ID de la obra: 198

Montaña o Ciudad, Siempre Te Voy a Amar

Gen
G
En progreso
1
Fandom:
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Mini, escritos 26 páginas, 8.733 palabras, 6 capítulos
Descripción:
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Capítulo 4

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"¡Chase!"  Gritó Marshall, entrando a la casita de su amigo, sus ojos llenos de sorpresa. "¡Estás sobre Everest!" Chase se levantó de un salto, sobresaltado. "¿Qué? ¡No, no es lo que piensas!" intentó explicar mientras se acomodaba, nervioso. Marshall cruzó las patas, observándolo con desconfianza. "¿Sabías que estuviste acostado sobre ella por dos horas?" Chase bajó la cabeza, algo avergonzado. "Fue un accidente…" Everest, quien acababa de despertarse, lo interrumpió. "Marshall, cálmate, por favor." "¡No me voy a calmar! ¿Por qué hiciste eso, Chase?" preguntó, incrédulo. Chase intentó balbucear una explicación, pero Everest lo defendió rápidamente. "Yo le pedí a Chase que durmiera a mi lado, Marshall" dijo firme, tratando de calmar la situación. Marshall la miró, sin creer del todo. "Eso es imposible… solo estás diciendo eso para cubrirlo, ¿verdad?" Everest suspiró, con un toque de paciencia y firmeza en su voz. "Marshall, lo siento, pero si vas a seguir molestando así a Chase, voy a tener que pedirte que te retires" —dijo con un tono definitivo. Marshall abrió la boca para replicar, pero se encontró sin argumentos. Finalmente, giró sobre sus patas y se marchó, mientras Everest cerraba la puerta con un suspiro. Chase miró a Everest, algo sorprendido. "¿No fue un poco… cruel?" Everest asintió, pero sonrió con suavidad. "Tal vez, pero tenía que defenderte, Chase." Chase bajó la mirada, agradecido. "Gracias, Everest, pero… realmente dormí sobre ti. Y todavía no me creo eso de que 'tú me lo pediste'." Ella le sonrió con picardía. "Fue solo una mentirita piadosa." Chase suspiró, su expresión llena de gratitud y un toque de preocupación. "Aun así, Marshall no se merecía que lo tratáramos así." "Tienes razón" admitió Everest. "Pero tampoco quería que te sintieras peor. Estás pasando por un momento difícil, con lo de Skye y todo…" Chase frunció el ceño, no queriendo revivir ese dolor. "No hablemos de eso… mejor disfrutemos el día." Everest lo miró con una sonrisa, pero su tono fue suave y cuidadoso. "Chase… recuerda que aún estás enfermo." Chase le devolvió la sonrisa. "Creo que estaré bien." Justo en ese momento, Ryder apareció en la puerta, mirándolos con una mezcla de curiosidad y simpatía. "Hola, Chase. ¿Cómo te sientes? ¿Sigues enfermo?" Chase respiró hondo y luego suspiró. "Ya no me siento mal físicamente… pero sigo triste." Ryder frunció el ceño, preocupado. "¿Esto tiene algo que ver con lo que pasó en Ciudad Aventura?" Everest lo miró con curiosidad. "¿Ciudad Aventura?" Chase asintió, pero desvió la mirada. "No es eso, Ryder…" Ryder lo observó con paciencia. "¿Entonces qué pasa, Chase?" Chase bajó la mirada, avergonzado. "Me declaré a la cachorra que me gusta… pero me rechazó." Ryder miró a Everest y asintió, como si entendiera. "Everest… ¿por qué lo rechazaste?" Ambos cachorros se miraron, sonrojados y sorprendidos. "¡No, no, no!" se apresuró a decir Chase. "No era Everest. Me declaré a Skye." Ryder parpadeó, claramente confundido. "¿Qué?" —exclamó Ryder, llevándose una mano a la cabeza—. "¿No estás enamorado de Everest?" Chase soltó una carcajada nerviosa. "No… ¿por qué lo estaría? Ni que fuera Marshall." Everest lo miró, sorprendida y algo avergonzada. "¿Qué dijiste, Chase?" Chase tragó saliva, dándose cuenta de su error. "No… no debí decir eso." Everest lo miró con calma, aunque un poco herida. "Sabes, voy a buscar a Marshall" —dijo finalmente, saliendo de la casita. Ryder, sin embargo, no pudo contener una risa ligera. "¿Marshall está enamorado de Everest? Vaya, y yo pensando que le gustaba Skye." Chase negó rápidamente con la cabeza. "No lo digas ni en broma. Marshall jamás pensaría en Skye de esa forma." Ryder asintió, levantando las manos. "Está bien, está bien. Ahora, ve a relajarte un poco con los otros." Chase asintió, aunque su mente seguía en otra parte. Al salir, vio a los demás cachorros jugando cerca… excepto a Marshall. "¿Dónde está Marshall?" Preguntó, preocupado. Everest, que acababa de regresar, le respondió con voz suave. "Está en su casita. No sé si te recibirá, pero… puedes intentarlo." Con una mezcla de curiosidad y preocupación, Chase fue hacia la casita de Marshall. Al acercarse, vio que la puerta estaba cerrada y que Marshall parecía reacio a abrirle. "Marshall… ¿podemos hablar?" "No quiero hablar contigo" —respondió Marshall, su tono seco. Chase frunció el ceño, sorprendido por la dureza en la voz de su amigo. "¿Y eso por qué?" Marshall soltó un suspiro de frustración. "Por tu culpa, Everest no me ama." Chase se detuvo, tratando de entender. "¿De qué estás hablando, Marshall?" "Le confesé mis sentimientos… y me rechazó." Chase sintió una punzada de simpatía, entendiendo su dolor. "Marshall, entiendo cómo te sientes. Skye también me rechazó y estoy pasando por lo mismo. Necesitamos el apoyo de los otros." Marshall rió amargamente. "¿Y qué? ¿Lo encontraste con Everest?" Chase sintió un nudo en el estómago, frustrado por la incomprensión de su amigo. "Si eso es lo que piensas de mí… entonces hazlo. Yo me voy con Ryder." Mientras tanto, en el cuartel, Everest estaba charlando con Rubble, Rocky y Skye, quienes discutían sobre un libro que acababan de leer. "A mí me pareció muy romántico" dijo Everest, sonriendo. "Para mí fue emocionante, pero el capitán fue irresponsable al no evitar la zona de icebergs" opinó Rocky. Rubble se encogió de hombros. "Yo no entendí mucho." Skye rodó los ojos, algo molesta. "Me pareció cursi." Rocky la miró con una sonrisa astuta. "Eso lo dices porque no estás enamorada, Skye. Ya verás cuando te enamores." Skye negó, decidida. "Eso no va a pasar. Voy a estar soltera para siempre." Todos la miraron, incrédulos. "Sí, claro" respondieron al unísono. De pronto, el comunicador de Everest sonó. Era Jake, llamándola desde la montaña. "Everest, ya es hora de regresar." Everest bajó la mirada, algo desanimada. "Está bien…" Ryder, que pasaba cerca, notó su expresión y se acercó. "¿Por qué estás triste, Everest?" Ella suspiró. "Es que cuando Jake se va, siempre me quedo sola en la cabaña." Ryder la observó, pensando. "¿Quieres que alguno de los cachorros te acompañe? Podría ser…" Everest lo interrumpió de inmediato, su voz emocionada. "¡Chase! ¿Puede ser Chase?" Ryder se rascó la barbilla, un poco dudoso. "No estoy seguro, Everest… Chase es el cachorro policía y segundo al mando." Everest bajó la cabeza, su tono un poco más triste. "Él también necesita un descanso, Ryder. Ha estado deprimido, entre Ciudad Aventura y el rechazo de Skye." Ryder lo pensó un momento y luego asintió. "Tienes razón… Aunque aún falta que Chase esté de acuerdo." Everest sonrió emocionada. "¿Le preguntarás, por favor?" "De acuerdo, si él acepta, podrá quedarse contigo una semana." "¡Gracias, Ryder!" Everest, emocionada, saltó sobre Ryder y le lamió la cara. Ryder se rió, limpiándose. "No te preocupes. Voy a hablar con él." Con Chase Chase caminaba lentamente, sus pensamientos oscuros, hasta que Ryder se le acercó. "Hola, Chase. ¿Cómo te sientes?" Chase suspiró. "Ya no estoy enfermo, pero… sigo sintiéndome triste." Ryder sonrió y le puso una pata en el hombro. "Espero que esta noticia te anime un poco." Chase lo miró, intrigado. "¿Qué noticia?" "¡Te vas de vacaciones!" Chase lo miró, sorprendido. "¿Qué? Pero… ¿dónde y cuándo?" Ryder le sonrió con calma. "Everest pidió que la acompañes a la montaña. Dice que se siente sola cuando Jake no está, y creo que este descanso te vendrá bien." Chase se quedó en silencio, tratando de procesar la idea. Por un lado, el rechazo de Skye todavía le dolía, y la idea de estar lejos del equipo por una semana lo inquietaba. Pero por otro, la perspectiva de descansar, desconectar y pasar tiempo con Everest sonaba… tentadora. "No estoy seguro, Ryder. ¿Y si el equipo me necesita?" Ryder sonrió con comprensión, poniendo una mano en el hombro de Chase. "Chase, has trabajado muy duro. Nos encargaremos aquí, y si realmente necesitamos tu ayuda, te llamaremos. Pero creo que esta es una buena oportunidad para despejar tu mente y recargar energías." Chase dudó por un momento más, pero finalmente asintió. "De acuerdo… supongo que no me vendría mal." Ryder sonrió satisfecho. "Perfecto. Entonces, ve y prepárate. Everest estará encantada de saber que irás con ella." Chase asintió y, tras despedirse del resto del equipo, fue a empacar sus cosas.
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