Capítulo 22 Decisión
El fin de semana llego y los últimos días parecía que todo se había vuelto un sueño entre Draco y Hermione ahora que estaban juntos. Se olvidaron del mundo, sin preocuparse por misiones o traiciones o las consecuencias de estar juntos. Ahora solo eran ellos dos en su mundo, su espacio, su pequeño escondite en la sala de menesteres. Pero Draco sabía que ese sueño se podía derrumbar en cualquier momento y había una sola persona que podía ayudarlo. —Necesito tu ayuda —dijo sentándose en uno de los sillones de la sala común de Slytherin. —No me digas… Y pretendes que eso me importe —contesto Pansy mirándolo desafiante. —Pretendo que mi mejor amiga me ayude… Pansy resopló molesta, pero se levantó para seguir al rubio hasta su habitación. Una vez allí Draco sacó de su cajón un pequeño cofre de madera con pequeñas incrustaciones de diamantes a su alrededor. —Necesito saber qué hace, de quién es… y que pasaría si alguien lo abriera. Pansy se alejó retrocediendo unos pasos asustada. —¿Es un objeto oscuro, es por tu misión? —Tranquila no es un objeto oscuro y tampoco es para mí misión. —Entonces ve con Theo él sabe más de objetos mágicos que yo… —No, tienes que ser tú. —¿Y por qué? —Eres la única que conozco que sabe de mitología griega… —¿Mitología griega? —la pelinegra miro hacia la caja que sostenía el rubio en sus manos y luego a él antes de reír—. Draco por favor que excusa más patética estás usando para que vuelva a hablarte. —¡No es excusa! —Draco… la mitología es eso un ¡mito! De los muggles… —Igual que la magia y los vampiros y hombres lobos… y que crees todo eso es real. —Como estás tan seguro que eso es de ellos… ¿tu viste a alguno? —Es una mujer… así que… ¿me ayudarás? Pansy miro dudosa por un momento antes de responder—: Que ganó yo con eso. —Si me dices como liberar a quien está condenado a esta caja… te diré quién es la chica. —¿Me dejarás lastimarla? —Ni loco. —Entonces no veo en que me beneficia eso. —En que no tendré que morir para protegerla, ¿te parece suficiente beneficio? —¿Tú le diste esa caja? ¿Lo sabe? ¡Sabías al menos que hacía cuando se la diste! —Odio que me hagan tantas preguntas. —Sabes, por un segundo casi caigo en tu juego, estuve a punto de creer que, si te enamoraste, pero esto —dijo tomando la caja entre sus manos —condenar a alguien a un objeto de los dioses… debes odiarla mucho… —Lo hacía… pero te juro que ahora no… —Te voy a ayudar… porque cuando ella sepa la verdad te va odiar con su vida… Dicho esto, la pelinegra salió de la habitación de un portazo dejando al rubio controlando no hacer notar su dolor. Draco recorría los pasillos junto a sus matones para dirigirse a la sala de menesteres cuando una muy molesta Pansy apareció. —¡Maldito traidor! Te dije que lo averiguaría… —No sé de lo que hablas. —¡Cómo pudiste! —grito al tiempo que estampaba la mano en su mejilla. Draco la tomo de los hombros luciendo muy molesto, pero la pelinegra se acercó a su oído. —Voy a disfrutar en primera fila cuando la destruyas… Porque ponerle una mano encima fue demasiado fácil para mí gusto… Draco miro a Hermione quien estaba junto a Theo con la mano en su garganta. La expresión del rubio se volvió oscura mientras respiraba pesadamente enfureciéndose cada vez más, tomo a Pansy del rostro de manera nada delicada, pero Blaise se interpuso de inmediato entre ellos. —¡No te atrevas! —le advirtió el moreno desafiante. —Suficiente los dos… no es momento de un espectáculo. —intervino Theo tratando de calmar la situación. Blaise aparto bruscamente el brazo de Theo que lo sostenía para acercarse a Pansy y limpiar su rostro lleno de lágrimas. —Te vas a arrepentir —soltó la pelinegra, antes de alejarse por el pasillo junto con el moreno. Draco empujo a Theo tratando de desquitar toda su frustración con él, luego miro a sus dos matones Crabbe y Goyle y los tres se fueron juntos. Para la hora de la cena no encontró a Hermione en el comedor y muy a su pesar fue en busca de la única persona que podría ayudarlo. —¡Hey! Mini Weasley. —Malfoy… ¿qué quieres? —¿Dónde está Granger? —Eso no te importa. —Mira… estoy tratando de ser amable así que antes de que cambie de opinión dime dónde está… —¿Quieres que repita uno de mis maleficios contigo como en tu quinto año Malfoy? —amenazo la pelirroja ya con su varita en la mano, sonrió de lado victoriosa e intento alejarse. —Por favor —soltó Draco tomándola del brazo —necesito saber que está bien… necesito hablar con ella. —¡Y ella necesita olvidarse de ti! —Crees que no lo sé… crees que no he tratado de evitar esto… —No creo en tus intenciones Malfoy… —No necesito que me creas… necesito que me digas donde esta ella —Draco soltó su agarre de Ginny para pasar las manos por su rubio cabello desesperado—. Se acaba de enfrentar a Pansy, necesito asegurarme que está bien… le amo sé que no me crees, pero es verdad y me estoy desesperando sino la veo. Tras varios segundos Ginny decidió hablar—: En su habitación y la conozco no va a salir. Dicho esto, se alejó del pasillo dejando a un muy abatido rubio, quien se apresuró a escribir una carta para entregarla a su lechuza. Para la noche Draco ya se encontraba en la sala de menesteres camino hasta ella cuando la vio llegar para tomarla del rostro levantando ligeramente su mentón para revisar su cuello, la culpa por lo que le paso se intensifico en cuanto la vio, pero el dolor al verla alejarse porque no confiaba en él era lo peor que podía sentir. Y no la podía culpar por eso se sorprendió cuando al final de la semana la vio nuevamente en la sala. —Ya no está —sentencio Draco mirando a la castaña —no fue difícil eliminar tu hechizo. —Ya veo —contesto Hermione apartando la mano del armario para dejarla caer a los costados de su cuerpo sin mirar al rubio. —Todavía no lo arreglo, si eso es lo que te preocupa… y si viniste a poner más protecciones te ahorraré el tiempo, soy más poderoso que tú no importa lo que hagas tus hechizos no funcionarán—. Draco daba pequeños pasos alrededor de la sala con su varita jugueteando entre sus dedos tratando de no mirarla porque eso lo desarmaba—. Pero, como es obvio que no confías en mí… has lo que te dé la gana. Draco decidió irse, no podía seguir forzando algo que era obvio no iba a funcionar jamás. —¿Cuál es tu misión? Draco se había detenido dando media vuelta para encararla—. Ya te dije que si te digo tendrías que ayudarme y eso no va a pasar, así que no preguntes cosas que sabes que no voy a contestar. —¿Por qué te acercaste a mí? Aunque lo intento no pudo ocultar estar desconcertado por la pregunta. —Quería una excusa —respondió el rubio con cautela. —¿Para qué? —Para cambiar… Pero no me vas a creer así que ¡Por qué preguntas! —exploto desesperado porque ella ya supiera la razón. —Quiero creerte… pero… —Pansy te ha molestado, ¿o dicho algo? —No, ¿hay algo que ella deba decirme? Draco se acercó a Hermione tomando su rostro entre sus manos. —Cualquier cosa con tal de separarnos, por favor no le creas nada… Su voz sonó a suplica y lo era. Él Draco Malfoy estaba suplicando, no podía dejar que ahora lo descubriera todo, no antes de encontrar una solución. —Con una condición —soltó la castaña en un susurro saboreando débilmente el labio inferior del rubio. Draco la miro fijamente esperando su imposición—. No me rompas el corazón. Draco acariciaba su rostro dulcemente, reprimiendo el dolor de lastimarla, se alejó un poco para sacar de su mano izquierda uno de sus anillos y apretarlo entre su mano. —Solo si tú no me traicionas —contesto finalmente después de varios tortuosos segundos resistiendo, hasta que se dejó vencer acortando la distancia e iniciando aquel tan ansiado beso. Ella no iba a traicionarlo y él haría lo que fuera por librarla de esa caja.Decisión
16 de noviembre de 2025, 22:56