Extra de Tú eres yo y yo soy tú. +18

Los artistas itinerantes tomaron la calle principal, un espacio amplio donde levantaron su improvisado escenario. En medio del bullicio, Kakashi observaba a su objetivo: el dueño del dije. Consciente de que estas personas no se instalan por mucho tiempo en las aldeas, kakashi debia acercarse a dicho hombre. Su "misión": entablar una conversación y persuadirlo discretamente para que permanecieran en la aldea hasta el día siguiente. Así, él y Sakura podrían disfrutar una noche de lujuria. En cuanto lo vió apartarse del escenario, Kakashi caminó hacia él con cautela y naturalidad, apartandose del gentío. -- tiempo sin verlo -- dijo Kakashi acercándose al hombre que estaba de espalda. Al girarse, el rostro del hombre se iluminó al reconocerlo. -- ¡Es usted! que sorpresa encontrarlo. -- ¿Sorpresa? -- exclamó kakashi. -- si, esperaba verlo en la oficina ésta mañana al pedir el permiso. Pero me encontré con un joven rubio... quien ahora es Hokage. -- Habla de Naruto. Así es, él es el séptimo Hokage. -- supongo que él es el héroe de la cuarta guerra. -- el mismo -- confirmó Kakashi, desviando sutilmente la mirada hacia el escenario -- usted y su gente deben haber viajado mucho ¿Verdad? -- personas como nosotros que andamos de un lugar a otro, sí -- respondió el hombre con un dejo de cansancio. Algo que notó Kakashi de inmediato, tomándolo como oportunidad. -- ¿Han pensado en quedars... -- ¿Papá? -- interrumpió Sakumo, sorprendido de ver a su padre en ese lugar. -- Hijo, creí que estabas con tus amigos -- respondió Kakashi, un poco tenso mientras Sakumo se acercaba. -- no esperaba verte aquí, pensé que estarías con mamá. -- un hombre también necesita su espacio ¿Sabes? -- respondió con su habitual tono despreocupado. Extrañado y con una ceja arqueada respondió -- Si, como sea. Sólo vine por unos dangos, mis amigos me esperan papá. Adiós -- dijo Sakumo alejándose del lugar. Kakashi lo observó alejarse, relajando los hombros. -- ¿Y cómo está la joven médico? Kakashi volvió su atención al hombre -- ¿Sakura? ella está muy bien. De hecho, ahora es mi esposa. Los ojos del hombre se abrieron con sorpresa -- ¡vaya! eso no me lo esperaba. -- y el niño con quien hablé hace un momento, es nuestro hijo. -- si, puedo notarlo. Es su viva imagen, qué sorpresa. -- por cierto ¿Han pensado en quedarse? los conozco y sé que ustedes no suelen quedarse mucho tiempo... -- sí nos quedaremos. -- ...en la aldea, deberían quedarse hasta mañana... Espere ¿Qué? -- que nos quedaremos.. El Hokage fue muy amable en aceptar. Hay nuevos integrantes en nuestra familia y estos viajes son muy duros para los niños pequeños y sus madres. Kakashi sonrió para sí mismo, sintiéndose victorioso «ésto resultó más fácil de lo que esperaba» -- pensó, anticipando una noche exitosa. -- No sabe cuánto me alegra escuchar eso, mi hijo Sakumo está emocionado por verlos a actúar. -- me siento halagado viniendo de usted señor. Por otra parte, mientras Kakashi distraía al hombre y sus demás integrantes presentaban sus shows, Sakura tenía como "misión" revisar las carretas. Examinando con agilidad cada una de ellas, revolvía compartimentos, sacos, cualquier objeto que pudiera ocultar el dije. Pero para la pelirosa a diferencia de Kakashi, su objetivo se le estaba complicando. -- ¡Shannaro! ¿Dónde rayos está ese dije? -- gruñó Sakura estresada. Sabía que tenía que encontrarlo rápido. Kakashi frunció ligeramente el ceño al no ver a Sakura apartarse del lugar, su mirada vagaba hacia las carretas esperando la señal de Sakura que no llegaba «¿Por qué demora tanto?» -- pensó, extrañado. -- Bien, debo incorporarme en las presentaciones. Fue un gusto... -- ¡por cierto! -- exclamó Kakashi evitando que el hombre se marchara, pensando rápido que decir -- me preguntaba... si después de nosotros, no hubo más incidentes con el dije. -- ¿El dije? jajaja... por supuesto que no, desde que su esposa lo encontró me prometí cuidarlo mejor. Por eso lo llevo conmigo siempre. -- ¿Lo lleva con usted? ¿A qué se refiere? -- siempre lo llevo guindado en mi cuello. «oh rayos» -- pensó Kakashi al ver cómo el hombre metió su mano por el cuello de la camisa, sacando una cadena con el dije que pendía en él. -- Rayos no lo encuentro ¿dónde estará? -- murmuró Sakura revolviendo el contenido de las últimas cajas, sin éxito pensó -- «lo mejor será que me vaya, no quiero que me descubran» retirandose sigilosamente de las carretas. Al salir, Sakura buscó la figura de kakashi entre la multitud. Él, al verla alejarse, se despidió rápidamente del hombre abriendose paso entre la gente para reunirse con ella. -- lo siento cariño, no encontré nada. -- no te preocupes, no es tu culpa. Resulta que lo lleva consigo... Colgado al cuello. -- ¿Qué? -- ahora debemos encontrar la manera de quitárselo, esperaremos hasta la noche cuando todos estén dormidos. -- ¡Por Dios Kakashi! ¿Y desde cuándo nos convertimos en delincuentes? -- expresó Sakura cruzandose de brazos. -- no tienes que decirlo así cariño -- respondió rascando su nuca, tomó su mano -- vámonos a casa, yo me encargaré del dije  -- Sakura lo miró a los ojos antes de asentir lentamente. Por lo que enseguida se encaminaron a su casa. Al llegar, se dispusieron a iniciar su siguiente movimiento: llamar a Ino. Era algo simple, pedirle que se encargara de sakumo ésta noche. Sakura tomó el teléfono y la llamó, explicándole con cierta timidez su plan y que querían disfrutar una noche sin interrupciones. Ino que los conocía bastante bien no pudo negarse, aunque unas burlas y comentarios juguetones no pudieron faltar por parte de la rubia. -- perfecto, Ino aceptó sin problema. Prepararé la cena para que sakumo coma algo antes de irse. -- voy a ayudarte -- se ofreció kakashi, siguiéndola a la cocina con energía, arremangándose la camisa con determinación. Una pequeña sonrisa curvó los labios de Sakura al observar su repentino fervor. Ya por la noche, durante una cena tranquila. Sakura deslizó con disimulo la "noticia" a Kakashi, dirigiendo la conversación de forma indirecta para que Sakumo escuchara. -- Ino llamó -- comenzó Sakura -- me dijo que Inojin le pidió permiso para que Sakumo pasara la noche con él y sus amigos... algo así como una pijamada. -- mamá, las pijamadas son para niñas -- interrumpió Sakumo, con un deje de fastidio. -- una noche de chicos, entonces -- sonrió Kakashi suavemente. -- qué extraño, porque estuve con Inojin hoy y no me mencionó nada de eso -- replicó Sakumo, frunciendo ligeramente el ceño. -- tal vez fue una decisión de último momento. -- ¿Y que le dijiste a tía Ino? -- aun nada -- respondió Sakura, su mirada puesta en su plato. Evitando la mirada de su hijo. Sakumo suspiró -- debí suponerlo, aunque quiera ir dudo que ustedes me den permiso. -- amor tú qué dices ¿Crees que deberíamos dejarlo ir? -- ¿eh? -- Kakashi parpadeó, fingiendo sorpresa. -- pregunté si deberíamos darle permiso a Sakumo, para pasar la noche en casa de Ino. -- Sakumo es un niño responsable. No creo que habría problema en que fuera. -- ¡¿De verdad puedo ir?! -- exclamó Sakumo, levantándose un poco de la silla. -- Sí, está bien. Pero primero termina de comer -- respondió Sakura. -- ¡Genial! ¡comeré rápido para irme enseguida! -- si, come rápido Sakumo -- instó Kakashi que enseguida sintió el firme pisotón de Sakura en su pie debajo de la mesa -- Mmmph -- contuvo el quejido. -- come despacio Sakumo, para que no te caiga mal la comida -- comentó Sakura con un tono meloso, pero con una mirada intensa hacia Kakashi. La cena terminó y Sakumo quien estaba emocionado, salió de su habitación con un bolso al hombro. -- Bueno mamá, papá, ya me voy. Inojin y los demás deben estar esperándome. ¡Gracias por la cena! -- dijo con una sonrisa antes de girarse hacia la puerta. -- Que te diviertas, hijo -- dijo Kakashi con una voz quizás un poco más entusiasta de lo normal. -- Sí, cariño. Cuídate mucho -- añadió Sakura, su tono un poco más dulce de lo habitual. «Qué raro... normalmente mamá siempre pone alguna condición antes de dejarme ir para alguna parte. Mientras que papá siempre está de su lado...» pensó mientras giraba el pomo -- «mejor me voy antes de que cambien de parecer» -- Abrió la puerta, pero antes con una ceja levantada lanzó una última mirada a sus padres, quienes le devolvieron la sonrisa. Salió y cerró la puerta tras de sí, sin dejar de pensar en la extraña actitud de sus padres. Apenas el clic de la cerradura resonó en el silencio de la casa, Kakashi, que hasta hacía un momento había estado demasiado efusivo, dejó caer su sonrisa y se dejó caer pesadamente en su silla. Sakura dejó escapar un suspiro largo y suave, como si hubiera estado conteniendo la respiración. -- Ya está. Un paso menos -- dijo Kakashi pasando una mano por el cabello. Sakura se recostó contra el respaldo de su silla, cerrando los ojos por un instante. -- Sí. Ahora la parte difícil es la espera. ¿Cuánto crees que debamos esperar para que esos artistas estén profundamente dormidos? -- sólo un par de horas, debemos ser pacientes. Una breve espera, los separaba de su siguiente movimiento. La clave para desbloquear ese deseo tan particular era robar el dije. Con él, el cambio de cuerpo sería inevitable, permitiéndoles por fin, experimentar la extraña fascinación de la intimidad en la forma del otro. La noche prometía ser el inicio de una nueva y peculiar forma de conexión a un nivel completamente nuevo.