Obsesión y protección

Han sido meses interminables de incertidumbre, angustia y búsqueda. James y Scorpius, con el apoyo incansable de Harry, habían explorado cada rincón del mundo mágico, enfrentándose a pistas falsas, hechizos engañosos y la constante sensación de que el tiempo se escapaba. Pero esa tarde en Grimmauld Place, mientras revisaban antiguos registros y mensajes mágicos, algo cambió. Scorpius, revisando un pergamino casi olvidado, alzó la voz con un tono que hizo que James y Harry levantaran la mirada de inmediato. —Aquí, encontré algo —dijo, sosteniendo un pequeño fragmento de pergamino con runas borrosas—. Es una marca mágica, una señal que solo un grupo muy reducido usa... parece un símbolo de protección oscuro, pero con una firma que podría ser de... la Orden del Fénix. Harry frunció el ceño y tomó el pergamino con cuidado. —Si esto es cierto —musitó—, Draco podría estar cerca de un refugio, o alguien que aún quiere protegerlo, aunque esté prisionero. James y Scorpius intercambiaron miradas, llenas de esperanza y nerviosismo. —¿Podríamos usar esto para rastrear su ubicación? —preguntó James. Harry asintió. —Es una pista. Finalmente, una pista verdadera. --- La familia comenzó a preparar todo para partir. Mapas, varitas, pociones y hechizos de rastreo. La emoción mezclada con el miedo llenaba el aire. Narcissa, Pansy y Andrómeda, quienes habían estado en contacto constante, se unieron al grupo para ofrecer su apoyo y conocimientos. Sabían que cada segundo contaba. --- En medio de la noche, bajo la luz de las estrellas y la protección de poderosos encantamientos, Harry, James y Scorpius emprendieron el viaje hacia lo desconocido. Cada paso era un latido, una esperanza renovada. Porque esta vez, no solo buscaban a Draco. B uscaban traerlo de vuelta a casa.