ID de la obra: 358

Obsesión y protección

Slash
NC-17
Finalizada
7
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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autor
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
178 páginas, 77 capítulos
Descripción:
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Capítulo 70: Ésto es solo el comienzo

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Las murallas de Azkaban se alzaban imponentes, rodeadas por las aguas oscuras y agitadas del mar negro. Harry, con paso firme y mirada determinada, cruzó las puertas de la prisión mágica, consciente de que ese encuentro cambiaría para siempre el equilibrio de poder. Los pasillos fríos y húmedos resonaban con sus pasos, mientras la luz mágica iluminaba las celdas donde Ron, Ginny y Dumbledore esperaban, encadenados. Harry buscaba derramar sangre, quebrar sus espíritus. Con una voz que resonó en las cámaras de piedra, comenzó su juicio verbal. —¿Creyeron que podían jugar con mi familia? —dijo, cada palabra era una daga—. Cada mentira, cada golpe a Draco, les volverá como un tormento eterno. Ron intentó responder, pero la mirada de Harry lo paralizó, como si viera a través de sus más oscuros secretos. Primero Harry uso el Crucius, viendo cómo los tres de retorcían en el suelo cómo las cucarachas que eran. Se escuchaban los gritos, pero Harry estaba lejos de terminar. Luego proyectó imágenes en la mente de Ron: momentos de su infancia que había perdido,el miedo a perder a sus seres queridos. Un espejo cruel que reflejaba su fragilidad. Luego, se dirigió a Ginny, desnudando ante ella cada acto de duda, cada temor ocultó. Con Dumbledore, la batalla fue de voluntades. Harry expuso sus decepciones, su traición y la sombra que su ambición había proyectado sobre ellos. Mostró a Dumbledore el peso de cada vida rota, cada alma dañada por sus decisiones, cómo Grindelwald lo abandonaba. Durante horas, Harry tejió una red de tormentos mentales, atacando su orgullo, sus miedos y sus arrepentimientos. lanzando Diffendos pero sin alcanzar puntos vitales, después de todo la muerte sería un regalo y Harry quería venganza, no misericordia. Al finalizar, Harry los dejó en el abismo de sus propias mentes, la sangre derramada de sus cuerpos, y la desesperanza serían sus eternos compañeros. —No crean que ésto a terminado. Esto recién acaba de comenzar— dijo Harry con una voz tan fría que espantaria a los mismos Dementores Salió de Azkaban sin mirar atrás, sabiendo que a veces, el mayor castigo no es la muerte sinó algo peor...
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