarse y mantenerse en forma. Luego de pasear la vista por el lugar por un momento, encontró a Shinji hacia el fondo en una esquina, en compañía de tres personas muy conocidas para ella. Estrechó la mirada y avanzó hasta quedar a una prudente distancia y contempló al grupo. Maya saltó sobre Shinji con un golpe de puño que este desvío a un lado con un golpe de una palma abierta. Maya siguió la inercia y se giró por completo para lanzar un golpe de revés con el codo del otro brazo, pero fue bloqueado por un brazo de Shinji, que de inmediato le pasó el otro brazo por debajo de la axila sujetándola del cuello con la mano, mientras le hizo un barrido de pierna que mandó a Maya a estrellarse violentamente de espaldas al suelo, sacándole el aire de los pulmones. En ese momento Hyuga lanzó una patada giratoria que logró conectar, mandando a Shinji rodando a un lado. Cuando este se estaba recuperando, Aoba calló con un golpe de puño que logró desviar antes de conectarle un derechazo en la mandíbula que lo hizo trastabillar hacía tras. Hyuga saltó nuevamente con una patada giratoria demasiado telegrafiada, que para Shinji fue bastante fácil de esquivar. Hyuga intentó un golpe de revés con el codo, que Shinji bloqueó con una brazo, para luego darle un fuerte golpe en las costillas y lo empujó en dirección Aoba, que ya volvía para atacar, haciendo que ambos hombres se estrellaran y cayeran al suelo; luego giró el cuerpo y le conectó una potente patada a Maya que se acercaba por detrás, mandándola a volar por el aire, para caer aparatosamente al suelo a varios metros de distancia. Shinji se giró nuevamente y bloqueó un golpe de puño de Aoba, trabándose en un intercambio de golpes y bloqueos con el hombre de cabello largo, hasta que le conectó un golpe de puño en el pecho que lo lanzó hacia atrás. Shinji se giró con ambos brazos en alto cubriéndose el rostro y con un golpe descendente del brazo derecho, hizo bajar el brazo con que Hyuga pensaba golpearlo, usando luego el otro brazo para darle un violento golpe de martillo descendente a la cabeza, estrellando a Hyuga en el suelo. Al girarse vio Aoba de pie, dudando si atacar o no. Shinji volvió a alzar ambos brazos frente al rostro y esperó. Aoba saltó hacia adelante con un golpe, mientras Shinji avanzó. Con un movimiento tremendamente veloz, Shinji uso la mano izquierda y sujetó el brazo con que Aoba lanzó el golpe, mientras daba un golpe de puño al bicep con la derecha y luego le conectó un golpe de martillo a la cara, que mandó a Aoba directo al suelo del gimnasio. Shnji quedó de pie y en guardia, ambos brazos arriba cubriendo el rostro, esperando un nuevo ataque que nunca llegó. Maya, Hyuga y Aoba estaban desparramados en el suelo del gimnasio, gimiendo mientras trataban de reincorporarse. Entonces, al ver que sus contrincantes no se iban a levantar, Shinji relajó la postura. — ¡Vamos! ¿Eso es todo lo que tienen? Ni siquiera peleaba en serio — comentó Shinji. — ¿Me estás jodiendo? — preguntó un aturdido Aoba. — ¿De verdad no peleabas en serio? Parecías el maldito Jason Bourne — dijo un gimiente Hyuga, limpiándose un poco de sangre que corría de su labio partido e hinchado. — No me puedo levantar — se quejó Maya, aun de espaldas donde cayó luego de la última patada. — ¿Se puede saber qué demonios está pasando aquí? — preguntó de pronto una mortalmente seria Misato, casi en un gruñido. — ¡Mayor Katsuragi! — dijo el trio de operarios del Centro de Mando de NERV, ayudándose mutuamente para ponerse trabajosamente de pie. Misato miró el estado de sus tres subordinados directos, que a duras penas se mantenían de pie. Se veían destrozados, con labios hinchados, partidos y Aoba con un ojo en camino a ponerse en tinta. Por su parte, Shinji se veía fresco como una lechuga, como si no hubiera trapeado el piso con esos tres segundos atrás. — ¿Y bien? — preguntó Misato, dándole una mirada seria a Shinji cruzando los brazos bajo el pecho. — Bueno; yo… los ayudaba a entrenar— explicó un nervioso Shinji. Misato levantó una ceja y le dedicó una mirada al apaleado trio junto al Tercer Elegido. — Nuestra certificación militar semestral está próxima a llegar. Por eso le pedimos ayuda a Shinji en combate cuerpo a cuerpo — explicó Aoba. — El instructor Saotome está en Tokio-2 para unos ejercicios conjuntos con las JSSDF y otros cuerpos de defensa. Nos recomendó pedir ayuda a Shinji para avanzar en nuestro entrenamiento — añadió Hyuga. — Dijo que el nivel de Shinji se acerca al de un instructor… y no bromeada — dijo Maya haciendo una mueca, sobándose la panza donde le llegó la última patada de Shinji. Misato rodó los ojos y dio un fuerte bufido, antes de darle una dura mirada al trio de operarios, que dieron un respingo ante la penetrante mirada de la Directora de Operaciones de NERV. — ¡¡Trio de idiotas!! Shinji es cinturón negra en Karate y cinturón azul enJiu-Jitsu. ¿Cómo se les ocurre pelear con él sin las protecciones adecuadas? —rugió Misato, haciendo saltar a los cuatro frente a ella,que solo llevaban guantes de enteramientos sin dedos, que no hicieron mucho para frenar los brutales golpes de Shinji. — No pensamos que las cosas llegaran tan lejos — se defendió Hyuga. — Como que nos entusiásmanos un poco — dijo Aoba, mientras Maya asentía con la cabeza. Misato bufó nuevamente en resignación, cuando cayó en cuenta de algo. La forma en que peleó Shinji distaba mucho de ser Karate o Jiu-Jitsu. Fue una forma de pelea mucho más ruda, fuerte; y porque no decirlo, brutal. El estómago de Misato se apretó ante ese pensamiento. ¿Dónde había aprendido Shinji a pelear de forma tan brutal? ¿Era parte de su entrenamiento como Oveja Negra? — ¿Qué? — preguntó un ahora más nervioso Shinji, al ver la seria mirada de Misato. — Cuando demolías a golpes a este trío de idiotas, no fue con Karate o Jiu-Jitsu. Era un estilo de pelea mucho más rudo — señaló Misato, estrechando un poco más los ojos. El nerviosismo de Shinji fue reemplazado por entusiasmo ante ese comentario, cosa que descolocó a Misato, que no pudo evitar levantar una ceja, curiosa. — ¿Lo notaste? — preguntó Shinji, entusiasmado — Es el “Método de Lucha Keysi”. Es un arte marcial hibrido enfocado en la autodefensa, muy efectivo en combate callejero. Es el mismo estilo de pelea que usa “Batman” en la trilogía de películas de Christopher Nolan. — ¿¿Peleas como Batman?? — preguntó Maya, incrédula. — ¡Sí! ¿No es genial? — dijo un sonriente Shinji — Aunque también usé algo de Krav Maga. Jason Borne usa Krav Maga — añadió, dándole una mirada a Hyuga, que hizo una mueca. — ¿Dónde aprendiste eso? — preguntó Misato, ceñuda. — El instructor Saotome me está enseñando. Dijo que necesitaba un estilo de pelea para entornos urbanos y situaciones de peleas reales. El Método de Lucha Keysi busca respuestas rápidas en situaciones de combate. El Krav Maga busca anual al oponente de forma rápida y fuerte. La idea es que el oponente no se vuelva a levantar luego de golpearlo — explico Shinji, lanzando un par de golpes. — ¿Y tú estás aprendiendo todo eso? — preguntó Aoba. — Sí. Es entretenido — dijo Shinji con un encogimiento de hombros. El trio de apaleados operarios del Centro de Mando de NERV, cayó en cuenta de que tal vez no fue tan buena idea pedir ayuda a Shinji con el entrenamiento de combate. En verdad el chico trapeó el piso con ellos cuando las cosas se pusieron más intensas; y eso que lo atacaron los tres a la vez. — De acuerdo. Ustedes tres vayan a la enfermería a que les revisen esos golpes; y la próxima que vez que quieran entrenar con “Batman” aquí, usen todas las protecciones — demandó Misato. — Sí Mayor — contestó el trio de aludidos, hicieron una reverencia a la mujer y un gesto de despedida a Shinji, antes de dar la vuelta y caminar hacia la salida del gimnasio. Entonces Misato se giró y le dio una seria mirada a Shinji, que se tensó de inmediato, abandonando su anterior entusiasmo. — ¿Y tú porque tuviste la genial idea de dártelas de Batman y trapear el piso con esos tres idiotas a punta de puñetazos y patadas? — preguntó Misato a un cada vez más nervioso Shinji. — Pero, pero… me contuve — se defendió Shinji. Misato levantó una ceja. — De verdad. Me contuve. Medí cada golpe — afirmó Shinji. — ¿A eso le llamas contenerte? — preguntó Misato. — Sí. Deberías venir a ver cuándo practico con el Instructor Saotome. Él sí que trapea el piso conmigo — se defendió Shinji — Además, esta era una buena oportunidad de probar el Keysi y el Krav Maga con otros oponentes. Misato apretó los labios. Era indudable la maestría de su protegido en las artes marciales. Su Sensei de Karate y el Sensei de Jiu-Jitsu afirmaban que Shinji era un completo fuera de serie. Es como si hubiera nacido para practicar “El Arte”. Lo mismo aplicaba para el Instructor Saotome, a cargo del Entrenamiento de Combate de Shinji en NERV. El hombre estaba realmente entusiasmado al ver el potencial del Tercer Elegido, pero no tenía idea que lo estaba instruyendo en sistemas de defensa tan brutales. Misato conocía el Krav Maga. Es el sistema de combate de las Fuerzas de Defensa de Israel; de hecho, ella misma practicaba un poco de Karv Maga como parte de su entrenamiento militar, y debía coincidir con Shinji, en que es un sistema de combate muy fuerte y efectivo. Pero lo del “Método de Lucha Keysi” era totalmente nuevo para ella. Suspiró. Con resignación, Misato se hizo a la idea de que tendría que ver la trilogía de películas de Batman de Christopher Nolan para conocer algo más de este “Método de Lucha Keysi”; junto con tener una seria conversación con el Instructor Saotome, sobre lo que debe y no debe enseñarle a Shinji. — De acuerdo “Batman”; vamos a tomar algo a la cafetería. Yo invito — dijo una resignada Misato. — ¿No es NERV el que paga todo eso? — apuntó Shinji. — No tientes tu suerte — señaló Misato.

***

Misato estrechó la mirada ante ese recuerdo. El ver a Shinji pelear de forma tan brutal, con fuertes puñetazos y patadas, en verdad la preocupó. Ella efectivamente vio la trilogía de Batman de Christopher Nolan luego de eso; y fuera de ser películas bastante entretenidas, la forma brutal en la que peleaba Batman era idéntica a lo que vio de Shinji ese día. Es más, creyó ver a Batman usar los mismos movimientos que vio a Shinji aplicar al trio de idiotas que lo desafiaron a pelear. Así mismo, fue a ver uno de los entrenamientos de Shinji con el Instructor Saotome y; efectivamente, el chico se había estado conteniendo cuando peleo con Hyuga, Aoba y Maya. Eso la sorprendió bastante. El entrenamiento de Shinji y Saotome estaba definitivamente a otro nivel, digno de un combate por el título de MMA; o de una escena de pelea de la trilogía de películas de Batman… o de una película de Jason Bourne. Y es aquí donde lo expuesto por Kaji en ese bar de mala muerte, volvió a martillar en la mente de Misato. ¿La destreza de Shinji en artes marciales era solo fruto de su esfuerzo, o había algo más? ¿Esa forma tan brutal de pelear con el método Keysi y el Krav Maga, era fruto de la dedicación del Instructor Saotome, o era porque Shinji ya dominaba esos estilos de combate desde antes? En este punto Misato recordó algo muy importante, algo que no pudo analizar en detalle en ese momento en el gimnasio de NERV, pero que luego en la tranquilidad de su oficina pudo analizar más en profundidad; y es la mirada de Shinji mientras trapeaba el piso con Hyuga, Aoba y Maya. La mirada del Tercer Elegido en ese momento, distaba mucho de la mirada que el chico tenía en su día a día. Por el contrario, esa era una mirada dura y afilada; una mirada que es más propia de un veterano de guerra con innumerables batallas en el cuerpo, y no la mirada de un adolescente que se vio de un momento a otro montado sobre un gigante de 40 metros de altura. Más aún si ha pasado solo por un entrenamiento no tan básico de combate; si tomaba en cuenta el Keysi y el Krav Maga. Lo más inquietante de esa mirada afilada; una miraba que solo había visto en militares curtidos en batalla, es que desapareció tan repentinamente que pareció nunca haber estado ahí, haciendo volver la “inocente” mirada del Shinji Ikari de toda la vida. Pero ella no podía obviar este hecho. Fue esa mirada dura y afilada, más la inesperada destreza en tan fuertes métodos de combate como el Keysi y el Krav Maga, los que hicieron que Misato comenzara finalmente a creer que Shinji era efectivamente una Oveja Negra. Por otro lado; pero no menos importante, no es solo la impresionante destreza de Shinji en combate lo que también comenzó a sembrar más dudas en ella. Había otro tema que también había dejado pasar, asumiéndolo todo al esfuerzo de Shinji por recuperar el tiempo perdido y ponerse al día en todos los aspectos de su vida luego del coma: y es su mejora en el ámbito académico, el cambio en su personalidad y su relación con su padre. Continuará... __________________________________________________________________ Notas del Autor: Finalmente tenemos un capítulo que nos permite analizar de mejor forma a este Shinji aparentemente tan distinto a lo que conocemos habitualmente. Es efectivo que hay cambios en este Shinji, y ya podemos ver más a fondo cosas como su relación de pareja con Mana y el hecho de que pese a su juventud, mantienen una activa vida sexual. Otro punto es la destreza de Shinji en combate. Aquí pudimos ver de dónde aparentemente viene todo eso, pero Misato sigue con muchas dudas razonables al respecto. Aun así, faltan muchas piezas del rompecabezas que es Shinji Ikari; lo que busca y si es efectivamente una Oveja Negra. Y más importante; de serlo, cuál es su misión. Mas luces sobre esto llegaran en el próximo capítulo. Saludos y nos leemos.
2 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)