Capítulo 12: Cosas que no se dicen
6 de julio de 2025, 22:20
Los días siguientes transcurrieron sin anuncios.
No hubo declaraciones, ni manos entrelazadas en el Gran Comedor, ni besos en pasillos.
Pero todo había cambiado.
Draco ya no evitaba a Harry. Al contrario.
Lo buscaba con la mirada.
Y cuando sus ojos se encontraban, Harry siempre sonreía. Solo para él.
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Compartían espacios como si fueran secretos.
La Sala de los Menesteres.
La biblioteca, detrás de las estanterías más altas.
El invernadero 3, cuando estaba vacío.
Y ahí, sin testigos, sucedían cosas pequeñas.
Draco apoyando la cabeza en el hombro de Harry.
Harry acariciando el dorso de su mano mientras él fingía leer.
Palabras suaves. Cosas como:
—¿Te duele todavía cuando lo recuerdas?
—Menos, si estás cerca.
O:
—¿Confías en mí?
—Demasiado.
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Una noche, Harry apareció en la habitación de Draco bajo la Capa de Invisibilidad.
No dijo nada.
Draco solo se hizo a un lado y dejó espacio en su cama.
Durmieron espalda contra espalda al principio.
Pero al amanecer, Draco estaba acurrucado contra su pecho.
Y Harry le sostenía la cintura como si no pudiera dejarlo ir.
No hablaron de eso.
No lo necesitaban.
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Otra noche, Harry llegó con las manos ensangrentadas.
Draco no preguntó por qué.
Solo tomó sus manos, se las limpió con un hechizo, y las besó.
—Estás bien —dijo.
Y eso fue suficiente.
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Empezaban a entender el lenguaje del otro.
Harry no pedía perdón, pero dormía más tranquilo cuando Draco le acariciaba el cabello.
Draco no decía “te amo” todo el tiempo, pero cada vez que se dejaba tocar por Harry, lo estaba gritando sin palabras.
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Una noche, bajo la lluvia, Draco lo arrastró detrás de la Torre de Astronomía y lo besó como si se estuviera despidiendo del mundo.
—No sé en qué nos estamos convirtiendo —susurró—. Pero no quiero que se detenga.
Harry lo tomó del rostro con cuidado.
—Entonces no se detendrá.
Y no lo hizo
.
Porque cuando el amor nace en la oscuridad, no teme las sombras.