ID de la obra: 1417

Un hechizo de oro

Het
G
Finalizada
1
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
33 páginas, 15.028 palabras, 15 capítulos
Descripción:
Notas:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
1 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Resiste, mi príncipe

Ajustes de texto
—¡Insisto, Marian, en que no entiendo!  Se llevó las manos a la cabeza en un momento de ira e irritación. Las pisadas desesperadas de la chica eran lo único que se escuchaba en ese túnel oscuro y humedo.  —Fue Robin, Therkie. No hay más que entender.  —¿Qué hizo Robin? ¿Y por qué lloras? ¡Detente y explícate!  Una bocanada de fuego iluminó el túnel por unos segundos. Marian se detuvo y se dejó caer en el suelo, sollozando levemente. —Robin estaba molesto con Juan, con el príncipe. ¡Lo vi! Ahí dentro están las herramientas de las brujas y había... Un espejo que me mostraba lo que yo quisiera ver. Pedí... Pedí ver a Juan, pensé que quizá lo vería en el altar con su mejor traje... Esperándome... Pero... Pero...  Therkie se acercó y con toques pequeños e insuficientes intentó consolarla cuando ella rompió a llorar. —¿Qué fue lo que viste? ¿Está en peligro? ¿O acaso esto tiene que ver con Scarlett?  Sus sollozos se fueron calmando pero no desaparecieron. —Robin fue con el rey Reginald, el enemigo de Ricardo. Él sabía que nunca esperarían una invasión el día de la boda del príncipe, con Ricardo tan lejos... Han quemado el pueblo y se llevaron a la gente... Therkie, es mi pesadilla ¡se ha hecho real! El hamster, sin quererlo, lloraba también y sin previo aviso se apretó contra ella en un intento por extinguir la tristeza de ambos. —Ahora eres la bruja mayor, Marian. ¿Recuerdas? Ahora tienes el poder de revertir todo esto.  —¿Cómo? ¿Regresando a las cenizas del pueblo? Juan debe haber muerto hace horas...  Las lágrimas tan pequeñas como granos de arena de Therkie se detuvieron en seco. —¿Quieres decir que lo viste con vida?... Marian —le palmeó el rostro con sus patas— Marian ¿Juan estaba vivo?  Ella asintió con los ojos inundados. —¿Entonces qué esperamos? —Marian alzó su acuosa vista al roedor— ¡Si sigue con vida aún podemos salvarlo!  —Pero... Tardaremos más de dos horas en regresar al castillo, nunca lograremos salvarlo...  —¡Mientras hay vida hay esperanza, niña! Iremos... ¡Iremos volando! ¡Conviérteme en dragón de nuevo!  La chica lo miró unos segundos, su varita y su libro había quedado en lo más profundo del túnel, ya era tarde para regresar, si quería hacer un hechizo, debía hacerlo verbalmente. Miró a los ojos al hamster y éste le sonreía.  —Vamos, Marian. Yo confío en ti. Y seguro el príncipe también.  La joven bruja, ahora impregnada de la magia más poderosa de las brujas anteriores, y la sincera amistad de su mentor, se puso en pie. Se irguió en su máxima altura y su voz resonó como una viva orden imposible de incumplir.  —Therkie, serás un dragón de nuevo.  El hamster saltó del suelo y en el aire se transformó en el dragón rojo que había sido siempre bajo el pelaje de un hamster. El túnel era grande y había suficiente espacio para el reptil que sonrió con una larga fila de dientes afilados volviendo a su gloria pasada.  Humo y fuego salió a borbotones de sus fauces en una risa —¡Sube, Marian! ¡Combatiremos fuego con fuego!  ************************************ Una cosa era segura, y era que nunca había visto tanta destrucción y tristeza en el pueblo como ahora. Como en su sueño, la ceniza caía del cielo cual nieve y llenaba el suelo lleno de escombros. El pueblo entero había sido destruido, reducido a cenizas.  De pronto su corazón se sintió pesado y agotado.  —Puedes atravesar el fuego, es un hechizo simple.  —Resiste, mi príncipe —Marian gimió y sus lágrimas se evaporaron al caer al suelo, mezclándose con la ceniza y los carbones todavía ardientes. Y emprendió la vertiginosa carrera al momento de bajar del dragón, que se encargaría ahora de ir a ajustar cuentas con Robin y el rey enemigo.
1 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)