Capítulo 23 La traición
Hermione despertó con los rayos de luz entrando por la ventana, intento incorporarse, pero el brazo del rubio alrededor de su cintura se lo impidió. Miró a su lado para encontrarse con esos grises y perfectos ojos observándola, —Buen día —dijo Draco mientras acariciaba su rosto delicadamente mirándola con una sonrisa y como si ella fuera lo más preciado en su vida. —¿Qué hora es? —pregunto la castaña mirando a su alrededor visualizando la sala de menesteres. Draco miró su reloj soltando un pequeño suspiro —¿Si te digo te vas a volver loca? —¡Si! —Tenemos clase en 10 minutos… Draco no pudo continuar hablando pues termino impactado contra el suelo cuando la castaña empujo su cuerpo liberándose de sus brazos. —¡Te voy a matar Malfoy! —Ayer no decías eso… Hermione lo fulmino con la mirada haciendo que el rubio callara con una picara sonrisa. —No vemos luego —soltó Hermione con las mejillas sonrojadas saliendo de la sala. Draco regreso a su habitación aun con las imágenes de la noche anterior, que, aunque entre ellos no pasara nada más que simples besos, era la primera vez que Draco sentía esa paz y felicidad con el simple hecho de compartir una inocente noche con alguien más. Las cosas con Pansy también habían mejorado y parecía que todo empezaba a tomar su curso. Que equivocado estaba cuando a la siguiente semana todo en su vida se desmorono. —¡No has arreglado el armario, no has matado a Dumbledore, y tampoco resuelves lo de la caja! —grito Theo ya perdiendo el control frente a su amigo —debes escoger Draco de una vez… —El armario esta casi listo… matare a Dumbledore cuando entre mi tía con los mortifagos y una vez que lo haga el trato quedara anulado y no tendré que darle a Hermione esa caja… —Estas seguro que lograras matarlo… —Esto ya no es solo yo, solo mi familia ahora es ella… ya no puedo detenerme. —Si encontráramos una solución a la caja… podrías huir con ella, librarte de esto. —No hay solución Theo! Se me acabo el tiempo… sé que estoy cerca… estoy seguro hoy lograre arreglar ese armario… solo haz lo que te pido… llévatela lejos… —Bien lo prometo… —Gracias… Theo intento acercarse a su amigo, pero al último momento se arrepintió así que decidió ir a darse un baño. Draco salió de la habitación para ir a la sala de menesteres permaneció algunos minutos junto al armario antes de empezar con los hechizos, cuando un ruido lo alerto. Al cabo de unos segundos Hermione estaba frente a él con la varita en alto. —¿Hermione? —Tanto me odias —soltó la castaña mientras las lágrimas caían por su rostro. —De que hablas… —¡De esto! —grito sacando de su túnica un montón de pergaminos con anotaciones y lanzándolas contra el rubio. Draco solo tuvo que ver el primer pergamino con un perfecto y detallado dibujo de una caja, miró rápidamente a la castaña que seguía con su varita en alto y las lágrimas rodando por su rostro. —Lo planeaste desde el principio… —Igual que tú y el plan con Potter. —Eso es diferente… yo… lo traicione por ti. —Y yo no te di la caja… ¡y te dejé conocer todo sobre mi…! —Draco intento acercarse a Hermione, pero ella dando un par de pasos se alejó—. Esto fue antes… ahora yo… solo olvida esa caja… —¿Quieres que olvide que me utilizaste para que… completar tu plan? —¡No importa! Olvídate de esa caja… —¡No puedes simplemente hacer un trato con los dioses y luego olvidarlo! —¡Pues ese es mi jodido problema! No te metas en esto. —¡Me meto porque te amo no lo entiendes! Y si lo que sientes por mí es real y no un juego nada más… Si de verdad me amas resolveremos esto juntos —dijo apuntando a los pergaminos regados en el piso—, pero si no… —Es solo un juego… eras mi pase para terminar mi misión eso es todo… —No te dejaré completarla… —No me obligues a luchar contigo. —¡Protego! —grito Hermione alejando a Draco, luego miro el armario con odio. —¡No te atrevas! —¡Incendio! —¡¡¡No!!! El armario evanescente ardió de inmediato en llamas mientras Draco miraba sin poder hacer nada por el campo de fuerza del hechizo de la castaña. —Te pedí que no me traiciones —dijo él. —Y yo que no me rompas el corazón… ahora sea cual sea tu misión, ya no podrás escapar… suerte con eso Malfoy. Draco miro a Hermione salir de la sala mientras las últimas llamas se apagaban a su lado. Unas horas más tarde Draco ya se encontraba en la torre de Astronomía con su varita en alto. Abrió la puerta de par en par gritando: —¡Expelliarmus! Apoyado contra el muro y aún muy pálido, Dumbledore se mantenía en pie sin dar señales de pánico o inquietud. Se limitó a mirar a quien acababa de desarmarlo y dijo: —Buenas noches, Draco. Malfoy avanzó unos pasos, lanzando miradas alrededor para comprobar si Dumbledore estaba solo. —¿Quién más hay aquí? —Yo también podría hacerte esa pregunta. ¿Supongo que está ves no has venido solo? —Pues supone mal, estoy solo. —Debo admitir que me sorprende, pero realmente me alegro escuchar eso… —No lo hice por usted, no se alegre tanto… Dumbledore miro al muchacho perspicazmente como si quisiera analizar sus palabras, así que Draco fastidiado de ser observado soltó molesto: —Granger destruyó el armario… ¡Me traicionó! —Y aun así estás aquí haciendo todo por salvarla —¡Usted no sabe nada! —Soy demasiado viejo Draco, tanto como para comprender que todos los mitos son ciertos—. Dumbledore se apoyó con dificultad y dolor a la pared detrás de él sin apartar su mirada del rubio—. Has cometido muchos errores, pero estoy seguro que podrás redimirte de todo si te unes a nosotros, solo quiero ayudarte Draco. —¡No! Usted quiere que sea uno más de sus marionetas… —Entiendo que sea difícil para ti está decisión… —No hay decisión! No aceptaré su trato… tengo que hacerlo. Draco hizo una mueca de dolor antes de apretar con decisión su varita—. Tengo que matarlo… ¡Debo ser yo! —Qué casualidad… porque es justo lo que quiero que hagas. —¡Qué! —Quiero que seas mi espía… La expresión de Draco cambio a una de angustia. —¿Espía? ¿Quiere que arriesgue mi vida para darles información? Está loco. —No necesito información Draco, necesito que ayudes a la orden… tú mismo le dijiste al profesor Snape que si lo hacías lograrás ser la mano derecha de Voldemort… solo quiero utilizar eso a mí favor. —¿No le importa morir? —Muchos hacemos grades sacrificios por aquellos que nos importan, estoy seguro que tú estarías dispuesto a morir por la señorita Granger, pero… ¿Serías capaz de matar por ella? Una vez más la expresión de Draco volvió a cambiar, con su mirada oscurecida y la varita apuntando al pecho de su director. —Le juro que si Hermione sale lastima de algún modo en esta guerra, yo mismo buscaré a Potter y lo mataré—. La respiración de Draco era inestable y la mano le temblaba incontrolable. —Estoy seguro que encontraras la manera de mantenerla a salvó… sé qué crees que mis intenciones son manipularte Draco, pero si vas a hacer esto… al menos hazlo por la razón correcta. Draco respiró hondo mientras cerraba los ojos y relajaba los músculos del cuerpo, logrando que el temblor de su mano parará, cuando volvió a abrirlos su expresión era decidida y sin emociones—. ¡Avada Kedavra! El cuerpo del viejo director caía lentamente, mientras Draco avanzaba con su varita en mano, cerro los ojos nuevamente soltando el aire contenido, para luego invocar la marca tenebrosa en el cielo. —Draco. La voz De Snape resonó en la habitación, acercándose cuidadosamente a Draco. —Tenía que hacerlo —soltó el rubio con la voz quebrada y su rostro tan blanco que daba la impresión de querer vomitar. —Tenemos que salir de aquí! —sentenció Snape tomando el hombro de Draco para obligarlo a avanzar, pues el muchacho parecía estar inmerso en sus pensamientos sin darse cuenta de la realidad—. ¡Andando! Segundos más tarde ambos desaparecieron por la puerta al tiempo que Harry soltaba la capa al suelo completamente desconcertado, abatido y sobre todo confundido. Avanzo lentamente hasta el balcón de la torre donde el cuerpo de su director había caído mientras las lágrimas caían por su rostro, impotente de no haber podido haber nada. La sangre caía por su mano producto de la fuerza con la que estuvo apretando los puños segundos atrás. Corría mientras miedo le oprimía el pecho. Tenía que llegar hasta Dumbledore y atrapar a Snape y a Draco, debía haber una explicación a todo esto. Dumbledore no podía haber muerto.La traición
16 de noviembre de 2025, 22:57