Quédate después de clases
30 de junio de 2025, 20:38
La profesora Umbridge mandó llamar a Potter a su cubículo al final del día de clases. Ahí ella se dirigió a él con un desdén fingido, con un falso odio por él, para que él no despertara sospechas sobre algún cambio de actitud en ella.
"Mire señor Potter, su presentación de hoy fue terrible. Su explicación dejó mucho que desear. Tuve que alargar la clase para que los alumnos no confundieran lo que usted explicó con hechos reales" (aunque en verdad lo eran). Continuó "usted en su mente cree que todo lo sabe, que todo lo puede pero no es así. Voy a tener que darle clases particulares en mi casa este fin de semana, así que no haga planes porque todo el sábado y el domingo usted va a estar en mi casa para que comprenda la importancia de la clase de hoy, y sobretodo la importancia de la defensa contra los aviones militares. Es algo que aparentemente usted se toma a la ligera. Así que lo espero el sábado a las seis de la mañana en mi casa y saldrá de ella hasta el domingo a las once de la noche".
Harry estaba indignado, molesto, habría preferido que Dolores le hubiera hecho escribir heridas en su propia piel, pero parecía que esta vez eso no era suficiente para ella. Ahora quería tener a ese joven ignorante secuestrado en su casa todo un fin de semana.
"Se puede retirar Potter" dijo Dolores con el mismo desdén fingido que desde el principio llevaba en su voz.
Esa noche, como otras tantas, tendría un encuentro con Snape, despues de la escuela. Pero esta vez algo le inquietaba y no sabía cómo abordarlo con Severus. Esta noche quedaron de verse en la casa de él, ella llegó pero no con el semblante seductor de cada noche (algunas noches incluso ella se desnudaba por completo en el estacionamiento a varios metros de la casa y desnuda se iba caminando hasta la casa de Severus para que él la recibiera directo en sus brazos, sin ropajes, sin prejuicios, sin penas). Pero esta noche no era así, al abrir la puerta Severus se encontró con la figura vestida de Dolores en ese anticuado vestido rosa que escondía su suave piel. Ella un poco consternada pasó y sin reparos ni rodeos se sinceró con Snape -creo que estoy sintiendo una fuerte atracción sexual por Potter, ese muchacho me está empezando a parecer muy sensual-. Pero él no daba cabida a lo que escuchaba, pero más que molestarse o reclamarle solo pudo echarse a reír. Ella aún en el éxtasis de pensar en Potter le reclamó la risa. -es que Dolores, cómo puedes fijarte en un tipillo como él? Nada ofrece, nada tiene, tú y yo sabemos que te gustan como yo, como Albus, grandes, con experiencia, con armas grandes para pelear en el campo de batalla que tienes entre las piernas-. Dolores replicó -Basta! Entiendo lo que dices pero deseo a ese muchacho. Dejé de verlo como un alumno y lo veo como un hombre. Lo deseo Severus, lo deseo de verdad, lo quiero sentir tan dentro de mí como sea posible. Quizá me precipité pero, le he pedido que este sábado vaya a mi casa para unas clases particulares, pero lo que no sabe es que lo espero para convencerlo de que no hay mujer más mujer que yo, que solo yo puedo satisfaces todas sus necesidades y hacerle olvidar a cualquier otra mujer que entre sus brazos haya tenido-.
-Bueno- dijo Severus -si eso es lo que mi reina quiere, es lo que mi reina tendrá. Pero deseo estar presente en el momento para verte estar con él, para ver cómo un perdedor puede llevar al climax a una mujer de verdad como tú. Quiero escucharte gritar su nombre una y otra vez, quiero que lo hagas para mí, para tu espectador.
Dolores se sonrojó un poco, pero, aunque era una mujer firme, dura y a veces un poco cruel, siempre estaba a los pies de Snape, siempre obedeciendo a sus mandatos y exigencias, más cuando se trataba del placer de ambos. Y esta vez no iba a ser la excepción. Ella quería el pene de Harry bien adentro de ella, y Severus quería estar cerca, viéndolo todo, y porqué no? Hasta ser partícipe de tal encuentro. Todo lo que su ama deseara.