14. Desobediente
24 de mayo de 2025, 1:32
Año 2005. Piso de George.
—¿Por qué eres tan desobediente Gabrielle? —preguntó George con una sonrisa traviesa.
George no estaba enojado.
—Yo no soy desobediente —respondió Gabrielle con petulancia.
Porque era verdad, Gabrielle no era desobediente. Gabrielle desde niña había aprendido a obedecer a papa, maman, Fleur, grand-mère y a otras figuras de autoridad como Madame Maxime. Si ella fuera desobediente, no se hubiera graduado con éxito de Beauxbatons. Que George dijera que ella era desobediente, le molestó mucho; ella muchas veces había respetado a las figuras de autoridad.
Claro, una que otra vez ella había sido desobediente, pero ¿quién no había sido desobediente alguna vez en su vida?
—¿Segura? —cuestionó George con una sonrisa.
—Pguebame —contestó impulsivamente Gabrielle.
La sonrisa de George solo se ensanchó.
—Bien —dijo George satisfecho con toda la situación.
George se sentó en un sillón que estaba en la sala.
—Acércate y ponte de rodillas frente a mí —ordenó George con una sonrisa.
Gabrielle se quedó pasmada. Gabrielle seguía de pie en medio de la sala.
—¿Vas a obedecer Gabrielle? —indagó George.
—¿Qué estás tgatando de haceg Geoge? Lo que estés planeando, yo sé que no es bueno —dijo Gabrielle mientras se acercaba a George.
Gabrielle se puso de rodillas y puso sus codos sobre los muslos de George como apoyo.
George todavía sonriendo, acercó su mano al rostro de Gabrielle y acarició la mejilla de Gabrielle.
Gabrielle tragó saliva.