Capítulo Intermedio - ¿Y si el problema soy yo?
1 de julio de 2025, 16:29
Narrado por Hermione Granger
Mientras buscaba al amor de mi vida…
casi me convertí en virgen de nuevo.
Sí, así como lo leen:
medio año sin acción.
¡MEDIO AÑO!
Narrador: seis meses es mucho tiempo para una Gryffindor con alma de Slytherin.
Y no es porque no lo intentara.
Salí.
Conocí.
Hice swipe.
Respondí lechuzas.
Tomé café con desconocidos que parecían normales hasta que hablaban más de 10 minutos.
¿Será que tengo un hechizo que atrae raritos?
¿“Accio desajuste emocional”?
¿“Lumos inmadurez”?
¿Soy yo?
¿Soy la drama?
Aquí un breve recorrido por el zoológico amoroso reciente:
1. Leandro
El entrenador.
Parecía perfecto.
Cuerpo tallado, sonrisa encantadora, músculos que gritaban “¡me esfuerzo por ti!”.
Solo que…
me esforzaba para sí mismo.
Prefería entrenar que verme,
y cuando venía…
se dormía.
Y yo ahí, en silencio, leyendo a las 11 p.m.,
esperando que su sueño REM terminara y al fin activara su varita.
Spoiler: nunca pasó.
2. Esteban
El papá misterioso.
Ocultó que tenía una hija.
Cuando por fin me lo dijo,
solo hablaba mal de la mamá.
Red flag número uno.
Al día siguiente:
“No busco nada serio.”
Tres días después:
“Quiero pasar contigo cada minuto.”
Siete días después:
“¿Dónde estás? ¿Por qué no me contestas? Ya vi que le diste like a un elfo en Instagram.”
Me asusté tanto que me escondí tras una columna del Ministerio para no cruzarlo.
3. Martín
El meloso.
Lo conocí en un café mágico.
Parecía simpático…
hasta que me dijo, a la media hora:
“Tú y yo vamos a tener los hijos más lindos del mundo.”
Narrador: Hermione sintió como se le subía la comida del estómago a la boca.
Amigo, conóceme primero.
Quizá tengo risa fea.
Quizá ronco.
Quizá en realidad te odio y solo me gustó tu bufanda.
4. Román
El de la oficina.
Él casi cae.
Casi.
Porque fue justo en uno de esos momentos bajos bajos,
de esos en los que tu autoestima está en huelga.
Y ahí estaba él:
atento, divertido, con olor a café y sobras de almuerzo en tupper.
Pero por suerte me miré al espejo, me di una cachetada emocional y dije:
“Hermione Jean Granger, no vas a revolcarte con alguien que comparte el microondas contigo.”
Gracias, dignidad. Te debo una.
5. Simón
El jugador de Quidditch.
No era bueno.
Ni en el deporte ni en mantener una conversación.
Pero tenía un cuerpo que provocaba ir a misa solo para arrepentirse con estilo.
Seis años menor.
Narrador: Hermione entró en su era “asalta cunas” y no se arrepiente.
¿Duró? No.
¿Valió la pena? Oh, sí.
6. Alex
El amigo muggle de toda la vida.
12 años de amistad.
Besos.
Tensión.
Silencios.
Ese “¿y si…?” que flotaba en el aire.
Pero nunca pasó de ahí.
Porque o él estaba saliendo con alguien,
o yo acababa de salir de un drama,
o el universo jugaba a que nunca fuera el momento correcto.
La química estaba.
Pero el timing era un chiste.
Y así pasaban los meses.
Hermione Granger.
Heroína de guerra.
Sabelotodo.
Rompecorazones.
Virgen emocionalmente frustrada.
Ya estaba considerando meterme a un convento de sanación energética en las montañas de Escocia.
Narrador: hasta que, como siempre… volvió Draco Malfoy.
(¿A quién engañamos? Siempre vuelve.)