ID de la obra: 279

El secreto de la Dama Gris

Gen
G
Finalizada
5
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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16 páginas, 4 capítulos
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El Barón

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Harry seguía sintiéndose intranquilo, la historia del Fraile Gordo había sido interesante, pero el final no le había gustado demasiado. ¿Un vacío?. ¿Sensaciones de inquietud de seguir adelante?. El pensamiento de que su padrino hubiera ido a un mal lugar o desaparecido de la existencia le empezaba a carcomoner en la parte posterior de su cabeza. Se metió de nuevo al colegio, tenía que calmar sus pensamientos, había más fantasmas en el colegio. Todos tendrían su experiencia. El mismo freile dijo que era diferente para cada uno ¿verdad?. Igual el temperamento asustadizo del fraile no era lo mejor para que le describieran que vió más allá de la muerte. Escuchó un lamento fantasmagórico cerca del gran comedor, estaba desierto, eran ya las 9 de la noche y todos habían cenado temprano. Mañana era día de partida y tendrían que madrugar para el viaje de vuelta a casa. El atardecer que había contemplado con el Fraile Gordo se había disipado y la noche temprana se filtraba por las vidrieras del salón. Dándole una sensación mágica como siempre, pero algo sombría. Una figura solitaria se paseaba por las mesas recogidas. El Barón Sanginario, mudo como siempre, iba y venía sin rumbo. Quizás no tan mudo, pues parecía estar tarareando una canción que no reconoció. -Buenas noches señor barón.- El fantasma se paró en seco pero no lo miró. Quizás avergonzado de verse pillado haciendo algún sonido. De los 5 años que llevaba allí nunca lo oyó realizar ningún sonido. ¿Podría contarle algo o sería mudo de verdad?. Intentarlo no costaba nada. -La muerte me trae aquí.- El barón parecía una persona seria, no valdría de nada andarse con rodeos como con el Fraile. El hombre se giró esta vez y lo miró. Efectivamente, su cara no parecía decir nada más que seriedad. Se quedaron un silencio así. Harry pensó que no estaba sirviendo en absoluto así que se dió la vuelta algo frustrado para irse. -Has hablado con Nick.- Harry se quedó algo congelado. Su voz sonaba fría y rota. Era extraña. -Y con Fraile Gordo.- contestó volviéndose hacia él de nuevo. -Pero sigues preguntando, buscando.- su figura bajó un poco de su levitación e hizo ademán de que se sentara en uno de los bancos.- ¿Porque?. -Se que mi padrino no va a volver, pero Fraile Gordo me ha contado lo que vió y me siento intranquilo. ¿Puedes contarme tú tu experiencia?.- El espectro se quedó en el sitio impertérrito. Miró hacia la puerta un momento y su alrededor. - No se lo contaré a nadie señor. Solo quiero hablarlo, por favor. Lo necesito.- Era un Slytherin, quizás el rogar lo satisficiera lo suficiente como para que hablara. - Serás el primero...- parecía que quería decir más pero algo le hizo contenerse. -Lo entiendo señor. Seré muy respetoso.- El hombre negó con la cabeza. -¿Sabes quien soy o era?.- Esta vez fue Harry quien negó. -"Soy uno de los hijos de Salazar. Uno de muchos. Pero reconocido. Tenía todo, pero a la vez no tenía nada. Riquezas, educación, estatus, puede que...amigos".-Se paró un momento, como si estuviera hablando con dificultad y tuviera que hacer pausas obligatorias.-"Mis padres nunca estuvieron presentes, así que busqué el amor en otro lado. Lo encontré aquí, en Hogwarts. Helena, la hija de Rowena".- Harry se mostró muy sorprendido. Como era posible llevar tantos años en ese castillo y no enterarse de esas cosas. -Es natural que no lo supieras. Nunca fue escrito o registrado en ningún sitio. Nuestro final...fue trágico. Yo hice el final. Yo nos acerqué a la muerte.- mostró con una de sus manos el mosquetón de su cinturón.- He visto como cosas que llevas a tu muerte te acompañan, como Nick y su cuello o tus propios ropajes. Yo me llevé a mi arma homicida y suicida. Harry tragó algo nervioso. -"Nuestros padres concretaron que ese matrimonio sería sin duda ventajoso. El poder mágico que los niños tendrían sería enorme, quizás otra Morgana o Merlín. A mi me daba lo mismo.-se miró las manos con tristeza.- Yo la amaba, como nunca había amado. Solo quería estar con ella...pero no puede entender que ella no." -Helena era lista, como su madre. Y si no quería algo, no lo haría.- Su voz era nostálgica de un enamorado perdido.- Robó la corona de sabiduría de su Rowena y amenazó con destruirla o que se perdiera para siempre si la obligaban a casarse. Lo hizo bien. Se metió a un refugio que había construido en el bosque prohibido y mandó sus amenazas a través de cuervos.- Hizo una mueca con la boca de dolor, como si todas esas frases hubieran sido demasiado tan seguidas.- Así demostraba que no renegaba de sus raíces pero tampoco iba a seguir sus mandatos. -Rowena se arrepintió de haber puesto a su hija en esa tesitura y le pidió volver a cambio de anular el enlace. Pero Helena puso otra condición, que Salazar también lo hiciera por escrito.- agachó la cabeza con pesar.- Nunca ordenes algo a mi padre, solo conseguirás que te maten. Recuerdo que eso pensé en cuento me encontré la carta medio quemada en nuestra casa echa medio ruinas por su furia.- -¿Y que hiciste?.- -Lo único que podía, ofrecerme en ir en su busca. Prometí a ambos padres que hablaría con ella y todo llegaría a buen termino.- tomó su mosquetón y lo puso entre sus piernas "sentándose".- ¿Cómo iba a saber que yo era igual que él, al final?.- -"Fui en su búsqueda. Fue difícil, tardé meses. Mi amada era muy poderosa, pero yo también.-suspiró sabiendo a donde iba a llegar.- Cuando me vió lo primero que hizo fue ponerse la corona. Apenas unos pasos fuera de su refugio. Si entraba, no podría entrar con su hechizo de protección. Me puse nervioso. Ella también".- -¿No intentasteis hablar, como dijiste?.- inquirió Harry. -Si, pero fue bastante inútil. Creo que ella me detestaba. Más allá de que fuera su no deseado prometido. Me dijo: "¿Eres tu quien envían nuestros padres?". Yo le contesté que no, solo Salazar. Que podíamos ir con su madre, ella estaba arrepentida y la protegería de Salazar, como yo.- Si Harry hubiera podido tener más luz podría haber visto lágrimas transparentes en sus mejillas- Ella se reusó. Quería irse de ese lugar, quería un tiempo sin nadie....Me dijo que me odiaba, que odiaba la magia. Quería paz. Sin casas, sin presiones. Quería ser libre.- El Barón tiró su espada al suelo pero esta volvió mágicamente a su cinturón al segundo siguiente. -Le dije que la amaba, ella me dijo que no era correspondido a la cara. Le supliqué que no se fuera y me acerqué a rogarle. Ahí hubo un intento de batalla, pero sabía que si la dejaba tirar cualquier hechizo tendría las de perder y cuando me desmayara iba a despertar sin ella y con la desondra de mi padre y todas las casa....- tomó un gran respiro.- Le atravesé el pecho con la espada. Como si fuera mantequilla....por Merlín....sus ojos, estaban tan perdidos, sorprendidos...-El barón sollozó y Harry estaba pensando que porque demonios había preguntado.- Cayó al suelo y yo estaba ahí parado sin saber que hacer...como si el mundo se riera de mí otro hombre apareció de la nada e intentó ayudarla....- pareció que quería estirarse de su peluca eterea o de los pelos que tuviera.- Entré en modo pánico y lo maté también....ella dijo mi nombre...Silvio... y creo que desperté de la ensoñación sangrienta en la que estaba...Así que me corté la lengua...y me morí desangrado al lado de ambos.- Silvio abrió su boca y le enseñó su lengua cortada. -Soy un recuerdo de, así que, aunque duela, puedo hablar, porque hasta ese momento podía...o eso creo que es lo que pasa.- susurró. Hubo otro silencio. Harry no podía entender como estaba en el colegio con un fantasma asesino. Todo lo que hablaba le sonaba a una persona psicótica que no podía controlar sus emociones por traumas infantiles. Y lo tenía ahí, viviendo en muerte de gratis. Sin pagar por lo que hizo ¿Dónde está el infierno cuando se le necesita?. Pero había que aprovechar a lo que había venido. -....¿y...que viste?... al morir me refiero...-Era duro volver a dirigirle la palabra, no quería ni mirarlo. -El vacío, oscuro, frío. Si eres mago puedes decidir, pero no por mucho tiempo...yo...sabía que había sido horrible todo lo que había hecho. Así que pensé "Eso de ahí adelante es mi castigo".- Miró a Harry con arrepentimiento.- Vi un ojo enorme, al principio pensé que era un pozo negro, luego distinguí que se movía. No se que era, pero era enorme. Como si estuviera en el océano y una criatura enorme me rondara para comerme.- Harry se encogió en el sitio. -No tuve valor. No pude afrontar mi castigo, así que huí hacia atrás.- Vió el temblor del adolescente y aclaró.- Tu padrino era una buena persona. Seguro que él tuvo un más allá diferente al mío. El chico se levantó y se excusó, no quería saber nada más del Barón Sanginario. Porque eso es lo que era, un maldito sanginario sin perdón. Tenerlo ahí y a su padrino no, le parecía un chiste de mal gusto.
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