ID de la obra: 315

Manual de Relaciones y Otras Maldiciones - Dramione

Het
R
Finalizada
1
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
¡Vote por el trabajo que más le guste! Puede votar una vez al día.
Promocionada! 0
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
52 páginas, 20 capítulos
Etiquetas:
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
1 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 11 - Viktor Krum, toxicidad de exportación y mi vestido esmeralda de guerra

Ajustes de texto
Narrado por Hermione Granger Lo conocí en un matrimonio. No, no el mío (gracias a Merlín). Fue en la boda de Lavender y Ron —sí, ese Ron— y honestamente, yo solo fui por el pastel, el ponche y para bailar con Pansy como si el mundo no tuviera Ministerio de Magia. Viktor Krum estaba ahí. Y no, no era guapo. Pero tenía un aura oscura, de esas que dicen “te voy a destruir y te va a gustar”. Ya había escuchado TODO lo malo sobre él. ¿Y eso me asustó? No. Me fascinó. Narrador: Hermione, experta en ignorar alertas rojas cuando están envueltas en misterio sexy. Yo iba con un vestido esmeralda. Moño perfecto al principio… desastre controlado al final. Ginny, Pansy, Luna y yo estábamos pasándola brutal. Harry no estaba —“misión de auror”, según Ginny (sí claro, seguro era Netflix y aislamiento emocional). Y entonces lo vi. Viktor. Maldito. Krum. Apoyado contra una columna, copa en mano, mirada de “no me importa nada”, camisa medio abierta. Misterioso. Intenso. Tóxico. Pero eso lo sabría después. Yo, empoderada gracias al whisky de fuego (¡quítenme eso, por favor!), empecé a mandarle señales sutiles. Bueno, semi-sutiles. Modo: “Mira lo sexy que soy. Admírame. Ahora. Gracias.” Y funcionó. Tanto que acabamos en un baño portátil. Literal. Cuando salí, mi peinado ya no existía. Y él se acomodaba la camisa como si nada hubiera pasado. Clase. Así empezó nuestra historia. Y yo, como la genia emocional que soy, me idiotizé. Él no trabajaba. No movía ni una pluma. Yo le llenaba el refrigerador. Le mantenía a la perra (literal, no piensen mal... aún). Lo cuidaba a él. Le prestaba dinero. Le cocinaba. Mis papás lo odiaban. Y yo, obstinada como el sombrero seleccionador en huelga, me quedé. Y empezaron los celos. No podía usar ropa ajustada. Ni escotes. Ni maquillaje. Ni sonreír demasiado. Porque según él, “eso es para que otros te miren y te tengan ganas”. Y yo… le creí. Narrador: Porque hasta las más fuertes caen cuando el amor viene disfrazado de protección. Terminé vestida con ropa ancha. Sudando en verano como si fuera prisionera mágica. Y aún así, lo defendía. Una vez me agarró de la mano tan fuerte que me lastimó la muñeca. ¿Y qué hice? Lo perdoné. Porque su padre estaba grave. Y pensé que era el estrés. Spoiler: no era el estrés. Era él. Cuando su papá murió, yo estuve ahí. Lo cuidé. Le abracé el dolor. Le preparé sopas. Y él… se volvió aún más distante. Hasta que un día, le pedí que viniera al cumpleaños de Ginny. No respondió. Y yo, en un momento de claridad mágica, le dije: — “Lo mejor es dejarlo acá.” Me respondió: — “No quiero perderte.” Y yo, con la poca dignidad que a veces manejo: — “Entonces quedémonos como amigos.” Una hora después… Luna me escribe. — “Mira lo que publicó Viktor.” Y ahí estaba. Una foto. Con su ex. Abrazados. Con la perra en el medio. (no pensemos mal, es su mascota) Sonriendo. Con la leyenda: “Con los amores de mi vida.” Narrador: Hermione perdió el habla durante tres segundos. Récord mundial. Yo le escribí: — “¿No decías que no querías perderme?” Y luego lo bloqueé. Más tarde supe que me había engañado con ella por seis meses. Seis. ¡SEIS! ¿Mi venganza? Le cobré hasta el último galeón que me debía. Y desaparecí de su vida como si nunca hubiera existido. Hoy sigue casado con ella. Tienen dos hijas. Y aunque no soy vengativa… Narrador: … a veces sí. Solo espero que nunca le hagan a sus hijas lo que él me hizo a mí. Y si el karma existe, ojalá venga con moño esmeralda y tacones puntiagudos como llegue yo al matrimonio de Ron.
1 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)