ID de la obra: 228

Solo un juego

Gen
G
Finalizada
6
Tamaño:
246 páginas, 111.248 palabras, 67 capítulos
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Me vas a traicionar

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Capítulo 14 Me vas a traicionar

                    Hermione llego a la torre de Astronomía bastante nerviosa, Theo se encontraba arrimado al balcón mirando el hermoso paisaje, recordó la primera vez que se encontró con Draco en ese lugar y se retó mentalmente por seguir pensando en él.       Avanzó un par de pasos cuando Theo dio media vuelta mirándola con esa hermosa y seductora sonrisa.       —Aquí me tienes bonita… —dijo el muchacho avanzando hacia la castaña —que es eso tan importante que no podía esperar a vernos en la biblioteca.       —Yo… —no sabía que responder, porque era cierto, ellos se veían habitualmente allí así que no tenía una excusa creíble. Iba a matar a Ginny por meterla en ese lío.       —No me digas que tu pelirroja amiga no lo pensó —Hermione lo miro con sorpresa —reconozco tu letra bonita… sé que no escribiste esa nota.       Ahora si estaba avergonzada, bajo la mirada al sentir su rostro tornarse rojo. Theo rio animadamente tomando del mentón a la castaña para que lo mire.       —Se porque lo hicieron… y tranquila me asegure que el idiota lo viera.       —Yo… yo no debí dejar que hiciera eso, yo… perdón…       —Por hacer que estemos aquí… solos —el chico acerco su rostro muy cerca del de la castaña aun sin soltar su mentón —créeme bonita… eso jamás me molestará… lástima que solo es por Draco… —dijo esto último con un tono de molestia en su voz.       Se alejo abruptamente de Hermione y ella pudo soltar el aire que no se dio cuenta retenía.       —Así que… ¿qué hacemos? Nos quedamos aquí a esperar que Draco llegue celoso…       —No, el no vendrá y no entiendo porque tu insistencia en decirme que yo le importo… eso no es cierto y si estás aquí solo para molestarlo, pues lo siento, pero no va a funcionar…       —¿Por molestarlo? El día de la fiesta te saque a bailar por eso… pero me basto con una canción para quedar hipnotizado con tu mirada… cuando supe que eras tu… yo jamás me hubiera arriesgado como lo estoy haciendo al acercarme a ti, si mis intenciones no fueran reales.       —No estoy dudando de tu amistad…       —Ese es el maldito problema Hermione… yo no quiero ser tu amigo.       —Que escena tan conmovedora.       Ambos chicos miraron a la puerta y Draco se encontraba apoyado en el marco de la misma.       —Te habías tardado —soltó Theo serio.       —Estaba arreglando tú desastre o más bien el tuyo —dijo mirando a Hermione en la última palabra—. Así que aquí nos tienes Granger… qué quieres… que empecemos a pelear por ti…       —¡Basta Draco no empieces!       —¡Oh! No yo no empecé nada… ¡Ella lo hizo! —dijo apuntando a la castaña caminando hacia ella —que creías, que vendría armar una tonta escena de celos ¿por qué? Porque te bese… tú te estás sobre estimando demasiado.       —¡Tienes razón! —contestó la castaña alejándose de Draco —olvidé que eras el mismo Malfoy idiota, patético y mentiroso, ¡así que vete!       Volvió a avanzar hacia Hermione con expresión molesta, pero Theo se interpuso tomándolo del cuello de su camisa.       —¡Suficiente!       —¡Esto se acaba cuando yo lo diga! —grito Draco cuando zafándose de Theo para golpearlo.       Pero el chico se apartó ágilmente encajando su puño en el estómago de Draco quién cayó arrodillado por la falta de aire. Theo estaba por lanzar el segundo golpe cuando Hermione se interpuso.       —No Theo por favor.       —Ya la escuchaste —dijo Draco con una sonrisa triunfante recuperando la respiración.       —Te juro que si la lastimas.       Draco se levantó tomando del cuello de la camisa a Theo estampándolo contra la pared.       —Si la lastimó o no, es mi jodido problema, te lo dije ¡Ella es mía!       —¡Draco!       Soltó bruscamente a su amigo para tomar el brazo de la castaña que se había acercado a ellos para interferir. Theo miro con odio a Draco antes de salir.       Hermione trato de ir tras él, pero como la tenía del brazo se lo impidió.       —¡Ni se te ocurra ir tras de él!       —¡Por qué!       —Porque sí, porque me enferma que estés con él, es mi amigo no lo entiendes.       —Estás loco…       —¡Si! —Draco no lo dudo tomo el rostro de Hermione y la beso desesperadamente y una vez más la castaña no pudo resistirse, su mente le ordenaba que se alejarse, pero su cuerpo no respondía llevando sus manos a la cabellera rubia de Draco.       —No… —susurro ella al sentir el cuerpo de Draco tensarse y alejarse tomándolo con más fuerza en el cabello para acercarlo y besarlo otra vez.       —Si no me voy ahora… no me voy a ir nunca —dijo el rubio aún con los labios junto a los de Hermione con la respiración acelerada —eres capaz de asumir ese riesgo—. Draco tomó su rostro mirándola fijamente—, de quedarte al lado de un mortífago.       Hermione abrió la boca formando una “O” mientras sus ojos se humedecían porque lo sabía muy en el fondo sabía que era verdad y ahora tenía que elegir.       Draco estaba concentrado en su rostro que no noto como la castaña había bajado su mano hasta su brazo, empezó a subir la manga de su camisa. Cuando levantó todo y pudo observar la llamativa marca en su brazo no pudo evitar derramar las lágrimas.       —¿Aún quieres que me quede? —preguntó.       La castaña no contesto, salió de la torre de astronomía con las lágrimas cayendo por su rostro sin mirar atrás.       Recorrió los pasillos hasta salir del Castillo dirigiéndose al lago negro.       —¿Hermione? —Ginny llegó corriendo hacia ella cuando la vio pasar —¿estás bien? ¿Qué pasó?       —¡Nott te hizo algo! —grito Harry a su lado listo para ir a buscarlo, pero no lo dejo.       —¡Fue Malfoy! —preguntó atemorizada la pelirroja de ver el estado de su amiga.       Hermione soltó muchas lágrimas cuando escucho nombrarlo.       —¡Lo mató!       —Ve, yo me quedo con Hermione.       —¡No! —intervino la castaña —necesito hablar con Harry.       —¿Está segura?       —Si Ginny, por favor.       La pelirroja asintió, le dio un corto beso a Harry y los dejo solos. Cuando la chica se alejó Harry abrazo su amiga para calmarla, una vez lo consiguió ella fue quien hablo.       —Tenías razón… siempre la tuviste.       —¿De qué hablas?       —Él es… es mortífago…       —Como…       —Lo vi, su marca… él me la mostró.       —Te dijo su plan…       —No… y no lo hará… mucho menos ahora que salí corriendo… pero no importa porque yo ya lo se…       —¡Qué!       —Hay un armario en la sala de menesteres… está tratando de arreglarlo…       —¿Para qué?       —Te olvidaste lo que escuchamos en Borgin y Burkes… cuide bien este… tú mismo lo dijiste tenía que arreglar algo igual a lo que estaba ahí… existe un gemelo y está en esa tienda… lo necesita para formar un pasaje.       —Podrá salir y entrar de Hogwarts cada vez que quiera…       —Podrá escapar… —interrumpió la castaña —el armario solo es una herramienta que necesita una vez cumpla su misión.       —Desde cuando lo sabes…       —Había veces que Draco no estudiaba y solo se quedaba anotando cosas en su libreta, miraba inconscientemente el armario, solo uní cabos…       —Debemos hablar con Dumbledore… esta vez tendrá que creerme y echar a Malfoy.       —¡No! No puedes hacer eso…       —Es un mortifago Hermione! Si arregla ese armario.       —No lo hará porque yo lo hechice.       —¡Y que! Pretendes que este tan tranquilo paseando por todo Hogwarts con su maldita marca… no lo ves él fue el causante de lo que le paso a Katie, ¡A Ron! Casi lo mata…       —¡Lo se! Crees que no lo sé —grito soltando nuevamente las lágrimas —solo… vamos Harry piensa enserio crees que Dumbledore no sabe lo que es Draco o sus planes… pero si no hace algo es… es… —el rostro de la castaña cambio por completo al comprender la verdad y su corazón se apretó con desesperación—, no es una misión… es un castigo…       —Entiendo que te preocupes por él, pero…       —No podemos decir nada… porque si falla… va a morir…       —Y me alegro… Hermione se acabó… no puedes estar cerca de él nunca más…       —No puedo dejarlo… no ahora… yo.       —¡Estas, loca! Te pondrás en mi contra.       —No… Harry sabes que nunca te haría eso… pero Draco       —Es un mortifago, así que decide estás conmigo o con los mortífagos… yo voy con Dumbledore…       —No… —dijo la castaña apuntando con su varita a Harry.       —Me vas a traicionar —contesto el elegido con decepción en su voz.       —Jamás, te juro que cuando sea el momento no lo voy hacer, pero ahora… necesito tiempo y tu nunca me lo vas a dar…       —Hermione…       —Obliviate       Un chorro de luz verde azulada salió de su varita extrayendo los recuerdos de su conversación. Al cabo de unos segundo Harry tenía la mirada perdida y se veía confundido.       —Hermione… ¿estas bien?       —Draco… yo… vi su marca… y puedo averiguar sus planes… ya me gané su confianza, sé qué crees que es peligroso, pero lo puedo hacer…       —Por eso estas llorando… te lastimó…       —¡No! Ya te dije el jamás me lastimara… te lo prometo… solo déjame averiguar sus planes, yo sé que puedo hacerlo…       —¡Y cuando lo hagas que! Vendrás y me lo contarás… o lo protegerás a él.       —Eres mi mejor amigo… yo… no te pienso traicionar.       —¿Segura? Crees que serás capaz de traicionarlo a él… porque si averiguas sus planes, será para acabarlo…       —Lo acabaremos juntos…       Hermione se limpió las lágrimas dándole una tímida sonrisa, que Harry decidió aceptar y luego la dejo sola. En cuanto lo hizo la castaña rompió en llanto nuevamente por lo que fue capaz de hacer y todo por él.       —Veo que no eres tan buena como creí…
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