ID de la obra: 366

Sealed Promises (promesas selladas)

Mezcla
PG-13
En progreso
5
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Mini, escritos 29 páginas, 5 capítulos
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SEGUNDO AÑO

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• Narrador omnisciente • Y así, el primer año en Hogwarts había llegado a su fin. Un año muy atípico, como muchos dirían, un año en el que nuestras protagonistas regresan a sus hogares con nuevos conocimientos y experiencias que antes desconocían. La existencia de la Piedra Filosofal, una sustancia legendaria con poderes asombrosos, había sido revelada. Para muchos, su poder era un misterio, y el solo hecho de conocerlo llenaba sus mentes de asombro. Las clases de Transformaciones, dirigidas por la estricta pero justa profesora McGonagall, habían sido especialmente memorables. Las jóvenes brujas recordaban con una mezcla de diversión y frustración sus intentos fallidos de realizar las complejas actividades que ella les asignaba. Las Pociones también dejaron una marca indeleble, con sus intrincados brebajes y los magníficos resultados que podían alcanzar con la mezcla adecuada de ingredientes. A pesar de que sus caminos no siempre se cruzaron, las chicas habían interactuado más de una vez, sin darse cuenta de que el destino tenía grandes planes para ellas. El verano ha estado llegando y cada una de las niñas tiene una aventura que contar, sueños por cumplir y metas para lograr. Sus corazones estaban llenos de expectativas y sus mentes ansiosas por lo que el futuro les deparaba. Aunque sus primeros pasos en el mundo mágico habían sido titubeantes, estaban listas para enfrentar cualquier desafío que se les presentara. Este año que se aproximaba en Hogwarts prometía ser aún más emocionante y revelador, y ellas estaban listas para enfrentarlo con valentía y determinación. • Grace Lupin • El primer año terminó y también mis ganas de ver un libro de historia de la magia, esa clase es terriblemente aburrida. En estos momentos estoy esperando a que mi papá regrese a casa, pues había ido a comprar nuestro suministro mensual de chucherías, no lo acompañe porque la verdad me dió flojera y preferí quedarme a ver un poco la televisión junto con Eggsy. Pasó aproximadamente una hora cuando escuché las llaves en la puerta. —¡Pa! ¿Trajiste mis gomitas? —le pregunté en cuanto abrió la puerta. —Hola, pulga. Me fué bien, llegué completo, no me atropelló un camión y si, ya te traje tus gomitas —me informó yendo directamente a la cocina. Reí ante su comentario y fuí con él —Perdón, papi —tomé las gomitas dándole una sonrisa como disculpa—. Ya ni siquiera te platiqué como me fué, si leíste mis cartas ¿no? —Claro, amor, por supuesto que leí tus 4 cartas que me escribiste con ese kit tan caro de plumas y tintas que me hiciste comprar. Le volví a dar una sonrisa antes de meter otra gomita a mí boca. —Todo tiene una explicación, papi —hablé sin mirarlo a los ojos—. Fue culpa de Harry, a ese pobre niño lo siguen las desgracias. —Creí que tu amigo se llamaba Theo, el que va en tu casa. —Nah, Theo es un niño bien —me senté en la encimera de la cocina y seguí hablando—. O sea, Harry igual, pero si es bien tremendo. No te conté en la carta porque quería decírtelo en persona, pero haz de cuenta que una vez se metió un troll al castillo —papá dejó de acomodar las cajas de cereal para darme una mirada de confusión—, fué en la cena pero justo me dieron ganas de ir a hacer pipí entonces pues yo ni enterada de lo del troll —bajé de la encimera y me puse a guardar los platos limpios en el gabinete—. Cuando llegué al baño me encontré a Hermione, la niña que te conté que es súper inteligente, pero estaba llorando muy mal y pues me quedé con ella tratando de que se calmara, y justo cuando iba a entrar a hacer pis llega la cosa esa. —¿Y qué pasó? ¿No había algún maestro buscando al troll? —A eso voy, pa, pues llega el troll a los baños y empieza a romper todo, Hermione y yo no sabíamos ni para donde hacernos, pero justo llegaron Harry y Ron, el niño pelirrojo, y entre ambos lograron noquear al troll, estuvo bien loco papi, te lo juro. Ya después llegaron maestros y nos regañaron, a mí me bajaron cinco puntos pero nadie supo que fue por mi culpa, así que todo bien. —Pues verdaderamente ya no sé si te mandé a estudiar o a sobrevivir. [....] • Narrador omnisciente • En el callejón Diagon se podía ver cientos de familias realizando compras, pasando una tarde agradable o por el contrario, buscando desesperadamente a un miembro que se les haya perdido, así era el caso de la Familia Weasley quien venían acompañados de Harry Potter, quien no había logrado llegar con ellos a las chimeneas del callejón correcto, lo que había generado una pequeña confusión. Entre la multitud bulliciosa, Grace había llegado al callejón Diagon junto a Theodore Nott, quien se había convertido en su mejor amigo desde el primer año en Hogwarts. Ambos decidieron ir juntos ya que nadie más podía acompañarlos ese día. Theodore, con su porte tranquilo y reservado, se mantenía cerca de Grace mientras exploraban las tiendas llenas de magia y curiosidades. —Me alegra que hayamos venido juntos. —comentó Grace mientras miraba con fascinación las vitrinas llenas de objetos mágicos. —Sí, es mucho mejor que venir solo —respondió Theodore, sonriendo levemente—. Además, siempre es más divertido cuando tienes a alguien con quien compartirlo. —Tienes razón Theo —se aproximó a decir Grace—. Entonces… ¿Cuáles eran los libros para este año? creo que es lo único que nos falta Theo se apresuró a sacar la lista que indicaba los títulos de los libros necesarios para este año y empezó a leer lo siguiente:

Los estudiantes de segundo curso necesitarán:

—El libro reglamentario de hechizos (clase 2), Miranda Goshawk.

—Recreo con la «banshee», Gilderoy Lockhart.

—Una vuelta con los espíritus malignos, Gilderoy Lockhart.

—Vacaciones con las brujas, Gilderoy Lockhart.

—Recorridos con los trolls, Gilderoy Lockhart.

—Viajes con los vampiros, Gilderoy Lockhart.

—Paseos con los hombres lobo, Gilderoy Lockhart.

—Un año con el Yeti, Gilderoy Lockhart.

—No inventes, pues luego Lockhart está pobre o por qué quiere que compremos todos sus libros. Dijo la castaña provocando la risa de su amigo. En otra parte del callejón, Chiara había llegado acompañada de su familia y la de Draco Malfoy. Sus familias eran muy amigas, y por ello, Chiara solía pasar tiempo con los Malfoy durante las vacaciones. Las familias Williams y Malfoy caminaban con elegancia, mientras que Draco y Chiara discutían sobre las compras que debían hacer para el nuevo año en Hogwarts. —Recuerda que necesitamos pasar por Flourish y Blotts —dijo Draco, mirando a Chiara—. Aún no he conseguido todos mis libros. —Lo sé, lo sé —respondió Chiara, rodando los ojos—. No entiendo porque este año tenemos que llevar toda la colección del charlatán de Lockhart. —Te entiendo, es una completa tontería. —replicó Draco girando sus ojos. —Vamos a la librería antes de que se nos haga tarde y nos regañen. Sin más que decir Chiara y Draco se aproximaron a su última parada, a la librería de Flourish y Blotts. Al acercarse, vieron para su sorpresa a una multitud que se apretujaba en la puerta, tratando de entrar. El motivo de tal aglomeración lo proclamaba una gran pancarta colgada de las ventanas del primer piso:

"GILDEROY LOCKHARTH"

Firmará ejemplares de su autobiografía

EL ENCANTADOR

Hoy, de 12:30 a 16:30 horas

—No puede ser, ¿ya viste quién más está aquí?—exclamó el platinado hacía su amiga. —No, ¿quién?—contestó la niña parándose de puntitas y mirando por todo el lugar. —Nada más y nada menos que San Potter.—dijo observando el interior de la librería. —Creo que tienes una ligera obsesión con Harry. —¡No le llames por su nombre! —¡No me hables así, Draco! No es mi culpa que te hayan rechazado por un Weasley. —Ja, ja, que graciosa —Draco giró sus ojos con fastidio—. Ya vuelvo. —¿A dónde vas? ¿Piensas dejarme aquí sola, con tanta gente? —Solo iré a "saludar" a Potter y sus amigos. — ¿Con "saludar" te refieres a molestar? —Puedes venir conmigo, si quieres. —Sino tengo de otra. —contestó Chiara siguiendo a su mejor amigo. Mientras tanto, ya dentro en la librería de Flourish y Blotts, Gwen estaba buscando los libros necesarios para el año junto a Blaise Zabini. Los dos Slytherins recorrían los pasillos del segundo piso abarrotados de estanterías, buscando los tomos que requerían para sus clases. —¿A qué hora llega tu padre por nosotros?—le preguntó Blaise, mientras hojeaba un libro de pociones avanzadas. — No debe tardar, solo dijo que iría a buscar unas cosas con Asher y regresaban. ¿Ya tienes todos tus libros? —el moreno asintió—. Bien, bajemos entonces. —siguió Gwen dirigiéndose hacia las escaleras. Durante el primer año en Hogwarts, Gwen y Blaise se habían vuelto muy cercanos. Dos amigos Slytherin que coincidían en muchas cosas, además de que descubrieron que sus padres eran muy amigos cuando asistían a Hogwarts. Esta conexión se había convertido en una razón más para que ellos se volvieran inseparables. —Espera Gwen —dijo Blaise haciendo que la chica detuviera su paso—. A que no adivinas quién está allí con el presumido de Lockhart tomándose fotos. —Mmm no me digas, ¿podría ser el famoso de Harry Potter? —respondió alzando las cejas. —Y volviste a acertar, mira. —dijo y apuntó hacia la parte baja de la librería, donde se encontraba Lockhart junto a Potter. —Señoras y caballeros —pidió silencio Lockhart—. Es un gran momento, el momento ideal para que les anuncie algo que he mantenido hasta ahora en secreto. Cuando el joven Harry entró hoy en "Flourish y Blott" solo pensaba en comprar mi autobiografía, que estaré muy contento en regalarle. —la multitud aplaudió de nuevo—. El no sabia que en breve iba a recibir de mí mucho más que mi libro "El Encantador", Harry y sus compañeros de colegio contarán con mi presencia, si, señoras y caballeros tengo el gran placer y orgullo de anunciarles, que desde este mes de Septiembre seré el profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras, en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. La multitud enloqueció en aplausos ante el anuncio de Lockhart. —Oh por favor, ni que fuera para tanto. —expresó Blaise, al ver que el ahora profesor de DCAO terminará su anuncio—. Solo mira, Gwen, a todas esas señoras se les cae la baba de tan solo verlo. Gwen soltó una risa irónica. —Es patético. No entiendo cómo alguien puede ser tan egocéntrico y aún así tener tantos seguidores. —Es el poder de la publicidad —respondió Blaise, encogiéndose de hombros—. Aunque admito que será interesante ver cómo maneja una clase de verdad. Apostaría a que no durará ni un mes antes de que alguien lo ponga en su lugar. Gwen asintió, aún mirando la escena abajo. —Bueno, será mejor que nos movamos antes de que esto se vuelva aún más caótico. —dijo, comenzando a bajar las escaleras con Blaise a su lado. Mientras se dirigían hacia la salida en la parte baja lograron escuchar una discusión que venía encabezada por una voces algo familiares. —No, no, Draco se más gentil. —decía el señor Malfoy quien cogía con su bastón el hombro de su hijo—. Pero miren si es Potter; Lucius Malfoy, por fin te conozco, perdóname —y lo acercó hacia él—. Tu cicatriz es leyenda, como el mago que te la hizo. —Voldemort mató a mis padres —respondió Harry con expresión sería—. ¡No es más que un asesino! Todos y cada uno de los presentes en la librería miraban muy atentos a la escena; Blaise y Gwen mientras bajaban de las escaleras, Theo y Grace desde la puerta y por último Chiara que estaba literalmente al lado de los Malfoy presenciando la escena. —Debes ser muy valiente para mencionarlo, o muy tonto. —seguía el Señor Malfoy. Y de la entrada se escuchó un "Uhhhh" de parte de Theo, llamando la atención de muchos, y lo único que recibió Theo fue un golpe en la cabeza de parte de su amiga. —Temerle al nombre sólo agranda el temor al hombre —se escuchó la voz de Hermione Granger cosa que llamó la atención de Grace. —¿Qué crees que haces, Grace? —preguntó Theo tirándole del brazo. —Quiero escuchar. —y esta me dio un jalón—. Ven vamos. —Hey, casi me haces caer. —se quejaba Theo. —Y tú debes ser Hermione, Draco ya me hablo sobre ti, y tus padres muggles, ¿cierto? —seguía diciendo el señor Malfoy con aspecto tenebroso. Al acercarse, Theo divisó a uno de sus grandes amigos, Blaise Zabini, quien era su gran amigo ya que compartía habitación junto a Draco Malfoy. Draco también se había hecho muy cercano a él, formando un inseparable trío de amigos en Slytherin. —Mira, Draco —susurró Chiara a su amigo platinado—, es Theo y Blaise. ¡Deberíamos ir a saludar! —No creo, Chiara, se ve que están ocupados con sus novias. —contestó con desagrado Draco haciendo que Chiara se quedará pensando. —Mucho trabajo en el ministerio me han dicho —comentó el señor Malfoy al señor Weasley que se había acercado a la escena—.Todas esas redadas, supongo que al menos te pagarán las horas extras, ¿no? Este se acercó al caldero de Ginny y sacó de entre los libros nuevos de Lockhart, un ejemplar muy viejo y estropeado de "La guía de transformación para principiantes". —Me es evidente que no —rectificó—. Querido amigo de que te sirve deshonrar el nombre de mago, si ni siquiera te pagan bien por ello. El señor Weasley se puso aún más rojo que el cabello de Ron y Ginny. —Tenemos una idea diferente de qué es lo que deshonra el nombre de un mago Malfoy. —contestó. —Es evidente —dijo Malfoy mirando de reojo a los padres de Hermione que lo miraban con aprensión—. Por las compañías que frecuentas, Weasley, creía que ya no podías caer más bajo. Entonces el caldero de Ginny saltó por los aires con un estruendo metálico. El señor Weasley se había lanzado sobre el señor Malfoy y este fue a dar de espaldas contra un estante, estante donde también estaba cerca Chiara que inmediatamente salió corriendo de la zona para que no la aplastaran a ella también. Y docenas de pesados libros conjuros les cayeron sobre la cabeza de ambos hombres. —Dale, papá, tú puedes. —gritaba Fred Weasley. —Si, papá, dale. —decía George acompañándolo. Y la señora Weasley exclamaba —¡No Arthur, no, ya basta! Mientras Grace observaba la escena. — ¡No que alguien los detenga! —Deja Grace, que mi padre le de su merecido al Malfoy ese. —le decía Ron alentando la pelea. La multitud retrocedió desbandada derribando a su vez otros estantes. —¡¡Caballeros!! ¡¡Por favor!! —gritó un empleado. Pero la pelea seguía y seguía, el señor Weasley al parecer se despistó por un momento y el señor Malfoy aprovechó la oportunidad y lo golpeó en la cara partiéndole un labio al primero, y lo que recibió fue una enciclopedia de setas no comestibles en el ojo dejándolo más herido Pero luego más alto que las otras voces se oyó gritar a Grace. —¡INGATU QUE BUEN MADRAZO! —carcajeo la castaña.
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