ID de la obra: 1446

Es complicado

Het
NC-17
En progreso
3
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planificada Mini, escritos 17 páginas, 4.272 palabras, 3 capítulos
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Capítulo 2

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—¡Ahí está!—Gritó victoriosa Ragatha. Levantó con esfuerzo, lo que tanto le había llevado tiempo encontrar, su guitarra eléctrica. —¡Sí! ¡Sabía que aquí estaba!—Después, coloco la guitarra de forma horizontal, en sus muslos, mientras la admiraba. —No estaría mal ir a aquella escuela de música.—Se llevo una mano a su barbilla, pensativa. Después recordó lo que había sucedido. —¡No! No puedo volver ahí, ese chico me recordará.—Se llevó las palmas de su mano a todo su rostro, cubriéndolo con pena.—¡Que vergüenza!— Quitó las manos de su rostro y volvió a mirar su instrumento. —Bueno, quizá no lo vuelva a ver.—Colocó nuevamente su guitarra en el estuche al cual pertenecía.—Es un edificio grande.— Cerró el estuche, lo tomó de la agarradera y salió de aquel clóset donde mantenía guardadas todas aquellas cosas que no necesitaba. -   -   -   - —Bueno, ya estoy aquí.—Se dijo así misma, tratando de motivarse mientras miraba el edificio que estaba frente a ella. Agarró con fuerza la cuerda de su estuche de guitarra, que tenía atravesada por su pecho. Analizó la estructura de arriba a abajo, pensando aún si era una buena idea entrar ahí y aventurarse a algo nuevo. —Tengo que intentarlo.—Continuó hablándose a si misma.—Si no lo hago, no podré lograr hacer algo más interesante en mi vida.— Comenzó a caminar, con aire decidido, hacia la puerta principal del edificio al cual pertenecía la escuela de música. Estando a punto de entrar, volvió a detenerse. Estaba nerviosa y no era capaz de si quiera poner su mano en la agarradera de la puerta.  Volvió a replantearse si era una buena decisión, mientras se mordía el labio, ansiosa, por las inseguridades que rondaban en su mente. Hasta que una voz interrumpió todos sus pensamientos. —¿Va a pasar, señorita?— Ragatha volteó, asustada por la impresión de escuchar algo más que su mente. Cuando miró de quien se trataba, se asustó aun más. Se trataba de aquel chico que le sorprendió admirándolo aquel día.  Aquel momento que le causó mucha vergüenza. —Eh...—Se quedó atónita, pero después comenzó a tartamudear, por nervios.—¡No! Y...Yo no pasaré...no.— Se abrazó a sí misma mientras su rostro se tornaba completamente rojo. —¿Gusta que le abra la puerta?—Aquel joven comenzó a acercarse a la pelirroja. —¡No!—Gritó Ragatha, para después taparse la boca con sus manos, arrepentida de gritarle a un desconocido. Aquel chico no pudo pronunciar nada más pues, en cuanto abrió la boca, Ragatha le interrumpió. —¡Puedo pasar yo misma!—Le gritó nuevamente y comenzó a reírse, nerviosamente. Intento jalar la agarradera de la puerta del lado derecho, sin embargo está no abrió  —¡¿Porqué no abre?!—Exclamó angustiada, ya no quería permanecer junto a ese chico un minuto más. —La puerta derecha está en mantenimiento.—Dijo, justo detrás de ella, ese joven, el cual, para ayudarla, tomó la agarradera de la puerta izquierda, a su lado. Ragatha sintió el calor de su cuerpo, y la respiración justo en su oreja, esto le provocó un leve sonrojo al sentir demasiado cerca al chico. —Gracias.—Le agradeció, aún manteniendo ese sonrojo en su rostro. Cuando la puerta se abrió, la pelirroja pasó rápidamente a la recepción, tratando a toda costa de no volver a ver a aquel joven. —Buenas tardes, bienvenida.—Saludó con entusiasmo la recepcionista. Esto hizo que Ragatha volviera a su realidad y a la razón por la que estaba de pie, frente a ella. —Hola...—Respondió a su saludo, aún pensando en si era buena idea. —¿Necesita información?—Preguntó sonriente. Ragatha al fin se decidió. —Si. Quiero tomar clases de guitarra eléctrica.— A la chica de recepción se le iluminaron los ojos al oír la petición de Ragatha. —¡Claro que sí!—De inmediato, la chica tomó una libreta junto con una pluma.—¿Clase intermedio?— —¡No!—Ragatha hizo una pausa, en la cual, se acercó a la chica para susurrarle.—Clase principiante.— —¡Oh! Lo entiendo.—Comenzó a anotar en esa libreta.—¿A nombre de...?— —Ragatha.— -   -   -   - —Bien, ya estoy dentro, no puede ser tan malo.— Caminó por un pasillo, que contenía unas puertas pegadas a la pared. —Salón 3 ¿Dónde estas?— Después de caminar un poco, encontró el salón al cual fue asignada. Abrió la puerta con nervios, pero a la vez, entusiasmada por esta nueva aventura. —Experimentar algo nuevo después de todo, no es tan mala idea.—Pensó Cuando entro al salón, se llevó una sorpresa. Una gran sorpresa. Una mala sorpresa, al menos para ella. —¡Hola! Bienvenida a la clase de principiantes.—Saludó con entusiasmo ese mismo joven que ha estado atormentando su día. Ragatha no hizo más que quedarse quieta, tratando de reaccionar ante lo que estaba presenciando. —¡¿Él?! ¡Pero si se nota a leguas que es clase avanzada!—Pensó, alterada. El joven continúo. —Soy Jax, su profesor de clase principiante.— Ragatha casi se desmaya al enterarse de que aquel chico, al cual observó ese día, en ese mismo edificio, y sentía demasiada vergüenza al recordarlo, sería el rostro que miraría todos los días, a partir de ahora. Se quedó quieta justo en la entrada del salón.  —¡Adelante! Pase, no se sienta nerviosa señorita.—Jax le invito a pasar pues, era evidente el nerviosismo de la pelirroja. Cuando esta reaccionó, no hizo más que dirigirse a un asiento vacío. Entonces pudo observar lo que tenía a su alrededor. Muchas personas con distintas guitarras, con rostros felices y entusiasmados.  A su lado, había un señor que se veía de unos 60 años, aproximadamente. Enfrente de ella, se encontraba alguien aún más joven que ella. Y a un lado de Jax, su profesor, una señora de aproximadamente 40 años. Se dió cuenta que la clase de este joven, era muy diversa. Y eso la hizo sentir cómoda. —Para la señorita nueva...—La voz de su profesor la sacó de la ensoñación.—...esta clase será una clase muestra, así que relájese.— El pelinegro dirigió su mirada a Ragatha, y al mismo tiempo, le sonrió. La pelirroja le devolvió el gesto, aunque un poco imperceptible. Entonces, cada alumno en esa clase comenzó a practicar. Empezó aquel señor que tenía a su lado, y, logro sorprender a la pelirroja, por la gran habilidad que tenía y mantenía al tocar el instrumento. —Bien ahí, solo trata de sostener mejor la guitarra.—Jax lo ánimo  Paso con la joven frente a ella, que de igual manera le sorprendió por como tocaba con facilidad las cuerdas. Esta chica decidió tocar un solo, lo que sorprendió aún más a Ragatha. —Tienes que practicar mejor ese solo. ¡Pero vas muy bien!—Sonrió amablemente. Y así continúo su clase, animando, aconsejando y enseñando a cada persona en ese salón. Ragatha se sentía incluída, porque en ese salón, había lugar para todos. Termino la clase y todos mantenían ese aire animoso. Poco a poco, cada quien fue saliendo del aula. —¡Adiós maestro!—Se despidió el señor que se mantuvo a un lado de Ragatha, siendo el último en salir. Antes de Ragatha. La pelirroja comenzó a caminar hacia la salida. —¡Nos vemos!—Se despidió. Ragatha quería salir lo más pronto posible de ese lugar, porque, aunque fue divertido y cómodo para ella, ya no quería permanecer cerca de aquel joven con el que pasa vergüenza. —Señorita.—Jax la llamó, antes de que pusiera un pie fuera. —Diablos.—Ragatha maldijo en voz baja. —¿Tiene tiempo?— —¿Tiempo? ¿Para qué?—Respondió. —Para continuar con su clase. A todos los nuevos alumnos les doy una pequeña introducción sobre lo principal.—Jax tomo el estuche de Ragatha, lo abrió, y de el sacó su guitarra.—Las partes de una guitarra.—Le sonrió amable. —Oh...—Ragatha lo miró, pues por un momento pensó que Jax, retomaría lo sucedido un día antes.—Claro.—Se alejó de la puerta y tomó asiento en una silla, nuevamente.  Jax se colocó a su lado, sosteniendo la guitarra de la pelirroja. Ragatha sacó rápidamente una pequeña libreta de su bolso, con la portada de color azul, con stickers de conejitos pegados en ella. —Incluso su cuaderno es tan lindo.—Pensó el pelinegro Después de acomodarse, continuó con la lección. —Primero, "ajustaré tu guitarra"—Hizo comillas con los dedos, y llevó su mano derecha a las clavijas, empezando a moverlas.—Ajustar el tono de la guitarra se llama afinación.— —Entiendo...—Dijo concentrada la pelirroja, mientras anotaba en su pequeña libreta. —La guitarra tiene seis cuerdas: E, A, D, G, B, e.— —Hmm.—Ragatha asintió, concentrada en sus notas. —La guitarra, regularmente se conecta a un amplificador, para potenciar su sonido e incluso hacer algunos efectos de sonido.— Jax procedió a tomar de las manos de la pelirroja, su libreta, provocando un leve roce entre sus manos. Tomo un pequeño recorte de una guitarra que mantenía guardado en un estuche del escritorio del salón, además de una pequeña cinta adhesiva. Con ella, pegó el recorte en la libreta y comenzó a hacer anotaciones en ella.   —Estas son las partes de la guitarra.—Dijo mientras le devolvía la libreta, Ragatha se sonrojó brevemente, dado a las atenciones que tenía con ella. Jax continuó. —Regularmente las guitarras tienen 22 trastes, y se producen diferentes sonidos conforme que traste toques junto con que cuerdas toques, ¿Entiendes hasta aquí?— —Oh si, claro.— —¡No entendí nada!—Pensó en sus adentros la pelirroja. —¡Bien! Por que lo intentarás.— —¡¿QUÉ?!—Gritó internamente. Jax le colocó a Ragatha la guitarra, cruzándole la cuerda con la que se sostiene la guitarra.  —Colocate la guitarra en las piernas.— Ragatha hizo lo que le pidió. Comenzó a agarrar torpemente los trastes de la guitarra. Jax lo observó y soltó una pequeña risa. —Coloca los dedos sobre las cuerdas...—Tomo la mano de la pelirroja por el dorso, ayudándole a colocar de manera correcta los dedos en las cuerdas.—...justo así.— Ragatha empezó a tensionarse por la cercanía que este mantenía. —Relaja los hombros.—Colocó una de sus manos sobre su hombro derecho, tratando de aligerarlos.  —Cierto.—Soltó una risa pequeña. Y empezó a relajarse. Jax pasó su brazo desocupado por la espalda de la pelirroja, y, metió su mano por el hueco que había entre el brazo de Ragatha y la guitarra. —Esta posición aligera el peso de la guitarra.—Enderezó con su mano la espalda de Ragatha. La pelirroja ahogó un grito. —Yo tocaré las cuerdas mientras tú sostienes los trastes.— Ragatha asintió, atenta a los movimientos del joven. —Mantén presionado el segundo traste de la cuerda E aquí.—La pelirroja lo hizó.—Ahora el quinto traste.—Ragatha continuó y siguió la orden.—Ahora suelta el traste.—Jax tocó la cuerda E.—Y ahora si repetimos esto...—Ragatha entendió la señal y comenzó a sostener los trastes.—...y tocamos la cuerda E...—De inmediato, una melodía salió de la guitarra, con ritmo y a buena velocidad. —¡Wow!—Ragatha se sorprendió y al mismo tiempo se emocionó.—¡Es tan simple y aún así se puede lograr algo!— La emoción de la pelirroja conmovió a Jax, provocándole una sonrisa, mientras la miraba. —¿Hay más ejercicios así de sencillos?—Ragatha lo miró, con un brillo en los ojos. —Claro. ¿Quiere aprenderlos?— -   -   -   - —¡Dios! Es muy tarde ya. Perdón por entretenerlo tanto tiempo.—Ragatha se disculpó. —No pasa nada, prácticamente estoy saliendo del trabajo. Podemos salir juntos.— Ragatha asintió, tímida. —Por cierto, señorita Ragatha, ¿Es su primera vez tocando.— —Así es.— —Lo suponía. Las cuerdas de su guitarra estaban muy flojas. ¿Hace cuando la compró?— Ragatha se llevó una mano a su barbilla, tratando de recordar. —Bueno, ayer cumplí 30, así que la compré hace exactamente 9 años.— —¡¿Ayer fue su cumpleaños?!—Jax se sorprendió por la revelación. —Si...¿Por qué?—Cuestionó, algo cohibida, pues es una edad en la cual a las personas les empieza a dar vergüenza contar cuantos años tienen.  —Entiendo.—Rodeó a Ragatha por los hombros.—¿Qué le parece si vamos a tomar una copa para celebrar su cumpleaños juntos?—
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