Capítulo 7 - Conmoción en Nochevieja
16 de octubre de 2025, 21:10
Notas:
El baile transcurre en perfecta armonía hasta que, de repente, una silueta siniestra emerge de las sombras, paralizando la festividad con su presencia helada.
Mientras te debates entre la ansiedad y la ilusión, la víspera de año nuevo ha llegado casi sin darte cuenta. Apenas has tenido tiempo de prepararte.
Después del último incidente, un silencio extraño se apoderó de la ópera. No hubo más apariciones, ni rosas, ni voces en las sombras. Tal vez el fantasma se ha cansado de sus juegos. Quizás, puedas cumplir tu promesa a Raoul sin miedo.
----
El día por fin ha llegado, el baile de máscaras está a punto de comenzar. Tienes que cambiarte de ropa rápido, ya que has esperado hasta el último momento para hacerle creer al fantasma que no irás en caso de que estuviera observando. Ahora debes darte prisa, ¡te están esperando!
----
La música empieza a sonar y el baile comienza.
Los vestidos de las chicas ondean al viento con una alegría radiante, vestidos de seda y terciopelo que giran bajo la luz de los candelabros. Los chicos, por su parte, se inclinan e invitan a bailar a sus parejas. Casi no hay ni rastro del terror provocado por el Fantasma, todo es colores, risas y máscaras elegantes.
Entras en la sala de baile agarrando los pliegues de tu vestido, sintiéndote un poco perdida entre la multitud.
"Hola, preciosa." Una voz familiar te hace girar. "¿Me concede este baile?"
El hombre que te habla lleva una máscara plateada. Su rostro esboza una amplia sonrisa y su cabello, rubio, deslumbra bajo la luz de las lámparas.
Puede que haya puesto mucho empeño en cambiar su imagen, pero no ha logrado confundirte. Estás completamente segura de que es Raoul.
"Si le digo la verdad, desde el primer momento en el que entró en la sala, no pude evitar fijarme en usted."
Al verlo tan serio y concentrado en su papel, te entran ganas de burlarte de él.
"Lo siento, señor, pero ya tengo pareja de baile. Hoy nos acompañan muchas damas preciosas y están muy animadas. Quizás pueda invitar a alguna de ellas."
"Pero las demás no me interesan para nada." Responde, con un tono tan serio que casi te hace dudar.
"Entonces lo tiene difícil, porque el primer baile de esta noche está reservado para mi pareja. Quizás, si pudiera esperar un poco..."
"¿Y su pareja ha llegado ya?" pregunta, con un dejo de ansiedad en la voz.
"Sí, ha llegado, es solo que..."
Antes de que puedas terminar, Raoul se apresura a dar un paso hacia adelante. Parece incapaz de creer lo que le estás diciendo. Al verlo así, casi te echas a reír.
"Es un poco raro," continúas, mirando su máscara. "Por alguna razón, se oculta tras una máscara mientras me pide que le conceda mi primer baile. ¿Cree que debería aceptar su invitación?"
Raoul se queda unos segundos quieto, luego, con un movimiento brusco, se quita la máscara. Parece muy avergonzado, sus mejillas están sonrojadas. No es capaz de comprender cómo has podido reconocerlo.
"... ____, ¿desde cuándo sabías que era yo?"
"Desde el primer momento en que te acercaste has hablarme."
"Puede que esté un poco desorientado en este barco", se frota la nuca, avergonzado. "No estoy acostumbrado a este tipo de eventos. Aunque llevo varios días preparándome, parece que soy incapaz de estar al corriente de la moda tan cambiante de París...
____, ¿tú qué dices? ¿Crees que mi ropa está pasada de moda?"
"¡Para nada! ¡No es por eso por lo que te he reconocido tan rápido!" Dices entre risas.
"Entonces, ¿por qué?"
"Raoul, ¿es que no sabes lo fácil que es reconocerte con ese pelo rubio tuyo?"
"Ya veo...", sonríe, aliviado. "En ese caso... ___, ¿estás dispuesta a perdonar mi torpeza y a concederme el primer baile de esta noche?"
"¡Por supuesto que sí!"
"Es un honor para mí."
La música y una resplandeciente luz inundan toda la estancia, sobre la pista de baile, todo el mundo se contonea como si fuera parte de un sueño.
La música os envuelve, sus manos encuentran tu cintura; las tuyas descansan sobre sus hombros. El mundo se reduce a este instante.
"Si te digo la verdad, es la primera vez que bailo en pareja", confiesas, mirando tus pies. "Todavía no estoy muy familiarizada con algunos pasos."
"Está es la primera vez que bailas? No había notado nada." Susurra él, acercándose. "Créeme, se te ve muy relajada. Todos esos caballeros están mirándote, parece que les llamas mucho la atención. Hasta yo estoy empezando a sentir celos."
"Raoul, no te rías de mí... Vaya, ¿te he vuelto a pisar?"
Él gira suavemente, acercando su boca a tu oído para explicarte cómo corregir los pasos con paciencia y ternura. Gracias a sus indicaciones, consigues bailar con fluidez y os movéis al unísono, como si siempre hubierais bailado juntos.
Consigues bailar la pieza hasta el final sin ningún error más, y eso que nunca habías practicado con una pareja antes.
"¡Menos mal que no he metido la pata!" exclamas al terminar la pieza.
"Ya que tienes una pareja dispuesta a bailar," dice con una sonrisa, "¿por qué no prácticas un poco más está noche?"
"¡Me encantaría!"
Sin embargo, cuando aún no ha comenzado el siguiente baile, un sonido discordante retumba en el piano. Las notas chocan entre sí, creando una melodía caótica y grotesca.
La sala de baile enmudece por un momento y, a continuación, un murmullo comienza a llenar la estancia.
"¿Quién es ese?" murmura alguien. "¿Cómo ha podido aparecer ahí en medio sin que nadie se diera cuenta?"
"¡Qué raro! ¡Fíjate en su mirada, parece como si quisiera devorar a alguien!"
Dejándose llevar por el instinto, los invitados dan un paso atrás para mantener la distancia, como si estuvieran ante un monstruo aterrador.
Raoul y tú miráis hacia la dirección a la que van dirigidos los murmullos de los invitados.
El hombre misterioso tiene puesta una máscara que solo le tapa la mitad de la cara. Lleva una túnica negra sobre la mitad del cuerpo y... ¡una rosa escarlata sobre su pecho!
"¡¿Es… el Fantasma?!" La palabra escapa de tus labios antes de que puedas detenerla.
¿Por qué se presenta delante de todo el mundo llamando tanto la atención? ¿Qué es lo que pretende?
No puedes evitar exclamar en voz alta, de manera que todos te oyen. Tú voz se transmite como una enfermedad contagiosa y, entonces, el pánico estalla como pólvora.
"¡El Fantasma! ¡Viene a quitarnos la vida!" Grita Meg.
"¡Dios mío! ¡Por favor, que no sea cierto!" Carlotta se desmaya entre llantos.
Suenan gritos de alarma por todas partes y te chocas contra una de las personas que trata de huir. Suerte que Raoul reacciona rápido y te sujeta.
"¡Cuidado!"
Por algún motivo, te invade un repentino escalofrío e, inconscientemente, te separas de Raoul y, miras en la dirección en la que se encuentra el Fantasma.
Te está observando con atención y, de vez en cuando, dirige su mirada despectiva hacia Raoul. Sus ojos rebosan resentimiento y un odio puro, visceral.
"____, ¿estás segura de que ese hombre es de verdad el Fantasma?"
"Estoy segura..."
"¡Fuego!" grita alguien. "¡El Fantasma ha provocado un incendio!"
Un humo asfixiante se propaga por toda la estancia. En algún momento, los candelabros se han caído al suelo y las cortinas de terciopelo que hay al lado de Raoul están ardiendo.
Al ver que el fuego está cada vez más cerca de vosotros, Raoul, con una expresión grave, da unos pasos hacia atrás protegiéndote con el cuerpo.
Las llamas no dejan de retorcerse, aferrándose a todo aquello que pueden devorar.
"¿Qué hacéis ahí quietos? ¡Apagad el fuego!" El director grita, dando instrucciones a los empleados.
Entoces, te fijas que en medio del pánico, y sin que nadie se dé cuenta, ¡el Fantasma ha desaparecido!
"¡El Fantasma se ha ido en esa dirección! ¡Esta vez no puedo dejar que escape!" Raoul grita sobre el tumulto. "____, busca un sitio seguro para esconderte. Yo iré a por él."
En cuanto termina de hablar, Raoul se marcha sin pensárselo dos veces. Ni siquiera te da tiempo a intentar detenerlo.
Entonces, te das cuenta de que seguramente el Fantasma debe de tener a Raoul como objetivo, ¡no puedes dejar que ponga su vida en peligro!
Sales corriendo por la pista de baile pero, cuando llegas al pasillo, no hay rastro de ninguno de los dos.
A la izquierda está el escenario y, bajando las escaleras, el bastidor. ¿Dónde deben haberse metido?
Al final, llegas a la conclusión de que como todo el mundo está en la sala de baile, el escenario estará vacío, así que quizás estén allí.
No hay ni un alma y está todo oscuro. No parece que haya pasado nadie por aquí. Parece que estás buscando en el lugar equivocado. Le pides al vacio que Raoul no se deje hacer daño.
"____..."
De la nada se origina un inquietante y lúgubre tarareo que se apodera de la enorme ópera. Agudizas el oído y tratas de escuchar lo que dice con atención. Parece que está...
¿Está pronunciando tú nombre?
Cada vez puede oírse con más claridad. La voz ha dejado de llamarte y el ritmo, desacompasado, parece imitar a un quejido lúgubre.
La melodía se vuelve más clara. Ahora es una canción triste, una historia de amor no correspondido susurrada directamente en tu alma.
"Cálida luz, otórgame tu misericordia. Estaría dispuesto a dejar que me quemes con tal de que tu mirada se fijase en mí..."
"¿Quién es? ¿Quién está cantando?" Preguntas al vacío.
Buscas por todo el escenario y por la zona de butacas, pero no encuentras desde dónde está cantando.
Te preguntas si acaso...¿será cosa del Ángel de la Música?
Pero él no ignoraría tu llamada. Tampoco te lo imaginas cantando una canción tan triste.
¿Y si es el Fantasma?
Pero la voz es tan bonita que sería capaz de cautivar a cualquiera... ¿Podría el terrorífico Fantasma cantar así de bien? ¿Una criatura tan tenebrosa puede tener sentimientos?
En un instante, todo tipo de ideas te pasan por la mente. Estás totalmente confundida.
Y, de repente, la canción deja de sonar. Justo en ese momento, unos pasos apresurados rompen el silencio.
"¡____!" Raoul aparece jadeante. "Te he buscado por todas partes. El personal ha conseguido apagar las llamas que se habían generado en la sala de baile. ¿Qué haces aquí?"
"Raoul, te has ido tú solo detrás de ese Fantasma, estaba muy preocupada y por eso fui a buscarte. Entonces... ¿conseguiste ver por dónde se fue?"
"No."
"Es como si se hubiera esfumado en el aire, qué cosa tan extraña... Ah, sí, ¿has escuchado esa canción al entrar?"
Raoul con dudas, niega con la cabeza. Le cuentas lo que acaba de pasar, pero es incapaz de comprenderlo.
"¿Será que alguien se ha disfrazado de Fantasma o puede ser que los fantasmas existan de verdad?"
"No sabría decirte. En mis viajes, he visto gente con todo tipo de habilidades extrañas. Hay personas muy diestras poniendo trampas y otras expertas en trucos de magia. Pero la verdad es que no encuentro una explicación razonable a lo que ha hecho el Fantasma."
No podéis conseguir ninguna pista útil, así que no os queda otra que volver a casa con las manos vacías.
Los días siguiente al suceso, la ópera estuvo insólitamente tranquila.
Pero¿quién sabe qué tipo de tormenta puede llegar a desatarse tras la calma?