ID de la obra: 358

Obsesión y protección

Slash
NC-17
Finalizada
7
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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autor
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
178 páginas, 77 capítulos
Descripción:
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Capítulo 49: Primera Chispa

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La mañana era tranquila en Grimmauld Place. Por primera vez en semanas, no había explosiones de chicle, ni dulces flotantes, ni globos encantados rondando el techo. Draco, recostado en el sillón del salón, hojeaba un libro de alquimia avanzada con una taza de té a su lado. Harry, en bata, leía El Profeta mientras sus pies se enredaban despreocupadamente con los de su esposo. —¿Creés que hoy tendremos un día… normal? —preguntó Draco, arqueando una ceja sin levantar la vista. —¿Con nuestros hijos? No —respondió Harry con una sonrisa—. Pero uno puede soñar. Arriba, en el dormitorio que compartían los gemelos, reinaba un silencio que no inspiraba confianza. —¿Listo? —susurró James, concentrado, con la varita falsa que había hecho con una ramita y cinta mágica. —Sí. Acuerdate, ¡concentración! —replicó Scorpius con seriedad, apuntando al armario con una mirada intensa. Estaban intentando, según sus palabras, “abrir el armario como hacen los adultos, sin manos”. James cerró los ojos, frunció el ceño con fuerza y murmuró: —¡Ábrete, Sesamo! Nada. Scorpius lo imitó. Esta vez, apretó los puños, y con un tono dramático gritó: —¡Por la gloria de los Potter-Malfoy, ¡ABRETE! Entonces, ocurrió. Un destello brillante estalló en la habitación, acompañado de un zumbido suave. El armario tembló... y todas las puertas de la habitación se abrieron de golpe, incluida la ventana, por la cual salieron volando sus pijamas como si fueran banderas. En el salón, Draco y Harry se pusieron de pie al instante. —¿Eso fue…? —preguntó Draco, ya con la varita en la mano. —Magia accidental —confirmó Harry con una mezcla de orgullo, sorpresa… y algo de miedo. Subieron corriendo las escaleras. Al entrar al cuarto, vieron a sus hijos en medio de un torbellino de ropa flotante, juguetes levitando, y un par de ranas de chocolate saltando sobre la cama. James tenía los ojos abiertos como platos; Scorpius reía nerviosamente. —¡No lo hicimos a propósito! —exclamó James—. ¡Pero funcionó! Draco bajó lentamente la varita. —Primera manifestación de magia no canalizada... a los cinco años. Como su padre. Harry, por su parte, se acercó, agachándose frente a ellos. —Esto es importante, chicos. No está mal, pero deben tener cuidado. La magia aparece cuando están emocionados, tristes o muy concentrados. Por eso deben aprender a controlar sus emociones. Scorpius ladeó la cabeza. —¿Entonces si me enojo mucho puedo hacer que papá Harry se convierta en rana? —¡No! —dijeron ambos padres al unísono. --- Esa noche, ya en la cama, los gemelos no podían dejar de hablar de su “explosión mágica”. Draco los arropó con paciencia. Harry les besó la frente a cada uno. —¿Fue muy malo? —preguntó James con voz suave. —Fue mágico —susurró Harry—. Y fue el comienzo de una gran aventura. Draco, desde la puerta, añadió: —Y también el comienzo de clases privadas en control mágico... porque no vamos a tener otra tormenta de ropa flotante en esta casa.
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