ID de la obra: 358

Obsesión y protección

Slash
NC-17
Finalizada
7
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
¡Vote por el trabajo que más le guste! Puede votar una vez al día.
Promocionada! 0
autor
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
178 páginas, 77 capítulos
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
7 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 5: Las Grietas del Muro

Ajustes de texto
La noche era fría. El fuego en la sala común de Slytherin crepitaba, pero Draco no se movía del sofá. Tenía los hombros tensos, la mirada perdida, y un nudo en la garganta que no sabía cómo tragar. El sonido fue suave, casi imperceptible. Pero no se sobresaltó. Sabía que era él. Harry entró sin decir palabra, como si fuera su derecho. Como si ese lugar le perteneciera tanto como Draco mismo. Y Draco… no dijo que no. —Pensé que estarías dormido —dijo Harry, acercándose despacio. —No podía. —Draco no levantó la mirada—. No he dormido bien desde hace semanas. Silencio. Harry se sentó frente a él. No demasiado cerca. No aún. —¿Pesadillas? Draco asintió. Luego negó. Luego asintió otra vez. —No son pesadillas. Es como si todo estuviera… mal. Pero familiar. Como si ya me hubiera rendido antes de empezar. Finalmente levantó la vista, y sus ojos grises se clavaron en los de Harry. Había algo roto en su expresión. Y Harry lo adoró. —¿Te molesta que esté aquí? —preguntó él, con una suavidad tan peligrosa como un cuchillo escondido en terciopelo. Draco dudó. Luego negó con la cabeza. —No. Eso es lo peor de todo. Una pausa. —Debería molestarme. Pero no lo hace. —Su voz se quebró, solo un poco—. Me siento más seguro contigo cerca. Y eso es una locura, porque tú… tú eres la razón de todo esto. Harry se acercó lentamente. Esta vez, Draco no se apartó. —¿Sabes por qué me dejaste quedarme aquella noche? —preguntó Harry, sin tocarlo—. Porque ya te habías dado cuenta de que no puedes luchar contra esto. —¿Y qué es esto, exactamente? Harry no sonrió. Esta vez, no jugó. Su mirada era intensa, sincera, y completamente oscura. —Una obsesión. Una maldición. Una promesa. Llama como quieras, Draco. Pero es real. Yo nunca dejaría que te pasara nada. Nunca dejaría que te dañen. Ni siquiera tú mismo. Draco cerró los ojos. El muro que había construido durante años tembló por primera vez. —No sé si estoy enamorado de ti o si solo estoy roto —susurró. Harry respiró hondo, conteniendo el deseo de abrazarlo, de besarlo, de grabarse esas palabras como una victoria. —No importa. Yo te amo igual. Te amaré aunque me odies. Aunque no me entiendas. Aunque tengas miedo. Porque eres lo único que todavía me importa, Draco. Y entonces, con manos temblorosas, Draco tomó la de él. No fue un beso. No fue una rendición total. Pero fue suficiente. Y para Harry, fue todo.
7 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)