Capítulo 10
20 de julio de 2025, 23:56
Regulus come el almuerzo en silencio, mientras sus amigos charlan y James lo mira desde la mesa de gryffindor.
-¿Dices que te fue bien, entonces?- pregunta Pandora, preocupada por su mejor amigo.
Regulus asiente con la cabeza, casi no hay marcas en su cuerpo, James usó toda su magia para curarlo y por eso hoy se llevó varios retos de parte de sus profesores.
-Mañana es el partido contra gryffindor- recuerda Barty- ganaremos fijo, Regulus es mucho mejor que Sirius moviéndose.
-¿Cómo lo sabes?- pregunta Dorcas.
-Porque anduvo de prostituto con ambos, Cass- habla Evan, consumido por los celos.
-Había tomado mucho- se defiende Regulus- no soy gay.
-Los penes de plástico en tu buró no dicen lo mismo- sonrie la morena, codeándolo.
-Cierra la boca o te prendo fuego el cabello- amenaza Regulus.
-Uy, nos despertamos de mal humor- sonrie Barty, molestándolo- ¿donde te despertaste? porque en slytherin no fue, entrené temprano y quise llamarte, pero no estabas allí.
-Estaba en mi casa, obviamente.
-Odias dormir en tu casa, te da pesadillas- recuerda Pandora.
-Es mi casa, dormí igual allí.
-Hay algo que no me cierra- concluye Dorcas, comiendo de su carne- oh es el condimento horrible de esto, iré a ver que come Lene- se levanta de su lugar y camina hacia gryffindor. La mirada de Regulus se conecta con la de James, que lleva media hora pegada en él.
Black le hace una mueca de asco y Potter mueve su mirada, posicionándola en la chica frente a él, una ravenclaw de rulos que parece compartir su misma personalidad de sol.
El estómago de Regulus se revuelve al verlo reír por un chiste que hizo la de rulos y se levanta de la mesa, decidiendo que lo mejor es ir a clase.
[...]
-Ustedes me deben una grande- se queja Peter, mientras limpia los estantes.
Remus, Sirius y James lo miran.
-Sí, lo sentimos, Pet- se disculpa Sirius- gracias por cubrirnos.
-Tu no te muevas demasiado, se abrirán tus heridas- pide Remus.
-Y tu acabas de salir de la luna llena, asi que déjame ayudar.
-¿Y a ti que te pasa, James?- pregunta Peter, viendo como Potter se apoya en la mesa, algo mareado.
-La magia curativa se llevó casi toda mi magia- suspira.
-Eso es demasiado decir, eres un sangre pura, tienes mucha magia- comenta Peter, siguiendo con su tarea.
-No debí pedirte que lo cures, lo siento mucho- se disculpa Sirius.
-Estabas cansado y herido, Pads. No hay problema, lo hice por tí, hermano.
-Encima Regulus es muy desagradecido con las buenas acciones- se lamenta Sirius, estirándose para limpiar un mueble.
Las manos de Remus se posicionan en su cintura, alejándolo.
-Tu ni siquiera estás castigado, dejame hacerlo a mi. Tu ya me cuidaste dos días en la enfermería, déjame hacer esto a mi.
-Tu estás castigado por mi culpa, Moony.
-Ay ya besense y terminen con la novela de romance de un galeón así ayudan y terminamos rápido- se queja Peter.
-Somos amigos, Wormy, ¿por qué lo besaría?- suelta Sirius, nervioso.
Peter se encoge de hombros.
-Haz besado a James.
-Fue un verdad y reto- recuerda James- solo fue un beso. Remus suspira celoso y se queda en silencio, apurándose para limpiar su parte e irse lo antes posible.
[...]
Viernes.
James intenta una y otra vez volar en la escoba, fallando al elevarse. Cuando lo logra, se eleva bastante y cae en picada.
La mandíbula de Potter se arrastra en el césped, junto a su pecho y piernas. Golpeándose fuerte.
-¡Potter!- una voz conocida se acerca corriendo- ¿qué mierda?- pregunta Regulus, agachándose frente a él y volteandolo- ¿estás muerto? no quiero ser testigo de una muerte, ¡me culparán!
-Estoy vivo- responde James, adolorido- nadie te culpará de nada- abre los ojos de a poco, cansado.
-¿Qué te ocurre?- pregunta Regulus, preocupado.
-No lo sé, no me siento bien y ya. Pero jugaré hoy.
-Claro que no, mira, ni siquiera puedes subirte a la escoba.
-Jugaré- asiente James, levantándose- mi equipo me necesita, no preparé a nadie para que me reemplace. Los aplastaremos.
Regulus eleva una ceja y se para, manteniendo su postura erguida y mirándolo con indiferencia.
-Te crees mucho, ¿quieres apostar?
-Apostemos- asiente James- ¿qué quieres apostar?
-Si ganamos, usarás nuestro uniforme por una semana, más allá de las clases obviamente.
-Si nosotros ganamos, tu usarás el uniforme de gryffindor.
-Que original eres- rueda los ojos- era mi apuesta.
-Bien, usarás el buzo que lleva mi nombre y mi número.
-¿Cómo si fuese una de las zorras que te siguen? no, ni loco.
-Aww, Baby Black tiene miedo- se burla, sonriente.
-¡Bien! igual no ganarán, perfeccioné mi técnica, soy rápido.
-Rapidez no significa nada cuando no eres bueno.
-¡Soy muy bueno montando!- chilla molesto.
James sonrie divertido y lo mira de arriba abajo.
-Sí, se te nota- se burla antes de tomar su escoba e irse.
Regulus aprieta los dientes, molesto.
"Ganaré" piensa.
[...]
-Hola tío- saluda Remus, abrazando a Alphard- ¿vienen a ver a James, no?
-Sí, y a Sirius- asiente Alphard- es como un hijo para nosotros también.
-¿Tu no juegas todavía, Rem?- pregunta Fleamont, abrazando a su ahijado por los hombros.
-No me interesa, realmente.
-Sí, ya lo dijo muchas veces, deja de preguntarle, Mont- exige Alphard, abrazando a Remus- no le hagas caso, ya está grande.
-Solo eres un año menor que yo.
Sirius mueve la mano, saludándolo desde el campus de quidditch, Remus sonrie en respuesta.
-Bien, que los capitanes se den la mano- recuerda el profesor. James y Barty extienden la mano, saludándose- por un juego limpio y divertido- menciona el profesor antes de comenzar el partido.
[...]
Sirius se mueve por los aires, buscando la snitch dorada. James se esfuerza por hacer bien su tarea, sintiéndose cada vez más débil y enfermo.
Regulus le sigue el paso a Sirius y Barty golpea las bludgers en dirección a Sirius y James. Evan protege los arcos junto a Cass.
-Qué divertido juego, ¿no?- pregunta Pandora, mirando a Mont y Alphard
-¡Increíble!- sonrie Fleamont, del lado derecho de la rubia- ¿como van los estudios?, Rosier, ¿no?
-Sí, Pandora, señor Potter. ¡Y muy bien como lombriz por el piso!
-Oh sí, tu ayudaste a nuestro Jaimie con su tarea de adivinación, ¿no?- pregunta Alphard, elevando una ceja.
-Sí, no sé si le agradó mucho lo que vi en su hoja de futuro, pero es la verdad- se encoge de hombros- ¿me da una galletita?
-Sí cariño, toma las que quieras- le extiende la bolsa.
-Ay llegué tarde- la voz de Cygnus llama la atención.
-Buenas tardes- saluda Lyall, saludando a los presentes
-¿Qué hacíamos en slytherin?- pregunta Mont.
-No había más lugar en gryffindor- recuerda Alphard
-Estás despeinado- señala Mont divertido, mirando a Lyall.
Lyall sonrie nervioso y se peina.
-Mira, ahí va Andy- señala Cygnus, apoyando su cabeza en el pecho de Lyall.
-¿Una galleta?- ofrece Dora, mirando a los padres de Remus.
-Oh, ella debe ser la hija de Rosier, por lo rubia- señala Cygnus- hola cariño, ¿cómo estás?
-Bien, señor...
-Lupin- completa Cygnus.
-Oh, el papá de Remus, estamos juntos en el club de lectura.
-Sí, nuestro Remus lee mucho- sonrie Cygnus- ¿vas a slytherin?
Pandora asiente.
-¿Usted dónde iba?
-A slytherin también.
-Andy va allí- señala Alphard, abrazándose al brazo de su hermano- va muy rápido, es buena.
-Sí, ¿y James?- pregunta Cygnus.
-No está muy bien al parecer- se lamenta Mont- no sé que le pasará. Pero James no jugaría si se siente mal- asiente, confiando en que su hijo tomó sus consejos.
-Quizá solo tiene un mal día, Mont- apoya Lyall.
-Sí, seguro. Mira allí va Sirius- sonrie Fleamont, viendo a Sirius volar rápidamente.
-Él es muy buen buscador- sonrie Alphard, soltando a Cygnus, para abrazar a su esposo.
Snape y Malfoy los miran haciendo una mueca de desagrado.
-¡ERA MÍA!- grita Regulus, empujando a Sirius.
-¡TEN CUIDADO NIÑO, CASI ME TIRAS!- se queja, recomponiendo la postura y acelerando su vuelo.
-Estás pálido, James- escuchan la voz de Marlene gritar, los hermanos Black voltean a ver a Potter, quién niega con la cabeza.
Un minuto después, cuando Sirius vuelve a concentrarse en tomar la snitch, James Potter cae en picada hacia el piso.
El corazón de Regulus se acelera, pierde la snitch de vista y vuela hacia él, sabiendo que si cae desde esa altura, morirá.
En el momento en el que ellos van cayendo, Sirius toma la snitch dorada.
Regulus logra alcanzarlo antes de que impacte contra el suelo, pero, aún así, con el peso de James y la gravedad, impactan en el piso. Black se abraza a Potter, cuidando su cabeza del impacto.
-No puedo creer que realmente tuve que hacer eso- se queja Regulus, separándose de James. Pero en vez de una reacción, solo se encuentra con el rostro pálido de James- ¿Potter?- lo mueve- ¿James?- pregunta, mientras una onda de tristeza lo golpea, los profesores y la enfermera ya están allí.
-Muevase, señor Black- pide Minerva, dándole paso a Poppy.
Alphard, Fleamont, Cygnus y Lyall llegan rápidamente.
-Despejen el área, por favor- pide la enfermera, revisando a James.
-Es mi hijo- se queja Alphard, tratando de llegar hacia James.
-Necesita espacio, señor Potter- pide Dumbledore, intentando calmar a Alphard.
[...]
Los merodeadores, la familia entera de James, el equipo de quidditch de gryffindor y Regulus esperan fuera de la enfermería.
Alphard camina de un lado a otro, perdiendo la paciencia con cada paso. Fleamont se mantiene serio, preocupado.
-Alphard, basta- pide Cygnus, deteniendo el paso de su hermano, para abrazarlo- James estará bien, ni siquiera se golpeó fuerte.
-Pudo haber muerto, además no sé que tiene, Cyg- se queja Alphard, llorando en el hombro de su hermano.
-Gracias por ayudarlo- agradece Mont, mirando al menor de los Black.
-Rivales, no enemigos, señor- responde Regulus. Fleamont sonrie y lo abraza por los hombros.
-Tu debes ser hermano de Sirius, eres igual- mira a Regulus y luego a Sirius.
-Sí, señor.
-Gracias por salvar a James, ¿ustedes son amigos?- eleva una ceja, Regulus niega con la cabeza.
-De hecho, lo detesta- se mete Sirius, mirando a Fleamont.
-No lo detesto, no detesto a nadie- se defiende Regulus.
-Me recuerdas a Alphard de joven- sonrie divertido, llevando su mirada hacia su esposo y luego acercándose a él, dejando a Sirius y Regulus solos, algo apartados.
-Deja de hacerme quedar mal con la gente, Orión- se queja Regulus, mirándolo mal. Ambos guardan silencio por una media hora.
Sirius mira a su hermano menor, quien observa sus manos en silencio.
-¿Sabes algo?- pregunta, conociendo a su hermanito.
-¿Sobre qué?
-James- Regulus niega con la cabeza.
-Ni siquiera sé que hago aquí.
-¿Tu lo dañaste para que cayera?- eleva una ceja, mirando a Regulus.
El menor de los hermanos Black abre la boca, realmente ofendido.
-No lo hubiera salvado si quería arruinarlo.
-Quizá te arrepentiste, eres hijo de Walburga puedo esperar cualquier cosa de ustedes.
-Tu también lo eres, asi que estás en la misma bolsa. Somos la misma basura.
-Tu sabes algo, ¿por qué James cayó?
-Hoy lo vi entrenar y cayó varias veces, le sugerí que no se presentara al partido y su estúpido y gran ego se negó. Ahí tienes las consecuencias- señala la puerta- yo perdí la snitch por salvarlo de romperse el cráneo y él es un imbécil que no puede aceptar perder.
Sirius ve a los Potter entrar a la enfermería primero.
Remus se acerca a Sirius, apoyándose a su lado.
-Si discuten, no es el momento- recuerda Lupin.
-No discutimos Moony, solo es mi hermano que luce muy sospechoso.
-Yo no podría dañar al que me curó las heridas cuando lo necesitaba, Potter podrá ser muy imbécil, pero es bueno y no arruinaría eso- habla Regulus, sinceramente.
-Regulus tiene razón, Sirius. Solo estás siendo paranoico, fue una semana larga y todos estamos agotados, ayer a James se le bajó la presión mientras limpiabamos, ¿lo recuerdas?- Sirius asiente- deberíamos avisarle estas cosas a Poppy, ¿sabes algo más Regulus?
[...]
-Una gran falta de magia- explica Fleamont, mientras abraza a su esposo, los gryffindors y Regulus escuchan atentamente- es lo que dijo la enfermera, dijo que se recuperará en un par de días, pero que lo mejor es que vaya a casa, a estar tranquilo y cómodo. Se encuentra estable, no se preocupen.
-Me alegro de que James esté estable, señor Potter- sonrie Marlene, intimidada por el gran porte de Fleamont. Regulus la entiende, también se siente así.
-Muchas gracias por esperar, chicos- agradece Cygnus, en nombre de su hermano- ya es hora de la cena, deben ir al gran comedor.
Todos, menos Regulus y los merodeadores, hacen caso a Lupin, despidiéndose.
-¿Está despierto?- pregunta Regulus, mirando a Cygnus.
-No, está durmiendo- responde Lupin- pero irá a su casa y luego pueden visitarlo allí.
-¿En serio no me dejarán ver a mi primo?- se queja Remus, molesto.
-Cariño, solo Alph y Mont pasaron- apoya Lyall, abrazando a su hijo- ¿vienes a casa o te quedas en Hogwarts como Andy y Bella?
-Voy a casa- asiente Remus- ¿vamos?- pregunta, extendiéndole una mano a Sirius. Sirius mira a Regulus, quien asiente sin mirarlo.
-¿Puedo ir a buscar mi bolso?- pregunta Sirius, Remus asiente.
-Sí, te acompaño. ¿Pet? ¿vienes a casa?
Peter niega con la cabeza.
-Iré con mis padres, pero mantenganme al tanto de como va James.
-Sí, te avisamos- asiente Sirius.
-Todo está bien- susurra Fleamont, besando la cabeza de Alphard.
-Él pudo haber muerto- se lamenta Alphard- esa caída le costaría la vida, nos costaría nuestro hijo, Mont- lloriquea, separándose de Fleamont, para mirarlo a los ojo. Regulus se encuentra en su desesperación, él sintió eso cuando vió a James caer.
-Él está bien, amor- tranquiliza Mont- quizá hizo la magia curativa que le enseñó mi padre y perdió parte de su magia, pero la recuperará en una semana. Solo es falta de magia, con amor y cuidados, podrá recuperarse.
Regulus mira sus manos, entendiendo que fue su culpa que esto haya sucedido. Mira las heridas cerradas en sus manos y abre la boca, intentando disculparse, pero luego la cierra.
-Quiero un chocolate- pide Alphard, Cygnus y Lyall esperan lejos, charlando entre ellos.
-Compraré los que quieras- promete Mont, besando sus labios. Regulus los mira, sintiendo la magia del amor en el aire. Las manos de Fleamont limpian las lágrimas de Alphard y susurra palabras de apoyo, tranquilizándolo. Regulus deja de lado los prejuicios que su madre le implantó y los mira, admirando el amor puro de los señores Potter.
-¿Necesitas algo, cariño?- pregunta Alphard, volteando a ver a Regulus.
Black niega con la cabeza.
-Estoy bien, señor.
-Gracias por salvar a James de su caída, Regulus- agradece Alphard.
-Rivales pero no enemigos- repite, suspirando- tengan linda noche, ojalá James se recupere pronto- habla formalmente, antes de caminar hacia el gran comedor.
-Buenas noches- saludan los padres de James.
Cuando Regulus desaparece por el pasillo, Alphard mira a su esposo.
-Él es el hermano de Sirius, ¿y si es él el que queda como heredero de la casa Black?
-¿Dices que Sirius va a morir?- pregunta Fleamont, tocándose el corazón.
-No, bobo- rueda los ojos- mi hermana suele podar el árbol familiar, Sirius va en contra de sus creencias, asi que quizá...
-Entonces, ¿dices que él será el esposo de James?
Alphard se encoge de hombros.
-Se lo veía muy preocupado, bajo esas barreras que yo conozco porque yo mismo tenía, se lo ve preocupado, además le salvó la vida.
-Bueno, me agrada- asiente Fleamont- es básicamente nuestra historia repitiéndose otra vez. Y la de mis padres, ¿todos los Potter saldrán con un Black slytherin?- pregunta divertido, acariciando la cintura de Alphard.
-Creo que viene de los genes- opina Alphard.
Sirius y Remus caminan por el pasillo con los bolsos, acercándose mientras bromean y sonrien, enamorados.
-¿Necesitan ayuda para llevar a James?- pregunta Lyall, apretando el hombro de Fleamont.
-No, ahora que nos avisen que ya podemos llevarlo, pasaremos por San Mungo para confirmar su diagnóstico y luego iremos a casa.
-Mandame un patronus cualquier cosa, ¿sí?
-Sí, Ly, vayan tranquilos.
-Mañana paso a ver cómo sigue todo- avisa Cygnus- nos vemos- saluda a su hermano y a Mont- ¿vamos chicos? papá hará pizzas para la cena- sonrie, tomando el brazo de Lyall.
-Amo a tu familia- sonrie Sirius, mirando a Remus.
La mano izquierda de Remus se ancla a su cintura, manteniéndolo cerca mientras caminan.
-Sí, yo también- asiente con la cabeza.
-Señores Potter, James ya está listo para ser trasladado- avisa la enfermera, Fleamont le da su varita a Alphard y camina hasta la cama de su hijo, tomándolo en brazos.
[...]
Sábado.
James se despierta por la luz del sol, bosteza, todavía cansado, mientras mira a su alrededor, reconociendo su habitación.
Tiene algunos recuerdos de ayer, pero todavía no son muy nítidos. Se da el tiempo para pensar mientras mira las fotografías en su pared.
-Iré a ver como sigue- habla la voz de su padre, en el pasillo y luego se abre la puerta. James lo mira en silencio-Mont, ¡despertó!- sonrie emocionado, Fleamont llega rápidamente- hola hijo.
-Campeón, despertaste.
-¿Qué pasó?- pregunta James, buscando sus lentes en el buró. Alphard se los alcanza y se sienta a su lado.
-Perdiste mucha magia esta semana, ¿en qué la usaste, James?
-¿Usaste magia curativa?
James asiente, sentándose bien.
-Sirius y Regulus llegaron muy golpeados de su casa- bosteza- si iban a la enfermería o si alguien sabe de esto, literalmente los matarían- cuenta- Remus curó a Sirius y yo curé a Regulus. Sirius se ofreció a curar a su hermano pero llevaba como tres días sin dormir porque cuidó a Remus en la enfermería, sus padres quisieron obligarlo a tener relaciones con su prometida y encima lo golpearon, él ya no tenía ni magia ni energía para curar a su hermano. Regulus se llevó la peor parte a pesar de que fue Sirius el que "incumplió" Sirius dice que lo defendió entonces eso los hizo enojar, porque Regulus era el niño de oro y se sintieron traicionados- sus padres lo miran, esperando a que termine la historia- no podía dejar al hermano de mi mejor amigo con el hombro dislocado y la heridas abiertas, papás. Él tenía una herida profunda desde aquí hasta aquí- señala donde Regulus tenía la herida que llegaba hasta sus nalgas.
Fleamont lo abraza por los hombros, sentado a su lado.
-Hiciste bien, cariño- asiente Mont- pero si sabías que no tenías magia ¿por qué te presentaste al partido?
James se encoge de hombros.
-No podía defraudar a mi equipo. Yo no tenía reemplazo para mi mismo, no preparé a nadie.
-Debes pensar en eso, tu salud es más importante que una victoria- recuerda Alphard, tomando su mano. James la aprieta y asiente.
-Lo sé, pa. Tienen razón- deja caer su cabeza en el hombro de Mont.
-Ganaron, por si quieres saberlo. Sirius tomó la snitch mientras Regulus caía en picada junto a ti, para salvarte de una muerte segura.
-Algo recuerdo, ¿por qué lo hizo? se supone que me odia.
-Él dijo que eran rivales pero no enemigos.
-Sí, dos veces- sonrie Alphard- además tu lo ayudaste, podrá ser un Black pero tiene sentimientos.
-¡Jaimie!- exclama Libra, corriendo a los brazos de su hermano.
-Lib- sonrie James abrazándola fuerte.
-¡Estás bien!
-Lo estoy, ¿tu como estás?
-Tengo hambre- asiente la niña- ¿te gusta el maquillaje que me hice? es de Cenicienta- señala su cara.
-Oh, estás lista para ir a un baile real- sonrie divertido, revolviendo su cabello- yo también tengo hambre. Hay que bajar a comer.
-¿Qué tal si traemos comemos aquí?- propone Alphard.
-Es una buena idea, ¿debo quedarme en cama?
-Sí, debes seguir en la cama y podemos acompañarte pero debemos mantener la calma y hablar bajo, James sigue recuperándose- explica, mirando a Libra- y para ti también va- mira a su esposo.
-Sí, cariño- asiente divertido- traeré la comida.
-Yo iré por los platos- avisa Alphard, siguiendo a su esposo.
-¿Caíste de muy alto?- pregunta Libra, James asiente con la cabeza, recordando los ojos grises de Regulus, llenos de miedo mientras lo abrazaba e intentaba controlar la caída- ¿y no te rompiste los huesos?
-Alguien me ayudó a último minuto, un compañero.
-¡Debe ser un ángel!
-De hecho... sí, digamos que sí.
-¿Le agradeciste? porque papá dice que hay que ser agradecido.
James niega con la cabeza.
-No tuve oportunidad.
-Entonces hazlo.
-Cuando vuelva a Hogwarts le agradeceré, no creo que quiera visitarme.
-¿Por qué?
-No lo sé, no le agrado mucho.
-¡Yo creo que te quiere mucho! ¡te salvó!
-¿Eso crees?
La niña asiente con la cabeza.
-A las muñecas que no me agradan no las salvo de la depuración de juguetes, las que quiero; sí- explica en su lógica inocente, pero dejando una gran incógnita en la cabeza de su hermano.
-¿Alguien pidió servicio a la habitación?- hablan Alphard y Fleamont al unísono, asomándose por la puerta.
Libra y James sonríen y asienten.
-¡Sí! ¡comer en la cama!- exclaman juntos, mientras la niña salta en la cama, tomando las manos de James.
-Sin saltar, tranquila, ¿recuerdas, cariño?- habla Alphard, dejando los platos sobre la cama.
-Sí, papi- asiente Libra- lo siento.
-Yo comeré sin ensuciar- promete James.
-Yo comeré sin ensuciar nada de nada- afirma Libra.
-Yo no me ensuciaré ni los labios- sonrie, su hermana asiente divertida.
-Yo no ensuciaré ni mis dientes.
-Ya coman- pide Alphard, sirviéndoles el almuerzo- antes de que papá se coma sus platos por ustedes- bromea, señalando a Fleamont.
-Ah sí, los dejaré sin comida, boo- sonrie Mont.
Libra y James sonríen divertidos, felices de tener a los padres que tienen.