ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 2

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James corre por el bosque, tratando de sacarse la profecía de la mente. -Es que es ridículo, y sigo sin entender por qué insistes, Sirius- se queja una voz, cerca. James se congela en su lugar, tratando de escuchar. -¿No te das cuenta de que ella nos está haciendo daño, Reggie?- pregunta la voz de Sirius, incrédulo. -Es tu deber como el heredero de la casa Black, Orión- insiste la voz de Regulus, ya irritada. -Es una estupidez, Regulus. ¿Cómo me van a comprometer a los 17 años? ¿no ves la falla o estoy loco? -Estás loco- afirma la voz del menor, James se mueve sin querer, captando la atención de ambos Black- genial, lo que me faltaba- suspira el menor de los Black, rodando los ojos. -Prongs, ¿qué haces aquí?- pregunta Sirius, mirándolo con una ceja arriba. -Corría, ya sabes- se rasca la nuca- lo siento, escuché la conversación. ¿Por qué es su deber casarse con alguien?-pregunta, mirando a Regulus. El slytherin rueda los ojos. -Él es el mayor, es el heredero, yo soy el segundo en la línea de sucesión. Sirius debe cumplir con el matrimonio para unirse con una sangre pura, de buena familia- explica, como si James fuera un niño- no traidores a la sangre como tú o Lupin. -Que estupidez- opina James, secándose el sudor con la remera. Regulus aleja la vista de su abdomen, mirando hacia el bosque. -No me casaré con nadie- afirma Sirius, mirando a su hermanito- dile que te deje en paz, que nunca podrás convencerme-Regulus asiente y se da la media vuelta, antes de irse-niños, ya sabes- señala el mayor de los Black, buscando un cigarrillo en su bolsillo. James suspira, la profecía sigue quemando su mente. -Claro- asiente, volviendo a correr. [...] -James está raro- se queja Sirius, dejándose caer junto a Remus. Lupin mantiene la compostura. -Yo lo veo igual de raro que siempre- se encoge de hombros. -Mentira, tiene algo distinto- quita el libro entre sus manos y se acuesta en sus piernas. -Lo conozco desde que nacimos, Padfoot ¿crees que yo no sé cuando está raro? siempre es raro- responde nervioso, mientras acaricia el cabello de Black. -No, está raro- asiente, conociendo a James. -Hola chicos- saluda Peter, llegando a la habitación. -Pet, hola- saluda Remus- ¿cómo te fue con tu cita? -Oh, me quedé esperándola- sonrie de lado, dejándose caer en su cama. -Lo siento, debió ser feo- apoya Remus. -Cada día afirmo que el amor no es para mí- suspira, hundiendo la cara en la almohada- no es como ustedes que tienen ese increíble, romántico e íntimo vínculo. Sirius se sienta bien, nervioso. -¿Nosotros? no- responde Black, tartamudeando- solo somos amigos, como tu y yo o tu y Remus -Claro- asiente Peter, sin ganas de discutir- mi error. James entra por la puerta, quitándose los zapatos y luego dejándose caer en su cama. -Parece que hoy los merodeadores tienen un mal día- sonrie Sirius, levantándose para ir a acostarse sobre la espalda de James- ¿qué pasó, prongs?- pregunta. Remus suspira, celoso. -Nada- responde James- solo estoy cansado. -¿Cómo no vas a estar cansado si hace como una semana que no duermes?- señala Peter, obvio. -¿Cómo lo sabes? -Te la pasas paseando del baño a tu cama y luego a la ventana, tengo el sueño ligero ¿sabes? me molestas. -Lo siento, Pet- se disculpa, mirándolo- ¿puedes salir de arriba mio?- pide, hablando con Sirius. -¿Por qué? eres cómodo- sonrie Sirius, intentando hacerle cosquillas, pero James lo aleja, levantándose de la cama. -Molesta a Remus, yo no estoy de humor- explica James, abriendo la ventana, para fumar un cigarrillo. Sirius frunce el ceño y mira sus manos, triste por el rechazo. Remus le hace una seña con uno de sus dedos, invitándolo a su cama. Black hace caso de inmediato, tirándose sobre él. -Creo que estás siendo duro con Sirius- opina Peter- si te pasó algo no trates mal a los demás, cuentanos y podremos ayudarte. -¡No pueden ayudarme, Wormy!- grita, molesto- nadie puede ayudarme. -Habla con tus padres- aconseja Peter- eso te hará sentir mejor. James le da otra calada a su cigarrillo y asiente. -Tienes razón, es una buena idea, ¿por qué no lo pensé antes?- se golpea mentalmente. -Porque eres un estúpido- responde Remus, mirándolo mal. Sirius se lamenta en silencio, entre sus brazos. -Lo siento, Pads- se disculpa James, sentándose junto a Sirius y Remus- Moony tiene razón, soy un imbécil. Sirius asiente. -Sí, lo eres- afirma, molesto. James suspira y se levanta, dispuesto a ir a casa este fin de semana. [...] -Cariño, aquí no- se queja la voz de su padre- ¿qué tal si viene James? no, no- se niega. -Estoy aquí- llama la atención, desde el living. -¿Ves? ¡te dije! hola cariño- sonrie Alphard, caminando hacia el living- luces triste. -Debe ser porque Lily no le da una oportunidad- sonrie Fleamont, saliendo de la cocina, detrás de Alphard. James niega con la cabeza. -Lily es tema de hace dos años, Monty, ¡actualizate! dejame adivinar- exclama Alph y entrecierra los ojos, mirando a su hijo- ¿es sobre un chico?- James suspira y asiente, caminando hacia su padre, para abrazarlo y comenzar a llorar-Oh, cariño- se lamenta Alphard, abrazándolo fuerte- ¿qué pasó? James niega con la cabeza y corre a tirarse al sillón, avergonzado por el tema. Fleamont y Alphard se sientan a su lado. -Vamos, James- pide Fleamont- cuéntanos que te pasa, campeón- James habla entre lágrimas, Fleamont frunce el ceño- ¿qué? -Que una compañera leyó su hoja de té y vió algo en su futuro que no le gustó- responde Alphard, comprendiendo a su pequeño. -¿Cómo le entiendes? literalmente dijo ajjshbddkaksdjhvjsksnbshssosossnmnslawbheud. -Lo tuve dentro de mi vientre por nueve meses, ¿cómo no lo voy a entender? -Pandora leyó mi hoja de té- cuenta, más calmado- descubrió que me casaría con uno de mis amigos. -Bueno, todos me caen bien- sonrie Mont, encogiéndose de hombros- aunque espero que no sea Remus porque sería raro. -Igual no comparten sangre- apoya Alphard- si eso dice el destino... -Ella dijo que me casaría con Sirius- suspira James, hundiendo su cara entre sus manos. -Oh- exclama Alphard, mirando a su esposo- bueno, no creciste con él, compartir sangre no es taan malo, supongo. -¡Lo dices porque vienes de esa familia!- se queja James, llorando desconsoladamente. -Todos estamos emparejados, James. Somos pocos sangre puras- habla Alphard, con suavidad. -Exacto, la tía de Alphard es mi mamá, nos enteramos cuando papá estaba embarazado de ti- explica Fleamont, acariciando la espalda de James. -¡Pero es mi mejor amigo! ¡no pienso en casarme con él o meterme entre sus piernas, pienso en hacer bromas y entrenar quidditch con él! -La mentalidad cambia, James- menciona Alphard, acariciando su espalda- quizá en un futuro... -O quizá se equivocó. -Ella nunca se equivoca en adivinación, pa. Y no, no va a cambiar porque Sirius es como un hermano para mi. -¿Y yo que soy?- pregunta su hermana menor, mirándolo desde la escalera, James sonrie. -¡Lib!- sonrie James, mirando a su pequeña hermana de seis años. -Hola James- sonrie la pequeña pelinegra, siendo una copia exacta de Alphard- ¿no vino Sirius?- pregunta, mirando el entorno. La sonrisa de James desaparece. -Vino tu hermano- señala Fleamont- ¿qué tal si juegan a las princesas o algo así? -¡Oh, sí! ¡acabo de encontrar una pulsera en tu cuarto que me queda genial con el vestido de Rapunzel!- sonríe la niña. -¿Una pulsera?- pregunta James, confundido. -Sí, déjame traerla- sube las escaleras corriendo y baja con un juguete sexual en forma de vagina. James cierra los ojos y suspira, queriendo que la tierra lo trague. Alphard y Fleamont tratan de no reír. -No debes meterte a mi habitación, Libra- exige James, arrebatándole el juguete con brusquedad y mirándola mal. La niña comienza a llorar ya que no está acostumbrada a que le griten o le saquen las cosas así de las manos. Fleamont y Alphard ponen los límites pero desde el respeto y el cariño.
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