Shishitoren's princess | Umemiya Hajime

Togame Jo es alguien que percibe los cambios. Alguien que se da cuenta cuando algo va mal, y esa sensación que sintió Ame, bueno, no solo la sintió ella. Togame, seguro de que sus sospechas son ciertas, se adentra en los callejones. Buscando cualquier evidencia de que la princesa de su grupo está siendo acosada. Porque duda que el objetivo sean él o alguno de sus compañeros. No. Está seguro de que el objetivo de lo que sea que está por venir, es Ame. Se enreda en las calles más tenebrosas de esa parte de la ciudad. Sigue los pasos del silencio, intentando captar cualquier cosa que los haga delatarse. Porque está segurísimo de que siguen ahí. A la espera de que Ame esté sola. Está por regresar cuando escucha varios pasos acercarse. Y en un segundo ya está rodeado, lo que lo hace motivarse. Será una buena pelea y además, esto confirma sus sospechas. Estaban siendo vigilados. Golpe tras golpe a cada uno de sus adversarios se hace camino hacia la verdad. Pregunta y cuando no le dan la respuesta que espera, los noquea. — Suéltame. — Implora el último que queda en pie. — Dime lo que sabes. — Ordena Togame. — ¿Qué es lo que queréis con Ame y Shishitoren? — Pregunta casi perdiendo su paciencia por completo. Una sonrisa cínica del hombre se escapa. — No vale la pena proteger a esa chica. — Y decir eso es motivo suficiente para recibir un golpe más. Togame no ha conseguido la información que esperaba, pero al menos ha confirmado que van por Ame.

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Ame no sabe cómo ha conseguido librarse del interrogatorio de sus amigos. Lo que cuenta es que está frente al edificio que constituye el instituto Furin. Se adentra en el lugar y sube todas las escaleras hasta la azotea. Es vista por algunos alumnos, pero nadie parece verla como un potencial peligro. Así que se pasea por el lugar sin que nadie la moleste. La puerta de la azotea se abre antes de que ella tenga la oportunidad de abrirla por ella misma. Observa a Hiiragi y a Tsubaki. No recuerda sus nombres, pero la sonrisa de Tsubaki le hace sentir que no hay problema con estar allí. Pronto se ve siendo arrastrada hacia la azotea. — Ume, ¡mira quién está aquí! — Dice con la voz alzada Tsubaki. Ame se sonroja de un momento a otro. No esperaba que el encuentro fuera así. Cuando está frente a Umemiya, solo puede sonreír. — Son para ti, hice para mis compañeros y decidí hacer para ti también. — Dice Ame de sopetón y con las palabras atropellándose de lo rápido que habla. Umemiya acepta las galletas y le dedica una brillante sonrisa. Hiiragi arrastra a Tsubaki fuera de allí para dar intimidad. Cualquiera vería que hay química entre esos dos y no es como que Hiiragi no tenga cosas más importantes que hacer que estar de espectador.

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Pasa las horas entre risas cómplices. Ame ayudando a Umemiya a plantar las rosas blancas, hace que el ambiente sea ameno y especial. Porque Ame no tiene ni idea de cuidar plantas, pero confía en que Umemiya lo hará bien. Además, podrá venir a ver las flores cada vez que quiera. Y eso suena como una invitación que no puede rechazar. Ame nota las miradas de reojos que le lanza el líder de bofurin. Y no puede hacer más que sonreír sutilmente cada vez que lo pilla mirándola. La atmósfera que se crea entre ellos es un tanto romántica. Umemiya nunca ha estado interesado en el amor. No necesita amor si tiene a su familia. Pero Ame le crea una sensación extraña. Ame es la responsable de que le lata fuerte el corazón, de que las manos tiemblen. Sí. Ame es la culpable de que Umemiya esté experimentando nuevas sensaciones. De que este anhelando cosas, muchas cosas que no puede decir cada vez que se ve reflejado en los ojos de Ame. “Me voy a volver loco por ti”.Piensa Umemiya cuando la ve concentrada con las semillas de rosa.