Capítulo 10
Territorio de serpientes
La noche del supuesto baile llego, por suerte para Hermione los chicos tenían entrenamiento de Quidditch así que pudo salir sin tener que inventarse una excusa, llegó a la sala de menesteres, pero Draco no estaba ahí, solo una enorme caja, cuando la abrió dentro de encontraba un vestido verde oscuro largo con un escote en V, varios accesorios y una máscara color negro con plumas en la parte izquierda. En la tapa de la caja se encontraba una pequeña nota con la perfecta caligrafía de Draco: “El verde te luce mejor” resignada la castaña se puso el vestido, que a decir verdad le quedaba bastante bien resaltando mucho su figura, por último, se puso una capa negra que la cerrarla cubría ligeramente el vestido y salió nuevamente de la sala de menesteres. Al otro lado de la pared un alto y muy elegante chico rubio con un traje negro, corbata verde la miraba con sus penetrantes ojos grises detrás de una máscara negra con pequeños detalles iguales a los de Hermione. El chico extendió su mano hacia la castaña para que la tomara que acepto con una tímida sonrisa, pues si antes su mirada la intimidada detrás de esa máscara lo hacía aún más. El camino hacia las mazmorras fue callado, la castaña utilizo uno de los pasillos que aprendió del mapa del Merodeador para evitar ser vistos. Cuando llegaron a la pared de piedra, Draco dijo “Sangre pura” logrando que se abriera un pasaje largo y un tanto oscuro. —¿Nunca cambian la clave? —dijo la castaña mientras caminaban unos cuantos pasos. —¿Y tú como sabes nuestra clave? Hermione decidió callar, pero antes de llegar a la sala común que se podía observar ya iluminada por lámparas en el techo de color verde, el rubio se frenó mirándola. —No me hagas entrar en tu mente ya dilo. —Harry y Ron entraron en segundo año usando la poción multijugos. Se transformaron en Crabbe y Goyle, para sacarte información del heredero de Slytherin. —Lo recuerdo algo me dijeron ese par de bobos, pero no les hice caso, claro… por eso se pusieron así cuando les dije que quería que tú murieras. —¡Que tú qué! —El basilisco mato una sangre sucia la primera vez, quería que seas tú quien muriera esa vez. —¡Y me lo dices así! —¿Querías que te lo diga con flores? Hermione bajo la cabeza así que Draco se apresuró a decir: —No lo pienso ahora. —¡Deja de leer mi mente! —No necesito leerla, basta con verte —Draco se puso frente a la castaña para hacer que lo mire —tenía 12 años Granger, era estúpido e inmaduro, no sabía lo que decía, ahora lo sé y no quisiera que murieras. Hermione sonrió tímidamente. —No puedo quedarme sin profesora, por más irritante que sea. La castaña puso los ojos en blanco, ese si era el verdadero Draco Malfoy, por su parte el rubio dio unos pequeños golpes en la pared donde apareció otro pasaje. —Lista para entrar a territorio de serpientes —dijo Draco con una sonrisa arrogante, la castaña suspiro ganando valor y entro. El pasadizo se cerró al instante y la música inundó sus sentidos. Una sala con un leve iluminado verde adornaba el lugar. Los tragos volaban atravesando el lugar y el humo del tabaco daba un aspecto de neblina. Avanzo despacio observando como la sala estaba repleta de personas despreocupadas riendo, alcoholizándose sin importarles en lo más mínimo que afuera se desataba una guerra, claro era un círculo de sangres pura, adinerados y despreocupados porque tenían asegurado su pellejo. El solo pensarlo hizo que su sangre hirviera. —Hola linda. —Un joven alto de increíbles ojos verdes tomo del rostro a Hermione, pero antes de que pudiera actuar, el chico se alejó siendo empujado unos cuantos metros. —Si aprecias tu patética vida, no vuelvas a tocarla. —Draco lo tenía sujeto del cuello de su camisa y el chico en cuanto lo escucho se pudo notar el miedo. —Malfoy… yo no sabía… no… —¡Largo! —grito el rubio al tiempo que lo soltaba, luego tomo del brazo a la castaña para arrastrarla hacia los pequeños sillones al fondo de la sala. —No te alejes de mi —dijo Draco con reprimenda —no quiero tener que maldecir a toda la fiesta… —Eso fue grosero —¿Qué? ¡Querías irte con el acaso! —No, claro que no, pero… No pudo seguir hablando pues fue arrastrada al centro del salón, Draco le dio una pequeña vuelta y luego la acercó hacia él tomando su cintura. —No se puede ser amable aquí castaña… —hablo el rubio, Hermione se imaginó que el apodo era porque no podía decir su apellido sin ser delatada —esta gente se lleva por la intimidación si no actuó como un jodido desgraciado alguien más podría tomar mi lugar y eso no lo puedo permitir. —El respeto no se gana con miedo —No con miedo, pero sin con autoridad y yo soy la autoridad en las serpientes, por eso me respetan y por eso tengo su lealtad ¿o crees que el par de idiotas de Crabbe y Goyle seguirían mis órdenes si no fuera por quién soy? La castaña no contesto, nuevamente giró en los brazos de Draco para regresar al pecho del rubio mientras su mano la aprisionaba posesivamente intimidándola con sus gris y potentes ojos. —¿Siempre hacen esto? Las fiestas. ¿No les afectan las desapariciones? —Supongo que la mayoría está asustada, pero estamos aquí encerrados no hay mucho que podamos hacer ¿o sí? —¿Tú no estás asustado? —¿Por qué debería? —No sé, tal vez por tu misión. ¿No la has logrado o sí? —Eso no te importa ¿o sí? —Si es algo que me afecta, sí. El cuerpo de Draco se puso tenso al tiempo que soltaba y alejaba a la castaña. —Tu si sabes cómo arruinar una noche. Dio media vuelta para irse, pero lo hizo tomado de la mano de la castaña arrastrándola nuevamente a los sillones dónde se sentó rápidamente. —Hasta que te dignaste en venir Draco —hablo Blaise quien se encontraba sentado frente con un vaso de whisky de fuego. —Y tú eres… —interrumpió Theo mirando a Hermione. —Nadie quien te importe Nott —contesto Draco fulminándolo con la mirada. —Te diré bonita entonces —contesto el chico con una sonrisa ladeada disfrutando del visible rostro molesto de su amigo, luego extendió un vaso hacia la castaña con la intención de que lo tomara, pero el rubio se le adelantó arrebatándole el vaso. —Ella no toma. —De hecho—, intervino Hermione —sí lo hago y sabes que más hago, bailar con alguien que no sea un idiota. Dicho esto, la castaña se levantó del asiento ante la atenta mirada de molestia de Draco, pero no le importo avanzando hasta la pista de baile mientras Theo la miro atento con una gran sonrisa. —¡Ni se te ocurra! —Draco mataba con la mirada a su amigo logrando que este solo aumentará sus ganas de molestarlo y sin importarles las consecuencias que sabía vendrían después fue tras ella. —Así que ella es la misteriosa chica —comento Blaise mientras ambos miraban a Theo y Hermione bailar—. ¿De qué casa es? ¿La conozco? —No necesitas hacerlo. ¿hiciste lo que te pedí? —preguntó Draco dando un gran sorbo a su vaso sin apartar la mirada de la castaña. —Pansy no vendrá esta noche, pero ya todos te vieron, ella se va a enterar. —No me importa… ya lo solucionare después. Dio un nuevo trago a su bebida acabándose el líquido, luego se levantó. —¿A dónde vas? —A enseñarle a Nott a no tocar lo que es mío. —Draco no vayas a hacer un escándalo, ni que fuera tan importante. El rubio lo fulmino con la mirada, Blaise pocas veces había visto así a su amigo y en ninguna por una mujer, así que solo lo siguió para evitar una tragedia. —¡Suficiente! —soltó Draco molesto cuando llegó hacia Hermione y Theo. —Que pasa Draco no me digas que te molesta que este bailando con tu cita. —Tú lo dijiste mi cita… ¡es mía! —Ya Theo no lo provoques más… —intervino Blaise tratando de apaciguar las cosas, pues conocía bien a sus dos amigos Theo disfrutaba de provocar a Draco ya que era de las pocas personas a las que el rubio no podía intimidar al tener a su padre siendo también parte de los mortifagos. —No te preocupes ya conseguí lo que quería —contesto Theo, luego dirigió su mirada a la castaña, mirándola fijamente —nos vemos pronto Bonita. Ambos chicos avanzaron entré las personas dejando a Draco y la castaña solos. —Te divertiste. —¿Haciéndote enojar? Pues sí, lo que no entiendo es porque te enojarías… No puso seguir hablando pues estaba siendo arrastrada fuera de la fiesta, cuando llegaron al pasillo que conecta la sala común con la salida Draco la acorraló entre la pared colocándose frente a ella. —¡Qué fue lo que te dijo! —Eso no te importa ¿o sí? —¡No juegues conmigo Granger! ¡No me obligues a invadir tu mente! —¡Me prometiste que no lo harías! —¡Entonces habla de una vez! ¡Dime qué fue lo que te dijo! —Que nunca habías traído a una chica sabiendo los problemas que eso te causaría y que si te acercabas hasta nosotros y armabas una escena… era porque yo te importaba demasiado… —la castaña sintió el cuerpo del rubio tensarse así que añadió rápidamente —sé que mintió, me déjate muy claro muchas veces que no te importa en lo más mínimo mi vida o lo que me pase, así que no sé porque sigo en esta estúpida fiesta. —¡Entonces lárgate! —gritó al tiempo que se alejaba dejándola libre —no podría importarme menos. Hermione no dijo nada simplemente salió de las mazmorras luchando por controlar las lágrimas que querían salir de su rostro. Llego a la sala de menesteres, se cambió rápidamente y puso el vestido, las joyas y el antifaz en la caja, antes de salir del lugar dejo una nota. “Se terminaron las clases, y si eso no te gusta. Pues lo siento, no podría importarme menos.”