La magia está alrededor

Era la 1 de la mañana del 1 de abril del 2006, cuando Gabrielle se despertó. Al lado de Gabrielle estaba la silueta de George sentado en la cama, encorvado. Eso fue lo que Gabrielle pudo divisar con la poca luz que se filtraba de las luces de los demás edificios, ya que George ni se había molestado en prender alguna pequeña luz con su varita. —¿Geoge? —preguntó Gabrielle mirando a George. Con la poca luz y solo la silueta, Gabrielle divisó como George giró un poco su cabeza en dirección a ella. —Se supone que hoy, yo debería estar alegre y compartirlo con mi hermano Fred. Pero no puedo. No puedo —dijo con dolor George. Gabrielle solo se limitó a agarrarle la mano a George. —En nuestro cumpleaños, Fred y yo le hacíamos bromas a la familia, nos hacíamos bromas a nosotros. Al despertarnos, solo por prevención nos veíamos en los espejos para ver si uno había sido más listo y rápido que el otro, y le había llenado la cara con garabatos dibujados con plumón. Un día Fred estuvo por delante de mí y me rayó la cara con un plumón permanente —agregó George. Gabrielle se rió ante lo dicho por George, al imaginarse a su novio tratando de quitarse las manchas de tinta de la cara. Luego Gabrielle se forzó a dejar de reír rápidamente, porque ella no estaba segura de si George viera su reacción como algo grosero de su parte. George le acarició la mejilla a Gabrielle. Aquella caricia, Gabrielle la interpretó como que, para George, la risa de Gabrielle, no había sido ninguna ofensa. —¿Piensas hacegme una bgoma hoy Geoge? —preguntó Gabrielle buscando averiguar. —¿Por qué no vas a verte en el espejo del baño cariño? —preguntó George con una voz que pareció sonar burlona. Gabrielle rápidamente se puso de pie en el suelo, se puso las pantuflas y corrió hasta el baño que estaba dentro de la habitación, hizo aparecer pequeñas bolas flotantes y brillantes de luz con la varita, y frente al espejo lo vio; vio los innumerables garabatos que le había dibujado George en el rostro. Algunos garabatos en el rostro de Gabrielle eran corazones, otros eran cisnes. Gabrielle también divisó algunas palabras en su cara: “Te amo Gabrielle”. —¡Geoge! ¡Apgecio el detalle! ¡Pego espego que la tinta no sea pegmanente! —gritó Gabrielle con las mejillas sonrojadas. ¿Por qué estaba sonrojada Gabrielle? ¿Era por la vergüenza? ¿O por el enojo? ——-oOo——- Otra vez Gabrielle estaba acostada en la cama junto con George. George ahora estaba hablando de la gran guerra que había acontecido en Hogwarts. Gabrielle escuchó atentamente a George. Era notorio la gran marca que había dejado la guerra en George. George mencionó algunos nombres de personas que participaron en la guerra y perecieron. A Gabrielle como oyente, escuchar sobre aquella guerra, era una sensación agria, sin embargo, a Gabrielle le ayudaba a entender un poco mejor lo que vivieron George y Fleur en aquellos años.