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Tras una hora en que Ame relata resumidamente su historia, Umemiya siente que la ira lo invade, que se acumula en su pecho de manera violenta. Y Choji no está mejor. Ese tal Hanzo no solo se aprovechó de la confianza de Ame, no solo se obsesionó de manera insana con ella. No, no se conformó con eso. Profanó su cuerpo ejerciendo la violencia, hizo mucho más de lo impensable. La manipuló hasta el punto de hacer creer a la joven que ella era el problema. Que Hanzo se fue del país para alivio de Ame, alivio que duró poco cuando meses atrás lo volvió a ver. Mierda.Umemiya trataba de controlar las náuseas que subían por su garganta. Pensar que Ame había pasado por algo así y que ni siquiera había terminado… Dolía. Ame apartó la mirada. Estaba como ida después de todo lo que había contado. Aún se sentía decepcionada, de sí misma, por caer en las manipulaciones de Hanzo. La chica sabía que no era perfecta, pero no se merecía que tomaran su “amor” a la fuerza, no se merecía nada de lo que pasó. Y es que nadie lo merece. Pero recordar todo aquello solo hacía que su plan cobrara fuerza en su mente. Se atrevió a mirar a Umemiya a los ojos y después posar su mirada en Choji. Dejó que se dibujara una sonrisa triste en ella. Tenía a los dos tesoros más importantes para ella en ese momento frente a frente. No iba a permitir que siguieran arriesgándose. Quería que a los que consideraba su familia estuvieran bien. Si era a costa de su propio bienestar… era un precio que estaba dispuesta a pagar.***
Choji salió de la casa una hora más tarde. Umemiya se quedó. El sabor amargo no se iba de la boca del chico. No podía entender cómo Ame seguía en pie. Las mujeres son fuertes. Sin intenciones de irse, Umemiya se quedó allí toda la noche velando el sueño de Ame. Se quedó observándola como un tonto enamorado, porque lo era.Hasta que el sueño llegó a él y se durmió arropando con sus brazos a la chica.***
A la mañana siguiente Umemiya despertó solo en la habitación. Solo había una nota que decía: “He ido a hacer algo que debía hacer mucho tiempo, regresaré a tu lado, no te preocupes… con amor, Ame.” Y eso bastó para despertar todas las alarmas de Umemiya.