ID de la obra: 358

Obsesión y protección

Slash
NC-17
Finalizada
7
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
¡Vote por el trabajo que más le guste! Puede votar una vez al día.
Promocionada! 0
autor
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
178 páginas, 77 capítulos
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
7 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 6: Lealtades rotas

Ajustes de texto
La tensión en Hogwarts se podía cortar con un hechizo. Los murmullos eran constantes. Las miradas, punzantes. Y Ron Weasley ya no podía ignorar lo evidente: Harry estaba cambiando. Se volvía más callado, más agresivo con quien se atrevía a mencionar a cierto rubio Slytherin, y cada vez más frío con sus propios amigos. —Él te está envenenando, Harry —le dijo esa mañana en la Torre de Gryffindor—. No es normal lo que estás haciendo. ¡Estás obsesionado! Harry ni siquiera lo miró. Solo dijo: —No te metas, Ron. Y se fue. Ron no lo aceptó. --- Esa tarde, Draco salía solo de la biblioteca cuando escuchó su nombre. —¡Malfoy! Draco giró. Ron lo miraba con los ojos llenos de ira y desconfianza. La varita ya en mano. —¿Ahora me estás siguiendo tú también? —bufó Draco, harto. —Sé lo que estás haciendo. No sé cómo, pero lo estás manipulando. Estás metido en su cabeza. ¡Y voy a sacarte de ahí! Draco alcanzó su varita, pero Ron fue más rápido. Lanzó un hechizo que lo empujó contra la pared de piedra, cortándole la respiración. No llegó a atacar de nuevo. Porque una explosión de magia barrió el pasillo, derribando estanterías, rompiendo cristales… y dejando a Ron paralizado por el impacto. Harry apareció como una sombra, ojos brillando de furia descontrolada. —¿Tocaste a Draco? —preguntó, avanzando con paso lento. Ron intentó hablar, pero su labio sangraba y su varita estaba a varios metros. —Harry, escucha, él— —¡No digas su nombre! —rugió Harry, apuntando directamente al pecho de su amigo—. No tienes idea de lo que haces. ¡No tienes idea de lo que despertaste! Draco, aún contra la pared, miraba la escena con el pecho apretado. Sabía que tenía que decir algo. —Harry… no lo mates. La voz fue suave, pero bastó. Harry se quedó quieto. Por un instante, su varita tembló… luego bajó. Respiró hondo, como si acabara de salir de un trance. —La próxima vez —dijo, con voz gélida—, no lo detendré. Ni aunque me lo pida. Se volvió hacia Draco, y le extendió la mano. Draco dudó solo un segundo antes de tomarla. Y se fueron juntos, dejan do a Ron solo, sangrando, y con el corazón hecho pedazos.
7 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)