ID de la obra: 1457

Shishitoren's princess | Umemiya Hajime

Het
NC-17
Finalizada
2
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
46 páginas, 13.440 palabras, 22 capítulos
Descripción:
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15

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El tiempo pasaba con tortuosa lentitud. Ame sentía como si el aire se escapara de sus pulmones sin opción a regresar, como si ya no pudiera respirar sin sentir un peso. Se sentía esclava de sus propias decisiones y sabía que no había más responsable que ella misma. Sabía que a su padre le daría igual no tenerla en casa, seguramente el hombre ni había notado su ausencia. Y esa realidad hacía que algo ardiera en su corazón. Pero ya no había vuelta atrás. ¿No? Estaba condenada a pasar sus días junto a Hanzo hasta que este se canse de ella. Hasta que este deje de verla como un preciado tesoro, como un objeto de coleccionista. Si repasaba su vida, y tenía mucho tiempo para ello en aquella habitación, no entendía cómo alguna vez pudo confiar en él. Cómo alguna vez fue tan importante para ella y ahora solo es un tormento. Y lleva siendo el causante de su dolor demasiado tiempo, a decir verdad. Odiaba la mirada segura de Hanzo. Esa mirada que la observa hasta hacerla sentir los nervios a flor de piel, de mala manera. Y esa sonrisa de tenerlo todo bajo control. ¿Cómo fue que acabaron así? ¿Siempre fue un desquiciado y ella lo vio demasiado tarde? Mientras el tiempo parece pasar con descaro, recordando que está atrapada. Ame no puede evitar preguntarse, con la mirada perdida en la ventana, si aguantará esta situación. Sigue esperando ser salvada, aunque sepa que es egoísta y que es contraproducente en cuanto a la decisión que ha tomado. Pero su corazón esperanzado sigue soñando con la calidez de Umemiya. Y se maldice a sí misma porque ya no cree poder tenerlo.

***

Entre el caos de no tener las respuestas que necesita, Tomiyama se siente nublado por la ira. Nunca le había parecido que las horas pasaban tan rápido hasta ese momento. Porque Choji se estaba volviendo loco. Loco por no saber si Ame está bien, y teniendo la corazonada de que no, no lo está. Los problemas en la ciudad habían parado y eso sería bueno si no supiera que eso es cosa de Ame. Que Ame se estaba sacrificando por todos. Y él no permitiría eso. No importa que arda la ciudad, el mundo entero, da igual, solo importa la felicidad de esa chica que ve como su hermana. Así que Choji Tomiyama buscaba respuestas. Debía encontrar a alguno de los delincuentes que sirven a Hanzo, debía sacar la información a la fuerza. No había más tiempo que perder. Si sus puños son pesados por las personas que le importan, debía usarlos. Había que ser más astutos. El silencio y la quietud reinaban en la ciudad. Una calma que resultaba feliz para todos aquellos que vivían ajenos a la situación. Sin embargo, podías notar a los chicos de furin buscando algo, atentos a cada movimiento. También se podía notar a los chicos de shishitoren buscando algo en los suburbios y en las afueras. Se notaba esa tensión en medio de la calma, se podía notar que algo fallaba dentro de todo este juego. “Ame, tienes que estar bien, tienes que aguantar”Era como un mantra en la cabeza del líder de Shishitoren. La desesperación podía notarse en todos los que compartieron algún momento agradable con Ame, de todos aquellos que pudieron ver a una hermana en ella, de todos los que compartieron momentos con ella. Porque no solo Choji estaba afectado. El ambiente en Shishitoren había cambiado totalmente. Un silencio inquebrantable, una promesa no escrita, una decisión tomada por todos aquellos que quieren a Ame. Esa chica removió demasiados corazones y ahora solo pueden devolverle el favor, luchando para hacerla libre. — Encontré una rata. — Informó Sako llegando a la base arrastrando consigo a un hombre golpeado, aunque consciente. El hombre gritaba y forcejeaba por liberarse. Pero no correría esa suerte. Sako lo vio rondar la ciudad y escuchó una llamada telefónica bastante sustancial. Estaba seguro de que este hombre tenía la información que necesitaban. Togame se acercó con una mirada fría, indescifrable. Se agachó a la altura del hombre y con una mano sostuvo su mandíbula, haciendo que este lo mirara. — Guarda silencio. Ahorra ese griterío porque solo me interesa una cosa de ti. — Dijo con lentitud amenazante Togame. Claro que golpearlo no serviría para obtener la información deseada. No. Había algo más, había que ir un paso por delante. Y Sako señaló algo importante: de su bolsillo sacó el móvil del hombre, ya desbloqueado y listo para sacar de ahí todo lo que necesitaran. No sabían si obtendrían lo que querían. Sin embargo, debían aferrarse a la esperanza de que en ese aparato estarían todas las respuestas.
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