ID de la obra: 315

Manual de Relaciones y Otras Maldiciones - Dramione

Het
R
Finalizada
1
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
¡Vote por el trabajo que más le guste! Puede votar una vez al día.
Promocionada! 0
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
52 páginas, 20 capítulos
Etiquetas:
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
1 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 8 - Tom Riddle, las red flags y el peor cumpleaños de mi vida

Ajustes de texto
Narrado por Hermione Granger Tenía 19 años. Y lo conocí porque, cómo no, Draco me lo presentó. ¿Quién más si no? Fue su forma elegante de dar la vuelta a la página. — “Hermione, él es Tom.” Y yo entendí. Entendí que lo nuestro estaba oficialmente archivado. Y claro, bastó con que Tom me dijera: — “Un placer. He oído mucho de ti.” Y con esa sonrisa perfecta, ese aire de nobleza antigua, esa intensidad medida, ese todo, caí. Narrador: Enamorarse de Tom Riddle era como meter los dedos en un pensadero hirviendo. Fue amor a primera vista. Atento. Protector. Educado. Me hacía sentir como una reina. No una cualquiera, una reina de historia: poderosa, inalcanzable, peligrosa si era necesario. Paseos nocturnos por el lago, me abrazaba de la cintura, hablábamos de libros, política mágica y hechizos perdidos. Y yo, claro… no veía las red flags. Y eran muchas. No quería que hablara con Draco. Lo cual… era sospechoso pero tolerable.Tampoco con mis amigos hombres. Y ya ahí… la campana de Hogwarts sonaba fuerte. Un día, me estaba yendo en un carruaje, me habían avisado que me recogían, todo normal. Hasta que por la ventana, lo veo corriendo detrás del carruaje gritando mi nombre. Literal. Una escena de película. — “Ay qué romántico…” pensé. Error. Narrador: Cuando alguien actúa como Heathcliff de Thrushcross Grange en cianuro, no es romanticismo. Es control. Otra vez: Me pidió que dejara de ver a Harry y Ron. A Harry y Ron. Mis hermanos del alma. ¿Y qué fue lo siguiente? Lo encontré un día, en una fiesta, usando mi espejo de bolsillo luego de que fui al baño para amenazar a Harry y Ron porque me habían escrito. Mi espejo. Mi novio. Pero aún no era el final. No. Porque Tom tenía un talento especial para hundirse con arte. Llegó mi cumpleaños 20. Yo emocionada. Organizamos algo pequeño, íntimo, en el bar de un amigo. Y él… llevaba tres semanas sin aparecer. Pero seguía siendo mi novio. (¡MI NOVIO!) Y entonces, aparece. En mi cumpleaños. Con otra. Delgada. Pelo teñido. Voz dulce. Se acerca. Me saluda. Como si nada. Me fui al baño con Ginny. Me empecé a arreglar. Porque yo soy orgullosa, y cuando me rompen, me peino más fuerte. Ginny, mi pelirroja favorita, botaba fuego por los ojos. Era el Vesubio visto desde Pompeya. Y de pronto, entra ella. Sí. Ella. Con sonrisa simpática y tono buena onda: — “¿Hermione, verdad?”“Sí :)” (porque yo soy educada, incluso en guerra). — “¡Qué lindo lugar! Vine con Tom.” — “¿Ah sí? ¿Y cómo se conocen?” — “Es mi novio.” — “Ahh… es que fue mi ex.” (Ginny me miró con la sonrisa más perturbadoramente orgullosa del planeta). — “Oh… ¿y hace cuánto?” — “Desde hace veinte minutos.” Silencio. Tensión. Drama. Y luego, como si fueran tragados por un hechizo, desaparecieron. Y yo… yo me quedé entera. Por fuera. Porque Hermione Granger no se rompe frente a cualquiera. Pero por dentro… Fui lava. Narrador: Y también idiota. Porque aún no terminaba la historia. Semanas después, me enteré que abriría un restaurante en el mundo muggle. Y en un intento de ser la mejor versión de mí misma (modo adulta con heridas brillantes), le escribí: “A pesar de cómo terminó todo, siempre me quedaré con lo bueno. Si necesitas ayuda, feliz de hacerlo.” ¿Y qué recibí? Una respuesta de ella: “No sabía que eras arrastrada.” Y yo, con toda mi Slytherin interior bien afilada, contesté: “Bueno… que yo sepa no soy arrastrada. Tampoco de las que se meten en relaciones, como podrás entender.” Y lo bloqueé. De mi vida. De mi historia. De mi lista de personas a las que alguna vez pensé en salvar. Narrador: Porque incluso los corazones más sabios se equivocan. Pero saben cuándo cerrar la puerta con hechizo doble.
1 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)