La cueva del sello
23 de noviembre de 2025, 11:15
Todo esto había iniciado con la poción, con la necesidad de llevar a cabo ese antídoto que tanto necesitaban para desligarse el uno del otro. Pero para este punto, las cosas se había torcido tanto que Cole no sabía qué hacer realmente. Había destruido el matrimonio de Piper, había puesto en peligro su relación con sus hermanas, había expuesto a todas a los demonios... y ahora estaba poniendo en peligro al bebé de Piper.
—Wyatt —le dijo ella, con el pequeño en sus brazos, mamando ávidamente de su pezón—, se lo debo a su padre... es lo único que puedo hacer por él.
Cole había asentido, conforme y hasta cierto punto neutral en la vida de ese niño. Su mente se hallaba en otras vertientes. Si fuera a la mansión por las hermanas Haliwell, buscara la poción y convenciese a Piper de ingerirla ahí mismo ¿podría irse así sin más, sin problemas? ¿o este instinto asesino buscaría lastimar a la mujer de la que se había enamorado por esta maldición?
—Estás pensando demasiado... —musitó ella, mirándolo con cansada dulzura— me preocupas.
—Deberías descansar más —contestó él, desde las sombras de nuevo—, no sabemos qué puede pasar después...
—Lo haré, —sonrió ella, con suavidad, bajando la vista al pequeño— pero ya estoy mejor. ¿Puedes ir por mis hermanas ahora? ¿O llevarme a la mansión?
—Podría... pero lo mejor es permanecer otro tanto más... escondidos...
Piper lo miró extrañada, confusa, y repentinamente asustada por el tono de sus palabras. Había algo extraño en Cole, algo demoníaco muy diferente a como lo había visto los últimos días.
—¿Cole...?
Él alzó la vista, desde donde estaba y sus ojos se encontraron con los de ella.
—No sabemos si están esperándonos en la mansión, si los han seguido o si todos están muertos ya... lo mejor es ser realistas en este caso, Piper... los que quieren al bebé lo buscarán sin descanso. Debemos resistir un poco más.
Piper suspiró largamente y desvió la mirada, con los ojos llenos de lágrimas de pronto. Phoebe había regresado a ayudar, no quería pensar en la posibilidad de que su hermana, con la que tanto había discutido por años por sus conductas libertinas, estuviera muerta. No le cabía en el pecho tal idea.
Piper terminó por quedarse callada, acariciando la cabecita de Wyatt mientras trataba de no pensar en nada más. El agotamiento la vencía poco a poco y sus párpados caían pesados, confiando ciegamente en que Cole cuidaría de ambos.
"Te has resistido por demasiado tiempo"
Cole se puso en pie, sobresaltado por la claridad con la que esa voz habló a su oído. Se volvió a ambos lados en busca de ese interlocutor indeseado, pero por supuesto, estaban solos en esa cueva.
"Puedes escucharme, Belthazor" continuó la voz, con un tilde de impaciencia "nunca fuiste un sirviente tonto... sabes lo que te estoy pidiendo. ¿Porqué te resistes?"
Su lado humano se cubrió las orejas mientras el lado demoniaco arañaba su interior por salir a flote y cumplir el mandato. La fuente no hablaba directamente, nunca preguntaba, nunca se detenía en contemplaciones ¿porqué ahora lo torturaba con esas palabras podridas?
"Sé qué es lo que quieres. Yo soy el responsable de tu poder y también puedo quitártelo si te revelas" la amenaza sonaba cada vez más cercana, como si la voz se aproximara o si sonase directamente dentro de su cabeza.
Cole negó con violencia, mientras hacía acopio de todas sus fuerzas para evitar cumplir eso precisamente que quería hacer. Una parte lo quería, la que le correspondía a Belthazor el demonio. Pero Cole Turner no deseaba lastimar a Piper ni a su bebé, no quería ver a la mujer que más había amado herida, mucho menos muerta.
—¿Porqué has hecho esto? Fuiste tú el que nos obligó a querernos ¿no es verdad? ¿Porqué? ¿Para que después pudiera matarla y entregarte al niño?
"Necesitaba un protector para el heredero"
Cole se quedó un segundo en completo silencio. Los puños se cerraron con fuerza y, avasallado por la ira. Decir que se sentía ultrajado y usado era muy poco.
—Todo... fue mentira...
“Redirigí tus deseos”
—¿Qué? —el hombre contempló la penumbra con recelo, sin entender— mis deseos... yo... no entiendo.
"Tú ya sentías una atracción sexual fuerte por la bruja libertina, la más cercana a nuestra maldad. Solo fue cuestión de migrar todo ese deseo a otra de sus hermanas. De esa forma, los demonios que querían el poder para ellos, se alejaban al percibirte. Pero eso no impidió que las brujas quisieran dañarte. Phoebe quiso dañarte haciéndote débil, lo que solo volvió mi influencia sobre ti más poderosa"
Piper se removió en su lecho con el pequeño en brazos, Cole la observó con el cabello húmedo aún pegado a la frente y los labios entre abiertos. Pero al apartar la mirada de ella y posar los ojos en el filo del cuchillo que descansaba sobre las mantas, un murmullo antiguo resonó en su mente, el mismo que lo había hecho dudar antes.
—Entonces todo lo que siento por Piper es lo que sentía por Phoebe. —concluyó Cole, y un amargo dolor se instaló en su pecho.
"No exactamente. Pero no estamos hablando de eso. Hablamos de que debes cumplir mis designios"
—¿No exactamente? —un atisbo de esperanza resplandeció en su corazón mestizo.
"Yo te impuse el deseo, tú mismo has desarrollado ese afecto humano por ella"
Cole se dobló sobre si mismo y cayó hacia adelante de rodillas. Fue como si le hubieran asestado un poderoso puñetazo al hígado. El dolor lo mantuvo en esa posición por largos segundos mientras Cole sentía la impaciencia de la Fuente.
—¿Es real, entonces? —insistió, con una risa burbujeándole en la garganta— Lo que sentimos es real...
"¡Quiero a esa bruja muerta, Belthazor!" reiteró la voz, insistente, implacable "Quiero su sangre manchando esas rocas. ¿Puedes entenderlo? no hay tiempo para hablar de lo que ha ocurrido en estos meses, qué pasó y que no... lo que importa es que necesito al niño..."
—Es real... —murmuró Cole, con un alivio que se sintió como un manantial de agua fresca pasando por sus huesos, aplacando su anterior ira— ¿Qué hay de la brujería primitiva? la que encontramos bajo nuestras camas...
"¿Porqué sigues aplazando lo inevitable?" pareció como si la voz le arañara lo más interior del alma "la orden está en ti ¿porqué te resistes más?"
—Dime y tomaré una decisión —justo en ese momento lo único que quería era saber, saberlo todo—. ¿Porqué encontramos esas cosas?
La voz calló por unos segundos, un gruñido casi animal se escuchó por toda la cueva, pero cuando Cole volteó Piper siguió durmiendo sin problemas. Eso le demostró que toda la conversación pasaba en su mente, no audiblemente.
"Usamos muchos medios para crear la situación propicia" continuó, a regañadientes "No fue de la noche a la mañana. Tejimos las redes con cuidado para que al atraparlos no fueran capaces de salir. Muchos demonios poderosos colaboraron, brujas oscuras y un par de mestizos."
—Cuando nos deshicimos de ellos no hubo cambio...
"Lo hubo. El deseo se aplacó y lo que ya se estaba creando entre ambos se volvió más fuerte..."
—Pero nosotros...
"¡Silencio! Mata a la bruja y tráeme al mestizo. Por algo la trajiste hasta mis sombras ¿es que aún no te has dado cuenta? ¡Mira hacia arriba!"
El hombre se negó al principio, había desviado los ojos hacia Piper y no tenía el deseo de pensar en nada más. Las piezas encajaban en su mente de alguna forma pero aún así todo estaba confuso y torcido. Por la necesidad de respuestas y la insistencia atronadora de la fuente, Cole miró hacia arriba.
Por un momento, Cole casi se fue de espaldas, sus ojos se abrieron mucho y se quedó por varios segundos procesando lo que veía. En el techo de la cueva, vio perfilado, terrible y poderoso, el símbolo de la fuente de todo mal.
Era su cueva, siempre lo había sido. Pero también era la cueva de la fuente.
"No importa lo que pasó, Belthazor" volvió la voz omnipotente "Importa lo que haremos desde este momento en delante... "
Cole suspiró, tomando asiento en una de las rocas mientras seguía estudiando el símbolo del techo. El triángulo invertido, la serpiente de un solo ojo que mordía su cola. También veía algo que le llamó todavía más la atención: el símbolo estaba roto. Lo habían impactado con rayos de energía hasta el punto en el que la piedra se había agrietado.
—Es por eso que no siento la influencia demoníaca —dijo en un murmullo, con reconocimiento—. Este era un sitio dedicado a la fuente de todo mal del pasado. Pero fue profanado... no deberían poder entrar demonios... ¿por eso no has enviado a ningún otro de tus secuaces? ¿Por qué el sello solo puede ser atravesado por un ser más humano que demonio?
"¿Te crees un genio, no es cierto, Belthazor?" se burló con rudeza la voz "Hay muchos que desean al niño para su propio beneficio. Con su poder, cualquiera podría ascender a mi puesto. No podía permitir que alguien más que mi escogido asistiera al parto. Tenías que ser tú."
—Si no lo hago yo... nadie lo hará... —reflexionó— Nadie más podrá entrar.
"Es así como debía ser. Te lo he puesto en bandeja de plata. Te he dado el poder, el deseo del asesinato y la fuerza. Te he dado la privacidad necesaria para que nadie pueda interrumpirte... Solo tienes que hacerlo."
Cuando ese poder corría por sus venas, Cole tenía ese símbolo tatuado en lo más profundo de su alma. Todavía al pasar a su forma demoníaca, aún podía sentir las líneas quemando la piel desde el interior hacia afuera, por su pecho y espalda.
Pero luego volvió sus ojos a Piper, su belleza pálida y trágica. No le fue difícil recordar algunos de sus encuentros, donde el deseo lo dominaba con un fuego violento. Cuando lo único que deseaba era meterse entre sus piernas. Gozarla hasta consumirla por completo y sacarse por completo esa ansia que lo tenía en estado febril. Recordaba cuando cocinaban y él tenía la enorme necesidad de apoderarse de su piel, de presionar su cuerpo al suyo y rodearla con sus brazos hasta fusionarla con él.
Y ahora... aún había deseo, nunca lo negaría. Pero también había ternura y la necesidad de protegerla del mal, incluso de él mismo. Quería interponerse entre los demonios y poder preservar de la corrupción de sus manos manchadas de sangre a la bruja que le había robado el corazón.
"sabes lo que se siente el poder absoluto, tú también estuviste en mi posición. ¿Quieres que hagamos un trato? te daré la oportunidad de compartir mi poder. Volverás a ser el demonio más poderoso junto a mi, si me entregas al niño"
Cole se puso en pie muy lentamente.
"¿Has decidido, Belthazor?" insistió con impaciencia la voz.
Él asintió, tenía el presentimiento de que la fuente podía verlo. Una risa maligna le confirmó que así era cuando su mano tomó el cuchillo del suelo con manos trémulas.
"Eso es, hazlo y volverás a tener el poder" apremió "hazlo y será nuestro reinado instaurado desde los cimientos con la sangre mágica del mestizo"
Cole alzó el cuchillo, y con un movimiento, se apuñaló en el corazón.