Capítulo IV: El nombre de la flor
9 de noviembre de 2025, 13:31
Este par pareció no encontrar algún fin para sus conversaciones por estos tres minutos, algo que resplandecía los ojos de Lou sin que este se diera cuenta; mientras que Lily no entendía por qué la miraba de esa manera, que desviaba la mirada sin apartarse.
De pronto, uno de ellos se acordó de presentarse y este caballero lo hizo con galantería, acompañándolo con una reverencia que dejó a Lily inclinando la cabeza como lo haría un perrito. Alcanzó a observar el ramo de la chica y tuvo una idea:
—No me digas que… te llamas como uno de estos primores —le dijo refiriéndose a las flores.
Como respuesta, ella se sonrojó mientras pensaba «¡¿Cómo lo supo?! ¿Qué está pasando…?». Posteriormente, nuestro amigo se pasaría el tiempo preguntándole todos los que pudo identificar, siendo todas las seis; mientras que la chiquilla, negándole con la cabeza.
—¡No me digas…! —continuó— Entonces debes llamarte Rosa o algo parecido.
Pese a que ella le sonrió, la última le dijo que no; lejos de gruñir, el muñeco se echó una suave risotada.
—Estoy cerca ¡por lo que veo! —comentó. Se torturó la cabeza con más nombres de flores, hasta que de pronto se acordó de una que vio en un arbusto adyacente a donde el vivía.
Él estuvo muy cerca de decírselo hasta que escuchó a alguien carraspear, y los dos se dieron la vuelta del susto. Había sido uno de esos robots, quien lo llamó, y el rubio se ahorró cualquier suspiro o gruñido antes de ponerse de pie.
Por su lado, la muñeca se le quedó viendo, aún sentada y confundida, hasta que se paró cuando recordó el comunicado de hace poco y aceleró el paso luego de verlo avanzar.
Como se les había indicado, los muñecos fueron organizados en filas para asignarles sus cuartos; aunque dijo que estos estaban simétricos e igual de proporcionados, lo cierto era que solo uno de ellos era más espacioso y erael primero.
«Lily…,Lance…,Mandy...,Kitty…,Lydia…,Tuesday…», así comenzó la lista, y anuestra azucena le pasarían las llaves deaquella habitación, para sorpresa de esta misma y de Lou, quien finalmente tendría su duda absuelta, como también la seguía con la mirada.
Distribuidos por orden de creación, oficializada por el instituto, ellos no pudieron apreciar la suerte que tenían, pero ¿qué diferencia habría con los demás? Muy pocos, para no decir ninguno, pensaron en ello.
Cuando finalmente todos consiguieron instalarse en sus habitaciones, ya el cielo estuvo llenándose de estrellas, con la luna protegiéndolas ¡tal como una madre lo haría!
Luego de asearse, Lily fue a descansar, aun cuando no tenía sueño realmente. Tan aburrida contemplaba el techo de su habitación, pensando en lo que había ocurrido esta mañana, suspirando al final… una cascada que la empapó casi por completo.
Todavía en silencio, se preguntaba sobre lo que pasaría el siguiente día y, entre otras cosas, ¿qué le importaba saber de aquel sujeto?, ¿Por qué él se acercó a hablarle en primer lugar? Al no encontrarles alguna respuesta, escondió su cabeza bajo una almohada.