Capítulo 19: Este no es un chalet, es una trampa con alfombra mágica
7 de julio de 2025, 17:09
El "chalet" resulta ser una cabaña encantada en el medio de un claro invisible, a media hora del último punto civilizado y a cinco minutos de mi paciencia.
No tiene vecinos.
No tiene red flu.
No tiene puerta de salida sin autorización ministerial.
Pero tiene:
Una cocina que se limpia sola (lo cual, honestamente, respeto).Dos dormitorios que, según el protocolo, "se fusionan si el vínculo excede el umbral de resonancia energética."Y sensores mágicos flotando en el techo con ojos literalmente parpadeantes.
Literalmente.
Nos están espiando.
Flotando.
Con luces.
—Esto no es un chalet —digo, entrando con el bolso al hombro. —Es una trampa con alfombra mágica.
—Draco…
—No me digas que “no es tan malo”. Ayer estaba en tu cama. Hoy estoy en una sala monitoreada por sensores con nombre.
—Tienen nombres?
—Ese se llama “Observador 7”. Me guiñó un ojo.
Hermione deja su bolso en la entrada.
Ya revisó todo con la mirada.
La cama.
La cocina.
La distancia entre dormitorios.
Y lo más importante: los hechizos de contención que rodean el lugar.
—No podemos irnos —dice.
—No jodas.
—No. Literal. Si intentamos desaparecer, nos desmayamos. Protocolo Sello Rúnico. Pusieron eso en parejas que generaron incendios antes.
—¿Antes?
—No somos los primeros. Solo los más sexys.
La noche cae rápido.
Hermione se cambia en el baño.
Yo no.
Camino con el torso desnudo por la cocina porque si ya me están mirando, que sea con espectáculo.
Nos encontramos en el salón.
Ella lleva una remera gigante.
Pies descalzos.
Cejas fruncidas.
Yo llevo un vaso de agua y toda la carga hormonal del día.
El vínculo zumba.
Otra vez.
—¿Lo sientes? —pregunto.
—Sí.
—¿Te está molestando?
—¿A ti?
—Solo si lo quieres apagar con agua fría.
Hermione se sienta en el sofá.
Yo me dejo caer a su lado.
Demasiado cerca.
—¿Qué pasa si dormimos separados? —pregunta.
—Según el informe: alteración del sueño, dolor de cabeza, colapso de vínculo parcial y, en casos extremos, proyección onírica compartida.
—¿Onírica compartida?
—Básicamente soñamos juntos.
—¿Y eso es peligroso?
—Si yo sueño contigo desnuda y hay sensores viendo... sí.
Silencio.
Nos miramos.
Y en ese momento exacto, la cama del dormitorio dos desaparece con un sonido de pop mágico.
Hermione salta.
Yo me río.
La casa no tolera distancia.
—Perfecto —murmura ella.
—Literalmente estamos siendo obligados a dormir juntos para no colapsar el universo.
—Y te encanta.
—Yo dije que el sexo iba a destruir el sistema. Solo no pensé que iba a ser tan literal.
Nos acostamos.
Espalda contra espalda.
Pies que se rozan.
Respiración sincronizada.
Los sensores bajan la luz.
Como si supieran que algo está por pasar.
Yo cierro los ojos.
Pero la escucho.
—¿Draco?
—¿Sí?
—Si esto no fuera una orden del Ministerio…
—Igual estaría acá.
Ella respira hondo.
El vínculo zumba.
Y por primera vez, en este lugar de vigilancia e imposibilidad, siento algo más fuerte que el deseo.
Siento paz.
Y eso es mucho más peligroso.