ID de la obra: 358

Obsesión y protección

Slash
NC-17
Finalizada
7
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
¡Vote por el trabajo que más le guste! Puede votar una vez al día.
Promocionada! 0
autor
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
178 páginas, 77 capítulos
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
7 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 30: Sombras en el Pecho, Ecos del Pasado

Ajustes de texto
La noche en Grimmauld Place caía lenta. La casa estaba en silencio, salvo por el leve crujir de las paredes antiguas. Harry dormía profundamente, enredado entre las sábanas. Draco, en cambio, no lograba conciliar el sueño. Se giró para abrazarlo, como cada noche. Pero el cuerpo de Harry se tensó. Y entonces lo escuchó. —No… ¡no toques a Draco! ¡No te acerques! El grito fue bajo, ronco, pero cargado de una furia desesperada. Harry se batía en sueños, el ceño fruncido, el cuerpo empapado en sudor. Draco lo sacudió con cuidado. —Harry. Ey… estás soñando. Harry jadeó al abrir los ojos, la mirada vidriosa. Tardó unos segundos en reconocer dónde estaba. Y con quién. —Draco… —murmuró, la voz temblorosa. — Estoy aquí —le aseguró, acariciando su cabello— Estás bien. Todo está bien. Harry lo abrazó con fuerza. Como si temiera perderlo. —Era Greyback —susurró después de un rato—. Otra vez. Y Ron. Y Dumbledore… todos juntos, tratando de alejarme de ti. Draco no dijo nada. Sólo lo sostuvo. Porque él también había tenido pesadillas parecidas. Y porque no hacía falta decir que la guerra nunca se había ido del todo. --- A la mañana siguiente, mientras desayunaban en silencio, una lechuza blanca llegó con una carta atada en una cinta esmeralda. Draco la desenrolló, reconociendo de inmediato la caligrafía.

"Draco,

Recibí tu carta. Agradezco tus palabras más de lo que puedo decir. Si no es una imposición… ¿podría visitarte?

Me gustaría verte. Conocer la vida que estás construyendo. Y al joven que, según tú, te cuida como yo no supe hacerlo.

Narcissa."

Draco se quedó muy quieto. Harry lo observaba desde la cocina, sin interrumpir. —¿Querés que venga? —preguntó con calma. Draco dudó. —Sí. Pero no sé si estoy preparado. —Entonces la vemos juntos. Yo voy a estar contigo, Draco. En cada palabra. En cada silencio. --- Esa misma tarde, Draco respondió con una nota breve.

"Puedes venir mañana. Pero no vengas como una Black.

Ven cómo una madre."

"D.L.M.B"

--- Cuando Narcissa Malfoy llegó a Grimmauld Place al día siguiente, no vestía túnicas de gala. Llevaba una capa gris sencilla, y el rostro sin maquillaje, cansado pero sereno. Harry la esperaba en la entrada, de pie. Ella lo miró directamente. Y por primera vez… inclinó la cabeza. —Gracias por proteger a mi hijo —dijo sin rodeos. —Gracias por no venir a quitármelo —respondió Harry con sinceridad. Draco los observaba desde el pasillo. En silencio. La distancia entre él y su madre era más emocional que física. Pero cuando Narcissa extendió la mano con un gesto tembloroso, Draco no la rechazó. No la abrazó. Pero tampoco cerró la puerta. --- El almuerzo fue incómodo al principio. Silencios largos. Tazas de té que se enfriaban. Pero con el tiempo, las palabras comenzaron a fluir. Lentamente. Como un hechizo que lleva tiempo romper. Y por la tarde, cuando Narcissa se levantó para irse, Harry vio algo que no esperaba: Draco la acompañó hasta la puerta. Y la besó en la mejilla. Solo una vez. Pero fue suficiente. --- Esa noche, mientras Harry leía en la biblioteca, Draco se le sentó en el regazo, sin decir nada. Se abrazaron. —Gracias por quedarte —susurró Drac o. —Gracias por dejarme entrar —respondió Harry. Y, por primera vez en muchos años, durmieron sin pesadillas.
7 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)