ID de la obra: 358

Obsesión y protección

Slash
NC-17
Finalizada
7
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
¡Vote por el trabajo que más le guste! Puede votar una vez al día.
Promocionada! 0
autor
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
178 páginas, 77 capítulos
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
7 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 7: La pregunta que no debía hacer

Ajustes de texto
La habitación de los Menesteres se cerró tras ellos con un chasquido suave. Silencio absoluto. Harry estaba calmado. Demasiado calmado. Draco no lo había soltado desde el pasillo. No hasta ahora. Pero ahora que estaban solos, necesitaba respuestas. —¿Lo habrías hecho? Harry alzó una ceja, como si la pregunta fuera innecesaria. —¿Hecho qué? —Matado a Ron. Silencio. Una pausa pesada, cargada de electricidad estática. Harry se giró hacia él, lento. —¿Querías que lo hiciera? Draco parpadeó. —No. Te lo dije. No lo hicieras. No quería… —No te pregunté si lo querías o no. Te pregunté si querías saber si yo lo haría. Draco se quedó quieto. No supo qué decir. Harry se acercó, y sus manos se alzaron —con una dulzura casi enferma— para rozarle la mejilla. —La respuesta es sí —susurró—. Lo habría matado si tú no me lo hubieras impedido. Sin pensarlo. Sin dudar. Porque te tocó. Porque te hizo daño. Y porque nadie, Draco… nadie tiene ese derecho. Excepto yo. Draco tragó saliva. Su corazón latía demasiado rápido. —¿Y si mañana me peleo con alguien más? ¿Vas a seguir matando por mí? Harry sonrió. No era una sonrisa humana. Era devoción vestida de amenaza. —Solo si tú no me pides que no lo haga. Solo si me obligan. Porque yo soy el borde de tu mundo, Draco. Y todo lo que no seas tú… puede desaparecer. Draco lo empujó con fuerza, un gesto más desesperado que violento. —¿Esto no te parece una locura? —¿Locura? —Harry rió suavemente—. Esto es amor. El amor no tiene límites. El mío, menos que ninguno. Draco lo miró. Lo estudió. Y aunque todo en él gritaba que huyera… Lo que salió de su boca fue otra cosa. —¿Y si te pido que no mates a nadie por mí nunca más? Harry se quedó en silencio. Algo en su mirada titubeó. Pero al final asintió. —Entonces no lo haré. —Sus dedos rozaron la muñeca de Draco—. Pero necesito que entiendas… si alguna vez te h acen daño de verdad, Draco, no esperes que me contenga.
7 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)