ID de la obra: 358

Obsesión y protección

Slash
NC-17
Finalizada
7
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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autor
Emparejamientos y personajes:
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178 páginas, 77 capítulos
Descripción:
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Capítulo 40: Dos Cunas, Dos Apellidos, Un Hogar

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La tercera planta de Grimmauld Place estaba en ruinas… hasta ahora. —Vamos a transformarla —dijo Harry, empuñando su varita con emoción mientras observaba el antiguo salón polvoriento—. Que parezca el corazón de nuestro hogar. Draco, con una mano sobre su vientre y la otra en la cintura, alzó una ceja. —Solo si no usás esos horribles colores Gryffindor en las paredes. No quiero que nuestros hijos crezcan con trauma visual. Harry sonrió. —Y yo no quiero una mazmorra de mármol blanco y frío. Así que… haremos algo intermedio. Algo Malfoy-Potter. --- Los trabajos comenzaron con un Encantatum Remodelare. Las paredes se alisaron y cobraron vida con un tono gris perla encantado que brillaba en dorado bajo la luz del sol y en plateado bajo la luna. Los suelos fueron cubiertos con madera cálida de roble oscuro, y un tapiz flotante decoraba el techo con estrellas que se movían lentamente, como si el cielo velara a los bebés. —Las estrellas para Scorpius —susurró Draco, tocando el tapiz—. Siempre quise ponerle ese nombre. —Y la calidez para James —respondió Harry, colocando un móvil encantado sobre una de las dos cunas, con pequeñas snitches doradas flotando en silencio. --- Dos cunas, dos historias Ambas cunas eran iguales en forma, pero diferentes en esencia. La de James tenía grabada la insignia Potter, con bordes en oro y un hechizo de protección heredado de Lily. Una pequeña capa roja colgaba del lateral con la frase: Mi papá es el Elegido bordada en hilo mágico. La de Scorpius llevaba incrustaciones de plata, un dragón estilizado en cada lado, y el emblema Malfoy reimaginado con alas abiertas. Un cojín encantado murmuraba suaves arrullos en francés antiguo. Harry, al verlas una al lado de la otra, tomó aire profundamente. —Mirá eso… dos legados, uno al lado del otro. —Y por primera vez —dijo Draco, emocionado—, no se odian. --- La discusión por el armario encantado —¿Realmente necesitás un armario de tres puertas sólo para mantas encantadas? —preguntó Harry mientras Draco organizaba todo con precisión. —Necesitamos orden, Potter. Esto no es una madriguera. Y no pienso vestir a nuestros hijos con túnicas arrugadas. —Los bebés no se dan cuenta. Draco giró lentamente. Muy lentamente. —¿Querés que te crucie ahora… o después del almuerzo? Harry retrocedió un paso y levantó las manos. —Está perfecto. El armario es majestuoso. Los bebés van a llorar de la emoción. --- El regalo de Narcissa Días después, llegó una caja plateada con un lazo negro. Narcissa había enviado dos mantas tejidas a mano: una con hilos encantados que cambiaban de color con la temperatura del bebé, la otra bordada con las iniciales J.S.M.P. y S.H.M.P. (James Sirius Malfoy-Potter y Scorpius Hyperion Malfoy-Potter). Draco acarició una de ellas con dedos temblorosos. —Mi madre siempre supo cómo decir “te amo” sin decirlo. Harry lo abrazó por detrás, besándole el cuello. —Y vos estás haciendo lo mismo por ellos, Dragón. --- Toque final Al anochecer, terminaron. Había estanterías flotantes llenas de libros de cuentos mágicos, una alfombra que cambiaba de forma según el estado de ánimo del ambiente, y un rincón con sillón mullido donde Draco ya imaginaba pasar horas con los bebés en brazos. —Todo está listo —dijo Harry, acariciando la cuna de Scorpius. —Ahora sólo faltan ellos —murmuró Draco, mirando su reflejo en el espejo encantado. Su vientre ya se notaba redondeado, y su expresión… era la de alguien que empezaba a creérselo. Harry se arrodilló frente a él, y como cada noche, apoyó la cabeza en su vientre. —Hola, James. Hola, Scorpius. La habitación está lista. Nosotros también. Draco cerró los ojos, sintiendo las pataditas suaves. —Vengan cuando estén listos. Pero si pueden, no rompan nada al lleg ar. Harry rió bajito. —Son Malfoy-Potter, Dragón. Romper cosas está en su sangre.
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