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En el instituto Furin todos intentaban ayudar. Mientras que los chicos de primero organizaban todo en la terraza, Umemiya esperaba algo ansioso a que llegaran los invitados. No es que ver a sus amigos le causaran esta incertidumbre, era más bien el grupo de Shishitoren. Ya ha escuchado muchos rumores sobre la chica en esta pandilla, y no puede evitar sentir una curiosidad que crece y crece cada día más. Porque esa chica debe ser muy interesante. La gente comenzaba a llegar. Sakura como siempre estaba peleando con Sugishita, aunque este segundo es el que empezaba siempre. Umemiya les echaba un ojo desde la distancia. — Oh, es adoraaaaaable. — Escuchó decir a Tsubaki. Y entonces alzó la vista hacia donde miraba Tsubaki. Allí la vio, la chica de los rumores. A simple vista parecía alguien adorable, sí. Su cabello lucía largo atado en una coleta alta, y aun así se veía super esponjoso, Umemiya quería tocarlo. También quería apretar los mofletes de la chica que se notaban al sonreír con sus dedos. Umemiya casi chilla al notar que la chica lo miraba. El contacto visual fue breve, pero suficiente para hacerle pensar que esos ojos oscuros serían su perdición.***
Tras dar el discurso de bienvenida, todos comenzaron el día de convivencia y alegría que pretendía ser este evento. Ame fu junto a Inugami para apoyar a Sako en su charla con Hiragi. Aunque fueron pillados espiando junto a Arima y Kanuma. Sako habla muchísimo cuando se enfada. Ame le puso ojitos de animalito herido y consiguió librarse de la situación. — Tramposaaaaa. — Lloriqueó Kanuma. Ame solo puso sonreír victoriosa. Con esta escenita se le pasaron todos los nervios. Incluso fue capaz de presentarse ante Hiragi junto a Inugami. Necesitando algo de calma fue hacia un rincón de la terraza junto a su bebida. No sabía que en una terraza se pudiera tener un huerto, pero debía admitir que era hermoso. Se perdió en sus pensamientos mientras observaba las plantas y brotes de verduras. Le daba una sensación de paz y en ella crecía un anhelo que no sabía descifrar. — ¿Te gustan? — Preguntó una voz varonil detrás de ella. — Sí, se nota que este huerto está bien cuidado. — Comentó Ame girándose lentamente. Sus ojos se toparon con un chico peliblanco de ojos azules. Alguien a quién reconocía como el líder de Bofurin, al menos eso entendió en el discurso de bienvenida. Y por raro que pareciera, la sensación de paz creció aun más al perderse en esos ojos azules que la miraban con intensidad. Pero pronto la burbuja entre ellos se rompió. — Ame, ¿dónde estás? — Oyeron gritar cerca a Tomiyama. Ame le dedicó una suave sonrisa a Umemiya. Aunque deseaba quedarse y hablar un poco más con él, por alguna razón quería eso. Pero sabía lo protector que era Choji incluso si de amigos suyos se trataba. Ame puso los ojos en blanco ante ese pensamiento, aunque no le molestaba en lo absoluto cómo eran sus “hermanos mayores”. — Ya nos veremos. — Se despidió Ame haciendo un gesto con la mano. — ¿Es una promesa? — Sonrió tontamente Umemiya. Ame asintió y salió corriendo en busca de sus compañeros. Umemiya no supo por qué preguntó si era una promesa. Quizá solo quería asegurarse de verla una vez más.